Capítulo 39. "Hermano de Hugo."
POV Christian.
Abrí mis ojos después de las mil insistencias en mi celular, bostecé ya que aún me encontraba con mucho sueño, al mirar el nombre en la pantalla de mi celular, supe que Hugo había hecho algo malo, otra vez.
Me puse el celular en mi oído ya que estaba entrando otra llamada, era mi padre e insistía en querer hablar con Hugo, ya que supuestamente desde anoche que no saben nada de él y temen que se haya metido en problemas. A duras penas me puse de pie y caminé hasta la puerta de mi habitación, salí al pasillo y al dirigirme a la habitación de Hugo, esta se encontraba abierta, la cama estaba en orden.
Era obvio que Hugo no había dormido aquí.
-No esta en su cama, pero lo busco y les marco de vuelta -dije intentando no sonar nervioso por no saber donde esta metido mi hermanito menor después de haber sido acusado de asesinato.
Sé que si mis padres se dan cuenta que no estoy cuidando de él como se los prometí, seguramente ya no me pagaran ese viaje que me prometieron, así que tengo que encontrarlo. Desbloquee mi celular y entre en esa aplicación donde puedes rastrear cualquier celular de tu familia o amigos, dependiendo de a quien añadas.
Cuando la aplicación cargó por completo, pude ver el icono con la foto de Hugo, no se encontraba muy lejos, iré allá y lo traeré a patadas a esta maldita casa, ya va siendo hora de que comience a respetarme como su hermano mayor.
***
POV Nicolás.
Al abrir los ojos me encontraba en una habitación que no era la mía, una gran sonrisa se dibujo en mi cara al recordar donde y con quien estaba, Charlie se encontraba a mi lado, aun durmiendo. Desearía poder quedarme aquí con él todo el maldito día, pero hay dos personas que quizá se están muriendo de hambre o sed en mi sótano, así que no puedo no ir a verlos.
Sin hacer mucho movimiento y ruido, me incorporé para buscar mi ropa, en el suelo estaba mi pantalón y mi camisa, y a lado de Charlie se encontraba mi bóxer, en un movimiento rápido me lo puse y en unos segundos ya me encontraba vestido, me puse mis tenis y me dispuse a salir.
-Me alegra que estes haciendo feliz a mi nieto -la abuela se apareció frente a mi cuando salí de la habitación. -Desde la muerte de su hermana las cosas fueron duras para él, creí que no se repondría, pero todos los días me contaba de ti y de tus amigos y lo bien que lo recibieron, lo salvaron y debo agradecerles.
-No tiene porque -dije un poco incomodo.
La anciana me miró con una gran sonrisa y sin más se alejó de mí, yo pude salir rápido. Me dirigí hasta mi auto y en poco tiempo ya me encontraba manejando camino a mi casa del lago. En serio no me puedo creer lo que pasó anoche, tuve miedo de que Charlie me fuera a descubrir, pero pude manejarlo bien, supongo que puedo manipularlo fácilmente.
Al llegar a casa, mis nervios comenzaron a incrementarse, no quería pensar por ahora en que hacer con Pablo, es mi mejor amigo y sinceramente por más que no sienta culpa o remordimiento de matar a esos idiotas, no sé si con Pablo sea igual, pues a él casi lo veo como un hermano, y sinceramente siento que puede ser diferente, porque con mi hermana es distinto, si a ella le pasará algo, yo me muero.
Abrí la puerta y recordé esta vez cerrar con llave antes de embarcarme al sótano, estando frente a la puerta del sótano me sentí extraño, como si tenerlos aquí fuera un error y que en cualquier momento vendría la policía y descubriría todo, no puedo dejar que eso pasé, tengo que terminar esto ya.
Encendí el foco y comencé a descender las escaleras, mi mente solo pensaba en que tenia que ocuparme de los dos cuanto antes, Hugo será fácil, siempre debió ser él primero y no Susana, y ahora que lo tengo aquí, no perderé la oportunidad para matarlo y hacerlo sufrir.
