17: Croata
Puta madre... Puta madre...
Esto es verdaderamente inesperado, jamás pensé lidiar con una revelación de tal magnitud y en un lugar como este, de solo haber escuchado la palabra "Croata" fue suficiente para erizarme todos los pelos de mi cuerpo, finalmente estaba por encontrarme con otra humana probablemente igual de asustada que yo al estar atrapada en otro cuerpo distinto y en un mundo diferente al nuestro. Muchas preguntas pasaron por mi cabeza en un lapso de breves segundos en donde todo a mi alrededor parece haberse detenido; ¿cómo es ella? ¿tendrá una apariencia similar a la mía? ¿por qué se encuentra en este feo sitio repleto de enfermos mentales tomando el rol de "líder"?
Aquello último me deja muchas más dudas pero decidí ignorarlas por el momento mientras seguía con mi camino hacia su "recámara personal", el Marowak que anteriormente nos había traído hasta este lugar se encontraba guiándonos por los enormes pasillos rocosos iluminados por una serie de viejas lámparas colocadas de manera estratégica por todo el lugar para brindar una buena iluminación. El Sneasler caminaba al lado suyo mientras que, mi compañera Octavia y yo los seguíamos a paso lento con los nervios altos a la vez que inspeccionabámos la zona en caso de tener que escapar por algún u otro motivo en un futuro. Podíamos escapar en cualquier momento, pero decidimos seguirlos para encontrar más pistas sobre el paradero de los Indeedee.
Observé detrás y también pude notar la presencia de aquella Mightyena que se encontraba junto al Sneasler hace rato, caminaba cabizbaja en silencio y con una notoria herida en una de sus patas traseras que se encontraba vendada. Me preocupó un poco e intenté llamar su atención para hacerle unas cuantas preguntas pero fui inesperadamente sorprendida con la voz de mi compañera Inteleon susurrándome al oído, por poco y me da un paro cardíaco por el susto.
OCTAVIA: ¿Estás bien? Te he notado muy pensativa y callada durante todo el trayecto. Me susurró al oído, sacándome de mis pensamientos.
CALIPSO: Oh, pues se trata simplemente de nuestra situación actual, nuestro plan ha fallado nuevamente y ahora estamos de camino para conocer a la puta líder de este estúpido grupo de enfermos por algún motivo... Le cometé, pero realmente estaba nerviosa por el simple hecho de encontrarme posiblemente con otra "humana" en este lugar.
¿Por qué ella se llama "La Croata"?
¿Acaso era de ese país antes de caer en este estúpido mundo de mierda?
Debo dejar de hacerme tantas preguntas, acabaré con un dolor de cabeza muchísimo peor...
OCTAVIA: Pensé que te asustaba más el hecho de que probablemente seamos ejecutadas en pocos minutos, pero admito que también me da curiosidad saber de quién se trata esa tal líder de la cual todos hablan aquí. Mierda, tiene razón. Desde que me he despertado en este sitio solo he escuchado hablar a los demás prisioneros sobre ella, pero solo pocos la han visto de frente por algún motivo.
CALIPSO: Escucháme, tengo algo en mente... Puedo hablar con ella y llegar a un acuerdo para que nos deje ir de este sucio lugar y también poder llevarnos a los Indeedee de una vez. Sé que puedo convencerla de alguna y otra manera.
OCTAVIA: ¿Cómo estás tan convencida de poder conseguir eso simplemente hablándole? Ni siquiera sabemos si es buena o mala, solo conseguirás que adelante nuestra ejecución.
CALIPSO: Solo confía en mí, tengo algo en mente que funcionará. Le comenté, si realmente esa pokémon se trataba de una humana entonces podría hablar en confianza con ella.
Ella finalmente asintió al estar de acuerdo con mi plan mientras seguíamos avanzando, ya no sé cuánto tiempo llevábamos caminando por el interior de esta gran cueva pero siento como mis pies cada vez están más agotados. Las rocas cubiertas de musgo y las gotas de agua que caen intermitentemente crean una atmósfera sombría que hacían crecer los nervios en mi cuerpo, observé hacia mi compañera y por su expresión supe que estaba igual o incluso peor que yo. Finalmente llegamos hacia el final de pasadizo en donde una gran escalera de caracol que se alza ante nosotros esperando nuestra llegada, su estructura dañada por el paso de los años se veía jodidamente mal y dudaba mucho en si resistiría todo nuestro peso.
