Es que si su presencia no va con nosotros, no podemos movernos.

Aunque nos guste, aunque sea lo que siempre hemos querido; si su presencia no va con nosotros, mejor no nos movamos.

Y es que si el no va con nosotros, nada bueno tendremos.

Que se haga su voluntad siempre y no la nuestra. Ya que Dios siempre tendrá pensamientos de bien para nosotros y no de mal.

Dios siempre es bueno.

¿Cómo han estado, chicas bellísimas?

Un día alguien dijo que no era bella, y pensé: toda la creación de Dios es hermosa. Aunque pienses o digan lo contrario.

Entonces, ¿Qué tal si hablamos sobre la belleza artificial del siglo XXI?