Capítulo 38. "Saldar cuentas."

POV Nicolás.

-¿Y la sangre? -preguntó Charlie, ahora lo podía ver nervioso. -¿Estas ocultándome algo?

Negué inmediatamente con la cabeza, estaba comenzando a sentirme un poco nervioso, pues la mirada que él tenia me hacia sentir culpable de todos los delitos habidos y por haber.

-Dime la verdad, Nicolás.

-No sé de qué hablas, ¿Qué sangre?

-Había sangre en tu brazo y no parecía ser tuya -me tomó el brazo y comenzó a moverlo para encontrar la supuesta sangre que me había visto.

Sonreí un poco muriéndome del miedo de ser descubierto.

-Quizá viste mal, además estabas muy nervioso porque te di un beso -una pequeña risa se escapó de mis labios. -Dejemos ya de hablar de ese tema, por favor.

Y ahí fue cuando supe que esta relación no iba a ir a ningún lado, Charlie podía estar asintiendo, pero su mirada lo decía todo, no me creía, y sabia que yo estaba ocultando algo.

-¿Vienes a acostarte conmigo?

Negué con mi cabeza cuando en realidad claro que quería ir a su cama, era lo que necesitaba después de este horrible día, pero no, creo que tengo que alejarme de él, es lo mejor.

-Tengo que irme, solo quería pasar a verte -dije un poco nervioso. -Nos vemos mañana en la escuela.

-No, aún no te vayas.

Sin darme tiempo de nada, me jaló de la mano, haciéndome caer en su cama encima de él, yo sonreí pues esto era lo que quería, pero no puedo hacerlo.

Él se acercó a mis labios y comenzó a besarme, mientras acariciaba mi espalda, cada vez el beso era más y más apasionado, tanto que mi pene comenzó a ponerse totalmente duro, besé su cuello de manera desenfrenada, quería llegar más allá de unos simples besos, y según lo que sentía, Charlie también.

De manera torpe saqué su camisa de un tirón, se rio un poco al quedar atrapado en ella, pero rápido pude apreciar su cuerpo, yo hice lo mismo con mi camisa, la saqué rápido y Charlie comenzó a acariciarme. Me sentía un poco nervioso, nunca antes había hecho estas cosas con un chico, que digo, ni siquiera con una chica, una vez estuve a punto de hacerlo, pero a lo máximo que llegamos fue a toquetearnos por encima de la ropa.

Me puse de pie e inmediatamente baje mis pantalones, dejando ver mi pene erecto debajo de mi bóxer, creí que moriría de vergüenza, pero no, Charlie hizo lo mismo con su pijama y pude ver que se encontraba de la misma forma que yo, sonreí y me lancé nuevamente encima de él para seguir besándolo, mi mano torpemente se fue hasta su entrepierna, estaba durísimo y yo comencé a masturbarlo, él hizo lo mismo, llevó su mano y comenzó a tocarme, se sentía demasiado bien...

***

POV Lu.

-¿Sabes que ahora mismo con una llamada Nicolás podría estar tras las rejas por siempre? -preguntó Juan emocionado. -Será anónima y no nos veremos involucrados, él no sabrá que fuimos nosotros.

No lo sé, nos podríamos estar arriesgando si el se pone a confesar que nosotros también estamos involucrados en los asesinatos, se podría deslindar de la culpa de algunos, ya que pues él no tuvo nada que ver.

-¿Qué pasa si nos culpa?

-No lo hará.

-¿Por qué estas tan seguro? -pregunté un poco confundida, pues la expresión de Juan se miraba bastante seguro de lo que decía.

-Podemos amenazarlo con matar a su madre, a sus amigos y a la zorra de su hermana -respondió él. -Aunque podríamos usar a su hermana para mandarle ese mensaje que no seria ignorado, como lo teníamos planeado, ¿O ya no quieres saldar cuentas? Acuérdate que él mató a tu hermana, haz lo mismo.

