Capítulo 15: "Viajando a las nubes."

Capítulo 15: "Viajando a las nubes."

Bueno, la mañana llegó...si, es cierto que iba a decirle algo a Freixla, pero me re quedé dormido justo cuando se lo iba a decir, y ahora que estoy despierto, se me olvidó que era. Pero bueno, cosas de esta puta memoria de mierda que tengo. Es bastante temprano, tengo suerte de que una de las 'maids' llamadas por mi compañera, me despertara lanzándome agua muy fría de un balde. La puta madre, por un ratito me sentí como si estuviera nadando en el Glaciar Perito Moreno.

—Veo que por fin despierta, señor. ¡A movernos!, que hoy toca cocinar para mi madre y las demás deidades de este mundo. ¿Se va a perder tan grande oportunidad? —Claro que no, pendeja tarada, pero ni siquiera me dejás espabilarme. Que rompe pelotas es esta piba, loco.

—¿Me vas a tener así de enloquecido todo el día? Decime porque te juro que te mando a la mismísima mierda. —Bueno...no sé que carajo habrá entendido, pero se puso a festejar como una desquiciada.

—¿La mismísima mierda? ¡Wow! Amo esa ciudad, sus playas son las mas hermosas en todo este continente. —Dejame de joder, ¿en serio hay una ciudad que se llame así?

—¿Cómo es que tienen una ciudad que se llama "La mismísima mierda"? —Aunque mas bien, quiero saber que carajo tiene la gente en la cabeza cuando piensa los nombres. No nos olvidemos que estoy en un reino que se llama Pyjanegra.

—En realidad, solo se le dice así en chiste, porque no tiene mercados ni puertos, pero en realidad, recibe el nombre de Fort Myshigo. Un bastión militar que alberga el mas grande ejército en el mundo, e incluye a soldados de los cuatro principales reinos de este continente, incluyendo a guerreros de Pyjanegra. —Mirá que interesante, "Pyjanegra" se pronuncia "Paiya nigera". Todo el tiempo creí que la pronunciación era diferente...tengo la mente enferma.

—Bueno, ¿nos ponemos en marcha? Quiero apurarme para poder terminar esto lo antes posible. —Freixla asintió con la cabeza. Ahora está dando saltitos en el lugar. ¿Alguien la enveneno con payasitis? No entiendo ni jota lo que hace.

—Ah...eh...uf...ya casi...no falta mucho para que pueda abrir el portal. —¿Un portal? ¿En serio tenemos que transportarnos así hasta allá?

—¿Es muy necesario un portal? ¿Hay algún problema si vamos caminando o en alguna carreta? —Espero no haber quedado como un boludo con esa pregunta, aunque viendo la expresión de ella, muy seguramente quedé así.

—¿De qué otra forma pretendes llegar hasta una ciudad que se encuentra en las nubes? Si conoces, dímelo porque no lo sabemos. —Tengo una idea, pero viendo la forma en que viven, dudo mucho que lo tengan.

—¿Y por acá no tienen helicópteros o aviones? Con eso llegamos a las nubes en un pedo. Posta lo digo. —Y justo cuando termino de decir eso, un círculo de luz celeste aparece atrás de ella. ¿Será ese el portal?

—Ya está listo para que podamos irnos, señor. Vayámonos. —Ella estiró uno de los brazos, como si quisiera agarrar una de mis manos. Uy, la puta madre, es imposible no aguantarse esto. Yo obviamente, y como buen caballero...estiré también mi brazo para que me la agarre...a la mano, ¿eh? Ninguna otra cosa. Al menos por ahora, no.

Cuando los dos estábamos parados de frente a ese portal, saltamos al mismo tiempo para cruzarlo y poder ir hasta donde nos llevara. No sé muy bien a donde voy, pero tengo la seguridad de ir con Freixla...paren todo un momento...esta sensación...ella...

—Lamento destruir sus esperanzas, señor, pero a los dioses no se les permite ser las parejas amorosas de un simple mortal. Lo lamento mucho, pero para algo existe la amistad, ¿no? —Hija de puta, primero: ¿cómo supo lo que estaba pensando? Segundo: Nunca creí que me convertiría en un soldado caído en la friendzone.

—Pero nunca dije nada, ¿cómo sabías todo? —Freixla parece sorprendida por lo que acabo de decir. En serio, ¿alguien la entiende? Yo juro que no.

—¿De verdad pensabas en eso? Yo simplemente tuve un presentimiento y reaccioné diciendo eso. Me disculpo si no era la respuesta que esperabas obtener, pero así es esto. —A pesar de todo esto, ella seguía caminando sin ningún problema a través del pasillo metálico que estábamos atravesando ahora. Me pregunto que tan sinceras fueron esas disculpas.

Bueno, finalmente, después de caminar por, mas o menos, diez minutos, ratito en el que los dos estuvimos en total silencio, salimos de ese oscuro pasillo y empezamos a caminar entre las nubes. Bah, yo esperaba otra cosa, esto es exactamente igual a caminar encima de un colchón.

En cuanto a gente, habitantes, o algo que se le pareciera, o se ve nada. ¿En serio vamos a encontrar acá a todo un panteón de dioses? Me parece que esta me está haciendo un engaña pichanga.

—Creo que debo practicar un poco más con la creación de portales. Ahora mismo estamos muy lejos del centro administrativo donde se reunen todos. Vamos a tardar, mas o menos, una hora más. —Y por eso, es también que quería despertarme muy temprano. Sabía que podía ocurrir algo así...bueno, no pensé que pudiera ocurrir exactamente de esta forma, pero casi.

—Eso es mucho, ¿vamos a llegar para preparar toda esa comida para ellos? Mirá que yo no quiero tener problemas...por lo menos, no tan temprano. —Después de algunos minutos de caminata, algunos edificios empezaban a ser visibles, parecían antiguos templos griegos, pero en realidad, eran hogares de las deidades menores, sin importancia, o de los espíritus de las personas muertas.

—No te preocupes, vas a tener tiempo de sobra, ya verás. Tu quédate tranquilo. Nada malo va a pasarnos. —Claro, ella lo dice con tanta tranquilidad porque ella no es una simple mortal que no significa nada para gente tan sofisticada.

—¡Freixla! ¿No creen que están llegando un poquito tarde? —Esa voz se me hace conocida, ¿donde mierda la escuché antes?

—Perdón, mamá. Tuve un error al crear el portal, pero te prometo que me pondré a practicar. —Bien, ya sé quien es. La mina esa que andaba en bolas por todos lados. Ya me acordé.

—Tranquila, hija, no hay problema, pero...¿por qué ese tipo tiene la mirada perdida y anda babeando? —No sé que mierda están diciendo, pero me importa un carajo.

—Debe estar recordando la vez en que te atreviste a aparecer en su restaurante sin ropa...casi igual a como estás ahora. Como si un vestido transparente hiciera mucha diferencia. —Eso sí que lo escuché, suena como diversión para mis ojitos.

—Cállate, Freixla que tú también usas vestidos transparentes. A propósito, déjenme guiarlos hasta la cocina en donde trabajarán para nuestro almuerzo especial. —Ahora vamos a la otra cosa buena. Uf, que lindo es caminar entre las nubes con ese culazo adelante...pero no, estoy acá con motivos de negocios. Ya va a haber momentos para pensar esas cosas...espero. Mientras tanto...¿¡qué mierda es eso!?

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top