12: Desaparecidos
Ya pasaron algunas horas desde que todo el conflicto con los secuestradores y prisioneros llegó a su fin, tanto la misteriosa Lopunny junto con los oficiales de la comisaría llegaron a un acuerdo para que pueda marcharme de este asqueroso pueblo de una maldita vez, pero para ello primeramente debo meterme y ayudar en el caso sobre la desaparición de aquella pareja pokémon que vivían de manera pacífica en la gran casa antes de ser tomada por el Lycanroc junto con su compañera, que por cierto, acabo de recordar que fue destruida en su totalidad tras el ataque de la Infernape en un intento desesperado por ganar esa batalla.
Ahora mismo me encuentro completamente recuperada de las heridas que recibí anteriormente, había decidido visitar un rato a mis dos "rescatistas" en los feos calabozos, ellas dos seguían prisioneras tras ser participes en la destrucción de aquella propiedad mientras yo conversaba un poco con las hembras desde el otro lado de la celda, comiéndome a su vez algunas frutas que me robé de la cocina para saciar por completo mi vacío estómago. Creo que es la primera vez que mi cuerpo ingiere algo de comida desde que caí en este mundo, uno de los principales motivos por los cuales estuve sufriendo debilidad.
CALIPSO: He hablado con los oficiales y también me prometieron sacarlas de aquí una vez que encontremos a esos tontos Indeedee. Le di un fuerte mordisco a la manzana que tenía en mi pata. No tienen que seguir preocupándose con esas caras largas, todo saldrá bien.
SERAPHINA: Eso no es lo que nos preocupa, amiga... Hemos sido desterradas de nuestro hogar por no poder cumplir con nuestro objetivo, ahora mismo no tenemos a dónde ir una vez que seamos liberadas. Comentó triste y cabizbaja.
CALIPSO: ¿Eh? ¡Pero eso no es nada justo para ustedes! Hicieron todo lo posible para poder ayudarme, hasta incluso acabaron muy mal heridas simplemente por querer ayudarme. Miré a la Altaria, su pecho seguía vendado luego de aquella herida que sufrió. Sobre todo tú, Sera, pudiste haber muerto en ese momento.
DIANA: Desgraciadamente no les importamos en lo absoluto, son bastantes estrictos con sus normativas y solo buscan que hagamos sus trabajos sucios a cambio de poder vivir allí junto con un salario mínimo. Durante muchísimos años he querido irme de allí y formar una vida en los exteriores, pero ahora y pensándolo desde otra perspectiva me he dado cuenta de lo absurdo que suena...
SERAPHINA: Ya teníamos una vida hecha tras esos muros, que nos tengamos que marchar tan repentinamente sin siquiera poder recoger nuestras cosas o despedirnos de nuestro círculo de amigos es bastante injusto. Dio un pequeño golpe en los barrotes de la celda con sus esponjas alas. Lo mejor para nosotras dos ahora mismo sería quedarnos en este lugar, por lo menos aquí podemos tener tres comidas diarias y un techo que nos refugie de las fuertes lluvias.
CALIPSO: No, nada de eso, hablaré personalmente con esa Lopunny para hacerla entrar en razón y mostrale que todo este asunto no es más que un simple malentendido.
SERAPHINA: Querida, solo harás que te golpee hasta dejarte inconsciente, hablar con esa mujer es como intentar charlar con una fea y sucia pared, nunca cambiará de opinión sobre nosotras o de cualquier otro pokémon. Aquella palabras me asustaron un poco.
DIANA: No es ninguna mentira. Durante muchos años esa puta coneja me ha usado como un simple saco de boxeo durante los "entrenamientos" que teníamos junto con los novatos que querían integrarse a la guardia real.
CALIPSO: Ese lugar suena como un castillo, me gustaría poder verlo con mis propios ojos. Lo admito, me gustan toda cosa que esté relacionado con la fantasía.
SERAPHINA: Exactamente, lo es, básicamente un reino entero. AHHHH SI ES UN PUTO CASTILLO. Si no tienes en donde quedarte te recomiendo irte con esa Lopunny, pero te lo advierto, sus métodos de entrenamientos son algo rudos y excesivos...
Mientras seguimos charlando, pude escuchar un fuerte gritos a mi espalda que me pusieron los pelos de punta por el susto que me llevé. Se trataba del imponente Incineroar cuyo nombre es Stefano según me comentó la Inteleon, este tenía algunos papeles entre sus manos y una gran venda en su cabeza tras el golpe qie recibió anteriormente para deshacerse de la hipnosis; me observó durante algunos segundos de pies a cabeza para posteriormente darme una sonrisa que me inquietó un poco.
