18
Rey despertó, estaba cubierta con una sábana blanca, tenía los brazos de Ben a su alrededor. Le miró el rostro encontrándose con una gran sonrisa. La chica le acarició el rostro y colocó delicadamente sus labios en los de él.
Momentos más tarde, rey veía unos hologramas con fotografías familiares que le había dejado Leia. Imágenes de Ben de pequeño la hacían sonreír.
-Es vergonzoso que veas eso.- Le dijo recostándose en su pecho.
-Quiero saber más de ti.- comenzó a acariciar su cabeza.
-Pregunta lo que quieras y responderé con toda honestidad.- cerró los ojos.
-¿Podías volar?- hizo alusión a unos animales que había visto en un holovideo donde un animal marino volaba con lo que parecían sus orejas.
-¿Qué?- preguntó confuso, no hilaba la referencia.
-¿Que si podías volar?- volvió a preguntar Rey, sonriendo por lo que creía era una muy buena broma.
-¿Tu podías hacerlo?- preguntó de nuevo, pensó en ese momento que si se refería a utilizar la fuerza.
-No, yo no tengo las orejas tan grandes.- dijo soltando unas sonoras carcajadas.
Ben le comenzó a hacer cosquillas en el estómago, axilas y pies, ambos se divertían jugando, se encontraron sus rostros y se besaron tiernamente.
La puerta de la habitación de Ben se abrió y entro el droide dorado.
-Señor, lo buscan.- los miró con sus ojos brillantes y vió la penosa posición en la que se encontraban. –Oh! Lo siento.
-Sal de quío C-3PO.
-Sí amo, pero lo buscan.
-Saldrá en un momento, déjanos solos.
-Si señorita, Rey.- dijo con su voz robótica mientras murmuraba quejas sin sentido.
-Hubiese sido mejor que se fuera con mi madre.- dijo Ben dándole un beso en los labios a Rey, se puso de pie y buscó su bata.
-Han ya se había cansado de sus comentarios, por eso tu madre decidió dejarlo.- Rey se puso a buscar su ropa por el suelo. -¿Qué no estaba en su estación de carga?
-Debió activarse al escuchar que hablaban.- ató su bata con el cinturón que traía
-Cierto. – Rey no encontraba toda su ropa, se enredó la sabana.
-Deberías darte una ducha, por ahí esta el baño.- señaló a una puerta que llevaba a la habitación. – En el closet encontraras ropa.
Rey asintió, Ben salió. La chica se dirigió a la ducha encontrándose con una habitación similar a las que había en las instalaciones de la Primera Orden. Dejó caer la sabana que la cubría, entro a la ducha, que tenía puertas de cristal templado, abrió la llave del agua fría y comenzó su labor de limpieza.
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Al salir de la habitación Ben se encontró con su amigo Hux, quien estaba sentado en el sofá frente a la gran ventana.
-Espero que hayas disfrutado tu descanso.- Dijo Hux burlonamente.
-Sí, eso hacia hasta que entro C-3PO a interrumpir.- Le lanzó una mirada al droide quien hizo un ademan de incomodidad.
-Jajaja sí, yo lo envié a llamarte.- dijo Hux subiendo los pies a la mesita de centro.
-Así que tú lo activaste.- se sentó a su lado imitando su postura.
-Sí, necesito que me firmes y autorices unas cosas.- lo miró seriamente. –Sabes que no te interrumpiría si no fuese necesario.- Le entregó una datapad con planos y cuentas.
-¿Es el cálculo de fondos para la resistencia? -Preguntó Ben analizando la información.
-Sí, necesitamos que autorices para que en cuanto regrese Aneu con Zynda partan a D'Quar.
-Muy bien.- puso su firma electrónica y su pulgar en la datapad – ¿Enviaron las naves con el combustible?
-Si, en unos días deben llegar a Paucris Major, y según lo planeado estarán en D'Quar en unas ocho rotaciones.
-Perfecto.
Ben se puso de pie, la mirada del droide dorado se movió junto con él en la habitación. Ben fue a la cantina y se sirvió una bebida corelliana.
-Me quedaré en mi nuevo apartamento, solo vendré cuando sea necesario y me llames.- Dijo Hux –No puedo estar aquí con ella presente.
-Gracias.- Respondió dando un sorbo a su vaso.
-El que debería agradecer soy yo, lo compro la Primera Orden.
Ben movió la cabeza en negación, Hux se puso de pie y se dispuso a marcharse.
