14: Crestas Verdeluz
Un fuerte dolor recorrió mi cuerpo apenas comencé a abrir mis ojos y recuperar la consciencia luego de todo lo ocurrido anteriormente, lo único que podía recordar de ese suceso fue al Gyarados que estaba a punto de comerme mientras uno de mis puños brillaba de una manera extraña antes de caer completamente inconsciente por algún motivo que desconozco. No tardé mucho tiempo en percatarme de que esa tonta Inteleon estaba llevándome en su espalda mientras caminaba por el sendero rocoso a paso lento hacia la misión que debíamos cumplir; de manera casi inmediata recordé también a esta puta lanzándome por los aires directamente hacia la boca de aquella criatura de forma traicionera, así que rápidamente me moví para que me bajara.
Sin embargo, no contaba con mi débil cuerpo en ese momento el cual cayó estrepitosamente al suelo golpeándome un poco. El terreno era áspero y rocoso, con el suelo cubierto de pequeñas piedras y arbustos que luchaban por aferrarse a la vida entre las grietas de las rocas. Observé detenimiento a la Inteleon la cual me miraba con una cara de: "¿Qué rayos haces", el silencio se apoderó del lugar durante algunos segundos mientras intentaba levantarme sin mucho éxito.
OCTAVIA: Vamos, levántate, ya hemos perdido mucho tiempo con ese estúpido Gyarados en el rio. Me extendió la mano para ayudarme a pararme, pero rápidamente la aparté con un pequeño golpe que la tomó por sorpresa. ¿Qué haces?
CALIPSO: ¿Que qué hago? ¡Intentaste matarme, asesina! Le lancé un poco de tierra muy molesta.
OCTAVIA: Escúchame sabandija, no tengo tiempo para tus estúpidos juegos, ahora mismo tenemos una misión importante y no pienso darte explicaciones. Una vez que llegamos a las montañas te lo diré todo.
CALIPSO: ¡No pienso escuchar las palabras de una jodida lagartija asesina! ¡Lo he visto claramente cuando me arrojaste directamente hacia esa bestia para que me coma! Me levanté muy adolorida del suelo con dificultad, mis músculos dolían.
OCTAVIA: ¿Ya te levantaste? Eso significa que puedes caminar, así que vámonos de una vez. Comenzó a caminar por el sendero rocoso, dejándome atrás.
CALIPSO: ¡Alto ahí!
Rápidamente tomé una pequeña piedra en el suelo para luego arrojársela hacia ella, la cual acabó impactando en la parte trasera de su cabeza y provocándole así un pequeño dolor. Se dio media vuelta bastante enojada mientras la veía acercándose cada vez más a mí probablemente con intenciones asesinas... Creo que no fue buena idea atacarla.
Colocó su enorme cola alrededor de mi cuello para posteriormente ejercer una gran fuerza para que no pudiera respirar. Intenté librarme de su agarre desesperadamente pero mi débil y cansado cuerpo me lo impedía.
OCTAVIA: ¡Escúchame muy bien! ¡Ya me cansé de ser buena onda contigo durante gran parte del viaje, así que eso se acabó ahora mismo! Exclamó molesta mientras seguía. ahorcándome. ¡Te lancé contra ese estúpido Gyarados porque era la única opción que teníamos para salir con vida, de lo contrario nos abría comido a las dos de un simple bocado!
CALIPSO: ¡M-Mentirosa! Con la poca energía que me quedaba, decidí usarla para morder fuertemente su cola para que pudiera liberarme, cosa que sorprendentemente funcionó.
OCTAVIA: ¡¡MALNACIDA!! Exclamó adolorida mientras me debaja caer al suelo. ¡Ahora si que me hiciste enojar! ¡Voy a romper cada hueso de tu patético cuerpo para enseñarte una jodida lección!
CALIPSO: ¡Vete al carajo!
La vi acercarse nuevamente para darme una golpiza, pero sin pensarlo dos veces agarré un poco de tierra que había en el suelo para arrojársela nuevamente, esta vez directamente en sus ojos para dejarla cegada durante algunos segundos que no desaproveché. De manera rápida me lancé sobre ella con todas mis fuerzas, provocando que ambas caigamos al suelo con un golpe sordo. A pesar de estar agotada no me detuve en lo absoluto y proseguí a golpearla con lo poco de fuerzas que me quedaba, aunque más parecían cosquillas que golpes efectivos. Ella también intentaba defenderse pero la visión nublada se lo impedía; lazaba ataques con sus puños y cola por los aires intentando asestar uno contra mí, hasta que finalmente y sin percatarnos acabamos en una especie de abrazo torpe.
