bills el dios de la destruccion


Super Buu se encontraba en el super yate de Bulma, flotando en medio del océano mientras disfrutaba del suave balanceo del barco. Las risas y la música festiva llenaban el aire, ya que Bulma celebraba su cumpleaños de una manera espectacular. Buu reflexionaba sobre los últimos seis meses y las numerosas transformaciones que había experimentado desde la lucha con Janemba.

Super Buu: (pensando) Seis meses desde Janemba... Ha sido un tiempo interesante.

Recordó cómo, después de la batalla en el Infierno, regresó a la Tierra. Todos quedaron sorprendidos por su nueva apariencia, producto de absorber a Janemba. Ahora, mientras estaba en el yate, se preguntaba si Bills, el Dios de la Destrucción, se presentaría como la última vez. Además, se preguntaba si Goku ya había aceptado el desafío de pelear con Bills en el Planeta de Kaio Sama, y si este par de poderosos seres pronto aparecerían en la Tierra.

Super Buu: (murmurando) ¿Bills y Whis estarán en camino?

Mientras Buu observaba el horizonte, su mente divagaba hacia su estancia en el Planeta Sagrado con Shin y Nishi. Apreciaba el tiempo que pasó allí, entrenando y mejorando su control sobre sus nuevas habilidades. Pero, a pesar de sus logros, la expectativa de un enfrentamiento con Bills lo mantenía alerta.

Super Buu: (sonríe) Goku, Goku... ¿Estás listo para recibir a Bills y Whis en la Tierra?

En ese momento, la puerta del yate se abrió, y Bulma apareció con una sonrisa radiante.

Bulma: ¡Buu! ¡Estás aquí! ¡Ven y únete a la diversión!

Super Buu: (sonríe) Por supuesto, Bulma. Solo estaba contemplando el horizonte.

Buu se unió a la celebración, pero su mente aún estaba enfocada en lo que podría depararle el futuro. La incertidumbre y la emoción se mezclaban mientras esperaba el próximo desafío. Sin embargo, por ahora, la vida en la Tierra continuaba con alegría y festividad, y Buu estaba dispuesto a disfrutar del presente.

Super Buu, mientras disfrutaba de la celebración en el yate, notó cómo de las sombras emergieron Bills, el Dios de la Destrucción, y su fiel compañero Whis. La sorpresa se reflejó en los rostros de los presentes, especialmente en el de Vegeta, quien mostró un ligero nerviosismo ante la presencia de Bills.

Super Buu: (realiza una reverencia) Señor Bills, señor Whis. Es un honor tenerlos aquí.

A pesar de la tensión en el aire, Super Buu decidió actuar con cortesía. Se acercó a Bills y Whis con una sonrisa amigable.

Super Buu: (sonríe) ¿Les gustaría un poco de chocolate, señores?

Super Buu, con un simple gesto de su mano, transformó dos objetos cercanos en deliciosas golosinas de chocolate. Extendió los dulces hacia Bills y Whis, quienes los aceptaron con gusto.

Bills: (mientras disfruta del chocolate) Interesante. No está mal.

Whis: (sonríe) Gracias, Super Buu. Siempre es agradable probar algo nuevo.

Vegeta observaba la interacción con cautela, aún preocupado por la presencia de Bills. Super Buu, a pesar de sus propias aprehensiones, mantenía una fachada de calma y respeto.

Super Buu: (pensando) Mantén la calma, Buu. No queremos problemas.

La celebración continuó, pero la presencia de Bills añadió una capa de tensión al ambiente. Super Buu estaba decidido a mantener las cosas en orden y disfrutar de la fiesta, pero sabía que en cualquier momento podrían surgir sorpresas inesperadas.

En ese momento, Bills se dirigió a Whis con curiosidad.

Bills: ¿Quién es este ser que nos saludó, Whis?

Whis: (con su bastón) Este es Majin Buu.

Whis señaló hacia Super Buu, quien permanecía respetuosamente a cierta distancia.

Whis: Un ser extraordinario con habilidades únicas.

Bills asintió con una expresión de interés, observando detenidamente a Super Buu. La presencia de Majin Buu había llamado la atención de los dos poderosos seres cósmicos, y la fiesta estaba a punto de tomar un giro inesperado.

Bills disfrutaba de la abundancia de comida que Vegeta y Super Buu le ofrecían durante la celebración en el yate. Mientras degustaba los manjares terrestres, la curiosidad sobre los saiyajines surcaba su mente.

Bills: (mientras come) Por cierto, Super Buu, ¿alguna vez has oído hablar del Super Saiyajin Dios?

Super Buu, mostrando una expresión de desconcierto, respondió sinceramente.

Super Buu: No, señor Bills, no tengo conocimiento de eso.