STEFANO (INCINEROAR): Tu cuerpo se ve demasiado débil, más te vale no morir durante la misión. Di unos pasos atrás tras escucharlo, el miedo rápidamente me invadió. Pero por desgracia no puedo enviarte sola por algunas normas, así que irás con mi compañera para que pueda ayudarte y también supervisar en caso de que intentes escapar.
CALIPSO: N-No pienso escapar...
STEFANO: Pues es lo mejor para ti, de lo contrario, mi compañera tiene total permiso para dispararte en la cabeza en caso de que intentes algo extraño. Se dio media vuelta para regresar. Así que no te quedes ahí parada y ven conmigo, tengo que darte algunos detalles más antes de enviarte.
Dicho todo aquello, proseguí a seguirlo mientras las dos chicas prisioneras no me quitaban el ojo de encima hasta que finalmente salimos del calabozo, me daba algo de pena verlas en esa situación luego de todo el arduo trabajo que realizaron para conseguir rescatarme (aunque no haya salido del todo bien), estaba dispuesta a ayudarlas y eso era justamente lo que haría luego de completar misión de encontrar a esos pokémon desaparecidos. Caminé detrás del imponente tigre todo el trayecto en completo silencio mientras este me daba algunos detalles más que ingnoré completamente.
Llegamos finalmente a la zona de descanso donde se encontraba la Inteleon terminando de preparar todo lo necesario para marcharnos del lugar, tomé asiento en una de las sillas para descansar un poco mientras el Incineroar tomaba una pequeña mochila y lanzármela sorpresivamente, la cual conseguí atrapar antes de que cayera al suelo. Algo enfada por aquello le dirigí la voz.
CALIPSO: Podrías haberme avisado antes de lanzarme esto... Abrí aquella mochila, estaba llena de provisiones que necesitaría, como algunos objetos de expedición, medicina, comida, etc. ¿No es mucho? Dudo mucho que nos demoremos mucho haciendo este tonto trabajo.
STEFANO: Ningún trabajo es tonto cuando involucra vidas en peligro, siempre nos tomamos estas cosas en serio y deberías hacer lo mismo. Ahí tienes todo lo necesario para poder sobrevivir, el trayecto es un poco largo y algo peligroso hasta donde tengo entendido. Explicó de modo serio, tomando asiento y mirándome fijamente.
CALIPSO: ¿Largo? ¿Peligroso? Por ahí no paso, aunque desgraciadamente no tengo opciones.
STEFANO: Hicimos hablar de manera pacífica a esos Idiotas que te secuestraron para sacarle un poco de información sobre el paradero de los Indeedee. Se limpió la sangre de los puños con un trapo húmedo. Para tu mala fortuna la zona que debes recorrer está bastante alejada de este mísero pueblo, así que te toca caminar un poco, niña.
OCTAVIA (INTELEON): Nos toca... Corrigió ella, pues la Inteleon también me acompañaría en esta misión.
CALIPSO: ¿Qué sucedió exactamente con esos pokémon y qué tan lejos queda el lugar? Quería sacarme la duda de la cabeza.
STEFANO: La distancia entre Pueblo Palma y las Crestas Verdeluz están aproximadamente 50 kilómetros de distancia en línea recta, pero, debido a las fuertes lluvias que azotaron la región estos últimos días el camino más corto está completamente obstruido, así que el viaje real podría ser mucho más largo, tal vez una semana a pie...
Conque así se llama este puto pueblo, pero más importante aun... ¡¿De verdad tendremos que caminar una jodida semana para llegar a este estúpido lugar?, esto solo empeora, dudo mucho que mis pobres pies puedan soportar ese tremendo recorrido.
OCTAVIA: Deja de ser tan bromista, el camino corto siempre está disponible, simplemente tendremos que usar un bote y cruzar el gran río para llegar hacia ese lugar. No ahorramos muchísimo tiempo en viaje ya que solo tardaremos una hora aproximadamente.
CALIPSO: Em, perdón la interrupción pero estoy algo perdida ahora mismo. ¿En dónde nos encontramos exactamente? Mierda, esa pregunta es muy estúpida, van a desconfiar en mí y harán preguntas, si se enteran que soy humana ese Marshadow me matará... Digo, me he golpeado la cabeza muchas veces mientras estuve aquí, tanto que hasta ya he perdido un poco de mis recuerdos...
OCTAVIA: La verdad es que sí me excedí golpeándolas la primera vez, así que te comprendo. Sacó un mapa de su mochila para posteriormente mostrármelo. Por suerte tengo algo que puede ayudarte.
¡Un mapa! ¡Este "país" es gigante!