Depues de un buen rato las dos seguimos en el suelo, jadeando, cubiertas de tierra y entrelazadas en un abrazo extraño que parecía más una escena de bizarra que una jodida pelea real. La arena en nuestros ojos y la falta de aliento convirtieron el momento en una puta situación ridícula. Ambas nos miramos con cansancio y nos dimos cuenta de lo absurdo de la situación. Estábamos a punto se separarnos para hablar sobre el tema hasta que escuchamos una voz algo vieja y desgastada desde la lejanía que nos tomó por sorpresa.
"¡Señoritas, este no es el lugar indicado para darse amor!" Gritó aquella figura mientras se acercaba hacia nosotras a paso lento. Me puse algo roja a la vez que lo visualizaba con mejor detalle para ver de quién se trataba. No demoré mucho tiempo en ver a un viejo Raichu caminando lentamente con un bastón igual de antiguo.
CALIPSO: ¡E-Esto no es lo que parece! Exclamé sonrojada mientras me levantaba del suelo algo adolorida y con cansancio. La Inteleon también hacia lo mismo, quitándose la tierra de encima con un pañuelo.
RAICHU: No se preocupen, muchos turistas también se dejan llevar por el momento y acaban haciéndolo en los lugares menos concurridos. Una vez llegó hacia nosotras hizo una pequeña reverencia a modo de saludo. ¿Están perdidas o algo, muchachas? Puedo guiarlas por la zona si así desea.
La última vez que confíe en un puto desconocido acabé siendo secuestrada en una fea casa. Aunque este viejito no parece tener malas intenciones con nosotras, puedo verlo en su mirada y, además, dudo mucho que pueda hacer algo en ese estado tan senil.
OCTAVIA: Lamento que haya visto todo eso, señor, pero mi amiga es una puta cachonda y no pudo contentarse. Comentó con una expresión burlona mientras me veía fijamente, aquello me puso como tomate. Me obligó a meterle los dedos por todos los orificios hasta que me suplicó parar con lágrimas en los ojos.
CALIPSO: ¡¡CÁLLATE DE UNA PUTA VEZ, ESO NO ES CIERTO PARA NADA!! La golpeé con mis pocas fuerzas disponibles en su brazo, causándole un poco de cosquillas. El viejo Raichu simplemente se rió ante la escena.
OCTAVIA: Ya, eso ahora no importa... Cambiando de tema, nos gustaría saber en dónde estamos exactamente, me perdí mientras caminaba por el lugar junto con mi amiga. Es la primera vez que paso por la zona en muchísimos años. Revisó el mapa que traía en su mochila algo confundida.
RAICHU: Oh, creo que te perdiste buscando la principal ruta de acceso hacia las montañas. Desgraciadamente este sector sufrió varios terremotos durante los últimos años por extraños motivos que provocaron cientos de derrumbes y varias rutas quedaron completamente bloqueadas... Observaba la zona con cierta nostalgia. Hasta incluso los pocos pokémon que habitaban estas tierras se vieron obligados a mudarse.
OCTAVIA: Eso significa que la ruta principal está bloqueada... Eso es definitivamente es un problema, no esperaba lidiar con una situación así...
RAICHU: Exactamente querida, pero ahora me gustaría saber una cosa importante... ¿Por qué motivo quieren visitar las montañas en primer lugar? Es bastante obvio que ustedes dos no son turistas.
La Inteleon quedó sorprendida.
OCTAVIA: ¿Cómo lo supo?
RAICHU: Simplemente viendo la dirección por donde vinieron puedo darme cuenta de que cruzaron el peligrosísimo rio de las tierras Aurora para llegar aquí, ¿no? Nos vio de pies a cabeza, estábamos con algunas heridas leves luego del enfrentamiento contra el Gyarados. Ningún turista se tomaría el riesgo de atravesarlo sólo para ver unas montañas. Así que retomo mi pregunta inicial, ¿cuáles son sus motivos para estar en este lugar?
Doy un paso adelante.
