POV Nicolás.

—¿Te gusta estar aquí? —pregunté mientras una enorme sonrisa se dibujaba en mi cara.

Mis mejillas aún ardían y mis labios aún palpitaban por los golpes de esta mañana. Su mirada expresaba algo de miedo, pero también tenía esa pizca de incredulidad, yo sé que le resulta increíble lo que yo estoy haciendo, no soy de ese tipo de personas, eso les hago creer a todos.

—Por favor, solo intenté ser amable contigo, déjame ir —ella movió las cuerdas que la mantenían atada a la silla, pero yo simplemente mantenía mi sonrisa.

Unas pequeñas lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, comienzo a pensar que intenta manipularme, pero no lo va a conseguir, no siento nada, nada de culpa, podría matarla ahora mismo y simplemente me daría igual, mi única preocupación seria no dejar muy sucio.

—Tu actuación no me la creo, supongo que por eso nunca pasas de ser un personaje secundario en las obras escolares —reí.

—¡Hijo de puta! Cuando Hugo se dé cuenta de que estoy en tu puto sótano acabará contigo.

Y ahí está, su verdadera cara, lamentablemente para ella, su estúpido noviecito no sabrá jamás que ella pisó este sótano, pero es mejor que ella crea que todo esto se trata de una pequeña venganza por la golpiza que su novio y sus imbéciles amigos me dieron esta mañana.

Miré la hora en mi reloj y me di cuenta de que faltaba muy poco para las diez de la noche, tengo que irme, no quiero levantar sospechas y no quiero ser descubierto.

Sin responderle nada más, me di la vuelta y caminé hasta las escaleras del sótano, salí y cerré con llaves, la casa estaba oscura y no había nadie así que sin mirar atrás, simplemente salí.

Me alegra mucho que mis padres no le tomen importancia a esta casa y lo mejor de todo es que se encuentra alejada de todo el vecindario, así que si a la estúpida de Susana se le ocurre gritar toda la noche, para su mala suerte no podrá ser escuchada.

Me monté en mi auto y comencé a conducir mientras sonaba "Rule the world" de 2 Chainz y Ariana Grande. No tarde ni quince minutos en llegar a casa.

***

Al despertar inmediatamente me arreglé para ir a la escuela, según recuerdo hoy tenemos un importante examen de alguna clase que sinceramente no recuerdo cual.

Antes de salir de casa, mi hermana se quejó porque no pensaba esperarla, pero después de unos minutos de drama familiar, mi madre me obligó a esperarla y llevarla conmigo.

Katherine es mi hermana menor, dos años únicamente, yo tengo diecisiete y ella recién cumplió los quince.

—Me contaron lo que pasó ayer, ¿Por qué no le dijiste a mamá y papá?

—¿Qué quieres que les diga? ¿Qué me dieron una golpiza simplemente por existir? No, Kat, yo mismo puedo arreglar mis problemas y agradecería que no le vayas a mencionar nada.

—Como quieras.

Todo el camino ya ninguno de los dos dijo nada, simplemente estábamos escuchando la horrible música que le gusta a mi hermana. Al llegar a la escuela, en el estacionamiento esperándome, pude ver a mis amigos.

Danna, Kenia, Pablo y Evan, los cinco nos conocemos ya hace muchísimo tiempo, quizá desde el kínder o creo que incluso antes. Me despedí de mi hermana y caminé hasta ellos.

—¿Estudiaron para el examen de cálculo? —preguntó Evan inmediatamente que llegué con ellos.

Yo rápido negué al igual que Kenia.

—Da igual, ya nos las arreglaremos como siempre —Danna me miró con un poco de lástima. —¿Se dieron cuenta tus padres de los golpes?

—No, únicamente Kat, pero mis padres siempre están en sus asuntos así que no hay problema con ellos.

—Siento no haber estado ahí para ayudarte, por eso siempre debemos permanecer juntos —dijo Pablo cabizbajo.

—Esos chicos me tienen harta, a veces quisiera matarlos a todos —Danna los miró con odio, luego soltó una pequeña risa.

—Por favor, hazlo, igual todos iremos a prisión a visitarte y mantenerte al tanto de todo lo que sucede —sonreí.

Nos dispusimos a entrar al edificio donde tendríamos nuestra primer clase y para mi desgracia era Cálculo, no había estudiado ni un poco, todo por estar ocupado con Susana, la verdad fue muy fácil atraparla, no tuve ningún problema, pero no dejaba de verla, de sentir que su vida depende únicamente de lo que yo decida hacer con ella.

A mi lado, estaba sentado Hugo, su novio, en su celular pude ver que estaba en su chat, había varios mensajes enviados a ella, una lástima que jamás vaya a responderlos.

Hugo presionó el icono de llamada y mis nervios surgieron cuando sentí el celular de Susana vibrar en mi mochila, oh mierda, olvidé sacarlo.

—Por favor, todos guarden sus celulares, lo único que pueden tener sobre sus mesas son sus calculadoras y su lápiz —el profesor habló y para mí poca suerte Hugo colgó la llamada.

El profesor empezó a repartir los exámenes y cuando estaba por escribir, la voz de ese imbécil resonó en todo el salón.

—Susana no ha llegado, ¿Podríamos esperarla un poco? —Hugo se miraba preocupado, esa cara me gusta, esa expresión me hace sentir bien, que rápido se te borró la sonrisa, chico pendejo, ayer casi me mueles a golpes y hoy estás afligido porque tu novia no aparece y no responde tus mensajes.

—No podemos esperar.

Igual a una persona que está a punto de morir no deberían importarle las notas y mucho menos un estúpido examen de cálculo, una sonrisa se amplió en mi rostro de solo imaginarme la sensación que sentiré cuando su sangre corra por mis manos.

Debo admitir que no es la primera vez que lo haré, la vez anterior fue de improvisto, no tenía nada planeado.

***

Al terminar el examen, salimos al patio, lo único que anhelaba era que las clases terminarán e irme, hoy será el gran día.

—Nico, estuvimos hablando un poco y queremos organizarle una pequeña fiesta a Evan, este fin de semana es su cumpleaños —dijo Danna sonriendo.

—¿Puede ser en tu casa? Bueno, donde vives no, la otra que tienen tus padres a las afueras de la ciudad, recuerdo que una vez nos llevaste y era demasiado grande, no es como que estemos planeando una gran fiesta, pero estaría estupendo que fuera ahí —Pablo se miraba nervioso.

—Por favor —suplicó Kenia.

Yo asentí, obviamente para el fin de semana no habrá rastro alguno de Susana en esa casa y nada me relacionará a ella, únicamente su puto teléfono.

—¡Susana! —la voz de Hugo saliendo del edificio llamó la atención de todo mundo. —¡Ya sé que estás aquí, tu ubicación me dice que ya llegaste, si me estás evitando, te haré sufrir, perra!

......................../.......................

Hola a todos, hoy les traigo esta nueva historia, es increíble estar de regreso, hace bastante tiempo que no me veian por aquí, espero les guste mucho, ya saben, no se olviden de votar y dejar su comentario:3