20: El objetivo de Noah
Narrador.
Ya habían transcurrido casi dos días desde que la Loppuny llegó al pueblo con un solo objetivo para completar, pues debía acabar con el trabajo incumplido que se les asignó a Diana y Seraphina para poder llevar a la Lucario con ella hacia la fortaleza. Aun desconocía por completo el interés que su líder tenía por ella, nunca antes había tenido que realizar una misión de ese estilo pero desgraciadamente estaba obligada a cumplir con todas sus peticiones sin rechistar. Ahora mismo la coneja yacía recostada, intentando conciliar el sueño mientras esperaba por la llegada de la Inteleon de las Crestas Verdeluz junto con aquella pokémon para poder partir de una buena vez por todas.
El hostal que la tipo agua había pagado para ella en donde tenía que esperar pacientemente estaba construido con madera oscura y adornado con detalles rústicos que irradiaba una sensación de calidez y hogar. Las vigas del techo eran visibles, dándole un aire de antigüedad y solidez, las lámparas de aceite colgaban en intervalos regulares proporcionando una luz suave y parpadeante que iluminaba tenuemente el pasillo y las demás habitaciones. La coneja estaba acostada en una cama de cuatro postes con un dosel de encaje que colgaba delicadamente sobre ella. La colcha, tejida a mano, estaba bordada con motivos florales y las sábanas de algodón eran suaves al tacto, aunque ahora se sentían pesadas y sofocantes para la agitada pokémon, pues pesar de la comodidad del colchón parecía que ninguna posición era la adecuada. Se dio vuelta una vez más, sus largas orejas se enredaban con las almohadas mientras trataba de acomodarse.
El gran reloj de péndulo que se encontraba en su habitación emitía su tic-tac constante marcando el paso del tiempo de manera implacable, cada golpe del péndulo parecía resonar más fuerte en los oídos de la Lopunny recordándole su incapacidad para dormir y la urgencia de la misión en la que se encontraba, sabía perfectamente que debía regresar antes del mediodía hacia su hogar o de lo contrario lo más probable es que reciba algún tipo de castigo; los nervios y el estrés se apoderaban de su mente tras el paso de los interminables minutos que le provocaban un leve dolor de cabeza que hacía mucho más complicada la tarea de cerrar los ojos y descansar un poco. Además, unos fuertes ruidos provienes de una habitación ubicada al lado de la suya también aportaba para que su insomnio perdurara más.
"¡M-Más duro, métela hasta el fondo y dame con todas tus fuerzas!" gemía alguna hembra al lado de su habitación a todo pulmón mientras se escuchaban una serie de aplausos que solo se intensificaban con el paso de los minutos, parecía que alguien estaba teniendo la mejor noche de su jodida vida.
Finalmente, harta de no poder conciliar el sueño la Lopunny se levantó de la cama con un movimiento decidido, sus largas orejas que se enredaban en las almohadas ahora se alzaban para posteriormente abrir la puerta de su habitación con cuidado, para no hacer ruido y despertar a los demás huéspedes que sí intentaban dormir a excepción de cierta pareja que estaban montando un gran espectáculo. El silencioso pasillo del hostal estaba iluminado tenuemente por las lámparas de aceite que colgaban en intervalos regulares. Bajó las escaleras de madera con cuidado, cada paso haciendo un leve crujido bajo sus patas hasta llegar al vestíbulo mientras seguía escuchando otro reloj de péndulo marcando la hora con su tic-tac constante en su cabeza que la ponía de mal humor, sin embargo, el ambiente allí era aún más tranquilo con solo el sonido distante del viento soplando a través de las hojas de los árboles fuera del lugar tras abrir la puerta principal para posteriormente sentir el aire fresco de la madrugada.
NOAH (LOPPUNY): Si esa estúpida Inteleon se tarda una hora más en regresar iré personalmente hacia esas estúpidas montañas para llevarme a la puta Lucario aunque tenga que usar la fuerza...
El pueblo estaba envuelto en una quietud casi tétrica, las calles de adoquines reflejaban la luz de la luna que brillaba intensamente en el cielo despejado junto con las diversas farolas del lugar mientras las casas de madera con sus techos inclinados y chimeneas apagadas parecían dormir al igual que sus habitantes. La Lopunny caminó lentamente mientras aprovechaba la calma del momento para disfrutar del silencio y la soledad de la noche para así despejar un poco su estresada mente. A medida que avanzaba se detuvo un momento en la pequeña plaza del pueblo, en el centro, una fuente de piedra emitía un suave murmullo de agua corriente cuyo sonido calmante llenaba el aire. Alrededor del sitio, bancos de madera invitaban al descanso pero la coneja decidió seguir caminando.
La tipo normal continuó su paseo por la plaza, sus pasos resonaban suavemente contra los adoquines mientras dejaba que su cabeza se librara de cualquier tipo de preocupación del momento para así poder descansar un poco, sentía aquel silencio nocturno verdaderamente reconfortante. Los sonidos de la fuente y el viento entre las hojas eran como una melodía tranquila que la ayudaba a relajarse; cada rincón del lugar parecía inmóvil bajo la luz de la luna, como si el tiempo se hubiera detenido para permitirle ese momento de paz.