Juan tiene razón, tengo que hacerlo, así espero le quedé claro que todo lo que haga siempre tendrá consecuencias y no puede por ahí matando personas sin recibir un castigo, aunque que hipócrita de mi parte decir eso, si nosotros estamos haciendo lo mismo, me importa una mierda.

-Hagámoslo, pero no me convences con lo de mandarlo a la cárcel, a él no le importa nadie, no creo que una amenaza le impida delatarnos.

-Ya se nos ocurrirá algo.

-Matarlo a él también es la única solución, los muertos no pueden hablar.

Subimos al auto de Juan, el plan de matar a Katherine es sencillo, simplemente fingiremos darle un aventón, sé que Nicolás no regresó a su casa anoche, lo sé por la ubicación de su celular, sin nadie que la lleve a la escuela, aceptará venir con nosotros.

Empezamos el viaje un poco temprano, para hacer guardia a unos cuantos metros de su casa, así podríamos estar atentos a que su hermana salga. No tardo mucho, pues la pudimos ver saliendo con su mochila en el hombro, Juan aceleró y disminuyó la velocidad cuando ya estábamos a un costado de ella.

-Juan y Lucrecia, ¿Qué los trae por acá? -esa niña estúpida, yo mantenía una gran sonrisa en mi cara.

-Nicolás quiere que te llevemos a la escuela -dije sonriendo.

Ella nos miró confundida, luego miró su celular.

-¿En serio? ¿Saben dónde está?

-Si, sube que se hace tarde -Juan quitó los seguros de las puertas de atrás y Katherine abrió la puerta y entró.

Juan aceleró, ya lo habíamos hablado, será rápido e imitaremos lo que Nicolás le hizo a Susana, sigo preguntándome como fue que se le ocurrió cortarle todo el maldito brazo, pero supongo que fue su loca idea de querer hacerlo parecer un suicidio.

-¿Dónde está? -preguntó Katherine.

-Tuvo una apasionante noche de sexo con Charlie -dije riendo. -¿No sabias que él y Charlie tenían sus cosas?

Ella asintió emocionada.

-Dios, gané la apuesta.

-¿De que hablas? -preguntó Juan.

-Hice una apuesta con mi amiga, yo le dije que esos dos no tardarían en empezar una relación y que mejor que hayan tenido su noche alocada para empezarla -Katherine rio y prosiguió. -Riley va a morir cuando le cuente.

Juan y yo nos miramos confundidos y fue hora del plan, desviamos el camino hacia el bosque, Katherine iba embobecida con su celular que ni siquiera lo notó, esa niña no notaria nada ni aunque se lo hubiéramos dicho, se pierde en su pequeña pantallita y deja de prestar atención a lo que en verdad importa.

-Baja del auto -dije en tono autoritario.

-¿Qué? ¿Dónde estamos?

-Me caías bien, aunque eres la típica adolescente tonta que morirá por culpa de su hermano el asesino, ay no, no lo sabias, ¿Verdad? -pregunté riendo, Katherine me miró asustada y noté lo que intentaría hacer, salir del auto y comenzar a correr como una loca, pero no, aun no. -Tu hermano asesino a mi hermana, ahora yo haré lo mismo.

-¡No, por favor!

Juan quitó el seguro de la puerta y la estúpida salió, quiso correr, pero termino por tropezar con un tronco de un árbol.

-Será rápido -sonreí sosteniendo el cuchillo que me había dado Juan. -No lo hagas difícil, por favor.

La chica seguía llorando, entonces intentando imitar lo que Nico hizo, la tomé de su muñeca y comencé a cortar su piel, creí que seria difícil, pero los inútiles forcejeos de Katherine no me impidieron hacerle un gran y profundo corte.

-¡Basta! ¡Me duele! -unas lagrimas resbalaron por sus mejillas, podía ver el miedo en su cara, soltó su celular y con su mano sana apretó la herida, pero eso no será suficiente, en unos segundos o minutos habrá muerto desangrada. -Ayúdame, no me dejes aquí.

Sin mirar atrás subí al auto y nos fuimos.

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