Capitulo 34: La batalla de Anubis (segunda parte)
De repente el Lucario carmesí golpeo tan fuerte a su oponente que lo hizo estrellarse contra el techo justo donde se encontraba localizado un ventilador en movimiento, después Anubis se desplomó de manera violenta directo al duro piso de concreto. Luego este se levanta tanto adolorido como enojad y antes de que su contraparte pudiera reaccionar ejecutó por completo su poder psíquico sobre todas las mesas y sillas del establecimiento para mandárselas en masa a su contrincante para herirlo de sobremanera, pero este pudo solventar el asuntó a la perfección al ralentizar el tiempo consiguiendo con eso poder esquivar la mayoría de las decenas de muebles que se le vinieron encima y por si acaso termine destruyendo una que otra silla o mesa.
Por consiguiente, ambos tipo lucha-acero seguían luchando incansablemente tratando de derrotar su enemigo. En eso el ente malvada ejecuto un par de patadas a diestra y siniestra contra su oponente quien se defendía igual de rápido para bloquear con sus palmas esa fuerte ofensiva de parte de su contrincante. Enseguida la esencia positiva ejecutó un poderoso Aura esfera que luego fue esquivada por el Hueso veloz de parte de su adversario que al distraerse por lo anterior, Anubis acumuló energía para después aprovechar al estar ejecutando su técnica favorita:
─¡Patada voladora egipcia! ─Gritó con todas sus fuerzas mientras ejecutaba el mencionado ataque.
─¡Pero que carajos! ─El Lucario Carmesí no se lo vio venir.
Acto seguido el malvado ser fue golpeado por su enemigo quien de tal bestial ataque lo mando a volar hasta estrellarse de manera brutal contra la pared de la cantina atravesándola por completo y provocando que se derrumbara todos los ladrillos que la conformaban. La esencia negativa continuó con su involuntaria trayectoria chocando de frente en el barandal y doblándola con la misma sinergia con la que iba, terminó cayendo de una altura de más de tres metros cayendo encima de una decena de barriles de madera fina para fermentar el fino; al destruirse los mencionado contenedores, el contenido entero se dispersó en toda direcciones ocasionando que el líquido se desparramara por todo el suelo.
─Auch, eso dolió ─el ente oscuro se quedó estático por unos segundos.
De regreso con el Norberto, este seguía inmóvil tirado en el piso, lamentándose en absoluto de la vida como de sus vivencias al igual que sus anécdotas por entero malestar de recordar intacto esos malos ratos y pésimas experiencias; oscuridad, molestia, humillación, no podía recordar más que momentos terribles. Pero el protagonista no sé rindió, siguió buscando hasta encontrar algo por que seguir peleando, recordó a sus amigos, esas victorias cruciales, excesivas experiencias agradables por mantenerse de pie y seguir luchando. En consecuencia, el joven Lucario ignoró por completo el abrumador dolor que sentía por estar arriba de un mosaico de vidrios rotos, con los ojos cerrados e imponiendo su voluntad de acero inició su doloroso levantar, con demasiada determinación colocando su rodilla encima de los pedazos de las aniquiladas botellas, hizo hasta lo imposible por sacar coraje desde lo más profundo de su ser y seguir adelante hasta conseguir; luego de excesiva voluntad obtuvo su valioso logró de regresar otra vez, se mantuvo erguido en una pose triunfa sobre los múltiples vidrios reventados.
─Lo logre ─comentó el deprimido protagonista sin poder creerlo todavía.
─¡Eso es Norberto lo conseguiste! ─Felicitó la esencia positiva.
─Si, ni que lo digas ─activó su mega-evolución─ Aun soy digno.
─¿Pues qué estamos esperando? ─Anubis golpeó sus puños─ A por ese hijo de Ammyt.
─¿Quién? ─Norberto levanto la ceja extrañado.
─Luego te explicó ─fue lo que dijo de respuesta‼6 ahora debemos derrotar a esa esencia malvada.
─A si cierto...
En consecuencia los dos Lucario fueron para el almacén, Norberto abriendo la puerta mientras que Anubis cruzó por la pared destruida, después de pasar al otro lado chocaron sus puños de manera épica; en eso la esencia positiva dio un salto aterrizando con un pie y una rodilla en el suelo, provocando varias grietas en el concreto. El protagonista por su parte bajo con tranquilidad por las escaleras.
─Escapó ─informó el egipcio al ver los barriles destruidos sin nadie arriba de ellos─ no debe estar lejos.
─Yo reviso el almacén ─Norberto fue a buscar a ese sitio.
─Bien, entonces iré a la cochera ─corrió hacia ese lugar.