Sin embargo y después de algunos minutos de aquella serenidad la Lopunny sintió una extraña presencia a pocos metros de ella, como si alguien estuviera acercándose de manera lenta directamente hacia ella. Sus instintos rápidamente se pusieron alerta a la vez que su cuerpo se tensó y adoptó una posición defensiva. Sus orejas se alzaron y sus ojos recorrieron el entorno buscando la fuente de su inquietud.
NOAH: ¿Quién anda allí? Preguntó con un tono serio mientras observaba hacia todos lados buscando al pokémon que la estaba acechando.
Entonces, la vio. A la distancia, entre las sombras y gracias a la leve luz de un débil farol la figura de una Gardevoir se hizo visible. Estaba inmóvil, observando a Lopunny sin mostrar ninguna expresión en su rostro. La luz plateada resaltaba su figura etérea, su vestido blanco y su mirada penetrante que parecía atravesar la oscuridad. Noah se quedó quieta sin apartar la vista de la tipo psíquico, tratando de evaluar si esta extraña presencia era una amenaza mientras la tensión tensión en el aire cada vez se intensificaba para ella, el silencio que antes había sido reconfortante ahora se sentía pesado. Aquella pokémon no hizo ningún movimiento, permanecía en su lugar simplemente observando.
El viento sopló ligeramente moviendo las hojas y creando un sonido susurrante. Fue en ese momento en donde la reconoció, se trataba de la misma Gardevoir que se encontraba en la comisaría anteriormente junto con Lycanroc y Zoroark, todo parece indicar que también van por detrás de Calipso por algún motivo que desconocía.
¿Qué está haciendo en este lugar? Fue la única pregunta que pasó por su cabeza mientras ambas se veían fijamente. La Loppuny tenía el ceño fruncido, observándola detalladamente sin perder de vista ningún detalle para evitar algún movimiento sorpresa. La Gardevoir por su parte simplemente se mantenía parada a una distancia considerable sin mostrar ninguna expresión en su rostro que desconcertaba un poco a la coneja.
NOAH: ¿Vas a decir algo o simplemente te quedarás parada allí como una puta estatua? Interrogó, la tipo psíquico no contestó y simplemente dió unos cuantos pasos al frente, obligando a la coneja a retroceder para prevenir algún ataque. Solo han pasado dos días desde que te vi en la comisaría junto con las escorias de tus compañeros, no tengo ni la más mínima idea de lo que tienen planeado hacer en este lugar, pero les aseguro que la jodida Lucario vendrá conmigo.
La tipo psíquico se detuvo en seco tras escuchar aquellas palabras, la observó fijamente unos cuantos segundos más hasta que finalmente rompió con el silencio que había guardado durante un buen rato. La Loppuny seguía confundida por la escena, pero sabía que no debía bajar la guardia en ningún momento, no quería arriesgarse y fracasar con su misión.
GARDEVOIR: Seguramente estás bastante confundida en estos momentos, por desgracia, no puedo compartir detalles de nuestro objetivo contigo, ya que no formas parte de nuestro grupo ni organización, pero si puedo decirte un par de cosas... Todo indica que estás interponiéndote en nuestro camino, eso claramente es un obstáculo y debemos evitar problemas a toda costa para completar nuestra pequeña "misión".
NOAH: Lo único que entendí de todas esas estúpidas palabras es que necesitan acabar conmigo de una buena vez, ¿verdad? La tipo psíquico no respondió, simplemente se le quedó viendo fijamente. En ese caso supongo que estoy en lo cierto, pues déjame decirte que no lo tendrán para nada fácil... Se colocó en una posición ofensiva para comenzar con el combate. Ya he acabado fácilmente con tus patéticos compañeros, hacerlo contigo no será gran problema.
GARDEVOIR: No me gustaría iniciar una pelea en este lugar, llamaremos mucho la atención y eso es justamente lo que queremos evitar. Así que simplemente ignoraré tu presencia y continuaré con nuestro objetivo.
Ella se dió media vuelta sin más para posteriormente avanzar en dirección hacia la comisaría, la cual estaba ubicada muy cerca de aquella pequeña plaza. La Loppuny chasqueó la lengua muy molesta para luego comenzar a correr rápidamente hacia ella para intentar asestar un golpe a sus espaldas y finalizar con todo rápidamente.
NOAH: ¡No intentes pasarte de lista conmigo, flaca! Saltó hacia su dirección mientras preparaba una de sus poderosas patadas, la Gardevoir simplemente caminaba sin mirar atrás sin mostrar ninguna expresión.
La coneja saltó hacia la Gardevoir con su pierna lista para asestar un golpe que sería mortal para cualquiera. Sin embargo, antes de que pudiera golpearla una fuerza imponente cayó enfrente de ella desde una distancia desconocida impidiéndole golpearla; el impacto fue tan violento que destrozó parte del suelo y levantó una densa nube de polvo que cubrió una gran parte del lugar, fue en ese momento en donde una mano enorme y musculosa sujetó firmemente la pierna de la Lopunny, levantándola y arrojándola violentamente hacia atrás. Noah salió disparada fuertemente pero aterrizó fácilmente sin una sola herida con sus pies firmemente plantados en el suelo varios metros más allá.