En su interior, Super Buu pensaba estratégicamente. Prefería que la información sobre el Super Saiyajin Dios se revelara en un momento más propicio, tal vez cuando Goku estuviera presente y pudieran usar las Esferas del Dragón para obtener respuestas más precisas.

En ese momento, Bills también volvió su mirada hacia Vegeta, quien estaba ocupado atendiendo a los invitados y disfrutando de la festividad.

Bills: (dirigiéndose a Vegeta) Vegeta, ¿tú sabes algo sobre el Super Saiyajin Dios?

Vegeta, aunque con cierto orgullo, admitió su falta de conocimiento sobre el tema.

Vegeta: (encogiéndose de hombros) No tengo idea. señor bills

Bills continuó comiendo mientras reflexionaba sobre la situación. La información sobre los saiyajines parecía un misterio para él, y la curiosidad lo llevó a buscar respuestas entre aquellos que podrían tener conocimiento de tales cosas.

Bills: (mientras come) Interesante. Parece que el tema del Super Saiyajin Dios es un misterio por aquí.

Super Buu mantuvo su expresión neutral, ocultando sus verdaderas intenciones. Sabía que, en algún momento, Goku podría proporcionar la información necesaria, y entonces podría ejecutar su plan para obtener más respuestas sobre el misterioso poder del Super Saiyajin Dios. Mientras tanto, la fiesta continuaba, y Super Buu esperaba pacientemente el momento adecuado para llevar a cabo su estrategia.

Mientras tanto, Super Buu mantenía su semblante imperturbable, ocultando astutamente su conocimiento sobre el Super Saiyajin Dios. Él estaba al tanto de la existencia de ese poder, pero decidía aguardar la llegada de Goku para proponer la idea de usar las Esferas del Dragón.

Goku apareció con una expresión tranquila mientras Bills formulaba su pregunta sobre el Super Saiyajin Dios. Goku, con su característica humildad, negó saber la respuesta precisa, pero sugirió que conocía a alguien que podría proporcionar la información necesaria. En ese momento, Vegeta y Super Buu asintieron, respaldando la idea de Goku.

Los tres guerreros convencieron a Bulma de permitirles usar las Esferas del Dragón para obtener respuestas sobre el Super Saiyajin Dios. Bulma, curiosa y emocionada por la perspectiva de un nuevo descubrimiento, aceptó la propuesta. Goku, utilizando su habilidad para invocar a Shenlong, reunió a las esferas y pronunció las palabras mágicas para que apareciera el dragón.

Con Shenlong en escena, Super Buu tomó la iniciativa y, sin rodeos, le preguntó sobre el Super Saiyajin Dios. Shenlong, con su tono majestuoso, comenzó a relatar la antigua leyenda de los saiyans y cómo un guerrero se transformó en el Super Saiyajin Dios. La historia narraba la necesidad de seis saiyans de corazones puros para llevar a cabo el ritual y que uno de ellos alcanzara la transformación.

Shenlong, tras compartir la historia, desapareció, dejando al grupo absorbido por la magnitud de la revelación. Super Buu, sin perder tiempo, planteó la cuestión clave: ¿quién sería el elegido para realizar el ritual? En ese momento, Videl, con una expresión serena y sonriente, decidió revelar un secreto que cambiaría el curso de los acontecimientos: estaba embarazada de Gohan.

La noticia llenó la atmósfera con alegría y emoción. Goku, Vegeta y Super Buu se dieron cuenta de que ya tenían los seis saiyans de corazones puros necesarios para llevar a cabo el ritual del Super Saiyajin Dios. La perspectiva de Gohan como uno de los protagonistas del ritual era evidente, y todos estaban ansiosos por comenzar.

Goku propuso de inmediato iniciar el ritual, y todos se reunieron para prepararse. La energía positiva y pura de los saiyans se unió en un esfuerzo conjunto, marcando el inicio de un momento trascendental. Los seis saiyans, con Gohan liderando el camino, canalizaron su poder hacia Goku, quien se encontraba en el centro del círculo, listo para asumir el desafío.

A medida que la energía se acumulaba, una luz intensa envolvió a Goku. El brillo dorado característico del Super Saiyajin Dios comenzó a emerger, y Goku se transformó, sintiendo el poder divino fluir a través de él. La transformación estaba completa, y Goku, ahora imbuido con el poder del Super Saiyajin Dios, se encontraba ante sus amigos y familiares con una energía celestial resplandeciendo a su alrededor.

