Un nuevo capítulo. Bendiciones chicas.

3 Juan 1-4

1 El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad.
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo  andas en la verdad.
4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

En esta carta, a Juan expresa un fuerte y profundo deseo que Gayo sea prosperado y que tenga buena salud. Juan desea que el sea prosperado en todas las cosas, y luego enfatiza: así como prospera tu alma.

Hoy, chicas, nos centramos en el versículo 2 donde habla sobre el prosperar.
Cuando se habla del tema de la prosperidad, las personas de inmediato creen que ya nos hemos desviado de la sana doctrina.

Pero, ¿Acaso Dios está en contra de la posteridad? ¿Acaso el deseo de Dios es que sus hijos no prosperen? ¿Es malo crecer económicamente y tener bienes en esta tierra?

Para empezar, hay que estudiar detenidamente este versículo.

Primero, se cree que Gayo no tenía una posición alta económicamente y que en ese momento pasaba por un problema de salud. Y es por esa razón que Juan escribe eso.
Sin embargo, se entiende que el alma de Gayo ya estaba prosperando.

Entonces, Juan quiere que así, de esa misma forma como ha venido creciendo espiritualmente  y alimentando su alma, Juan  también desea que el sea prospero en todo lo que haga y sobre todo tenga salud.

Es por esa razón que enfatiza: Así como prospera tu alma.

Si el deseo de Juan hubiese sido que el alma se Gayo prosperara, entonces él hubiera escrito: deseo que tengas salud y que tu alma prospere. Sin embargo, el hace una comparación. Que de la misma manera que prospera tu alma, de verdad deseo que seas prosperado el lo económico.

Pero, no solo se trata de prosperar y querer riquezas en este mundo.
Hay una clave para la prosperidad:
Que tu alma prospere primero.

Y es que si tu alma no prospera, cuando venga la abundancia te vas a alejar de Dios y no habrá humildad en tu corazón. Llevar una vida agradable a Dios te hace ser una persona íntegra y de buen testimonio como Gayo. Así como dice en el versículo 4.

Pero ojo, tampoco es que vas a comenzar a 'prosperar' leyendo la Biblia con el único propósito de tener bienes en esta tierra. Si haces eso, entonces de igual forma estás mal.

Tu deseo verdadero debe ser prosperar en tu espíritu, ya lo demás vendrá según la voluntad de Dios y en su tiempo.

Génesis 39.2 nos habla sobre la vida de José.
Este joven fue prosperado, aún estando como extranjero en un país. Pero la clave estuvo en que él nunca se apartó de Dios.

La clave está en buscar a Dios primero y no amar lo terrenal. Sino tenerlo como bendiciones de parte de Dios.

No busques prosperidad, busca el rostro del Señor y así el añadirá lo que necesitamos.

Entonces, Dios no está en contra de la prosperidad. Por supuesto que no, al contrario, Dios te quiere dar todo lo que necesitas. Pero es diferente cuando decides amar lo terrenal antes que a Dios. Ahí si las cosas son diferentes y habrá problemas.

1 Timoteo 6.10
Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

La codicia te desvía de la fe. ¡Cuidado!

Y entonces, en el versículo 2, Juan desea que Gayo tenga salud. Porque, ¿De que te sirve lo material cuando no se tiene salud?

Ante todo, chicas, hagan que sus almas prosperen; ayunando, orando, leyendo y llenándonos del conocimiento de la Palabra de Dios

Gayo ya llevaba una vida espiritual próspera, y la evidencia está en el versículo 3 en adelante,  donde los hermanos y aún los de afuera daban buen testimonio de el, diciendo que era un hombre de verdad.

Entonces, chicas. No está mal prosperar. Tal vez anhelar algo material. Si lo quieres, pidelo en oración a Dios y espera su voluntad. Sea un si o un no, Dios es soberano y sabio para saber el porqué.
Pero ante todo, antes de pedir cosas materiales, pide que tu alma prospere. Y trabaja en ello, orando, buscando de él,  haciendo más su voluntad.

Chicas hermosas, quería compartir esto con ustedes. Espero que sea de bendición a sus vidas.
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