Mientras la nube de polvo se disipaba Noah se enderezó muy confusa con sus ojos fijos en la figura que se había materializado frente a ella. Un rugido ensordecedor resonó en aquel lugar emanando de un imponente Incineroar; la luna llena iluminaba su figura destacando su musculatura robusta y su imponente postura, pero lo que más llamaba la atención eran sus ojos en blanco como si estuviera en un trance o bajo algún tipo de control externo. La Gardevoir continuó caminando etérea y silenciosa sin mirar hacia atrás con una serenidad inquietante que ponía los pelos de punta a cualquiera. La Loppuny aún sorprendida se mantuvo en pie, sus orejas erizadas y su mirada fija en el tigre.
NOAH: ¿Qué demonios...? Murmuró desconcertada mientras veía fijamente al Incineroar. Este no parecía estar consciente.
El Incineroar rugió de nuevo con su voz reverberando en el silencio nocturno a la vez que su cuerpo se tensó preparándose para atacar. Noah adoptó una postura defensiva al reconocelo luego de algunos segundos, tratándose del policía que estaba junto con la Inteleon en la estación, fue ahí cuando sus instintos agudizados y su mente trabajaron frenéticamente para encontrar una estrategia viable. Giró levemente su mirada hacia la tipo psíquico la cual se desvaneció en la distancia, dejando a Noah sola con el tigre. Sabía que no podía permitirse fallar en su misión pero enfrentarse a un sujeto tan poderoso no sería fácil, pues ya había visto una pequeña muestra de su poder anteriormente en la comisaría. Decidida a no ceder, corrió confiada hacia el tigre lanzando una serie de rápidos puñetazos y patadas. Sin embargo, el tipo fuego los bloqueó con una facilidad que dejaba claro su superioridad en fuerza y resistencia.
STEFANO (INCINEROAR): ¡¡RAAAWR!! Rugió, lanzando un poderoso puñetazo que Noah apenas logró esquivar, sintiendo el viento del golpe rozar su pelaje.
La Loppuny retrocedió mientras su mente buscaba frenéticamente una solución, sabía que tenía que usar su agilidad a su favor y así fue, comenzó a correr en círculos alrededor del Incineroar buscando un punto débil en su defensa. Su velocidad y reflejos eran su mayor ventaja y debía aprovecharlos al máximo. Finalmente vio una oportunidad, el tipo fuego dejó un pequeño espacio desprotegido al levantar uno de sus brazos para atacar, Noah se lanzó hacia adelante propinando una rápida patada en el costado expuesto del tigre el cual gruñó de dolor tambaleándose ligeramente, pero pronto recuperó su equilibrio y lanzó un contraataque devastador. Noah apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el Incineroar intentó golpearla con un poderoso gancho que a duras penas logró esquivar pero a su vez haciéndola perder su equilibrio, dejándola vulnerable durante unos pocos segundos.
NOAH: Esto va a ser complicado... Murmuró, poniéndose en posición con dificultad lo más rápido posible mientras veía al Incineroar intentar golpearla con su potente puño envuelto en llamas. Sus ojos se enfocaron en el movimiento y consiguió esquivarlo moviéndose a un lado.
Noah se movió con agilidad para esquivarlo y continuar con el combate, quería finalizar con todo para ir tras la Gardevoir para tener algunas respuestas de todo lo que estaba ocurriendo, a su vez, ella daba pasos calculados para evitar los embates del Incineroar mientras sus ojos se fijaban en cada movimiento del tipo fuego buscando desesperadamente algún punto débil. Finalmente la coneja observó un instante crucial: el abdomen del tigre, menos protegido que otras partes de su cuerpo robusto, podía dar un golpe certero para dejarlo inmovilizado. Con determinación se lanzó hacia adelante con una patada dirigida directamente a esa zona expuesta.
El Incineroar, sin embargo, mostró una astucia inesperada cuando de repente un brillo intenso emanó del "cinturón" que rodeaba su cintura, y antes de que Noah pudiera conectar su golpe una llamarada furiosa estalló hacia ella. El lanzallamas rugió con ferocidad envolviéndola en una oleada de calor abrasador que la hizo retroceder completamente envuelta y dejándola en el suelo, finalizando de esta manera el combate entre ambos.
(...)
Mientras tanto en la comisaría del pueblo, la Gardevoir ingresó con paso tranquilo mientras se dirigía hacia una zona en específico del lugar para continuar con su plan. La construcción de madera crujía ligeramente bajo sus pies mientras avanzaba por el pasillo principal mientras veía desde la lejanía a un Lycanroc acercársele cuyo pelaje marcado por vendajes blancos y rojizos indicaba los recientes enfrentamientos. Este tenía una mirada sería el cual se colocó en medio del camino de la tipo psíquico impidiéndole su paso.
LYCANROC: No des un solo paso más hasta que me digas qué fue lo que ocurrió allí afuera, solo escuché rugidos y golpes durante un buen rato. Interrogó a la Gardevoir con una mirada penetrante, sin embargo, la mirada inexpresiva de aquella tipo psíquico era algo inquietante para él aunque no quería admitirlo.