CALIPSO: ¡Somos policías y estamos aquí para rescatar a unos pokémon! Así que será mejor que colabore dándonos toda la información necesaria, o de lo contrario... Exclamé intentando sonar intimidante, pero solo acabé recibiendo un golpe en mi cabeza por parte de la Inteleon.
Ella aclaró un poco su voz.
OCTAVIA: Pues, tal como lo dijo mi amiga, SOY una oficial de policía y me enviaron hasta aquí para llevar a cabo una investigación... De su mochila sacó una pequeña fotografía de los dos Indeedee desaparecidos. Estamos intentando averiguar el paradero de esta pareja, y según la información que conseguimos recolectar pudimos dar con esta ubicación...
RAICHU: ¿Hasta este lugar? Se quedó pensando durante algunos segundos con una expresión de preocupación. Oh, no me digas que fueron secuestrados por los Buraži...
CALIPSO: ¿Quiénes?
RAICHU: No sé mucho sobre ellos, pero muchos los conocen por ser una comunidad que, durante bastantes años ha estado causando todo tipo de estragos por la zona y sus alrededores. Muchos de esos delitos incluyen robos a pequeños pueblos, vandalización y hasta se reportaron varias desapariciones de pokémon perpetrados por ellos.
OCTAVIA: Conque ese es el nombre de su comunidad... Anotaba cada detalle en su pequeña libreta. Son justamente los sujetos que estamos buscando, fueron ellos quienes compraron a esos Indeedee por una buena suma de dinero hace ya mucho tiempo. ¿Sabe donde queda exactamente la guarida de esos criminales? Nos comentaron que suelen moverse entre las grandes montañas constantemente.
RAICHU: Eso es cierto, son bastantes escurridizos, es una estrategia que utilizan para eludir cualquier tipo de ataque sorpresa... Aunque, conozco algunas entradas secretas por la que podrían cruzar sin ser vistas, pero es MUY peligroso y no quiero ponerlas en riesgo.
CALIPSO: ¿Mmh? ¿Como que "conoces" algunas entradas? No pueden culparme por mi compartimiento, este viejito es muy sospechoso. ¿Acaso no estará vinculado de alguna u otra forma con ellos, señor Raichu?
Este se rió un poco.
RAICHU: Entiendo esa desconfianza, hasta yo mismo me asusto de vez en cuando con la cantidad de cosas que sé. Bromeó el tipo eléctrico. He vivido aquí toda mi vida y siempre suelo verlos actuar desde la lejanía, conozco a la perfección sus movimientos y algunas salidas de emergencias que construyeron en caso de ser necesario. Supongo que soy muy mirón je, je.
OCTAVIA: Confiaré en su palabra, se ve que usted es muy buen pokémon incluso desde lejos... Y si nos llegas a traicionar te dispararé en la puta cabeza. Susurró eso último, por suerte, el viejo Raichu no parece haberlo escuchado.
RAICHU: En ese caso las invito a mis humildes aposentos para que podamos hablar más cómodamente, aquí ya está muy oscuro y tal parece que lloverá en cualquier momento. Observó las nubes que se estaban formando en el cielo. No vivo muy lejos de aquí, allí podrán descansar.
Ambas nos miramos durante algunos breves segundos hasta que finalmente decidimos aceptar con su propuesta, pues ya estábamos algo perdidas y un poco de ayuda no nos vendría para nada mal, además, mi cuerpo no se encuentra en condiciones para avanzar con la misión en estos momentos, necesitaba descansar luego de todo lo ocurrido en el estúpido rio. Así que una vez todo aclarado, nos pusimos en marcha y seguimos al Raichu entre la oscuridad mientras él nos guiaba iluminando el camino con su cola, la cual alumbraba todo.
Mientras caminaba por el sendero rocoso, siento cómo mis piernas se vuelven más pesadas con cada paso y el cansancio apoderándose cada vez más de mi cuerpo, no sabía qué había ocurrido con exactitud en aquel momento donde el Gyarados estaba a punto de comerme tras ser arrojada inesperadamente por mi "compañera", pero sea lo que sea me dejó completamente sin energías, así que de momento simplemente descansaré y las respuestas después obtendré.