OCTAVIA: Un momento, ¿de verdad tendremos que subir todo eso para llegar hacia su líder? Preguntó la Inteleon mientras veía asombrada la inmensidad de aquella escalera que se alzaba hasta lo más alto de la cueva.
SNEASLER: A nuestra querida líder le gusta mucho los lugares alto, así que dejen de quejarse y muevan esos putos traseros para llegar más rápido. Ordenó mientras ponía un pie en uno de los escalones para comprobar su estado, tal parece que no él estaba seguro de subir en aquella vieja estructura.
Me quedé parada algunos, observando fijamente aquellas grandes escaleras mientras sentía una sensación de escalofrío comenzaba a recorrer mi cuerpo, siempre me han dado miedo las alturas y dudo mucho que mi cuerpo pueda soportar escalar todo aquello sin caer rendido. El Sneasler me vio algo molesto mientras se acercaba hacia mi, para que luego de manera repentina me de una fuerte nalgada que me hizo avanzar hacia aquella estructura hasta casi caerme al suelo.
CALIPSO: ¡¿Qué mierda te pasa?! Exclamé molesta mientras lo veía directo a los ojos, este seguía observándome con esa mirada burlona que me hacía hervir la sangre.
SNEASLER: Dije que se muevan, no perdamos más tiempo aquí... O de lo contrario tendré que castigarte aquí mismo enfrente de todos. Se me acercó, mi cuerpo inmediatamente se alejó de él. No te preocupes linda, no seré rudo contigo, y si no me crees simplemente pregúntale a esa Mightyena de ahí~. Apuntó hacia la silenciosa pokémon que venía detrás, ella solo desvió la mirada sin decir absolutamente nada.
MAROWAK: Ya es suficiente, no tenemos tiempo para ningún tipo de juego. Golpeó el suelo con su hueso para llamar la atención de todos. A nuestra líder no le gusta que hagamos perder su valioso tiempo, así que avanzamos de una buena vez antes de que la noche caiga.
SNEASLER: Siempre tan estricto, ¿cuando dejarás toda esa mierda y te divertirás con los prisioneros como solías hacerlo antes? Suspiró algo fastidiado ante el comportamiento de su compañero.
MAROWAK: Solo sigo órdenes y haré todo lo necesario para cumplir con las expectativas de La Croata, aun si eso involucra la vida de varios pokémon. Comentó de una manera fría que me dejó los pelos de punta, todos en este lugar parecían estar mal de la cabecita.
El tipo tierra fue el primero en poner un paso en los escalones mientras comenzaba a ascender, el Sneasler fue detrás de él mientras que, nosotras dos sin tener más opciones fuimos detrás de ellos a paso lento para evitar caernos. A medida que subíamos podíamos sentir como el aire se vuelve más espeso, como si la misma cueva intentara sofocarnos en su interior. Los sonidos de la naturaleza se desvanecen lentamente mientras eran reemplazados por el eco de nuestros propios pasos. El silencio se instalaba a nuestro alrededor interrumpido únicamente por el sonido de nuestras respiraciones entrecortadas y el eco distante de algún goteo solitario.
OCTAVIA: Solo no mires abajo y continúa subiendo. Habló aquella Inteleon que iba enfrente de mí. No pienses lo que sucederá si das un mal paso, céntrate únicamente en los escalones que tienes delante.
CALIPSO: Para ti es fácil decirlo, se nota que no le tienes miedo a las alturas... Seguía subiendo lentamente, siguiendo su consejo. Además, dudo muchísimo que estas putas escaleras puedan soportar tanto peso hasta que lleguemos a la cima, se veían en un terrible mal estado desde un inicio...
OCTAVIA: Eso es obvio, pero si eso llega a ocurrir tengo un plan perfecto para poder escapar sin que suframos algunas heridas.
CALIPSO: ¿Puedes volar?
OCTAVIA: Algo así...
Mientras seguíamos ascendiendo por la fea escalera de caracol, cada paso nos llevaba más alto en la oscuridad de la cueva mientras podía sentir perfectamente como la atmósfera se volvía más densa a medida que avanzábamos, como si el aire mismo estuviera impregnado de un peso invisible que dificultaba nuestra respiración. Mis músculos estaban tensos por la tensión y mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras subíamos hacia lo más alto.