GARDEVOIR: El Incineroar ahora actúa bajo nuestras órdenes nuevamente, y veo que acató a la perfección mis indicaciones para liberarlos y así proseguir con el objetivo.
LYCANROC: Se supone que el control mental de Hypno dejó de hacer efecto hace mucho tiempo, ¿cómo carajos hiciste para que volviera a ese jodido estado?
GARDEVOIR: Tenemos órdenes para continuar con la misión y terminarla lo antes posible, puedo responder tus preguntas en otro momento si así lo deseas. Intentó avanzar pero el Lycanroc nuevamente se puso en su camino.
El tipo roca se plantó enfrente de ella para posteriormente sujetarla fuertemente de su cabello y obligarla a mirarle directamente a los ojos, el Lycanroc parecía sumamente molesto ante aquella respuesta mientras la tipo psíquico seguía con ese inquietante semblante inexpresivo que lo ponía mucho más confundido.
LYCANROC: ¡Escúchame bien maldita perra insolente! ¡Si vas a trabajar para nosotros entonces harás exactamente lo que te pida de ahora en adelante sin rechistar en lo absoluto! Exclamó furioso mientras seguía jalando de su cabello con fuerza, ella no parecía inmutarse ante esa agresión y continuó sin mostrar expresión alguna. Te lo preguntaré de nuevo y más te vale darme una respuesta clara, ¿qué carajos hiciste para que ese estúpido Incineroar caiga otra vez bajo un jodido control mental?
La Gardevoir guardó silencio durante unos cuantos segundos mientras seguía observando fijamente al Lycanroc sin mostrar ninguna expresión facial ni oponer resistencia a su agarre. Simplemente se quedó parada mientras el Lycanroc seguía sujetándola fuertemente del cabello hasta que hablara por la fuerza.
GARDEVOIR: El Hypno ya había tomado control mental del Incineroar anteriormente con su péndulo, cosa que lo dejó en un estado de vulnerabilidad que yo aproveché hábilmente al infiltrarme nuevamente en su mente, fue ahí cuando utilicé técnicas psíquicas avanzadas para adaptarme a cada cambio en su resistencia mental. Fue un proceso meticuloso y delicado donde cada movimiento y cada comando fueron cuidadosamente planificados para asegurar que mis órdenes fueran asimiladas sin resistencia. Desde la inducción inicial hasta la estabilización del control, ajusté constantemente mi influencia para mantenerlo en un estado donde mi voluntad prevaleciera sobre la suya sin provocar rechazo ni despertar sospechas. Solo me tomó unos pocos segundos, tiempo suficiente para que el Incineroar ni siquiera se percatara de lo que sucedía.
Lycanroc escuchó atentamente con los ojos entrecerrados mientras absorbía cada palabra de la explicación de Gardevoir mientras soltaba lentamente de su cabello, dejándola libre otra vez luego de un tenso momento. La serenidad con la que ella hablaba sobre el complejo proceso de manipulación mental resonaba en su cabeza sin entender del todo. Para él, la idea de que el Incineroar pudiera ser manipulado nuevamente después de haber recuperado su voluntad era increíble, y a pesar de que no quería aceptarlo también reconocía la habilidad estratégica y técnica de Gardevoir para ejecutar tal hazaña.
Después de su explicación, un breve silencio llenó aquel pasillo en donde Gardevoir permaneció imperturbable, su mirada fija y segura mientras esperaba la reacción de Lycanroc. Era evidente que ella no dejaba nada al azar, que cada paso y cada acción estaban cuidadosamente calculados para lograr sus objetivos sin desviaciones. Fue en ese momento donde el Lycanroc se dió cuenta de los poderosos que son sus habilidades y que serán de gran ayuda en algún futuro.
Finalmente, rompiendo el silencio, Lycanroc expresó su preocupación con una voz tensa pero firme. "¿Estás segura de que esta vez funcionará?"
GARDEVOIR: Estoy convencida de que todo saldrá exactamente como lo he planeado. Además, sabía que alguien intentarían interponerse, así que le ordené mantener ocupada a la Loppuny que te golpeó el otro día para que podamos realizar nuestro objetivo sin preocupación. Para nuestra suerte, el Incineroar permanecerá en ese estado hasta que se lo ordene, ningún golpe podrá regresarle a la normalidad.
La tensión en la habitación era palpable mientras ambos Pokémon intercambiaban miradas. Lycanroc aún no sabía si debía confiar en ella, pero estaba sorprendido y ciertamente aliviado de estar libre de las celda nuevamente así que tomó la decisión de darle una oportunidad al menos por ahora, pues la tipo psíquico había demostrado una habilidad impresionante para manejar situaciones delicadas con una precisión que desafiaba cualquier resistencia.
LYCANROC: En ese caso vámonos y no perdamos más tiempo aquí. Creo que Zoroark ya consiguió sacarle la información necesaria a esa maldita Audino sobre el paradero de la Lucario. Sin más, se dió media para avanzar hacia la zona de calabozos.