Mis ojos se pierden en la inmensidad de las montañas que se alzan majestuosas en la lejanía. Las famosas "Crestas Verdeluz" se recortan contra el cielo nocturno y me maravillo ante su grandeza, realmente son impresionantes, es la primera vez que veo algo de semejante inmensidad además de los feos edificios que veía todos los días en mi ciudad. A pesar de la fatiga, puedo sentir una sensación de paz y asombro al estar aquí, en medio de la naturaleza en su estado más puro.
Por primera vez puedo respirar aire no contaminado y mis pulmones realmente me lo agradecen.
(...)
Tras caminar unos veinte minutos aproximadamente finalmente pudimos llegar a la casa del anciano Raichu, encontrándonos así con un refugio modesto pero acogedor ubicado en las proximidades de las grandes montañas y junto a un apacible arroyo que serpentea suavemente por el paisaje con la luz de la luna iluminando el entorno mientras se reflejaba en las aguas cristalinas. La casa, construida principalmente con madera envejecida por el tiempo irradia un encanto rústico que se complementa perfectamente con el entorno natural que la rodea. Un pequeño jardín de cultivos se extiende cerca de la vivienda donde se pueden observar hileras ordenadas de verduras y hierbas que el viejito parecía cuidar con esmero.
RAICHU: Adelante, perdón si ven el lugar un poco desordenado, casi no he tenido tiempo para limpiar. Abría la puerta de su acogedora vivienda mientras se hacia a un lado, invitándonos a ingresar.
Al entrar, rápidamente somos recibidas por el reconfortante aroma de las flores silvestres y la tierra fresca que impregna el aire. La puerta de entrada, la cual estaba tallada con delicados diseños se abre con un ligero crujido, revelando el cálido interior de la morada. El mobiliario es sencillo pero funcional, con cómodos sillones dispuestos alrededor de una chimenea que emite un agradable calor. El anciano Raichu nos recibe con una sonrisa amable mientras íbamos pasando a su humilde hogar, para posteriormente invitarnos a tomar asiento mientras nos ofrece una taza de té caliente que no pudimos rechazar.
CALIPSO: Este lugar es un poco grande, más de lo que esperaba. Observaba con detenimiento cada rincón de la casa, fijé mi mirada en una foto colgada en la pared donde salía ese Raichu junto con otro pokémon idéntico. ¿Vive con alguien más? Me gustaría saludarle.
RAICHU: ah, ella es mi querida esposa.
CALIPSO: ¡Oh! ¿En dónde está ella?
RAICHU: Pues, ella desgraciadamente ya no se encuentra conmigo, está en un lugar mejor descansado. Comentó el Raichu con nostalgia mientras también observaba la fotografía.
Debería dejar de hacer preguntas.
También hay una foto con otro pokémon amarillo en forma de ratón pero prefiero no seguir preguntando al respecto. Nos quedamos en silencio durante algunos segundos mientras tomábamos nuestra taza de té con total tranquilidad hasta que, finalmente Inteleon decidió hablarle al Raichu acerca de la misión.
OCTAVIA: Bien, ya es hora de proseguir con el trabajo. Sacaba nuevamente su libreta para tomar apuntes. ¿En dónde queda exactamente una de las entradas secretas de esos "Buraži", señor Raichu? Saldremos mañana por la mañana para infiltrarnos.
RAICHU: Sigo pensando que es una idea bastante peligrosa, pero si están cien porciento convencidas en hacerlo entoces no puedo hacer absolutamente nada para detenerlas. Le dio un sorbo a su taza de té. Para suerte de ustedes, la entrada más cercana y menos concurrida por esos sujetos se encuentra a unos sesenta metros exactamente en dirección al norte.
OCTAVIA: ¿Tan cerca de su casa?
RAICHU: También me asusté la primera vez que lo descubrí, pero por alguna razón nunca se han tomado las molestias de venir hasta aquí para robarme o vandalizar mi hogar, cosa que honestamente agradezco, ya que muchas veces los he visto caminar por los alrededores de la zona sin ningún propósito.
Sospechoso...
OCTAVIA: Me ahorraré las preguntas y simplemente confiaré en su palabra. ¿Hay algún otro detalle que necesite saber?
RAICHU: La entrada está posicionada a pocos metros de la primera colina, una pequeña escotilla escondida debajo de un montón de hojas, no les tomará mucho tiempo poder encontrarla. Nos explicó detalladamente. Tal parece que todas las entradas están conectadas entre las montañas bajo un sistema de túneles muy complejo, como un laberinto.
