15

Rey salió a caminar, pensaba en todo lo que Kylo había logrado, odiaba que la galaxia lo siguiera llamando así, ya no era la persona cruel y despiadada que actuaba como un monstruo. Tomó asiento en una roca a lado del riachuelo, respiraba con tranquilidad, miraba pequeñas criaturas que nadaban contra corriente, los veía como una metáfora de ella y Ben juntos, nadando contra todos en el futuro, contra todos cuando los planetas que no estuvieron de acuerdo con nombrarlo Emperador, indirectamente iba a continuar la lucha, pero ahora era una de total aceptación a base de buenas acciones.

Un recuerdo llegó a su mente, el momento en que la pretendieron hacer menos en Canto Bright, cuando la quisieron tratar como una sirvienta y él la defendió. Recordó el nudo en la garganta que se le había formado aquella vez, << Nadie te volverá a tratar así, lo prometo.>> le dijo para consolarla, pensaba que era irónico que de un momento a otro pasara a ser la pareja del Emperador de la galaxia.

Un disturbio en la fuerza llamó su atención, volteo a todas direcciones buscando la causa. Frente a ella se apareció Ben, que la miraba sonriente.

-Tengo buenas noticias, Rey.- ella le sonrió.

-Lo sé, escuchamos el comunicado.

-¿Y? ¿Qué piensas al respecto?

-Qué será difícil ser la novia del Emperador.- Rey se acercó a él para juguetear coquetamente con su barba larga.

-¿Eso eres? ¿Mi novia?- lo miro coquetamente, y sonrió de lado. Ben la besó con pasión, sintiendo como si un poco de electricidad recorría sus cuerpos. –Serás mi emperatriz, Rey.- le susurró en sus labios, después la abrazó de la cintura y comenzó a girar, ambos reían.

Después de unos minutos ambos estaban sentados en la hierba rojiza, aunque solo Rey podía ver el paisaje, Ben sentía la brisa.

-¿Hablaste con mis padres?

-Sí, estamos en un planeta en el borde Exterior. Tus padres quieren verte.

-Tráelos contigo y Luke a Coruscant. – Rey asintió. Ben la abrazó con más fuerza. -¿Has reanudado tu entrenamiento?

-Sí, voy a hacer mi propio sable de luz.- él le sonrió de lado, supuso que lo haría con el cristal que le había dado.

-Creo que te servirá más que para verte bien.

-Sí, algo así. Aunque un sable de luz propio también se verá lindo.

-Todo se ve hermoso en ti.- le dijo, Rey sonrojó, Kylo rio levemente dejando ver las perlas de su boca. Ella pensó en lo afortunada que era al verlo reír así, celosamente pensó que esa sonrisa seria compartida con sus padres en el futuro.

-Parece que comenzaran a aceptarte.

-El que estés conmigo hará a las personas confiar más en mí.

-La sabiduría de Luke te ayudará a guiarlos.

-Sabes, aún tengo un dolor punzante en mi corazón cuando recuerdo lo que ocurrió con mi tío.

-Sabrás perdonarlo, después de todo él es el causante de todo lo bueno y malo que te ha pasado.- Ben no dijo nada, se quedó pensando en esas palabras, después de todo era cierto.

Rey jugueteába con el cabello de Ben, recordaba como ayudaba a la unidad 2V a peinarlo cuando recien llegó a servirle, como enredaba sus dedos entre su espesa cabellera, en ese entonces Ben era un adulto de 25 años y ella una niña de 15 que nunca había olvidado como el pequeño Ben llegó a aquella nave con sus vestimentas de jedi.

Después de unos minutos la conexión se rompió, dejándolos solos a la distancia, Ben observó por la ventana los pods que creaban el tráfico de la tarde. Rey por su parte se abrazó las rodillas sonriendo al pensar lo afortunada que era al poder formar parte de la vida de ese hombre.

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Rey regresó tarde a la base, pensaba ideas para comenzar la construcción de su sable de luz, pensaba en hacer una lanza ya que estaba acostumbrada a pelear con su bastón y tenía gran habilidad con el.

De camino se encontró con Finn, quien la miro y se encogió de hombros, Rey tragó duro, debía arreglar las cosas con él.

-¿Podemos hablar?- preguntó ella, él le hizo un movimiento con la cabeza para que lo siguiera, entonces ella inició. –Finn, ¿recuerdas el día que nos conocimos?- él la miró mientras caminaban a paso lento. –Yo lo recuerdo como si hubiese ocurrido ayer, era muy despistada y si esa vez me hubieses reportado habría muerto.

-Eras una niña, no podía hacer algo así.