Las miradas de admiración y asombro se reflejaban en los rostros de aquellos que presenciaban este poder celestial. Super Buu, Vegeta y los demás se dieron cuenta de que el Super Saiyajin Dios estaba frente a ellos, listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Goku, en su nueva forma, expresó su gratitud y determinación. La revelación del Super Saiyajin Dios y el éxito del ritual dejaron al grupo lleno de esperanza y expectación. Ahora, con un nuevo poder en sus filas, los guerreros Z se preparaban para el futuro, sabiendo que enfrentarían desafíos aún mayores con Goku liderando el camino como el legendario Super Saiyajin Dios.

Goku, recién transformado en el Super Saiyajin Dios, se preparó para enfrentarse a Bills, el Dios de la Destrucción. La atmósfera se llenó de anticipación mientras ambos guerreros flotaban en el aire, listos para librar una batalla que determinaría el destino de la Tierra. Super Buu, observando la escena con calma, comprendía la gravedad del enfrentamiento y mantenía su atención en el combate que estaba a punto de desencadenarse.

Los dos contendientes intercambiaron miradas intensas antes de lanzarse hacia el cielo, dejando atrás el suelo terrestre. Super Buu, conocedor de la increíble fuerza de Bills, se limitaba a observar desde la distancia, sabiendo que su papel en este enfrentamiento era más secundario. La lucha comenzó con una velocidad asombrosa, con Goku esquivando los ataques de Bills y respondiendo con movimientos ágiles y precisos.

La intensidad de la batalla creció con cada momento. Goku, aprovechando al máximo su nuevo poder como Super Saiyajin Dios, lograba plantar cara a Bills, quien demostraba ser un oponente formidable. Los cielos vibraban con la energía de la confrontación, y Super Buu reconocía la magnitud de los ataques desencadenados por ambos combatientes.

Después de una lucha encarnizada, donde la tierra temblaba ante la potencia de los impactos, Bills tomó una decisión sorprendente. En un momento de pausa, el Dios de la Destrucción decidió no destruir la Tierra, alegando que esperaba que tanto Goku como Vegeta se volvieran más fuertes en el futuro. Esta revelación dejó a todos los presentes desconcertados y aliviados al mismo tiempo.

Whis, el acompañante de Bills, expresó su aprobación por la decisión y, con una sonrisa, se dirigió a Super Buu. Curiosamente, le pidió al Majin Buu una tanda de dulces antes de retirarse. Super Buu, sin mostrar ningún signo de irritación, asintió y, usando sus habilidades mágicas, generó una generosa cantidad de deliciosos dulces que entregó a Whis.

Bills, satisfecho por la resolución del enfrentamiento y complacido con las golosinas de Buu, y Whis se despidieron. Ambos se elevaron hacia el cielo y se retiraron de la Tierra. Super Buu, Goku, Vegeta y los demás guerreros Z observaron cómo se alejaban, contemplando la conclusión de un enfrentamiento que podría haber tenido consecuencias devastadoras.

Después de que Bills y Whis se fueron, el grupo restante reflexionó sobre lo ocurrido. Goku, agradecido por la oportunidad de probar su nuevo poder, expresó su determinación de seguir entrenando y mejorando. Vegeta, aunque aliviado de que la Tierra no fuera destruida, estaba decidido a alcanzar nuevas alturas en su propio poder.

Super Buu, aunque en silencio, absorbió la información y continuó siendo una presencia serena en medio de los guerreros. Sabía que su papel en estas batallas cósmicas era diferente al de los saiyans, pero también comprendía que su habilidad para observar y aprender le otorgaba un conocimiento invaluable sobre los límites de los guerreros en la Tierra.

La atmósfera se calmó, y los guerreros Z decidieron regresar a sus vidas cotidianas, sabiendo que el universo siempre podría presentar desafíos inesperados. Super Buu, aunque en apariencia tranquilo, mantenía un sentido vigilante y una curiosidad constante sobre el curso de los eventos futuros.

En los días que siguieron, Super Buu continuó su existencia en la Tierra, interactuando con los guerreros Z de maneras inusuales pero cada vez más aceptadas. A medida que la paz regresaba, el Majin Buu mostraba una faceta más amigable y cooperativa, incluso disfrutando de momentos de tranquilidad con aquellos que alguna vez fueron sus oponentes.

La conclusión del enfrentamiento con Bills marcó un nuevo capítulo en la historia de los guerreros Z. Mientras entrenaban y se preparaban para futuros desafíos, Super Buu, con su conocimiento acumulado y su perspectiva única, se mantenía como un participante intrigante en este relato en constante evolución.

espero que les haya gustado

 opiniones

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voten compartan y hasta la proxima 

esta vez en ves de un meme les dejo una pregunta

gente tambien aviso aqui y en las demas historias tanto las que estan como las nueva que me tomo un tiempo de dejar de publicar en wattpad para escribir mas tranquilo sin tener tanta presion en si no se preocupen no dejare de publicar solo me tomo un tiempo de hacerlo de esta manera tan apresurada

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