De repente, un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando mi pata derecha resbaló sobre una roca suelta. En un instante perdí el equilibrio y mi corazón se detuvo en mi pecho mientras sentía que caía hacia atrás sintiendo como todo a mi alrededor se detenía. Pero antes de que pudiera siquiera reaccionar, sentí un tirón en mi brazo y luego una presión firme me detuvo en seco. Giré la cabeza y vi la figura ágil de mi compañera Inteleon con su cola extendida y envuelta alrededor de mi brazo, sosteniéndome con fuerza para evitar mi caída.
OCTAVIA: ¡Te dije que tuvieras cuidado madita sea! ¡Por pocos y terminas cayendo más de cuarenta metros! Me subía hasta finalmente estar al lado de ella, podía sentir como mi corazón latía con fuerza por la adrenalina del momento mientras me aferraba a ella.
CALIPSO: G-Gracias... Aún no terminaba de procesar todo lo que ocurrió, por poco y muero por segunda vez.
MAROWAK: ¡Dejen de jugar ahí atrás y sigan subiendo! Ya no falta mucho para que lleguemos. Ordenó mientras seguía escalando sin detenerse. Todos los demás ya se notaban muy cansados, incluido el Sneasler.
SNEASLER: Carajo, ¿por qué tengo que ir yo también? Sabes perfectamente que odio tener que subir estás putas escaleras.
MAROWAK: Órdenes son órdenes, además, que no se te olvide que también eres una de las figuras administrativas en este lugar, tu deber también es estar presente en todas las reuniones que La Croata organiza.
El Sneasler simplemente chasqueó la lengua con un notorio fastidio mientras seguíamos subiendo aquellas extensas escaleras hasta lo más alto de la cueva. Un momento de silencio invadió el lugar en donde ninguna de nosotras tres (incluyo a la misteriosa Mightyena) tuvo la valentía de tomar la palabra, todo el ambiente era bastante tenso hasta que finalmente me cansé y decidí dirigirme hacia aquel Marowak, acercándome un poco a él para poder hablar con más comodidad.
CALIPSO: D-Disculpe señor... Llamé la atención del tipo tierra, este sorprendentemente no se molestó y giró un poco su cabeza para verme. ¿Puedo hacerle una pregunta? Le prometo que solo será una... Este asintió sin más, realmente quería quitarme algunas dudas que tenía.
MAROWAK: Adelante.
CALIPSO: ¿Por qué la líder de este lugar se hace llamar "La Croata"? ¿Es algún tipo de apodo? Estoy convencida de que ese nombre es proveniente de mi mundo, no tengo ningún tipo de dudas al respecto.
El tipo tierra se tomó algunos segundos para responder aquella pregunta, tal parece que tampoco estaba muy seguro de los motivos.
MAROWAK: Desgraciadamente también es una duda que tengo, pero siempre que intento llegar al fondo del asunto simplemente cambia de tema o nos ordena no hablar del tema. Me explicó mientras seguíamos caminando por las escaleras. Desde que he llegado aquí nos pidió que la llamáramos por diferentes nombres, y ese es uno de ellos.
SNEASLER: Creo que simplemente quiere hacerse respetar y tener nombres geniales sin ningún significado, también suelo hacerlo de vez en cuando para imponer más miedo ante las sabandijas que mantenemos en las montañas.
Esto es bastante obvio, el Marshadow me ordenó no hablar acerca de los humanos o sobre el mundo en el que vivía antes y creo que también se lo pidió a esa tal Croata.
Los minutos transcurren y la altura cada vez se eleva más tras continuar subiendo aquella enorme escalera de manera cuidadosa para así evitar dar un mal paso y caer más de ochenta metros de altura hasta que, finalmente llegamos a la cima del lugar. Ahí nos encontramos ante una imponente entrada que se abría ante todos nosotros invitándonos a ingresar. La luz del atardecer se filtraba por algunos huecos en el techo hacia el interior de la cueva que iluminaba la entrada, revelando destellos dorados que titilaban en la distancia, ante la curiosidad fui la primera en ingresar al gran sitio.
Con pasos cautelosos avanzamos hacia la entrada, podía sentir mi corazón latiendo con la anticipación de lo que encantaría ahí en el interior. Al adentrarnos en la sala me quedé completamente abrumada por la magnitud de lo que se extendía ante todos nosotros: montañas de monedas de oro, pilas de gemas centelleantes y joyas de incalculable valor adornaban cada rincón de la vasta sala de la cueva.
