Capítulo 26. ¿Tú eres el otro asesino?

POV Nicolás.

—No quiero morir —gritaron detrás de mí, sentí un golpe en mi espalda, al girarme y ver detrás de mí, era Lu, quién al parecer estaba paranoica.

Miré a Isabella muriendo en el suelo, luego vi que la mirada de Lu se fue hasta donde su amiga se encontraba, no podía creerse lo que estaba viendo.

—¿Nico? ¿Todo bien? —escuché la voz de Pablo del otro lado del auricular, no podía hablar, no podía dejar que Lu dijera algo, no puedo dejar que mis amigos sepan que soy un maldito asesino.

En un movimiento un poco lento para no asustar a Lu, me quité el audífono y lo aprete tanto que terminé por destruirlo, audífonos chafas.

—¿Qué hiciste? —preguntó ella. —¿Tu mataste a Isabella?

No dije nada, simplemente me quedé observándola, encontrando el momento exacto para hacer lo mismo que hice con Isa, matarla y así evitar dejar evidencia que pueda mandarme a la cárcel.

Negué antes de hablar.

—No, cuando llegué aquí así estaba, ¿Qué diablos hacían aquí? Hay un maldito asesino suelto y ustedes dos en el bosque, par de estúpidas.

Lu comenzó a reír, no parecía una risa normal, parecía la de una loca desquiciada, pues poco a poco empezó a dar pasos hasta mí, su cara de estar asustada, paso a estar feliz y sorprendida.

—¿Con qué tu eres el otro asesino?

Esas palabras retumbaron en mi cabeza, eso solo significaba que me encontraba frente a frente del otro asesino, oh por Dios.

—¿Tu eres el otro asesino? —pregunté incrédulo, pues a pesar de no confiar en Fernando, en serio ver a Lu frente a mi confesando ser la otra asesina me había dejado atónito, sin poder creerlo.

—No respondas a una pregunta con otra pregunta, pero tu pregunta me da mi respuesta —ella sonrió y me miro fijamente. —Así que tu asesinaste a mi hermana, debo agradecerte, era una estúpida, estuve por hacerlo yo, pero te me adelantaste, Nico.

En serio no podía creer lo que mis ojos veían, jamás me pude haber imaginado que Lu era la asesina, no, esto no lo puedo procesar del todo, ¿Qué haré ahora? Supongo que me será difícil, pero tengo que matarla.

—¿Por qué lo haces?

—¿Esa es tu pregunta, Nico?

Asentí y ella comenzó a reír.

—Yo podría preguntarte lo mismo, ¿Por qué lo haces?

Mis nervios cada vez estaban aumentando, debo admitir que ahora me sentía pequeño a lado de Lu, lo cual es bastante extraño.

—Supongo que siempre quise hacerlo, es algo que trataba de ocultar, pero por más que trataba no podía aguantar las ganas de arrebatarle la vida a los demás, sentirme superior y lo mejor de todo es esa sensación de placer cuando lo haces.

Lu me miró sorprendida y después comenzó a reír más fuerte que antes.

—Tienes serios problemas, Nicolás, ¿Has pensado ir a terapia? —negué un poco avergonzado. —Deberías probar, aunque no se si al menos saldrás vivo de aquí, venimos a terminar lo que no pudimos hacer anoche en tu casa, esa pequeña herida debió matarte, pero perdóname no soy buena usando armas.

Venimos a terminar lo que no pudimos hacer anoche en tu casa, venimos a terminar, venimos, ¿Qué mierda? Mi mirada se fue hasta detrás de mí, pues de pronto sentí que alguien estaba caminando hasta donde yo estaba, y así era, no estábamos solos aquí.

—Vaya, vaya, el rarito de la clase es el otro asesino.

—Haríamos un gran equipo los tres, ¿No crees? —Lu estaba sonriendo, y podía notar que estaba emocionada.

Yo no lo estaba, pues estaba bastante seguro que me sería bastante difícil salir de aquí con vida, dudo que esos dos me dejen vivir ahora que sé sus identidades.

—No lo sé, me cuesta trabajar en equipo contigo, ya tres seriamos demasiados, además, no creo que Nicolás acepté que sus amigos tienen que morir sí o sí.

Negué con la cabeza algo asustado, pues pude ver que Juan estaba sacando un arma, esa maldita arma que mató a Rubí en mi patio delantero, y la que me intento matar a mí.

Después de todo, Fernando tuvo razón, Juan es un asesino, pero jamás nos llegamos a imaginar que trabajaba en equipo con Lu.

—¿Quién de los dos asesino a Kenia? —pregunté.

—Fui yo —Lu sonrió. —Pero fue para salvarla de Hugo, lo mismo que tu le hiciste a Susana, la salvaste de ese imbécil.

—¿Quién mató a Tom?

Juan levantó la mano con una gran sonrisa en su cara, estaba emocionado.

—Ese fui yo, y también quise matarte a ti hace como un mes, pero había una chica muy linda corriendo en tu dirección, así que mejor tuve que alejarme, aunque ahora que lo pienso, si te hubiera seguido de cerca, habría visto como matabas a la hermana de tu noviecito Charlie, ¿Qué crees que haría si se llega a enterar?

***

POV Charlie.

La llamada había finalizado desde hace ya diez minutos, estábamos corriendo en dirección al bosque, les dije que era mejor estar a pocos metros de él, pero no me quisieron escuchar, mi corazón estaba latiendo demasiado rápido, no quiero pensar en que el asesino pudo haber matado ya a Nicolás sin que yo pudiera hacer algo.

—¿Qué fue lo que escuchaste al final? —Fernando le preguntó a Pablo, pues había sido él el ultimo que pudo escuchar del otro lado.

—Había llegado alguien, sonó como esa amiga de Lu, no recuerdo su nombre, pero es del otro grupo, del que estaba a nuestro lado.

—¿Isabella? —preguntó Danna asustada.

—Si, ella parecía asustada, como si estuviera huyendo de alguien, cuando estaba por decir quién la estaba siguiendo, o de quién estaba huyendo la señal se perdió y se colgó, no se que pasó, pero no creo que siga viva, no creo que Nicolás este vivo, les dije que era una mala idea, les dije, si él está muerto, es su culpa, ustedes lo mataron.

No podía sentirme para nada bien, Pablo tenia razón, nosotros dejamos que él fuera, debimos impedirlo, pero él se miraba tan decidido a ayudar que pensé que estaría bien.

—Es por aquí.

Evan caminó un poco y después soltó un gran grito, pues había alguien tirado en el suelo, mis pensamientos pesimistas esperaban encontrarse a Nico, pero no, era Isabella, estaba muerta y no había señales de Nico ni del asesino por aquí.

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