Acto seguido ambos tipo lucha-acero se dispersaron en sentidos opuestos. El protagonista camino con tranquilidad hacia el interior del complejo, llegando a lo que parecía ser una bodega; la cual tenía una típica decoración campestre, con mucha paja tapizando el suelo, piedras enormes adornando las paredes como columnas y las costosas botellas de vino se localizaban resguardándose en muebles de madera fina en forma de rombo. Norberto ingresó a esa oscura habitación y encendió la luz, pero debido a que se ubicaba arriba de un ventilador de techo, la luminosidad no alcanzaba a estar todo el tiempo a la máxima intensidad por completo en el cuarto.
Empezando a deambular por esa zona, se detuvo enfrente de los envases de las debidas alcohólicas y sujeto una de ellas, contemplando la misma marca de antes, en ese preciso instante recordó mucho de lo que había vivido, la primera vez que se convirtió en Riolu, cuando vio Elías, su primer rival, la primera vez que se enfrentó a los fantasmas, cuando conversó con Eric, aceptó ser parte del equipo ocho, adquirió la llave dorada, se convirtió en Lucario, domino sus poderes, practico con su padre adoptivo nuevas técnicas, la traición de su líder y la muerte de su compañero, su pelea con Giratina, cuando se volvió líder de su equipo, las batallas que tuvo en la última etapa y su victoria ante su similar, el deseo que le pidió al pokémon alfa, su regreso, sus nuevos amigos, sus nuevos poderes, sus viajes interdimensionales y finalmente su llegada al barco fantasma. De pronto una siniestra carcajada lo sacó de su trance.
─Que bonito es recordar el pasado, uno que jamás volverá ─se sentó en una reja─ después de todo, es lo único que te queda porque ya no tendrás un anheló futuro.
─¡Tú! ─Norberto desvió su furiosa mirada hacia él─ No te tengo miedo ¡sal de mi cabeza!
─Que gracioso eres ─empezó a admirar una botella de las que había─ pero te lo vuelvo a decir una última vez: ríndete de una vez, es inútil.
─Jamás lo hare, eres tu quien no entiende que el bien siempre prevalece
─¿Quieres apostar? ─con solo la fuerza de sus dedos destruyó la tapa del vino─ para mí, tú solo eres un indefenso Caterpie ─se lo bebió todo de un solo trago.
─¿Por qué haces esto? ─Se quejó el protagonista.
─¿Por qué? Pues porque si, no me interesa tener una razón, solo actuar divertirme y evitar morirme de aburrimiento ─lo dijo con toda la frialdad del mundo.
─Maldito...
─Bien, me canse de hablar ─con seriedad extrema─ no te tendré piedad, ahora acabare contigo de una buena vez, ─sentención tajante.
De repente en un abrir y cerrar de ojos el ente maligno se movió a una velocidad descomunal, golpeó al protagonista justo en su vientre y lo mandó a volar hacia la pequeña repisa de vino, la cual después del impacto quedo por completo destruida y de nuevo Norberto quedo envuelto en miles de vidrios rotos al igual que su pelaje continuo manchándose por estar mojándose con el líquido embriagante. A continuación el Lucario carmesí ejecutó una fulminante patada con la cual eliminar a su enemigo pero este detuvo el tiempo por quince segundos, tiempo suficiente para escapar a duras penas de esa bestial agresión; la única botella que había sobrevivido de manera íntegra hasta ese momento fue aniquilada en absoluto por el pie la esencia negativa.
El protagonista ni tuvo tiempo de reacción al quedar a espaldas de su contrincante porque su adversario la se lo esperaba y al toque se volteó dándole un fuerte puñetazo en el muslo, haciendo que arqueando su cuello hacia adelante para después propinarle otro golpe directo en todo lo que se llama cara, luego con una patada hacia al frente mando al pobre Lucario al suelo con su bonita cara destrozada con sus dos ojos morados, moretones en las parte que recibieron la fuerza de sus letales puños e inflamaciones por doquier; solo por suerte no termino con un hueso roto pero por demasiado poco que eso también sucedía. Norberto intentó levantarse pero le dolía el cuerpo por completo, cayó al suelo de forma estrepitosa sin poder levantarse tan siquiera cercas de conseguirlo.
─Te dije que te aplastaría, estúpidos hijo de Ditto, estas tan sobrevalorado ─devastó todas los envases de vidrio a su alrededor en su caminar hacia su enemigo─ ¿Qué paso héroe, se te acabaron los aumentos de poder sacados de quien sabe dónde? ─Rompió una botella de vino con solo pisarla.
─No, por favor, piedad... ─Norberto intento escapar pero apenas podía moverse unos centímetros solo por la adrenalina del momento─ te lo suplico ─con los ojos humedecidos por una mezcla de dolor y terror.