INTELEON: Vaya, tal parece que aquí se encuentra todo lo que han robado a los poblados de este sector durante bastantes años, ¿no? Interrogó con asombro la Inteleon al Marowak que nos miraba sin decir absolutamente nada.
MAROWAK: Hagan silencio. No pueden hablar hasta que se los ordenemos.
La Mightyena que estuvo detrás todo el tiempo finalmente decidió tomar la palabra tras escuchar eso último.
MIGHTYENA: No tenemos motivos para obedecerte estando en este lugar, te recuerdo que la única líder aquí es La Croata y solo pienso seguir indicaciones de ella... Comentó seriamente al Marowak.
MAROWAK: Así que finalmente tienes las agallas para hablar, últimamente te he notado muy calladita luego de que hayas intentado escapar del lugar atacando a varios guardias. Creo que el idiota de mi compañero ha hecho un buen trabajo disciplinándote. Respondió, refiriéndose al Sneasler.
MIGHTYENA: Púdrete. Desvió la mirada algo apenada. Eso no es de tu incumbencia...
La Inteleon se apartó un poco, no le interesaba en lo más mínimo aquella discusión y simplemente comenzó a revisar el área con detenimiento. Desde lo alto pudo ver un gran hueco en el techo de la gigantesca cueva donde podía ver el sol ocultándose cada vez más, sabía que no le quedaba mucho para completar la misión antes del tiempo establecido y debía encontrar a esos Indeedee lo antes posible.
Mientras los demás seguían discutiendo, yo decidí alejarme del grupo para continuar investigando la zona debido a la gran curiosidad que tenía. Llegué hacia una zona algo apartada donde vi numerosas gemas y demás joyas valiosas en el suelo que llamaron mi atención. Pero no fui la única que fue a ese sitio.
CALIPSO: Este lugar de increíble... Me recuerda mucho a una película que vi hace mucho tiempo... Comenté asombrada en voz baja para mí misma. Me agaché un momento para tocar algunas de las bellas joyas que adornaban el sitio.
SNEASLER: ¿Te gusta todo lo que ves? Me habló por detrás, asustándome un poco. Escucháme bien azulita, puedes tenerlo absolutamente todo si te quedas a mi lado durante las noches frías del próximo invierno para hacerme compañía, y sabes perfectamente a lo que me refiero~
CALIPSO: Me das asco...
SNEASLER: ¿De verdad? Escuchar eso definitivamnete es una verdadera lástima... Dijo en un tono sarcástico. Pero te diré una cosa y más vale que no lo olvides nunca. Se me acercó lentamente para susurrarme algunas cosas al oído. Mientras estés aquí eres de mi propiedad, eso significa que puedo hacer lo que quiera contigo sin peros, ¿me entendiste bien?~
CALIPSO: ¡Al carajo contigo! Lo empujé un poco para alejarlo. ¡No pienso seguir ninguna de tus estúpidas normas en este lugar!
SNEASLER: Maldita desgraciada, ¡te arrepentirás toda tu jodida existencia de haber hecho eso! Me abofeteó fuertemente hasta hacerme caer al suelo adolorida.
Intenté alejarme de él lo más rápido posible arrastrándome al no tener tiempo para ponerme de pie, pero este me sujetó de la pierna de manera veloz para evitarlo para posteriormente obligarme a ponerme boca-abajo mientras sentía como este se abalanzaba encima de mi.
SNEASLER: Intenté convencerte de una buena manera pero ya no me dejas opciones estúpida Lucario. Usaré el enorme culo que tienes y te follaré ahora mismo, sé que te gustará~
CALIPSO: ¡Malnacido! ¡Aléjate de una buena vez! Estallé en furia y rápidamente utilicé el pincho en mi mano derecha para clavarlo en su abdomen, provocándole una leve herida y dándome tiempo para librarme de su agarre.
Este cayó herido hacia un lado, cosa que aproveché sin dudarlo para escapar de él mientras lo veía levantándose a duras penas mientras colocaba una de sus manos en su abdomen para detener el sangrado en su herida. Me vio fijamente con ira mientras comenzaba a correr detrás de mí para atraparme y vengarse.