-Un favor mas.- Dijo Ben viendo al hartante droide. –Llévalo contigo hasta que regrese mi madre.
El pelirrojo se negaba pero después de pensarlo unos minutos accedió.
-El podrá ayudarte con papeleo, después de todo es un droide de protocolo.
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Rey se concentraba tanto en sentir el agua fría que caía por su piel que no sintió a Ben cuando entró. Él no le dijo nada hasta que ella se percató se su presencia, se sobresaltó un poco y después sonrió.
Ben tomó el jabón de barra y lo comenzó a pasar por su espalda, ella se estremecía cada vez que la tocaba. Cuando terminó él se sentó en un banquito de baño para que ella le pudiera tallar su cabello con un champo olor a lavanda.
-Hux se llevó a C-3PO.-
-Eso quiere decir que estaremos solos varios días.
-Sí, me los tomaré libres.
Ella frunció el ceño e hizo que la mirara.
-No puedes dejar de hacer tus deberes,- reinició su labor moviendo sus dedos entre su cabello –Ni yo puedo dejar mi entrenamiento.
-Es solo unos días.
-Aun no te nombran oficialmente, no les des motivos para dudar.
-Lo que usted ordene futura señora Solo.
Al terminar Rey salió a la habitación enredada en una toalla. Se dirigió al closet a buscar que ponerse, encontró ropa interior de encaje que solo había visto en las habitaciones de Zynda y Neferet, tomó lo más discreto que encontró y procedió a ponérsela. Después buscó un par de pantalones y una playera, pero no encontró nada así, solo había vestidos muy lujosos y elegantes, decidió tomar uno color rosa pastel que hacia resaltar su piel bronceada.
-No hay nada más cómodo, quería entrenar.
-Eso se puede arreglar, tendrás que acostumbrarte a usar esa ropa en público. -Le dio un beso en la mejilla y fue a buscar su traje de gala. Después de vestirse llamó por su comunicador a Hux pidiendo que le enviaran trasporte. –Iremos a buscar algo de comer.
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Esa noche Rey y Ben fueron a uno de los restaurantes más lujosos del planeta, su camarero los guio hasta una mesa que estaba en un balcón, desde ahí, Rey tenía la impresión de que podía ver todo el planeta, sus ojos brillaban por las miles de luces que se reflejaban en sus cuencas.
-Esto es hermoso.
-Lo sé, pero más abajo no es igual.
-Entiendo a qué te refieres.- Rey se recargó en el medio muro de mármol para continuar viendo el paisaje citadino. Ben la abrazó por la cintura para acompañarla.
El mesero llamó su atención aclarando su garganta, regresaron a su mesa y Ben se dispuso a ordenar por los dos. Al irse el camarero una chica joven, la Senadora de Chandrillia, se acercó a su mesa para saludar a Kylo.
-Emperador, nunca pensé encontrarlo aquí.- Rey la miró con curiosidad mientras se llevaba la copa de champaña a la boca.
-Queríamos salir a disfrutar la noche, Senadora.- Dijo Ben viendo a Rey.
-Es un placer conocerla, ¿señorita?-
-Rey.- Respondió él. –Ella es mi prometida.
-Es un placer conocerla.- se inclinó la senadora, Rey respondió de la misma forma.
-El placer es mío.- dijo Rey dejando ver todos los modales que había adquirido con el tiempo.
-Nunca mencionó que era tan bonita.- le dijo a Kylo.
-¿Después de la vergonzosa conversación que tuvimos hace unos días?- cuestionó el hombre.
-Tiene Razón.
Rey solo los observaba, no quería interrumpir aunque sentía un poco de curiosidad de saber qué clase de conversación habían tenido. Hux interrumpió la conversación de Ben y la senadora. Kylo se sorprendió al verlo. El pelirrojo se inclinó al ver a Rey.
-Lamento interrumpir. Amisa nuestra mesa está por allá.- Ben vio fijamente a su amigo y levantó la ceja.
-¡Oh!, Sí. Los dejamos, que disfruten la noche.- dijo la chica.
-Con su permiso.- dijo Hux.
La pareja que se quedó en la mesa vio cómo se alejaron, después Ben sonrió socarronamente.
-Y decía que no se enamoraría.- dijo Ben en voz baja.
-Los tiempos cambian cuando los nuevos líderes llegan.- respondió Rey.
Sus palabras sorprendieron a Ben, por fin podían pensar en verdadera paz, en mantener armonía, por lo menos hasta que una nueva amenaza llegara.
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