Lycanroc y Gardevoir, habiendo finalizado su conversación se dirigieron hacia la zona de calabozos de la comisaría para continuar con la susodicha misión. Avanzaron en completo silencio por los pasillos con sus pasos apenas audibles sobre el suelo de madera, el ambiente en la lugar se notaba bastante sombrío sombrío con la débil luz de las lámparas de aceite proyectando sombras de ambos pokémon en las paredes del lugar mientras avanzaban. El crujido ocasional del edificio y el murmullo distante del viento exterior acentuaban la quietud del lugar haciendo que cada paso de los dos resonara como un eco en el silencio. Mientras caminaban, el tipo roca mantenía una postura alerta con sus ojos escudriñando cada rincón en busca de cualquier señal de peligro. La hembra, en contraste, avanzaba con una calma inquebrantable mientras su mirada fija y segura la guiaba por la zona.
Finalmente, llegaron a la puerta pesada que conducía a los calabozos. Lycanroc empujó la puerta con un gruñido leve revelando un conjunto de escaleras que descendían hacia un corredor más oscuro y húmedo, el aire ahí era más frío y la atmósfera se volvía aún más densa a medida que se adentraban en la sección subterránea de la comisaría. El silencio era casi absoluto, roto solo por el goteo ocasional del agua y el lejano murmullo de voces apagadas; al final del pasillo, la luz tenue de una antorcha iluminaba la entrada a la zona de celdas donde al acercarse acercarse pudieron ver a una Zoroark de pie frente a una celda donde yacía una malherida Audino en el suelo, con signos evidentes de haber sido sometida a un interrogatorio brutal. La zorra parecía haber concluido la serie de preguntas mientras su voz baja y amenazante seguía resonando en el espacio cerrado.
Lycanroc y Gardevoir se detuvieron a unos pasos de distancia observando la escena con atención. La Zoroark levantó la vista al notar su presencia asintiendo levemente en reconocimiento antes de volver su atención a la Audino.
ZOROARK: ¿De verdad estás segura de que eso es todo lo que sabes al respecto? No me hagas abrir esa estúpida herida de nuevo. Amenazó mientras le enseñaba sus enormes garras cubiertas con un poco de sangre. La Audino asintió sin más.
El Lycanroc se acercó hacia la zorra.
LYCANROC: ¿Qué pudiste averiguar?
ZOROARK: Tanto la Lucario junto con la Inteleon fueron hacia las Crestas Verdeluz para buscar a la pequeña pareja de Indeedee que llevamos hace algunas semanas y rescatarlos. Explicó con detalle a su compañero.
GARDEVOIR: ¿A qué te refieres?
LYCANROC: Queríamos una maldita casa para poder infiltrarnos en este lugar durante algunas semanas, así que convencimos a una pareja de Indeedee para dejar el pueblo y los llevamos a una comunidad ubicada en aquellas montañas para deshacernos de ellos a cambio de un poco de dinero. Jamás pensé tener que regresar a ese jodido lugar por una puta Lucario...
ZOROARK: Tal parece que la Lucario está trabajando con la policía local a cambio de su libertad y eso solo complica aún más las cosas, si sale del pueblo me tomará muchísimo más tiempo poder localizarla nuevamente con mi percepción.
La Audino, que yacía tirada herida en el interior de la celda lentamente se pone de pie mientras se aferra a los barrotes de acero con mucha dificultad.
AUDINO: ¡¿P-Por qué hacen esto?! Preguntó con dificultad debido a sus heridas. Solo estamos haciendo nuestro jodido trabajo, ni siquiera sabemos quiénes son ustedes...
ZOROARK: ¡Cállate! No me obligues a ingresar de nuevo a esa celda, te aseguro que la golpiza será muchísimo peor.
AUDINO: Llegaron a nuestro pueblo simplemente para causar estragos y lastimar a mis compañeros... Y-Yo te aseguro que no nos quedaremos de brazos cruzados y haremos que todos y cada uno de ustedes pasen el resto de sus miserables vidas detrás de una celda...
Lycanroc pateó fuertemente aquella celda en donde se encontraba la tipo hada muy molesto por todas sus palabras.
LYCANROC: Estás cruzando una fina línea con todas esas estupideces, te recuerdo que ya tenemos toda la información que buscábamos y ya no te necesitamos más. Podemos asesinarte ahora mismo e irnos de este asqueroso pueblo de una puta vez.
ZOROARK: ¿Quieres que acabe con todo esto de una buena vez? Preguntó la zorra, mostrando sus enormes garras enfrente de la aterrorizada Audino.
LYCANROC: Aun no, deberíamos dejar que los demás muchachos se diviertan un poco con ella mientras nosotros vamos por esa Lucario. Se lo merecen luego de la tremenda golpiza que recibieron anteriormente tras intentar ayudarnos. El tipo roca observó a la Gardevoir para preguntale una cosa, la cual se mantenía neutral ante toda la escena. Habías mencionado que tratarías con la herida de todos ellos, ¿ya lo hiciste?
GARDEVOIR: Para nuestra suerte, la señorita Audino trató minuciosamente con ellos y consiguió salvarles la vida, yo simplemente tuve que terminar su trabajo y sanarlos por completo con mi pulso cura. Ahora mismo puedo sentir la presencia de cada uno de ellos, los cuales están dirigiéndose hacia aquí desde la enfermería.
