16
El viaje a Coruscant fue largo, habían ido en el Halcón, Han pilotaba, Rey ayudaba como copiloto, Leia revisaba información en una datapad, Chewie y Luke jugaban sabacc, Poe y Finn los veían. R2D2 discutía con C-3PO mientras BB8 y BB9-E estaban en sus estaciones de carga. Era un cuadro realmente hermoso que parecía nunca acabar, parecía natural, el único que hacía falta era Ben, a su lado tratando de darle lecciones de como pilotar el viejo carguero y corrigiéndolo cuando se equivoque.
Esa sensación podía estar dentro de su rutina diaria si las cosas continuaban así. Por la mente de Rey pasó una imagen de ella y Ben con un niño o una niña sentado o sentada en el asiento del copiloto mientras él pilotaba y ella lo abrazaba por la espalda, esas imágenes la hicieron sonreír mientras tenía la vista perdida en las luces azuladas que formaban el túnel del hípersalto.
-Te vez feliz.- le dijo Han que la veía curioso.
-Pensaba en algo, eso es todo.
-Parece que era algo muy bueno.
-Sí, lo era.- respondió dejando atrás un suspiro.
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Ben se estaba preparando para salir, antes de ir al senado tenía que pasar a la joyería donde le entregarían un objeto especial.
Hux con ayuda de Aneu hacían papeleo, revisaban los reportes de los caballeros de Ren donde reportaban lo ocurrido en los planetas que habían visitado, por suerte ninguno reportaba incidentes, ni con piratas, ni con la resistencia.
Ben veía atento las muecas de Hux al analizar los documentos, evitaba reírse de, su ahora, amigo por respeto a él y su trabajo.
-¿Cuándo vendrá tu familia, Kylo?- preguntó sin quitar la vista de los documentos.
-Espero que lleguen en dos rotaciones.
-Que te informen antes de su llegada, los cocineros que contratamos ya están al tanto de su llegada para preparar el banquete.
-BB9-E me informará, según lo que dice vienen en el viejo carguero de mi padre y están en el híper espacio.
-Ya debes irte, que te acompañe este cabeza hueca.- hacía referencia a Aneu.
-Con gusto iré, haría cualquier cosa por dejar el papeleo un rato.
Los tres rieron inocentemente, Ben recordó como en el pasado no podían hacer eso, estaba totalmente penado hacer cualquier clase de broma frente al Líder Supremo.
Hux informó con seriedad los gastos habían realizado en los últimos meses. Decía con un toque de ironía que las cuentas bancarias de la Primera Orden parecían infinitas. Habían realizado diversos gastos que a cualquiera lo dejarían en banca rota. Un comentario que le alegro al nuevo Emperador, era que ya habían restablecido la economía en por lo menos 40 planetas que se creían perdidos por la explotación minera y petrolera.
<<Es el inicio de un excelente día.>> pensó mientras subía a su pod de trasporte.
Mientras Aneu conducía Ben revisaba los datos más relevantes que le había enviado Hux en su datapad. El caballero de Ren quería hacer alguna clase de comentario, pero se abstenía al ver un nivel de concentración similar al de Hux; sonrió de lado y continúo su camino junto a las numerosas naves que formaban el tráfico del concurrido planeta.
Llegaron a la joyería, al verlo el empleado sabía exactamente a que iba, le entregó un grupo de paquetes envueltos en una especie de papel café. Ben agradeció y Salió del local seguido de su escolta.
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Al llegar al senado Kylo fue recibido con respeto por los hombres y mujeres que conformaban la cámara. Al entrar a la enorme sala los senadores presentes hicieron una reverencia para saludarlo, el correspondió el gesto inclinándose de igual manera para sorpresa de los presentes, nunca antes habían visto tal muestra de humildad de alguno de los líderes de alto rango.
Con una sonora alarma se dio inició a la reunión, Kylo inició dando las buenas noticias sobre los 40 planetas reestablecidos, la noticia alegro a todos los senadores, era una grata sorpresa la que les había dado. Comentarios sobre lo bien que lo estaba haciendo se escucharon en voz baja.
-Este solo es el inicio, los planetas más necesitados serán los que encabecen la lista para la visita de los caballeros de Ren.- Dijo en un tono autoritario, aplausos se hicieron sonar por toda la cámara. El droide moderador silenció la sala.
El senador de Mon Cala, pidió la palabra.
-Quiero agradecerle emperador por la ayuda que ha enviado a los planetas más necesitados de la galaxia. Personalmente al ver sus acciones me arrepiento de no haber votado a favor hace una semana.
Kylo tomó esas palabras como alago y se inclinó levemente para agradecer. Al terminar la reunión salió en compañía de algunos senadores que querían ganarse su confianza, una senadora joven lo llamó:
-Emperador- dijo con voz suave, al parecer se trataba de la senadora de Chandrillia -, supongo que ya está pensando en su futuro.- Los otros senadores comenzaron a cuchichear preguntándose a que se refería la Senadora de vestido blanco.
-No entiendo a qué va su comentario, Senadora.- dijo Ben sereno.
-A que usted debe pensar en el futuro de su descendencia.- El hombre sonrió de lado, bajó la mirada soltando una leve risita. Su reacción hizo que a la senadora se le subieran los colores al rostro.
-Espero que no me esté ofreciendo su mano, Senadora.- dijo bromeando. El resto de senadores no decían nada, la sorpresa los había dejado sin palabras, después uno habló:
-Si desea una esposa, le puedo ofrecer la mano de mi hija, Emperador.- el Mon Cala color salmón y ojos saltones, que no se quería quedar atrás.