CALIPSO: Soy mala para los laberintos...
OCTAVIA: Bien, es todo lo que necesitamos saber para adentrarnos. Cerró su pequeña libreta luego de anotar todo. Dudo mucho que tengamos muchos problemas allí dentro, y si alguien intenta detenernos simplemente tendré que dispararle en la cabeza.
RAICHU: ¿Están seguras de hacerlo?
OCTAVIA: De hecho no, pero desgraciadamente es mi trabajo y debo cumplirlo. Además, la vida de dos pokémon inocentes corren peligro ahí dentro y debo rescatarlos...
RAICHU: Comprendo, realmente es admirable lo que están haciendo. Ni en mis mejores años de vida me atrevería a meterme con los Buraži je, je...
Mientras seguimos charlamos sobre el plan para el día siguiente, lentamente empiezo a notar el suave repiqueteo de la lluvia contra el techo de la casa. Las gotas caen con regularidad mientras creaban una atmósfera tranquila y relajante en el interior, realmente me agradaba las noches lluviosas por alguna razón.
Con el pasar de los minutos, el cansancio comienza a hacerse más evidente en mi cuerpo y el de la Inteleon también, pues después de todo hemos pasado un día realmente largo para llegar hasta a estas zonas. A medida que la lluvia sigue cayendo suavemente afuera y el calor reconfortante de la chimenea envuelve la habitación nuestros párpados comienzan a pesar y el sueño empieza a adentrarse en nuestros pensamientos.
CALIPSO: Tengo muchísimo sueño y mi cuerpo ya no resiste más... Solté un largo bostezo.
OCTAVIA: Lo mejor será dormir y avanzar mañana en la mañana. ¿Tiene algún lugar disponible en donde podamos descansar? Se dirigió al viejo Raichu.
RAICHU: Ocupen la habitación de mi hijo, pueden usar la cama si desean, es un poco grande y bastante cómoda, allí podrán descansar perfectamente. Se levantó de su asiento mientras se dirigía al pasillo para guiarnos.
¿Una sola cama? No hay problema
CALIPSO: Pero, ¿a su hijo no le molestará?
RAICHU: No te preocupes por eso, linda, él ya no vive en este lugar desde hace bastante años. Siéntanse como en casa, después de todo son las invitadas.
CALIPSO: Entiendo... Solo espero que su hijo no se haya muerto igual que su mujer.
A ver, no tiene nada de malo que dos chicas usen una cama para dormir, así que, comenzamos a caminar detrás del anciano por los pasillos de la casa iluminado por la tenue luz de las lámparas de aceite. Al llegar a la habitación nos dimos cuenta de que era sencilla pero acogedora, con una ventana medio abierta que deja entrar la brisa fresca de la noche y el suave murmullo de la lluvia que cae afuera. La cama, adornada con sábanas limpias y mantas suaves se veía bastante cómoda.
Una vez que nos terminamos de acomodar allí, notamos como los minutos pasan lentamente mientras nos encontrábamos acostadas algo apretadas, pero el sueño parece esquivar esta noche. A pesar del cansancio acumulado nuestras mentes siguen activas y el suave murmullo de la lluvia afuera no ayuda en lo absoluto. Era realmente difícil el simple hecho de poder pegar los ojos.
OCTAVIA: ¿No puedes dormir?
CALIPSO: Aun sigo molesta contigo por lo de hace rato... Me acosté de lado para darle espalda.
OCTAVIA: ¿Y eso por qué?
¡¿Y aun pregunta?!
CALIPSO: Oh, ¿acaso quieres saber por qué estoy molesta? Levanté un poco la voz para que pudiera escucharme claramente. ¡Me arrojaste contra un estúpido Gyarados de la nada! Por poco y muero siendo tragada.
OCTAVIA: Creo que exageras un poco.
CALIPSO: ¿Que yo exagero? ¡Literalmente tomaste la decisión más exagerada para librarte de ese estúpido problema! Y lo peor es que lo hiciste sin ningún motivo, tal parece que simplemente querías deshacerte de mí...
OCTAVIA: Si tan solo me dejaras explicar...
CALIPSO: No hay nada para explicar aquí, se ha visto claramente y no hay dudas sobre ello...
