Capitulo 7

N/A: 

Dedicado a Mr__OT12  ¡Espero te guste hermosa! 


Siento mis piernas temblar como la misma gelatina a cada paso que doy hacia la oficina de Jongin.

Al pasar por el escritorio de su secretaria, esta me mira de arriba abajo, sé que lo le agrado. Sin decirme nada, me concede el paso.

Mis manos sudan, estoy muy nervioso.

Tomo la perilla entre mis manos y la giro con lentitud, cierro los ojos y hasta ganas de rezar me dan. Pero me detengo, primero debo tocar y así lo hago.

-Pasa –dice con voz dura. Al parecer sabe que soy yo.

Trago saliva, resoplo y me abro paso a la oficina de Jongin. Al entrar, lo miro y él me mira, sus ojos se clavan penetrantes sobre mí. Está muy cómodo sentado en su sillón, sus brazos recargados en los recodos.

-¿A-A pasado algo? –tartamudeo de lo nervioso que me pone.

-Tú dirás que –responde.

-¿Yo? ¿Por qué debería saberlo? –aumento mi tono de voz.

-¿Crees que me ha gustado ver lo de hace unos minutos atrás mientras hacia una inspección sorpresa? –pregunta.

-¿A qué te refieres? –esto me confunde.

-Sabes que no me gusta que toquen lo que es mío –me recuerda y eso me enfurece.

-¿Y dices que yo soy tuyo? –espeto burlesco.

-¿Y tú todavía te atreves a preguntarlo? –ríe de igual forma.

-Jongin –estoy furioso-, a mí me pude tocar quien se me dé la gana, donde sea, cuando sea y cuando quiera –contraataco.

Él me mira. No dice nada. Está furioso.

-KyungSoo –sentencia. No quiere que siga.

-Sabes que es cierto ¿Por qué negar la realidad, mm? –me estoy arriesgando mucho, como últimamente lo he estado haciendo.

-KyungSoo, si sigues, no sabes lo que podría hacerte –amenaza.

-O sea, ¿Me pegaras? –digo indignado.

-No cariño. Jamás te pondría una mano encima, bueno, de esa forma –sonríe ladino-. Solo que, si sigues, te follare ahora mismo; duro y bestial junto a ese muro –apunta a la izquierda.

Trago saliva. De un momento a otro he perdido toda mi valentía.

-¿Para qué me has requerido aquí? –cambio de tema.

-¿Tienes miedo? –mi cerebro grita peligro en cuanto él se pone de pie.

-Si –admito.

-¿Por qué? –camina a paso lento hacia mí.

-Porque cada que tú y yo estamos juntos, hacemos algo mal –su sonrisa se borra y en segundos lo tengo frente a mí, pegándome a la pared, juntando mis manos y poniéndolos sobre mi cabeza mientras que su mano libre me acaricia la cintura y una pierna se interpone entre las mías.

-Siempre me gustara hacer las cosas mal, siempre y cuando, sea contigo –y sin más, sus belfos se estrellan con intensidad contra los míos y yo como siempre, estoy sometido a él y le respondo de igual forma. Nuestras bocas se necesitan con urgencia, nuestras lenguas se extrañaban y yo lo amo tanto que estoy mal.

Nos separamos necesitados de aire. Nos miramos con desesperación pero con tanto deseo que quiero devorarlo. Sin palabra alguna, me desabrocha mi pantalón y de un tirón rápido, lo baja junto con mi bóxer.

-Rodéame –ordena y yo lo acato. Él me ayuda a montarlo con sus manos en mi cintura. Una vez hecho, sonríe ladino y yo igual. Baja su mano hasta tocarse su bulto ya despierto –mucho para no mentirles- y con menuda agiles, se desabrocha el cinto junto con el pantalón, escucho como abre su bragueta para dejar escapar a su graaan amigo. Y como siempre, me toma de sorpresa, me empotra duro y fuerte, gimo y quiero seguir haciéndolo pero él me besa llevándose con él mis gritos gustativos.