-Yo no tengo hijas, Emperador, pero una de mis sobrias, buena mujer, ya está en edad de casarse.
Kylo soltó más risas, sus ojos lagrimeaban, tomó todos los comentarios con humor. Los hombres y mujeres de la sala lo observaban, algunos lo acompañaron riendo levemente. Después de unos minutos aclaró su garganta tomando de nuevo su compostura.
-Lo siento. Pero ya estoy comprometido. De hecho ella llegará a al sistema mañana por la noche.
-¿Podemos saber de quién se trata?- dijo uno -¿Es la hija de algún político?
-No, me temo que no. Cuando hagamos oficial mi nombramiento la presentaré ante la sociedad, mientras espero discreción de su parte.
-Y así será.- dijo el mon cala.
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El nerviosismo invadía a Ben, que estaba en la plataforma de aterrizaje. A lo lejos podía ver como se acercaba el Halcón Milenario, tragó saliva tratando de hacer desaparecer el nudo que se le había formado en la garganta.
La vieja nave aterrizó, se abrió la compuerta metálica dejando escapar algunos gases de los mecanismos que la componían. Vio bajar primero al droide color negro, seguido del color blanco con naranja. Bajó Rey acompañada de Han, Leia y Luke, al verlos Ben corrió a abrazar a su madre, Han los abrazó, la familia reunida dejaba caer cascadas saladas, se abrazaban tan fuertemente que parecía que nunca se soltarían. Rey se limpió unas lágrimas al sentirse conmovida y feliz por la escena. Minutos más tarde Ben soltó a sus padres y corrió a abrazar y besar a Rey. Finn hizo una mueca de disgusto y volteo la mirada, R2 silbó alegremente, la sorpresa no se hizo presente en Leia, Han y Luke, ya que presentían que algo pasaba entre ellos.
Rey tomó la mano de Ben y lo llevó hasta donde se encontraban sus amigos Poe y Finn.
-Es hora de presentarlos formalmente, ellos son...
-Poe Dameron- interrumpió Ben extendiendo su mano para saludar al ahora general de la Rebelión, despues de un apretón de manos la extendió al moreno -, y Fn-2187, si no mal recuerdo ahora te llaman Finn.
-Así es.- Respondió duramente aceptando el apretón más por cortesía que por gusto.
Ben se acercó a Luke, se paró frente a él y se inclinó:
-Maestro Jedi.- dijo seriamente. Luke lo abrazó, dejó caer unas lágrimas.
-Lo siento tanto, Ben- le dijo suavemente -, sé que no tengo perdón.- le correspondió el abrazo, no podía odiarlo después de las palabras de Rey.
El wookie fue quien se acercó a Ben gruñendo, lo abrazó y cargó, el momento le recordó cuando era solo un niño, cuando lo escalaba tratando de alcanzar su viejo blaster.
Ben los invitó a pasar a su residencia actual, les comentó que ese había sido el Penthouse de Padme cuando fue senadora, dentro los recibió Hux con una reverencia, sonrió levemente, también estaba nervioso, después de todo él fue quien había dado la orden de destruir los planetas sede de la Nueva República.
-Tranquilo, venimos en paz.- dijo Rey bromeando.
Todos comenzaron a comer y hablar del pasado, Leia dejó en vergüenza a si hijo frente a sus amigos hablando sobre sus travesuras de bebé. Ben ya no sabía si era por el alcohol o por la pena pero sentía su rostro arder.
Después de su cena tradicional corelliana pasaron a la sala de estar, donde le dio a su madre una de las cajas que había recogido días antes. Leia la abrió de inmediato encontrándose con un collar de perlas traídas desde los mares más profundos de Mon Cala. A su padre le dio un reloj de bolsillo muy lujoso que se ajustaba automáticamente al horario del sistema en que estuviese. A Finn y Poe le dio un juego de plumas a cada uno, a Chewbacca le dio un nuevo blaster, a Luke un bastón.
Rey veía con un poco de celos a todos mirando sus regalos, despues volteo a ver a Ben, él se colocó detrás de ella y le puso un nuevo collar.
-El otro lo destrozaste.- le dijo al oído viendo un nuevo cristal colgando de su cuello, aunque ahora no se trataba de uno de Kiber.
-Gracias.- susurró. Ben sonrió y tomó su copa, la hizo sonar como si de una campana se tratara.
-Gracias a todos por estar aquí, ustedes son las personas más importantes en mi vida, incluyendo a mis caballeros de Ren que no pudieron estar presentes por ayudar a la galaxia.- dijo pretencioso. –Esta reunión tiene tres motivos, reunirme con mi familia, llegar a un acuerdo con el nuevo líder de la rebelión- se dirigió a Poe -, ya hablaremos en su momento.- volteo a ver a Rey –Y....- sacó de su bolsillo una caja negra, se arrodilló ante la chica. Todos supusieron lo que iba a preguntar en ese momento. -...Pedirte que seas mi esposa, mi emperatriz.
Rey se quedó sin palabras, Ben esperaba ansioso una respuesta. Conteniendo las ganas de llorar por la felicidad asintió velozmente y con la voz un poco quebrada habló:
-Sí, Ben acepto.- Ben tomó su mano izquierda y le colocó el anillo, acto seguido, se puso de pie, la abrazó y besó con pasión.
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