El asustado tipo lucha-acero recurrió usar todo su control sobre el tiempo para sanar sus heridas lo más pronto posible y después se multiplicó por cinco para así armas un patético contrataque. Los golpes que le proporcionó Norberto eran de risa según su oponente mientras este con letales puñetazos dejo fuera de combate a uno de sus contrincantes con solo una patada, a otro le aplastó el cráneo y aniquiló su cerebro como si fuera mantequilla, de un letal puñetazo le rompió el cuello al tercero, un cuarto quedo noqueado arriba de la repisa para el vino que le cayó encima. Finalmente el último Norberto quedo donde mismo, todos los clones a la vista de su adversario se esfumaron a excepción de uno, el protagonista literal no podía hacer nada más que enfrentar su cruel destino ante su enemigo. El malvado Lucario arrasó con todo a su alrededor.
─Te dije que era inútil resistirse ─se acercó con tranquilidad hacia su presa.
─Te lo suplico, no lo hagas ─intentó escaparse pero al cualquier mínimo movimiento sentía un dolor indescriptible─ ¡detente! ─estaba desesperado.
─Miserable engreído, te advertí que sin tus consentidas ayudas no eras nadie ─llegó a posición de la escoria que tantas molestias le había provocado─ si hubieras dejado las cosas fluir, tu final hubiera sido rápido y sin dolor pero como me has hecho enojar, cuando termine contigo deseas estar muerto ─pateo a su víctima tan fuerte que hasta se le salió un diente.
─¡Aaaaaaah! ─Norberto gritó con todas sus fuerzas mientras le salía sangre de sus encías e ingería un poco de ese líquido carmesí de sabor tan metálico─ ¡Aaaaaaah!
─¡Cállate! ─El maligno ser lo pateo en su estómago que lo hizo vomitar sangre.
─¡Nooo, ba-basta! ─La víctima se quebró en lágrimas llorando a cantaros.
─!Levántate! ─La esencia negativa sentía un placer inmenso por provocar sufrimiento─ que apenas me estoy comenzando.
Alzó al martirizado y le dio un puñetazo que lo hizo girar en el aire hasta caer brutalmente al piso. Después levanto un pedazo de vidrio del suelo para iniciar a cortar todas las partes de su cuerpo; quería verlo desangrar lenta y dolorosamente. Luego empezó a romperle varios huesos con sus brutales puños y patadas. Lo levanto un par de veces para enseguida lanzarlo contra la pared de piedra impactándolo con dureza directo contra la cabeza del perjudicado. Hubiera seguido torturando al protagonista hasta su muerte si no fuera por la llega de Anubis, este le dio una Patada voladora egipcia que mando a volar al maligno Lucario varios metros hasta aterrizar sobre las escaleras que eran la salida de esa habitación.
─¡Maldito! ─Le gritó el pokémon aura.
─Demasiado tarde Anubis ─sentencio el malvado ente antes de darse un descanso.
─¡¿Qué?! ─No lo podía creer.
La esencia positiva vio con horror al protagonista arriba de un charco de sangre de casi cuatro litros de sangre, Anubis contempló imponentes los últimos segundos de vida de su amigo antes de morir: Norberto acababa de fallecer.
─Jajajaja ─carcajeaba el ser de maldad pura─ siempre fuiste muy ingenuo Anubis, llegas tarde, quince segundos tarde.
─Hijo de Ammyt ─lo miró con seriedad y enojo─ ¡acabare contigo!
─Si claro como no ─se levanta de las escalares dejando ver que las había arruinado con solo la fuerza de impacto─ ven por mi si eso es lo que quieres.
─¡Considérate muerto! ─Sentenció el enojado Anubis.
Acto seguido ambos Lucario iniciaron con una pelea de proporciones cósmicas, enseguida chocaron puños con tal fuerza que ocasionaron una onda de choque que demolió por completó con las pocas botellas de vino que aún quedaban intactas y devastó con los escasos muebles de madera fina para resguardar la mercancía. De pronto a lo lejos sin que los dos contrincantes se dieran cuenta, apareció un cuerpo de Norberto inconsciente que choco contra la pared y luego nuevamente acabo enterrado entre los escombros. A los pocos golpes de haber iniciado la poderosa batalla dejaron al descubierto el piso con su mosaico de piedra pulida debido a que toda la jala se había dispérsalo lejos de ellos. Luego con su ante brazos Anubis detuvo en seco una letal patada de su enemigo; la pared de piedra se agrietó pocos a poco hasta que se fusionando las grietas creando fisuras monstruosas.