Miro el mapa que la Inteleon extendió sobre la mesa y mis ojos se abren con asombro como grandes platos ante la vastedad de tierras que se extienden frente a mí. Nunca antes había visto algo así. Cada línea trazada representa un lugar nuevo por descubrir, un camino por recorrer. Me quedo sin aliento al darme cuenta de que ese "pequeño mundo" en el que desperté solo era más que una fracción que mi cabeza imaginó de esta inmensidad. Mis dedos tiemblan ligeramente mientras los deslizo sobre las montañas, ríos y grandes bosques que descubría mientras más lo analizaba con la mirada.
Esto es realmente emocionante, siempre he visto este tipo de mundo en series, películas y juegos, pero nunca esperé despertar en uno tan repentinamente. Mi mente se llenó de emocionantes escenarios donde exploraba cada rincón en búsqueda de aventuras y acción junto con estos seres de mierda y sus jodidos poderes... ¡Esto me excita! ¡Ya quiero irme de este asqueroso pueblo!
STEFANO: ¿Estás bien, niña? Te veo algo inquieta. Me miró algo confundido. Rápidamente recuperé la compostura para tratar de darle alguna excusa.
CALIPSO: Ehh, claro, claro... Estoy así por la misión, realmente quiero rescatar a esos pobres pokémon y regresarlos a su hogar...
STEFANO: ¡Esa es la actitud! Me dio un "pequeño" golpe en la espalda que me hizo retroceder algunos metros hasta hacerme caer al suelo. Tanto la Inteleon como el Incineroar carcajearon ante la situación.
Menos mal, estos sujetos son bastantes estúpidos y no se dieron cuenta de nada. Solo debo actuar así hasta completar con esta tonta misión y así marcharme de este lugar, aunque estoy bastante perdida ahora mismo a decir verdad, no conozco en lo absoluto el contexto ni tampoco a los enemigos que debo enfrentar para rescatar a esos estúpidos Pokémon.
CALIPSO: U-Una pregunta... Me levanté adolorida del suelo. ¿Qué es lo que tenemos que hacer exactamente en ese lugar? ¿Acaso se perdieron allí y tendremos que ir para buscarlos?
Este leyó los papeles que tenía.
STEFANO: Según la información que me ha dado ese estúpido Lycanroc, invadieron la propiedad de esos Indeedee por la fuerza hace algunas semanas durante la madrugada para así tomar la casa como parte de su plan. Una vez que todo estaba hecho, simplemente tomaron la decisión de deshacerse de ellos para que no representen algún tipo de problema.
OCTAVIA: ¿Deshacerse?
STEFANO: Estos sujetos tienen algunos contactos por la región, así que en resumen, contactaron con uno de ellos para llevar a cabo una "venta" con esos Indeedee. Aquello me dejó impactada. Los entregaron a una pequeña comunidad que vive entre las montañas de la Cresta Verdeluz a cambio de una buena suma de dinero. Esa fue toda la información que pude reunir de esos secuestradores.
Esto es terrible.
OCTAVIA: ¿Tienes algún tipo de información sobre aquella comunidad? Tomó asiento nuevamente mientras escuchaba atenta cada palabra del Incineroar, parecía estar algo preocupada por esos pokémon.
STEFANO: Desgraciadamente esos pokémon viven completamente alejados de algún tipo de civilización y se conoce muy pocos de ellos, pero sí se sabe que suelen moverse entre las montañas y muchas veces son vistos por algunos exploradores que merodean por la zona. Explicó a detalle. En este caso, simplemente deberán llegar al lugar y buscar algún tipo de pista para localizarlos, dudo mucho que les tome mucho trabajo encontrarlos.
CALIPSO: ¡Entonces vamos! Dije emocionada, realmente me agradaba la idea de explorar. ¿Pero cuál es el camino que debemos tomar para llegar? Según recuerdo, la señorita Octavia mencionó cruzar un río...
OCTAVIA: Exactamente, es el camino más corto para llegar al lugar, así nos ahorramos las molestias de tener que rodearlo y salir de nuestro sector. Con un poco de pintura roja, señaló el lugar con exactitud.
CALIPSO: ¿Estamos ahí?
OCTAVIA: Así es, y allí está el rio que debemos cruzar en bote. Una vez que lo hayamos conseguido deberemos tomar rumbo hacia las Crestas Verdeluz para proseguir con este trabajo. Guardó el mapa en su mochila. Según estimo, no debemos tardar más de dos días en concluir con todo esto.
STEFANO: ¡Así que termina de empacar todo lo necesario para marchar, niña! Comentó el tigre, golpeando suavemente el escritorio con sus puños.
Puta madre, mierda... Perdonen mi vocabulario ¡pero esto es realmente excitante! Finalmente podré cumplir con mis sueños de recorrer tierras recónditas y mágicas junto con criaturas, aunque me preocupa un poco el peligro que eso pueda implicar pero me importa un carajo... ¡Lucharé arduamente para derrotarlos!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top