El Lycanroc sonrió malicioso al ver que la misión finalmente estaba avanzando. Este se alejó un poco de la celda y nuevamente le preguntó algo a su nueva compañera Gardevoir.
LYCANROC: Eres una tipo psíquico, supongo que puedes llevarnos hacia las montañas Verdeluz en un abrir y cerrar de ojos con alguno de los portales que mencionaron, ¿verdad?
GARDEVOIR: Por desgracia, la distancia me impide poder teletrasportarme directamente hacia allí, pero puedo acercarlos un poco y avanzar hacia el objetivo a pie. Explicó la hembra, el Lycanroc suspiró algo fastidiado pero finalmente acabó por aceptar.
LYCANROC: Entonces vámonos.
Repentinamente, un estruendo resonó a través del calabozo interrumpiendo la conversación entre los dos pokémon. Las grandes puertas que protegían el lugar se destruyeron de una gran patada mientras levantaba una espesa nube de polvo en el sitio, fue ahí cuando todos los presentes giraron hacia esa dirección sorprendidos y alerta a excepción de la tipo psíquico. A medida que el polvo se asentaba, una figura imponente se hizo visible en medio de la bruma, tratándose de la Loppuny, Noah, pero ahora su apariencia había cambiado dramáticamente, Gardevoir reconoció al instante aquella transformación, pues esta había alcanzado su forma de megaevolución nuevamente; su cuerpo ahora irradiaba un poder mucho mayor del que ya tenía, sus orejas se habían convertido en armas afiladas y mortales mientras su pelaje brillaba con un tono más oscuro y sus ojos ardían con una furia intensa que delataba el enojo que tenía en ese momento. Cada músculo de su cuerpo estaba tensado y listo para el combate y su postura denotaba una fuerza y agilidad sorprendentes.
NOAH: ¿De verdad pensaste que tu tonta marioneta podría detenerme? Apuntó hacia la Gardevoir mientras Lycanroc y Zoroark retrocedían varios pasos atrás tras verla de nuevo, sabían que ni los dos juntos serían capaces de vencerla.
Lycanroc chasqueó la lengua molesto.
LYCANROC: Mierda, esa jodida coneja de nuevo... ¡Dijiste que el Incineroar la mantendrían ocupada!
GARDEVOIR: El Incineroar te atacó con un lanzallamas capaz de derretir hasta el acero más resistente, sin embargo, te veo aquí, enfrente de todos nosotros sin ninguna herida. Exijo una explicación clara de tu parte, Loppuny. Interrogó a la coneja, ignorando por completo a su compañero.
La Loppuny se rió un poco antes la confusión de la Gardevoir.
NOAH: Fue bastante simple. Justo en el momento en el que el lanzallamas envolvió todo mi cuerpo activé mi megaevolución, la energía de la transformación no solo aumentó mi fuerza, sino que también me proporcionó una protección momentánea contra el ataque impidiendo que salga chamuscada.
La Loppuny avanzó un paso, observando fijamente a la Gardevoir.
NOAH: Después de eso, utilicé mi velocidad mejorada para moverme ágilmente por el lugar y esquivar cualquier tipo de ataque con mucha más facilidad, posteriormente y luego de dejarlo un poco cansado, proseguí a escabullirme entre las sombras para perderlo y vine directamente hacia aquí, sabía que los encontraría reunidos a todos. Observó hacia las celdas, para su sorpresa, todas estaban vacías a excepción de una, en la cual se encontraba la Audino. ¿Puedo saber qué carajos sucedió con Diana y Seraphina? La última vez que las vi se encontraban aquí.
LYCANROC: Supongo que te refieres a la Altaria e Infernape, y lo mejor será que te vayas olvidando de ellas para siempre. Comentó en un tono malicioso, sin embargo, a la Loppuny no pareció importarle. Las hemos llevado directamente hacia nuestras instalaciones, seguramente serán de gran ayuda para nosotros.
NOAH: Al carajo con ellas dos, solo me importa la Lucario y tal parece que ustedes tienen los mismos intereses. Desgraciadamente no puedo permitirles llevársela, me ordenaron específicamente traerla conmigo y eso es justo lo que haré.
LYCANROC: Tsk, ya basta de tanto palabrerío innecesario, tenemos prisa y no podemos darnos el lujo de perder valioso tiempo charlando con una maldita puta. ¡Vámonos! Exclamó mientras la Gardevoir sujetó de las manos a él junto con la Zoroark.
La Lopunny sin dudarlo saltó directamente hacia ellos con una velocidad y agilidad impresionante luego de escuchar aquello último, podía verse la furia acumulada en sus ojos y no pensaba permitir que esos sujetos se salieran con las suyas. En un movimiento fluido dirigió sus poderosas piernas hacia sus enemigos lista para acabar el combate con unos simples golpes. Sin embargo, antes de que pudiera alcanzarlos, la Gardevoir reaccionó con rapidez y precisión a la vez que sus ojos brillaron intensamente mientras extendía sus manos hacia el Lycanroc y la Zoroark, quienes todavía estaban procesando la repentina ofensiva de Noah. En un abrir y cerrar de ojos, la tipo psíquico utilizó sus poderes para sujetarlos firmemente y, con un destello de energía, los tres desaparecieron del calabozo en cuestión de segundos.