En eso el Lucario carmesí esquivo un puñetazo de su contrincante, la energía genera fue más que suficiente para fulminar con el bombillo que iluminaba la habitación, arrasando así con la poca luminosidad del almacén. Acto seguido la esencia positiva con sus extremidades superiores formo una X con la cual defenderse de la patada frontal que soltó su oponente, lo siguiente es que este pasa de tacar a defender y viceversa. Por tanto el enojado tipo lucha-acero recurrió a su Psíquico para sujetar todo los escombros como vidrios rotos acumulados en esa zona para después arrojárselos todos sobre su adversario que tuvo algo de dificultad de defenderse de esa agresión; el cuerpo del protagonista quedo descubierto pero por estar a oscuras y los contrincantes seguían en el fervor del combate fue que no se dieron cuenta de ese pequeño detalle.
El malvado ente al verificar que estaban a la par en poder, decide tratar de escapar para no seguir perdiendo más tiempo en esa pelea sin sentido. Anubis persiguió a su enemigo del almacén y de allí por toda la hacienda; La casa era de dos pisos rodeando un jardín central, enseguida la pelea continuo con la ferocidad de antes e inclusiva aún más. De repente la esencia positive le proporcionó una patada tan potente que arrojó a su contraparte hacia la fuente en el centro de la zona verde; destruyéndola por completo y mojándose porque estaba llena de agua. Enseguida el maligno ser sujetó con fuerza un pedazo de concreto de la devastada fuente para luego arrojársela sobre su enemigo el cual con su solo puño pulverizo dicho escombro. Por lo tanto ambos pokémon aura se quedaron estáticos mirándose mutuamente con la respiración rápida por la taquicardia y esperando la próxima jugada de su opuesto.
─Basta de juegos ¡Máximo poder! ─Sentenció el Lucario carmesí, elevando su nivel de pelea a proporciones descomunales.
─¿Eso es lo que quieres? ─Cerró sus ojos para los pocos segundos volver a abrirlos─ ¡Mega evolución!
Los dos contrincantes alcanzaron su límite de energía: rivalizaba con el mismísimo pokémon alfa. En consecuencia cada golpe que soltaban provocaban ocasionaba grietas en el concreto en el cual estaba parados, enseguida el pelea empezó a elevarse en intensidad, de pronto ambos Lucario iniciaron a despegarse del suelo y a suspenderse en el aire de tan fuerte que ejecutaban sus puñetazos como patadas. Continuaron batallando mientras flotaban a varios metros del piso, de pronto una patada logra conectar en el blanco provocando que la esencia negativa fuera a parar en el suelo destruyendo en el proceso varias macetas colgantes y su oponente cayó de manera cómoda en el suelo. Con furia el maligno ser ejecutó su Cola férrea sobre su contrario al mismo tiempo que este se decantaba por usar su movimiento de categoría especial: Foco resplandor. Ambos ataques de tipo acero colisionando quedándose en con rotundo empate, ninguno de los dos tenia ventaja sobre él otro.
La feroz contienda continuo en este conflicto milenario, Anubis lanzó varios objetos con su telekinesis hacia su adversario mientras su contraparte también hacía lo propio recurriendo a su copión, nadie quería ceder, a continuación la esencia positiva proyectó un inesperado como criticó Aura esfera que a duras penas su contrincante logró esquivar; una gran sección de la casa en donde se localizaban peleando al límite quedó absolutamente demolida. La esencia Carmesí dio una patada la cual su oponente bloqueo, pero rápidamente vuelve a dar otra patada con la otra pierna igual misma historia, después vuelve a hacer lo mismo con el mismo resultado pero esta vez ejecutó una patada doble que le dio por sorpresa a Anubis que aunque la esquivo a tiempo sintió el rozar de la planta del pie de su enemigo por su nariz. Por consecuencia la esencia positiva vio una oportunidad para ejecutar su último movimiento: Terremoto.
Anubis tocó su palma en el suelo para luego ejecutar su movimiento de tipo tierra y con eso agredir a su enemigo cuando menos se lo esperaba al generar una columna de tierra sobre su entrepierna y lo elevó por el cielo tan lejos que se desplomó al suelo varios kilómetros lejos de la hacienda en pleno campo de cultivo. El tipo lucha-acero empezó a elevarse en el cielo con la ayuda de su psíquico para moverse con rapidez sobre su adversario, entonces volvió a generar un potente terremoto sobre su contraparte tratando de lastimar todo lo posible. Este recibió daño pero no se dejó apabullar por lo que activó su Puño incremento para luego con un sorprendente saltó tratando de alcanzar lo más alto posible con intenciones de lastimar a su oponente el cual seguía suspendido en el aire, este lo espero preparando un poderoso Aura esfera y de pronto ambos ataques de tipo lucha colisiona; de tan fuerte magnitud que ocasiono que los dos Lucario se desplomaran de forma abrumadora al piso.
Esta historia continuará...
Nota del autor: Quiero hacer un crossover con varios Lucario para los próximos capítulos, por si se les ocurre a quien meter... XD
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