El silencio se apoderó del lugar durante algunos largos minutos mientras escuchaba la fuerte lluvia impactar contra la ventana, ruido que realmente logra tranquilizarme incluso en estos momentos. La Inteleon Simplemente suspiró mientras tomaba la palabra.
OCTAVIA: Escúchame, querida, sé muy bien lo que hice en este momento y no me arrepiento de haberlo hecho. Tengo ganas de golpearla. ¿Acaso siempre dudaste de la gran fuerza interna que posee tu cuerpo? Claramente tus instintos de supervivencia actuarían en ese momento y liberaría una gran cantidad de energía sólo para salvarte el trasero.
CALIPSO: ¿Insisto de supervivencia?
OCTAVIA: Básicamente, cuando estamos en peligro y al borde de la muerte nuestro cuerpo canaliza involuntariamente una gran cantidad de energía por la adrenalina para luego liberarla y así poder defendernos, ya me ha pasado incontables veces y en ese momento supe que pasaría exactamente lo mismo contigo.
CALIPSO: ¿Y cómo puedo creerte? Lo más probable es que sólo hayas querido matarme para quitarte un peso de encima...
OCTAVIA: Si ese fuera el caso, ¿por qué me habría tomado las molestias de cargarte durante todo el trayecto hasta llegar a las Crestas Verdeluz? Pude haberte abandono allí para que murieras ahogada, pero simplemente no lo hice. La verdad es que si tenía todo el sentido.
Me quedé callada durante breves segundos, no sabía qué responder al respecto. Todo eso explica el porqué del fuerte cansancio y debilidad en mi cuerpo, mi "instinto de supervivencia" había usado gran parte de mi energía para defenderme del imponente Gyarados.
CALIPSO: De acuerdo, te creeré...
OCTAVIA: Es lo mejor que puedes hacer, ahora mismo somos compañeras temporales y debemos trabajar en equipo si queremos rescatar a esos Indeedee. Me dio algunas palmadas en la espalda. Esa fuerza tuya nos servirá de mucho, es verdaderamente sorprendente que hayas noqueado a un puto Gyarados con un solo golpe en su cabeza.
¡¿Un solo golpe?!
Sabía que mi nuevo cuerpo tenía una fuerza sobrehumana, pero nunca creí que sería tanta hasta el punto de acabar con un jodido dragón acuático tan fácilmente. Debo perfeccionar mis movimientos para poder defenderme ante los enemigos y controlar esa "aura" que Marshadow mencionó...
OCTAVIA: ¿Ya estás mejor? Entonces será mejor dormir para recuperar energías, te recuerdo que mañana será un largo día y debemos estar estar preparadas para lo que se avecina. Asentí mientras cerraba los ojos, pero sentí algo detrás de mi.
CALIPSO: ¿Qué estás haciendo?
OCTAVIA: Lo siento, pero esta cama en un poco apretada e incómoda... Pues normal, si el anciano ya es algo pequeño su hijo también debió serlo, era obvio que su cama seria casi de su misma tamaño.
CALIPSO: Lo sé, pero... ¡¿Podrías dejar de tocar mi trasero con tu estúpida cola?! Me aparté un poco algo sonrojada por aquello.
OCTAVIA: Mi cola también tiene frío y merece refugiarse bajo las sábanas... Además, olvidé mencionar que es algo escurridiza y molesta je, je... Podía sentir como se movía detrás de mi, tocándome el trasero para intentar provocarme.
CALIPSO: ¡Ya para! Me aparté cada vez más hasta el punto de caerme accidentalmente de la cama. Auch... ¡¿Ya ves lo que hiciste?! No quiero hacer cochinadas con otra hembra, te recuerdo que soy heterosexual. Desvíe la mirada algo molesta.
Ella carcajeó un poco mientras tomaba la posesión completa de la cama, acomodándose hasta el punto de no dejar ningún lugar vacío. La miré algo confundida a la vez que ella me observaba con una expresión burlona.
OCTAVIA: Mi plan salió a la perfección, ahora la cama es completamente mía je, je... Tú duérmete en el suelo, es lo que te mereces por desconfiar en mí. Se cubrió con las sábanas para posteriormente cerrar los ojos para dormir cómodamente.
Maldita lagartija.
En fin, a dormir en el cómodo suelo...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top