NOAH: ¡Mierda! Exclamó mientras los veía desaparecer delante de sus ojos.
Aquella coneja aterrizó en el suelo donde habían estado sus enemigos, está vez encontrándose casi sola en el silencio del calabozo. La bruma residual del teletransporte de la Gardevoir se disipaba lentamente dejando atrás un rastro de energía etérea. Noah frunció el ceño, consciente de que, aunque había logrado ahuyentarlos, el peligro aún no había pasado, pues sabía que irían por detrás de la Lucario a toda costa.
La Audino rápidamente reaccionó y llamó su atención, se encontraba preocupada por lo sucedido y mucho más por el bienestar de sus compañeras.
AUDINO: ¡Están yendo directamente hacia las Crestas Verdeluz por la Lucario! Exclamó aún adolorida por las garras de la Zoroark. Tanto ella como Abigail están en grave peligro... ¡Ayudálas y acaba con todo este conflicto de una buena vez, por favor!
Loppuny escuchó aquellas palabras y no dudó en salir de aquel lugar lo antes posible para brindar ayuda en aquellas zonas, sin embargo y antes de que pudiera moverse, sintió como algo la sujetó fuertemente del brazo para impedir que huyera. Giró su cabeza hacia un lado y vio a aún imponente Krookodile agarrándola con fuerza mientras a sus espaldas se encontraban los otros dos pokémon que habían intentado tomar control de la comisaría anteriormente: Scrafty y Seviper, los cuales también llevaban unas cuantas vendas alrededor de sus cuerpos.
KROOKODILE: No sé quién carajos seas, pero tal parece que estás intentando interponerte en el camino de esos tres sujetos que nos liberaron de estas estúpidas celdas. Comentó en un tono serio. No dejaré que abandones este lugar, así que quédate quieta y calladita si realmente valoras tu puta vida.
Scrafty dio un paso al frente.
SCRAFTY: ¿Es una Loppuny? Se ve muy diferente al resto de su especie pero no me quejo, todo lo contrario, admito que está jodidamente buena. Deberíamos aprovechar esta oportunidad única para hacerla nuestra~
SEVIPER: ¡No la dejes escapar! ¡Yo también quiero tenerla para mí!
Una vena se marcó en la frente de la coneja tras escuchar todos esos comentarios repugnantes que la hacia hervir la sangre, quería romperle los huesos a cada uno de ellos pero sabía que tenía prisa, ahora mismo su misión era más importante que cualquier cosa y no podía seguir desperdiciando el tiempo. Mientras el Krookodile seguía sujetándola fuertemente sin intenciones de liberarla, la coneja rápidamente dio una fuerte patada en la entrepiernas del pokémon que acabó por dejarlo en el suelo sin aire a la vez que se retorcía del dolor, fue ahí cuando aprovechó el momento para salir corriendo a toda velocidad fuera de la comisaría sin dejarles ninguna oportunidad de que pudieran seguirle el paso.
Mientras tanto, la Audino suspiró algo más aliviada al saber que sus compañeros de trabajo podían llegar a salvarse de ser víctimas de aquellos extraños sujetos que llegaron al pueblo. Sin embargo, el Seviper no tardó mucho en percatarse de su presencia y rápidamente se acercaron todos los presentes hacia su celda, incluido el Krookodile que lentamente se levantaba del suelo algo adolorido tras aquella patada.
SCRAFTY: Vaya, el lado bueno es que aún tenemos a la enfermera con nosotros ahora mismo. Este sin dudarlo abrió la celda para luego acercarse a la tipo hada. Je, creo que debemos darles las gracias por tratar con nuestras heridas todo este tiempo.
KROOKODILE: M-Maldición, ese golpe aun me dejó algo aturdido pero entendido a lo que te refieres...
La Audino yacía en el suelo luchando por liberarse mientras el Seviper se enroscaba firmemente alrededor de su cuerpo, la serpiente apretaba cada vez más evitando que la hembra pudiera levantarse. La tipo hada intentaba zafarse, pero la constricción del reptil era mucho más fuerte, impidiéndole cualquier movimiento.
SEVIPER: También pienso lo mismo, creo que podremos jugar un rato hasta que ese Lycanroc regresa y nos diga qué hacer con todos ellos~
AUDINO: C-Carajo...
(...)
La Lopunny llena de adrenalina tras el reciente enfrentamiento salió rápidamente de la comisaría completamente decidida a llegar hacia aquellas montañas para impir que la Gardevoir junto con los dos sujetos se lleven a la Lucario. Sus pasos eran firmes y ágiles mientras se adentraba en el bosque que rodeaba el pueblo a la vez que la oscuridad de la noche apenas ralentizaba su avance; conocía bien el sendero que debía seguir mientras se movía hábilmente por la zona, pues cada piedra y raíz que se encontraba podían ser obstáculos mientras el crujido de las hojas bajo sus pies marcaba su ritmo constante.