-Ese día me dijiste que ambos éramos esclavos. Hace poco, con ayuda de la rebelión pudimos escapar de esa prisión, pero yo regresé, ¿sabes por qué?

-Supongo que sí.- dijo en voz baja.

Poco a poco veían como la base se hacía más grande conforme se acercaban.

-Siempre he estado enamorada de Kylo Ren,- Finn la miró con disgusto. –me esforcé siempre por llegar hasta él, cumplí al pie de la letra las normas de etiqueta para ganarme el derecho de servirle, cuando lo logré y estuve con él me sentí bien, estar a su lado me sigue haciendo sentir bien.

-No quiero continuar con esto, Rey.- agachó la mirada, sus ojos comenzaron a lagrim pmear pero no dejaba que el agua salada cayera de sus cuencas.

-Finn, quiero estar toda mi vida a su lado, por eso te pido que busques a alguien que desee hacer lo mismo contigo.

Llegaron a la base, Finn se despidió de Rey dándole un beso suave en la mejilla, ella lo abrazó tan fuerte como siempre. A la distancia los veía Poe, quien sonreía al ver que ya habían hecho las paces.

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Meditando en su camarote en el halcón milenario, apareció frente a ella un espíritu de la fuerza, en esta ocasión se trataba de un hombre de avanzada edad, con barba un poco larga y bastante poblada, como en la vez anterior, se puso de pie y se inclinó para saludar a su maestro.

-Buenas noches, joven Rey.- ella levantó la mirada para verlo a la cara. –Toma asiento, vamos a hablar.

-Sí, maestro.

-Mi nombre es Obi-Wan Kenobi, fui maestro de Luke y Anakin.

Las palabras sorprendieron, solo había escuchado unas cuantas cosas de él, de como que se sacrificó para ayudar a escapar a Luke y Leia de la estrella de la muerte.

-Es un placer conocerlo, maestro. He escuchado algunas cosas sobre usted.

-El placer es mío.

Rey sonrió un poco, esperaba la lección que le fuese a dar Obi-Wan, Yoda le había hablado sobre equilibrio, Luke ya le había hablado de instinto, pensaba en la técnica de combate recordando haber visto algunas grabaciones holográficas de sus batallas, su estilo de pelea era impecable y único.

-El día de hoy te voy a hablar de uno de los tres pilares de un Jedi.

Rey asintió, se sentó en el suelo metálico de la nave, sintió el frio del suelo y lo ignoró por completo. Obi-Wan continuó.

-Fuerza, Conocimiento y Autodisciplina, son los tres pilares que componen las bases de un Jedi. La autodisciplina es el tercer escalón, ¿Por qué? Hasta que no hayas demostrado tu conexión con la fuerza y la voluntad de estudiar y aprender, no se puede admitir al estudiante en ninguna clase.

Rey lo miraba con cierta curiosidad, <<Ahora si es como recibir una clase>> pensaba, al igual que tener donde escribir para no olvidar los detalles más importantes de su lección.

-Hasta ahora has entendido la parte de la meditación por lo que pasaremos a algo más interesante.

-¿Qué puede ser más interesante que meditar? Maestro- dijo sarcásticamente, el hombre se sobó la frente como si le doliera, lo que parecía ilógico al ser un espíritu de la fuerza.

-Tienes el carácter de Anakin.- Dijo en voz baja, se incorporó y continuó. –El sable de luz es el arma de un caballero jedi.- al escuchar esas palabras los ojos de Rey se iluminaron, estaba ansiosa por aprender esa parte. -La acción de construir un sable de luz marca para siempre a los Padawan como miembros de la orden Jedi.- comenzó a decir Obi-Wan –Es la oportunidad de crear un sable personal y genuino. Los Jedi se esmeran en mantener una cierta similitud en la actitud, pero no se marca esta regla alguna por lo que respecta a esta arma tan personal.

-¿Entonces puedo hacer uno con doble hoja?

-Por supuesto, es la muestra de tu actitud, el principio es el mismo, pero el producto final siempre varía. En el pasado los sables de luz de doble hoja eran característicos de los Sith,- al escuchar esa palabra la piel de Rey se hizo de gallina. -aunque no hay nada perverso en su diseño. Usar una de esas requiere años de estudios.- eso la tranquilizó un poco.

-Creo que podre dominarlo.

-Es un riesgo que debes estar dispuesta a tomar.- ella asintió y mostro una sonrisa de lado.

Kenobi le explicó lo más sencillo que pudo las partes que necesitaba para ensamblar su sable de luz; el mango, la matriz emisora, el ensamblaje del lente, la célula de energía y el cristal de enfoque, eran piezas que debía encontrar, ya contaba con el mango, para el pensó en utilizar la parte media de su viejo bastón, y claro el cristal que utilizaría era el que Ben le había regalado.