-¡Por favor, no me mates! -la voz de Pablo me recibió en cuanto mis pies tocaron el suelo del sótano, yo no dije nada, solo lo miré forcejeando para intentar escapar, tal como yo en casa de Lucrecia. -Nico, déjame ir, yo puedo guardar tu secreto.
Negué con la cabeza.
-Sé que mientes -lo miré fijamente y pude notar que estaba mintiendo para intentar salvar su vida, todos hacen eso, es algún tipo de método de defensa o algo así, si no es rogar es intentar manipularme, pero no lo va a lograr.
-Por favor, te juro que no miento.
Me di la vuelta y esta vez caminé hasta donde estaba el estante de herramientas que solía usar mi padre cuando quería intentar hacerla de obrero, sabemos que jamás fue bueno para las cosas del hogar, pero él siempre quiso intentar.
En el estante estaba todo tipo de herramienta, taladros, martillos, ceguetas, sierras y lo más llamativo para mí, una pequeña cortadora eléctrica.
-¿Nos vas a matar? -preguntó Hugo. Sinceramente desde que baje estaba intentando evitar su cara, pero ya fue suficiente, lo miré directamente a los ojos y supe que aun estando en la situación que estaba, es un maldito hijo de puta.
-A ti claro que te voy a matar -sonreí emocionado, pues la cara de Hugo de sentirse superior aun cuando esta amarrado desapareció por completo, dejando solo una expresión de miedo. -¿Cómo lo prefieres? ¿Con o sin?
-¿Qué mierda te pasa? ¿Por qué haces esto? -la voz de Pablo resonó en mi cabeza. -Eres un maldito psicópata.
Yo asentí riendo.
-No hables, por favor, no quiero que me interrumpas cuando este acabando con Hugo, vamos, hasta tú lo querías muerto cuando veías como trataba a todo el mundo, incluso a ti te llego a humillar acompañado de sus amigos, dime que quieres que lo deje ir y en cambio tu tomas su lugar, dime y lo hago.
Pablo rápidamente negó, viendo a Hugo con lastima.
-Par de estúpidos, si me matas vas a pagar caro, mi familia se encargará de refundirte en la cárcel y te juro que jamás vas a salir, te vas a pudrir ahí el resto de tu puta vida.
Negué con la cabeza mientras tomaba la pequeña cortadora eléctrica, nunca me gustó el desastre, pero ya que estamos aquí y tengo esta arma mortal en mis manos, ¿Por qué no usarla?
La encendí e hizo ese peculiar sonido que hizo que mi piel se erizara, estaba demasiado emocionada de por fin matar a Hugo, no habrá nada, ni nadie que pueda arruinar este hermoso momento.
-Daté la vuelta, Pablo -le dije sonriendo.
Pablo me miro con desaprobación, pero parece que entendió el punto de él o Hugo, me alegra que haya entendido a la primera esta vez, no me hubiera gustado tener que apuñalarlo otra vez.
-Eres igual a mí, Hugo, ¿Lo sabias?
-Yo no soy un puto lunático, así que no somos iguales, no te confundas -Hugo estaba asustado, podía notarlo, incluso en una de sus piernas temblorinas.
Cuando estaba a punto de empezar a descuartizar a Hugo, el timbre de la casa comenzó a sonar con demasiada insistencia, maldición.
-Salvado por la campana -Pablo rio, lo miré e inmediatamente su expresión pasó a estar aterrado de mí, debo admitir que me gusta.
-No hagan ruido que igual no se escucha nada hasta arriba -dije sonriendo, caminé hasta las escaleras y me dispuse a cerrar la puerta del sótano al salir, suspiré un poco para intentar parecer lo mas normal y tranquilo y abrí la puerta.
Me encontré con un chico un poco mayor que yo, cabello negro, alto y con un pijama puesto.
-¿Quién eres?
-Disculpa, soy Christian, hermano mayor de Hugo, seguro debes conocerlo, creo que van en la misma clase, al punto, él no vino a dormir y al rastrear su celular aparece que está aquí -en su celular aparecía lo que me indicaba que en efecto el celular de ese hijo de puta estaba aquí y con la ubicación encendida.
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