El bosque estaba envuelto en un silencio inquietante roto solo por el crujir ocasional de ramas y el canto lejano de algún pokémon nocturno. Noah avanzaba con rapidez mientras sus sentidos se pusieron alerta a cualquier señal de peligro o de su objetivo. Sus orejas permanecían erguidas captando cada sonido y sus ojos escudriñaban cada sombra en busca de la presencia que anhelaba encontrar. Después de varios minutos de seguir el sendero sinuoso, Noah finalmente captó un leve rastro de la energía que buscaba, así que sin detenerse, comenzó a llamar con una voz clara y decidida con su tono lleno de urgencia y algo de desesperación.
NOAH: ¡Kari! ¡Kari, soy yo, Noah! ¡Por favor, responde! Su voz resonó a través del bosque, rebotando entre los árboles y haciendo eco en la tranquila oscuridad. ¡Necesito que vengas ahora mismo!
Repetía el nombre una y otra vez mostrando insistencia, cada llamada era un intento desesperado por conectar con aquel pokémon que buscaba hasta que finalmente y después de lo que pareció una eternidad para ella, una pequeña figura se asomó levemente desde detrás de un árbol, Noah se detuvo en seco mientras su mirada enfocada en la silueta que emergía de las sombras. Allí, en la penumbra del bosque, Kari mostró tímidamente su figura apenas visible entre los troncos y el follaje, pero en lugar de mostrar miedo o algo parecido, simplemente soltó unas pequeñas carcajadas al verla en ese estado tan desesperante. Su risa resonaba suavemente casi como un eco fantasmal.
NOAH: Maldición, realmente no estoy de humor para estos tontos jueguitos tuyos. Suspiró aliviada tras encontrarla luego de un buen rato. Necesito que me hagas un favor, y si, sé muy bien que te pedí anteriormente que te ocultaras hasta el mediodía hasta que termine con la misión... Sin embargo, las cosas se complicaron más de lo que esperaba.
La figura que se asomaba desde detrás del árbol tenía una apariencia peculiar y desconcertante ante la mirada de cualquiera, sus ojos brillaban con un resplandor travieso reflejando una inteligencia astuta y una picardía innata mientras su cuerpo flotaba levemente sin tocar el suelo, lo que le daba un aire sobrenatural. Su forma compacta y redondeada estaba adornada con una serie de aros dorados que brillaban incluso en la penumbra del bosque; los anillos que llevaba parecían estar incrustados en su cuerpo, los cuales emitían un suave resplandor que contrastaba con la oscuridad circundante. Su piel, de un tono púrpura profundo, se mezclaba casi perfectamente con las sombras, creando una imagen intrigante.
A medida que se reía, su voz resonaba con un timbre agudo y juguetón burlándose claramente de la Lopunny. La risa era una mezcla de burla y alegría, como si encontrara una diversión genuina en el fracaso de Noah mientras la coneja la observaba con una cara de "facepalm".
KARI: ¿De verdad pensaste que podrías con ellos tú sola? Dijo entre risas, su voz cargada de diversión maliciosa. Qué tonta. Te has esforzado tanto solo para fallar.
NOAH: Cállate, claramente los he derrotado sin muchos problemas pero ahora mismo se han escapado del pueblo y se dirigen hacia las Crestas Verdeluz, lugar en donde se encuentra la Lucario ahora mismo. Necesito que me lleves hacia allí lo más rápido posible.
KARI: Oh, pensé que se encontraba en el pueblo todo este tiempo... Estoy algo confundida, quiero que me expliques qué está sucediendo.
NOAH: Es una larga historia, puedo contarte los detalles luego pero justo ahora tengo algo de prisa, si no nos apresuramos lo más probable es que algo malo le ocurra a esa jodida Lucario. Le explicó mientras aquella pokémon seguía riéndose por algún motivo. ¡Ya deja de reírte y abre un portal de una buena vez!
KARI: Ya, ya, no hace falta ser tan cascarrabias conmigo. Solo dame unos pocos segundos y te abriré uno en este preciso momento. Se alejó un poco de ella para realizar su movimiento con más calma y precisión.
Aquella pokémon continuó riéndose mientras observaba la frustración de Noah hasta que, sin previo aviso, sus ojos brillaron con una intensidad renovada y los aros dorados que adornaban su cuerpo comenzaron a emitir un resplandor más fuerte. La atmósfera alrededor de ella cambió, cargándose de una energía palpable que electrificaba el aire; con un movimiento fluido y casi elegante levantó uno de sus brazos y trazó un círculo en el aire, los anillos dorados respondieron de inmediato girando alrededor de ella a una velocidad vertiginosa. El espacio dentro del círculo comenzó a distorsionarse, como si la realidad misma estuviera siendo manipulada.
En cuestión de segundos, el círculo se expandió y se transformó en un portal brillante con bordes resplandecientes de energía dorada. El interior del portal parecía una mezcla de colores y luces en constante movimiento dando una sensación de profundidad infinita.
KARI: Un portal directamente hacia las Crestas Verdeluz, tal como me lo ordenaste, así que deja de perder el tiempo estando parada allí como una tontita e ingresa de una buena vez. Comentó con una risa risueña. La Loppuny sin dudarlo saltó hacia su interior para atravesarlo y continuar con su difícil misión.
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