Día de San Valentín
10:09 AM

Era el día, el día donde ambas chicas recorrerían varios lugares para descubrir al enamorado secreto, siendo la más alta la citada en primer lugar, la albina por lo contrario solo estaba para darle apoyo moral sabiendo que ese metro ochenta era puro nervios en estos momentos.

— Oiii~ Lis, deja de temblar! No pasará nada. Yo estoy aquí para lo que sea que pase.- rio la más baja de las dos viendo la cara pálida de su amiga, aunque estaba preocupada de que se desmayara en cualquier momento.
— Por cierto, a pesar de que vas a rechazar a alguien te arreglaste bastante bien.

Llevaba una camisa roja de cuadros y en la parte inferior una falda color negro que le llegaba hasta un poco más arriba de las pantorrillas, siendo su calzado unos zapatos con un poco de tacón y plataforma del mismo color y su largo cabello atado en una coleta semi alta.

— ¿Tu crees?...- dijo arqueando una ceja muestras la miraba insegura, solo creía que por el echo de que iba a rechazar a alguien no debía de arreglarse.
— Tu también te arreglaste a pesar de que eres mi apoyo para lo que pueda pasar.- comento mientras sacaba su móvil del bolsillo de su falda para ver la hora.

— Lis, yo siempre me arreglo sin importar la situación. Además, admite que me veo linda.- hizo una pose exagerada para de alguna forma demostrar que si se veía linda.

Tenía un vestido con estampado de girasoles que le llegaba un poco más arriba de las rodillas y unas sandalias de plataforma de lo que parecía ser mimbre o al menos el diseño lo era.
Y por temas de salud llevaba un sombrero de playa que casi cubría todo sus hombros, sin mencionar una pequeña cartera que colgaba de uno de estos.

— Supongo... Por cierto, vamos a llegar tarde al primer lugar.- dijo la ojo gris como si nada y sin ningún tipo de expresión en su rostro.

Y en ese silencio ambas empezaron a correr sin importantes que llevaban plataformas, nerviosas por llegar tan tarde cuando no parecía que había pasado mucho desde que se reunieron.