-Mierda, te extrañe tanto Soo –muerde mi labio y yo gimo de gusto.

Sentirlo dentro de mí es como mi parálisis mental. Me deja seco. No pienso. Solo disfruto del momento en el que él me hace volar, ignorando que cuando él esté satisfecho, me dejara caer de golpe.

Gemidos, su choque contra mi trasero y el sonido de su cinto son la música que hay en la oficina del jefazo. No me preocupa que se escuche, porque sé que no pasara. Esta oficina es especial.

Deja, como siempre, sus manos decorando mi cintura, sus labios mi cuello y su boca una mordida en mi labio ¿Es que acaso nunca aprenderé?

Después de unas estocadas más, él termina dentro mientras yo en mi torso.

-Por Dios, quiero más sexo de este –dice.

Su cara está escondida entre mi cuello y mi hombro. Estamos sudados y cansados. Él respira agitado contra mi piel sensible; su aliento es tan tibio. Mientras lo hacíamos, él me desabrocho mi camisa para poder deleitarse con mi piel descubierta.

-Me temo que nunca podre dejarte –confiesa y eso, me hace regresar en sí.

-¿Q-Que? –digo lo que ya oí.

-Que nunca te dejare, Soo –lo repite provocando que un escalofrío me recorra completito.

Me remuevo para que el me suelte y aduras penas, lo hace. En cuanto estoy abajo, comienzo a ponerme la ropa que voló; mi bóxer, mi pantalón y abrocho mi camisa.

-Jongin, ¿Estas consiente de lo que has dicho? –pregunto.

Le miro y él me mira mientras acomoda su ropa.

-Si –ah ¿Por qué soy tan estúpido cuando se trata de él?

-Acabas de decir que... ¡Quieres que siempre tenga la etiqueta del "otro", de tu amante! –le espeto furioso.

Él no dice nada y solo me mira, como siempre.

-No puedo ofrecerte otra etiqueta que no sea esa, KyungSoo –mis sentidos se paralizan. No aparto mi vista de la suya y él de la mía tampoco.

Y aquí es cuando me pregunto ¿Querías más KyungSoo?

-¡Vete a la mierda Jongin! –le espeto.

Me giro para largarme de su estúpida oficina como él, pero él me alcanza y me toma del brazo ejerciendo demasiada fuerza. Yo me giro enrabietado y le miro de la misma forma.

-No puedo dejar a TaeYeon. Sabes que ella es mi luz –quiero golpearlo ahora mismo.

-La luz de tu oscuridad que soy yo ¿no? Cada que te sientes mal, vas a ella, pero cuando estas molesto, vienes a mí porque sabes que no puedes hacerle daño a ella pero a mi si –mis ojos se nublan ¡Pero que ni crea que llorare frente a él!-. No quieres lastimarla pero siempre me buscas y lo peor es que yo no te niego. Sabes que si ella se entera de esto, ella sufrirá aún más ¿no? –asiente-. Entonces ¿Por qué seguir con esto? –estoy mas furioso que triste.

-Porque te necesito tanto a ti como la necesito a ella. El sol necesita de la noche para sobresalir, el agua necesita de la tierra y el fuego, la luz de la oscuridad, TaeYeon de KyungSoo y yo de los dos –y el sentimiento más estúpido y vulnerable que tenemos, sale a flote, la tristeza.

-Eres un egoísta Jongin... -musito.

-Lo sé, pero prefiero ser egoísta a perderte o perderla –admite.

-¿Qué pasa si soy yo el que ya no quiere que lo necesites? –miro sus ojos y el miedo está presente.

Vaya, Kim Jongin me teme...

-¡¿Estas con él verdad?! ¡¿Estas con ese puto?! ¡¿Cómo ya tienes quien te folle mejor me dejas?! ¡Pero ni lo creas KyungSoo, porque si tú me dejas, yo digo todo! –todo me entra de golpe, pero lo último me deja atónito.

