Capítulo 13. "Malas noticias."

POV Charlie.

Inspeccioné todo su cuerpo en busca de un indicio que me dijera lo que le había pasado, ya que su pequeña explicación de que cayó por culpa de una piedra no me la creo, hay algo en él que me inspira desconfianza y ya lo tengo que descubrir, pero mi plan de acercarme me ha resultado más difícil de lo que pensé, lo que tengo hasta ahora es una cita.

—Tienes sangre —dije observando su cara, su expresión cambio por completo, estaba asustado.

Llevó una de sus manos a su nariz y pudo notar a lo que me refería, su cara se relajó y me miro algo nervioso.

—Me golpeé —respondió, estaba disponiéndose a subir las escaleras ahora que su madre le había traído una toalla, pero Danna lo detuvo.

—Eres un imbécil, ¿Cómo se te ocurre salir y sin tu maldito teléfono?

Danna es buena, se preocupa por todos, incluso por los que no debería, pero así es ella, amable, tierna y yo diría que la mamá del pequeño grupo al que trato de colarme.

Nicolás no dijo nada y sin más se fue a su habitación, yo ya no dije nada, simplemente seguimos a la madre de Nico a la sala, donde al llegar nos sentamos en el sofá y continuamos con el té que nos estábamos tomando antes de saber lo que había pasado.

—No creo que sea buena idea lo que tenemos planeado para mañana —mencionó Pablo confundido.

Danna lo miró molesta y él simplemente se detuvo cuando estaba por quizá revelar los planes que tienen para mañana.

—Podemos cerrar con llave y estaremos seguros —Evan añadió mirando a la madre de Nico. —¿O hay un problema?

Ella negó y noté que una lagrima comenzó a resbalar por su mejilla.

—No hay problema, es mejor que se distraiga con ustedes, sé que ustedes son buenos amigos y se van a proteger, no dejarían que nada le suceda a Nico, así como él no dejaría que les suceda nada a ustedes.

Puaj, no quiero escuchar estas cosas, me puse de pie, pregunté por el baño y me indicaron rápidamente. Subí por las escaleras por donde hace un momento subió Nico, ya conozco su habitación, él debe estarse duchando, supongo que tengo unos minutos para averiguar qué está pasando realmente.

Abrí la puerta poco a poco para evitar el típico rechinido y entré, me dirigí hasta la cama, ahí no había nada, en su escritorio estaba su celular, presioné la pantalla y se encendió, pude ver que tenía un par de mensajes de sus amigos, pero nada fuera de lo normal, supongo que si alguien intentaría esconder algo en su celular, no lo dejaría votado sin más.

Fuera del baño, estaba su ropa mojada, fui hasta ella y la comencé a tocar, pude sentir algo en uno de los bolsillos de su short, al moverlo para ver que era, pude ver una navaja, la cual se encontraba llena de lodo, lógico.

Me puse de pie y di un prolongado suspiro, tal vez solo estoy haciendo toda una historia en mi mente y Nicolás solo es reservado, tímido y un poco raro, no creo que este escondiendo nada.

Dejé la navaja en el short y me dispuse a salir de su habitación, solo que al tocar el picaporte de la puerta, pude escuchar el rechinido de la puerta del baño.

—¿Charlie? —escuché desde allá.

Mi corazón comenzó a latir demasiado fuerte, maldita sea, ¿Qué hago? Me di la vuelta y sonreí.

—Estaba buscando el baño —dije sin más. Nico sonrió y pude verlo, ya se encontraba más relajado, limpio y se veía muy bien.

Tenía una toalla blanca envolviendo la parte de su cintura hacia abajo, en la parte de arriba no tenía nada, pero podía ver las pequeñas gotas de agua que caían a su pecho desde su cabello.

—Puedes entrar al mío —Nico se apartó de su baño, empujando la puerta para que yo entrara, yo caminé nervioso y entre. —Estuve pensando en que es lo que podríamos hacer en nuestra cita, luego llegué a la conclusión que aún no te conozco muy bien, no sé qué te gusta, así que por favor elige tú.

—Claro —hablé fuerte para que me escuchará, no sabía que hacer, obviamente era mentira que quería usar el baño, solo quería andar de curioso, me senté un momento en el váter y comencé a pensar.

—Mañana haremos una fiesta para Evan, supongo que ya lo sabes, ¿Quieres venir?

—Claro —respondí nervioso.

Me levanté, bajé la cadena e inmediatamente salí del baño, para encontrarme con Nicolas de espaldas y completamente desnudo, estaba buscando al parecer un bóxer en uno de los cajones de su cómoda.

En un rápido movimiento se puso uno negro y se dio la vuelta.

—Excelente entonces.

Oh por Dios, ¿Por qué luce tan bien? Intente desviar mi mirada y él pudo vestirse, se puso una playera de pijama y un short color blanco.

—¿Te parece raro? —preguntó.

—¿Qué cosa?

—Esto, que Pablo este empeñado en arreglarnos una relación, no es la primera vez que pasa, lo ha hecho desde hace tiempo, varias veces.

Vaya, no pude evitar soltar una pequeña risa.

—Un poco si, pero supongo que es porque realmente creo que me gustas —dije sin pensar. —Ay Dios, ¿Pensé en voz alta?

Sentí que me ponía rojo como un tomate.

—Así es.

La puerta se abrió, pensé que sería rescatado de esta humillación, pero era Pablo, quién nos miró con cara de pervertido, algo que hizo que me sonrojará más de lo que ya estaba.

—¿Interrumpo?

—¡No! —casi grité y él comenzó a reírse.

—Nicolás no muerde, tranquilo —Pablo rio. —Lo siento, no quise interrumpir, además no sabia que estabas aquí... —él hizo una pausa lo cual me hizo intrigarme y preocuparme un poco. —Pasó algo.

Pablo agachó la cabeza y luego miro a Nico.

—¿Qué pasó?

—No creo que debería ser yo quién te de esta noticia —Pablo se notaba bastante preocupado.

—¡Nooooo! —pude escuchar desde el pasillo, era la hermana de Nicolás, Katherine. —¡Papá no puede estar muerto, no!

Oh por Dios.

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