Capítulo 8. "Uno más."

POV Nicolás.

Me encontraba en mi cama, mirando mi techo sin saber cómo sentirme, en serio sigo sin creer toda la mierda que pasó durante el día, primero está el hecho de que la puta de Susana haya estado embrazada cuando la mate, eso no deja de hacerme sentir más culpable, ahora comprendo las cosas y sé que ella era una víctima de Hugo.

Luego mi maldita mala suerte me hace encontrarme a ese idiota en la carretera, no debí detenerme, debí acelerar y mandarlo a la mierda. Al fin y al cabo él fue el que se atravesó delante de mí auto.

Y lo que faltaba para que este día no pudiera ser peor, resulta que mis padres se van a divorciar y posiblemente tenga que irme a vivir con papá fuera de aquí, me gusta aquí, no entiendo porque no puedo decidir con cuál de los dos quedarme, obviamente me quedaría con mamá, es más ausente que él, bueno no, en eso son iguales.

Fui cediendo al sueño que comenzó a invadirme y pronto me quedé dormido.

***

Abrí los ojos de golpe cuando sentí que unas frías manos tocaban mis pies, al inicio únicamente podía ver una silueta destellante de color blanco, pero conforme logré enfocar mejor, pude ver que se trataba de Ariana, esa chica que fue mi primer víctima, y que ya no había pensado en ella.

—Tú estás muerta, esto debe ser una maldita alucinación —dije sin más y me dejé caer en mi cómoda almohada, cerré los ojos para intentar volver a conciliar el sueño.

—¿Los muertos podemos hacer esto?

Sentí un fuerte dolor proveniente de mis pies, y salté de la cama, mierda, duele demasiado, pude ver sangre en mis sabana y al mirar mi pie, no estaban mis dedos.

Oh por Dios, esa puta me cortó mis dedos. Intente ponerme de pie, pero ella me lo impidió.

—No tuve tiempo de nada, todo fue tan rápido —su voz sonaba como aquel día, agradable y confiada. —Yo no lo haré rápido.

—¡Es una puta pesadilla! —dije gritando.

Cerré los ojos casi rezando para poder despertar y que todo esto solo haya sido un mal sueño, pero no, no podía, sentía el piso frio y el dolor viniendo desde mi pie.

La puerta se abrió, creí que sería mi madre, pero no era ella, era Susana, en sus brazos tenia a un pequeño bebé, no podía ver su cara, no tenía cara, Dios mío, paren.

—Yo no debí morir, yo era una víctima —Susana dijo para después lanzarme a su bebé demonio encima.

Ariana tomó un cuchillo y me apuñalo en el pecho, grité de dolor y de miedo.

***

—¡Ahhhh! —me levante en mi cama, el sol ya entraba por mis ventanas y yo me encontraba totalmente empapado en sudor, lo sabía, era una maldita pesadilla, esas dos zorras están muertas, solo es la presión y la tensión de lo que ha pasado.

La puerta de mi habitación se abrió, dejando ver a mi hermana intentando cubrir sus ojos cuando me vio envuelto en la sabana.

—No estoy desnudo, Kat.

—Da igual, no quiero ver miserias, ¿Qué tienes? —preguntó ella aun cubriendo sus ojos. —Te la pasaste toda la noche gritando como un maldito lunático.

—Tuve un montón de pesadillas, pero no pasa nada, estoy bien.

Ella asintió y salió de mi habitación, yo rápido fui hasta la ducha y me bañé muy rápido, pues se me hacía tarde, mi cara ardía un poco, también tenía dolor en la nariz y en mis mejillas, estas además estaban un poco infladas por los malditos puñetazos de Hugo.

Al terminar bajé y me despedí de mi madre, no había señales de mi padre por ningún lado, pero es lógico, quizá ya hasta ni vive aquí.

Al salir pude ver a mis amigos, Pablo me miro con lastima y corrió a darme un fuerte abrazo.

—Otra vez no estuvimos para defenderte —hizo un puchero.

—Yo fui el salvador del día —la voz de Evan me hizo reír. —Yo evite que machacaran la linda cara de Nico.

—No es así como lo recuerdo, pero si fuimos héroes —mencionó Danna sonriendo.

Todos se acercaron a mí y me envolvieron en un cálido abrazo, yo solo les correspondí, estoy seguro que aquí falta alguien.

—¿Dónde está Kenia? —pregunté.

—No sabemos, esta mañana que pasamos por su casa su madre nos dijo que ya se había ido más temprano, ha estado un poco rara desde la muerte de Susana —dijo Danna.

Tiene razón, desde ayer que Juan la invito a ir al funeral de Susana supe que algo andaba raro con ella

—También falta Charlie, algo me dice que ese chico quiere integrarse a nuestro grupo —mencionó Pablo sonriendo.

Y si, ya lo noté, pero igual que con Kenia, siento que ese chico también se trae un mal rollo, ayer de la nada se puso a atacarme preguntándome si yo estaba escondiendo algo.

Evan y Danna se fueron en el auto de Evan y Pablo y yo nos fuimos en mi auto, en el camino Pablo intentaba hacerme pequeñas preguntas sobre cómo era que me sentía respecto a Charlie, no le vi sentido responderle, pero en serio, en serio Pablo estaba insistiendo demasiado.

—¿A qué quieres llegar?

—A nada, solo son preguntas de rutina —dijo él para luego comenzar a reír. —Ok, ok, es que creo que le gustas y como no has tenido novia, quizá podría ser que seas gay igual que él.

Me quedé un momento en silencio meditando lo que acababa de salir de la boca de Pablo, no es que sea Heterosexual y la pregunta me haya ofendido, si no que me ofende un poco que mi amigo, al que considero uno de mis mejores amigos no sepa de mis preferencias sexuales cuando ya hemos tenido muchas charlas sobre eso.

Y siempre es así, Pablo ve a alguien que posiblemente él cree que me gustaría y se pone en este mismo plan, primero hace preguntas y después se hace el ofendido y me tira de golpe que yo tengo que salir con esas personas solo porque él cree que podríamos hacer una linda pareja, paso antes, varias veces.

—La última vez fallaste y quedé en ridículo —dije manteniendo mi vista al frente.

—Ya me disculpé, en serio creí que esa chica de último año te guiñaba a ti, no sabía que en realidad le guiñaba a uno de los amigos de Hugo.

—Además, ¿Qué pretendes que haga? —pregunté.

—No sé, podrías invitarlo a salir, dentro de todo lo que está pasando, seria genial que tú te diviertas —Pablo me miro con cara de convencimiento así que termine aceptando.

Reí y después de unos segundos mi sonrisa se esfumó como por arte de magia, en el camino pude ver a alguien tirado al costado de la carretera, frené de golpe y oh por Dios.

—¿Está muerto? —preguntó Pablo abriendo su puerta rápidamente.

—Espera... me parece muy raro esto.

Pablo sin hacerme caso, salió del auto y pude verlo correr hasta el chico que estaba tirado, en verdad espero que no esté muerto.

—Es Tom —gritó Pablo cuandobaje del auto. —Está muerto.


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Espero les haya gustado:D

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