-¿Q-Qué has dicho? –titubeo.

El agarre de su mano sobre mi brazo se hace incomodo por el dolor.

-Lo que escuchaste, si tu algún día me dejas, yo le diré a TaeYeon todo lo que tú y yo tuvimos. Si te pierdo, la pierdo a ella, pero tú también. Perderías a la única familia que te queda –no puedo creerlo... Jongin me está amenazando.

-No te atreverías –quiero llorar.

-No me retes KyungSoo. Que soy tan capaz de eso como he sido capaz de despedir a Suho –mis ojos se abren como plato al escuchar tal declaración.

-¡¡¡¡¿Qué?!!!! –grito.

-¡Escuche al muy imbécil alardeando de su cita contigo con tu estúpido amigo Baekhyun! ¡No dejare que nadie aparte de mi te tenga! ¡Te dije que no te quería cerca de él pero no me hiciste caso; le tomaste la llamada y encima aceptaste salir con él! –ya no es una plática razonable. Son puros gritos. Está bien, nunca hemos tenido una plática razonable.

-¡No puedes hacer eso Jongin!

-¡Claro que puedo!

-¡Regresarle su trabajo! –pido.

-¡Que no, mierda! –sus dedos se clavan en mi brazo y chillo de dolor.

-Regrésalo y nunca más le volveré a dirigir la palabra... por favor –suplico.

-Aunque no regrese, nunca más lo harás –Jongin está saliéndose de sí. No está pensando. Él nunca se había descontrolado de esta forma.

-J-Jongin –gimo de dolor. Esta tan furioso que no se percata del daño que me está haciendo.

-Ahora KyungSoo, debes de saber que tanto TaeYeon como tú, me importan por igual. No importa que etiqueta tenga el otro, ambos son míos y si alguien les toca, la pagaran muy caro. Por ello te advierto, cuida muy bien lo que haces con tu compañero –suelta y yo quiero golpearlo duro.

-¿Por qué te aferras de esta forma a mí, el juguete que fui para ti, el otro? –inquiero.

-Porque es lo que tu pedias a gritos con tus lagrimas después de que dejaba la cama. No me culpes de todo KyungSoo, que tú como yo tuvimos la misma porción de culpa en esto -¡cínico!

Le miro y mis ojos se llenan de lágrimas. Esto no era lo que yo quería, es más ¡no sé qué era lo que realmente quería de Jongin, pero definitivamente esto no!

-Te odio en este momento –confieso.

-Lo sé –admite.

-Suéltame –pido y él lo hace.

-Me descontrolas más de lo que ella puede. Me estas volviendo loco KyungSoo –y su confesión me paraliza. Bajo mi cabeza y dejo escapar un par de lágrimas-. Vete. Vuelve al trabajo. Esta noche estaré en tu departamento a las 10:00, no te duermas –ordena.

Y mi sangre hierve de inmediato. Me giro y salgo a prisa de esa oficina que nunca debí pisar. No me importa lo que dirá su secretaria, pero seguro, pensara que el jefazo me ha regañado con ese modo que tiene.

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N/A: 

¡Holaaaa Donitas! 

¿Les gusto el capitulo? 

¿Que les pareció? 

Las cosas entre Kyung y Jongin se están poniendo... feas. 

¿Quien golpea a Jongin junto conmigo? 

Disculpenme, no me gusta escribir smut además de que no soy buena redactandolo. Perdonen el capitulo  :(

*

Por cierto, las invito a leer "Las aventuras de Aeri" un nuevo fic que les traigo. La historia sera narrada por un ave que vera las aventuras de Aeri junto a 12 pequeños híbridos. En este podrán  leer desde la OTP mas común hasta la mas rara, pero serán amorios muy tiernos y lindos. Y como saben, Aeri representa EXO-L :'3

¡Espero les guste! 

*

Bueno, esto es todo. 

¡Muchas gracias por lee y esperar! 

¡Nos leemos luego!

**Disculpen mis faltas ortográficas** 

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