-Cuando tengas todos los materiales deberás concentrarte, las piezas de la empuñadura del sable de luz deben fundirse a nivel molecular, lo que se consigue mediante la aplicación precisa de la Fuerza. Cualquier error en el proceso de alineación puede sufrir el riesgo de una explosión al activar el sable.- se sujetó la barbilla acariciándola de forma pensativa –No querrás perder una mano.- bromeó. –Con esas bases, podrás hacer tu sable de luz, si tienes alguna duda acude a Luke, él sabrá ayudarte.

-Muchas gracias por su clase, maestro.- le dijo la chica sonriendo. Antes de que se desvaneciera se puso de pie, se inclinó de nuevo, segundos más tarde, ya se había desvanecido.

Más animada que nunca se puso en marcha a trabajar, comenzó con intentar desarmar su bastón, le quitó las vendas que cubrían algunas partes al igual que el cuero y los aros con los que lo colgaba a su espalda. Buscando herramienta encontró los viejos libros Jedi, ojeo uno encontrándose con la lección que le había dado Obi-Wan, vio un dibujo muy similar a su bastón <<Phrik-electro-staff>> leyó en su mente, sabía que su bastón se trataba de uno de esos artefactos, por lo que si lograba abrirlo podría encontrar todo lo que necesitaba dentro.

Trabajó toda la noche, logro encontrar todo lo que necesitaba, permanecía trabajando en el suelo metálico del halcón, Han pasó a ver qué era lo que hacía pero estaba tan concentrada que prefirió no hablarle.

Antes del amanecer se dirigió al rio con un bolso, que contenía las piezas. Debía concentrarse y el único lugar tranquilo que conocía en ese sistema era la orilla del rio donde se encontraba con Ben. Colocó un pañuelo en la hierba, puso en orden las piezas, se quitó la cadena que tenía el cristal y lo puso a en medio de todos los materiales.

-Bueno, es hora.- se dijo a sí misma.

Se sentó en posición de meditar, extendió sus manos, cerró los ojos y utilizó la Fuerza para comenzar a unir los materiales. Los objetos se levantaron, el cristal comenzó a brillar, poco a poco todos los objetos se fueron haciendo uno. El sudor por el esfuerzo caía de su frente a gotas. Después de unos minutos un único objeto callo en sus manos, al sentirlo abrió sus ojos encontrándose con el mango de su nueva arma.

A lo lejos la observaba Luke, quien sonreía al ver el esfuerzo de la chica al crear su propio sable, recordó con melancolía como perdió su mano derecha al mismo tiempo que perdió el sable de su padre, el mismo día en que supo que ese era Vader. Sintió la presencia de espíritus de la fuerza, eran el Maestro Yoda y el viejo Obi-Wan.

-Es una buena chica.- dijo el viejo a quien una vez Luke llamó Ben.

-Instrucción necesita aun.- dijo el más pequeño se estatura con su voz ronca.

-Ha aprendido mucho de ustedes.

-Ella la nueva elegía es, equilibrio a la fuerza con ayuda del joven Solo traerá. Ujum...- hizo una pausa. –Fe en ella debemos tener.

-Vio a los dioses de Mortis.- mencionó Luke.

-Eso solo corrobora lo que el maestro Yoda dice.

Rey se puso de pie, estaba nerviosa, iba a probar por primera vez su sable doble <<Espero que no explote>> pensó. Lo tomo con ambas manos justo por el medio, presiono los dos interruptores al mismo tiempo, para su sorpresa funcionó, se asombró al ver el color que era de un rosa pálido, en seguida se puso a probarlo. Estaba tan emocionada de su logro que sonreía ampliamente.

Los espíritus de Obi-Wan y Yoda dejaron solo a Luke, quien se acercó a ella sonriente.

-Bien hecho Rey, bien hecho. 

**Notitas llenas de Love** 

Este capitulo lo escribí basándome en el libro "La senda del Jedi", y como se habrán dado cuenta, como en capítulos anteriores, en "Leía, Princesa de Alderaan". 

El color del sable doble de Rey lo elegí por un vídeo de un juego donde le hacían preguntas a Daisy, donde cuestionaban el color de sable que le gustaría tener y ella dijo rosa, así que no dudé en usarlo xD. 

Voy a tratar de actualizar toda la semana, ya que voy a cambiar de empleo y no sé cada cuando pueda subir capítulos nuevos. TnT 

Como siempre, agradezco sus votos y comentarios, los quiero con todo mi Kokoro <3. 

"Que la fuerza los acompañe". 

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