Rápidamente escalé en una de las grandes pilas de monedas doradas en un intento desesperado por huir de él pero parecía casi imposible conseguirlo, este seguía corriendo rápidamente a pesar de la herida que le provoqué y estaba a punto de alcanzarme. Comencé a arrojarle todo lo que tenía al alcance de mis manos para intentar alejarlo, desde joyas hasta incluso algunos utensilios bañados en oro, pero este esquivaba absolutamente todo sin mucha dificultad.
SNEASLER: A la mierda con contigo, a la mierda con todo... ¡Acabaré con tu estúpida vida ahora mismo, desgraciada! Estando a escasos centímetros de mí, este alzó sus garras al aire para atacarme sin piedad y con intenciones asesinas, sin embargo, este fue interrumpido antes de que pudiera hacerlo.
Sin embargo y justo cuando estaba a punto de resignarme a mi destino repentinamente un sonido ensordecedor llenó la cueva. Un rugido profundo y resonante que hizo temblar las paredes y sacudió hasta el último rincón de aquel lugar que acabó por detener al Sneasler en seco con sus garras todavía alzadas en el aire. Giré mi mirada tratando de localizar la fuente de aquel estruendo. Desde las sombras una figura imponente emergió a pocos metros de nosotros con una temible presencia que me dejó perpleja. A simple vista se trataba de un imponente dragón de proporciones magníficas que se desplegaba enfrente de nosotros dos, con sus alas extendidas que reflejaban la luz de las monedas esparcidas por doquier. Sus ojos brillaban con una intensidad que congelaba el alma y su mera mirada era suficiente para paralizarme.
Mi cuerpo nuevamente leyó su aura de manera involuntaria que envió la información necesaria a mi cabeza; se trataba de una gran y poderosa Noivern que mantenía su mirada penetrante sobre nosotros dos.
SNEASLER: Maldición, no pensé que llegaría tan pronto... Comentó en voz baja mientras hacía una reverencia enfrente de ella, ya ignorándome por completo. S-Señorita... Es un gusto poder verla tras varios días de su ausencia, se ve tan encantadora como siempre... ¿Cómo se encuentra el día de hoy? ¿Tuvo suerte en una de sus importatísimas reuniones?
NOIVERN: Cierra la boca, sabandija. Ordenó ella firme mientras se acercaba hacia nosotros, yo retrocedí por instinto pero el Sneasler se quedó completamente inmóvil. Sabes perfectamente sobre la gran escasez de recursos y las constantes invasiones por parte de los Celta en estos últimos meses que nos dejaron con varios guardias caídos. Se supone que tenías una sola cosa por hacer y era centrarte únicamente en tu jodido trabajo para que cosas así no vuelvan a suceder en nuestro hogar en un futuro, pero solamente te veo ¡holgazanear y molestar a los malditos prisioneros todos los días! Vociferó extendiendo sus dos alas, veía al Sneasler enfrente de ella algo nervioso y sin tener las agallas para mirarla a los ojos.
Este no supo qué decir al respecto.
La Noivern tras haber lanzado su intimidante reprimenda hacia el Sneasler, esta prosiguió a bajar ligeramente sus alas y giró su mirada hacia mí. Sus ojos se encontraron con los míos y repentinamente una oleada de escalofríos recorrió mi cuerpo. Sentí su mirada penetrante recorrerme de pies a cabeza evaluándome con una intensidad que me hizo sentir vulnerable y pequeña en su presencia. El silencio en la cueva se hizo aún más denso, solo roto por el leve tintineo de las monedas que aún caían de los montones alrededor. La dragona no dijo nada, pero la profundidad de su mirada hablaba volúmenes. Sentí como si pudiera ver a través de mi ser generándome un puto escalofrío.
¿Quién carajos es?
¿Acaso será ella?
¿La famosísima Croata?
Y entonces, sin previo aviso, una sonrisa comenzó a formarse en su rostro. No era una sonrisa de burla ni de crueldad, sino algo mucho más inquietante que me ponía los pelos de punta. La imponente Noivern mantenía su mirada fija en mí, su sonrisa era tan enigmática que no podía discernir si estaba de mi lado o si tenía algún otro propósito oculto. Cada segundo que pasaba bajo su escrutinio parecía durar una eternidad y me pregunté qué veía en mí para provocar esa reacción.
NOIVERN: Veo que finalmente llegaste hacia mí, ni siquiera fue necesario buscarte en esta gigantesca región. Comentó con esa inquietante sonrisa, no sabía con exactitud qué significaba esas palabras.
¿Estuvo esperándome?
¿A qué se refiere con ello?
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