¡Hola, bendiciones!
Me es de mucha alegría saber que estas leyendo esto. Antes que nada quiero bendecirte en en ese nombre que tiene poder, en el Nombre de Jesús, que no es cualquier nombre.

Lunes, Agosto 26 del 2019.

1 de Pedro 1.3-4

3. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conociendo de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
4. Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.

Cuando leí ese capítulo no entendía nada, pero luego Dios a través de uno de sus hijos me mostró lo que esos bellos versículos demuestran.

Sabemos que las promesas de Dios son fieles, confiables y seguras ya que cada una de ellas se han cumplido para aquel que cumple ciertos requisitos.
Por ejemplo, la promesa del salmos 91.
¿Sabes cuál es?
El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
Pero, para poder disfrutar y morar bajo esa sombra, ¿Qué debemos hacer?
¡correcto! Tenemos que habitar bajo su abrigo. Es decir que, para disfrutar de las promesas de Dios, debemos hacer ciertas cosas que, al fin y al cabo, son beneficiosas para nosotros.

Pero entonces, sabemos que las promesas de Dios son fieles y se cumplen en nuestras vidas y, en estos versículos tenemos una promesa que es participar de su naturaleza divina. Y, ¿Cual es la naturaleza divina de Dios? Su misericordia, su amor, su fidelidad y todos los atributos de Dios.
Entonces, podemos participar de esa naturaleza divina a través de sus promesas o (muy duramente) la corrección.

Después de aceptar a Jesús como nuestro único y suficiente salvador, recibimos todas estas cosas que pertenecen a la vida y la piedad (como dice el verso 3) a través del conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Y a través de esas cosas nos da preciosas y grandísimas promesas (como refleja el verso 4) y todo esto con el único propósito de que nosotros, seres llenos de pecados e inmortales, participemos de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo.

¿Te fijas?
Que grande y bueno es Dios, que lo único que quiere es que nosotros participemos de su naturaleza divina, su naturaleza santa y preciosa que, si nos ponemos a pensar, ni siquiera somos dignos de incluso pensar en que podríamos merecerla.
El único propósito de Dios es que experimentemos su divinidad, su santidad, su amor, todo lo que el posee. ¿Para que? Para que conforme al tiempo nos vayamos moldeando y (no es que vayamos a imitar a Dios) aspiremos a transmitir todo eso a los demás; el amor de Dios, la santidad y todas esas cosas que también se nos demandan como hijos de Dios.

Pero... ¡Ay! Siempre hay un pero.
Como el titulo lo dice, Dios usa métodos para que participemos. Uno de ellos es a través de sus misericordias para todos aquellos que deciden aceptarlas, pero ¿Qué pasa con esas personas que son un poquito mas rebeldes?

Así como humanamente hay hijos obedientes y otros un tanto más difícil de llevar, así hay hijos espirituales; hijos que no entienden a la primera, que no entienden aun cuando Dios esta mostrando sus promesas. Entonces, viene la segunda opción, el otro método, que no es para nada agradable.

Lee Hebreos 12.9-10
(Puedes leer desde el versículo 1 para que entiendas mejor y tomes sabor a la lectura, yo solo podre aquí los versículos 9 y 10)

9. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
10. Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.

¿Para que?
Para que participemos de sus santidad. Dios usa la corrección (que no es nada agradable si viene de Él) con el único propósito de participar de su santidad.

¿No crees, querido hermano, que los interesados de participar de su Santidad o divina naturaleza deberíamos ser nosotros y no él?
Dios sin nosotros sigue siendo Dios, pero nosotros sin Dios, no somos nada.

¿Te fijas? Que lo único que Dios quiere es eso, que disfrutemos de su naturaleza.

¿O acaso crees que alguien que anda mal podrá disfrutar plenamente de las misericordias de Dios como uno que anda conforme al corazón de Jehová?
¡Claro que no!
Podrá recibir comida, lluvia, aire, sol y todas esas bendiciones generales, ¿Pero las otras? Esa bendición de poder entrar confiadamente al trono de su gracia, de sentir su presencia y saber que el Ángel de Jehová siempre acampa a tu lado cuidándote. Esas no las recibe alguien que anda mal con Dios.

Por eso es que, Dios está insistiendo, que tomemos la primera opción, disfrutar de su divina naturaleza mediante sus promesas y no a través de su corrección que, es dolorosa muchas veces.
Pero muchas veces Dios usara esa disciplina todo con el fin de que participemos de su divina naturaleza, su amor y misericordia.

El consejo de hoy:
Disfruta y apoderate de las promesas de Dios para que puedas participar de su divinidad y, si no estás tan bien con Dios. No es tarde, todavía tienes tiempo para ponerte a cuenta y, de igual manera, disfrutar de su divina naturaleza.
Que al fin de cuentas eso es lo que Dios quiere. Entonces vayamos, disfrutemos confiadamente de su divina naturaleza que al hacerlo, nos iremos moldeando mas a su imagen y seremos hijos espirituales sometidos a su Palabra.

En esta hora quiero bendecirte a ti y a tu familia en el nombre de Jesús.
Recibe las bendición y amor de Dios.
¡Dios te bendiga!

Por último, si me he equivocado en alguna palabra o algo, por favor házmelo saber (todo con respeto) y/o si no has entendido a algo o yo no me di a explicar muy bien, también házmelo saber y trataremos de aclararlo.
Creo que eso es todo, nos leemos luego y bendiciones.