Especial de año nuevo, final.

Personas golpeadas se encuentra tiradas por el suelo, de pie en medió de ellos, esta un fornido e atractivo hombre de cabellos lagos negro y una diabólica mirada color miel. En su mano sostiene un tubo de hierro, en la otra un cigarro. La camisa blanca está chispeada de sangre como parte de su rostro de porcelana.

—¡Malditas escorias!—Se pone de cuclillas—Debieron de quedarse quietos, todavía se los advertí—Apaga el cigarro en el rostro de uno de ellos, parecía ser el líder del grupo.

—¡Aah!—Gimio de dolor al sentir como su piel se quema—P-perdón—Suplica—No lo volveremos hacer... perdone nuestra ignorancia, señor Abiel.

Las demás personas que veían el desarrollo de esa situación, intentan no respirar para no ser notado. Le temían mucho a esa mirada de su jefe.

—¿Por qué debería?—Sonrio al mismo tiempo que hace presión en el hombro dislocado—¿Que ganó?

—Seremos sus perros....

"Clic" fue el sonido que produce el gatillo de un arma al dispararla, una bala atravesó el cráneo de hombre que se atrevió robar el cargamento de Abiel Hughes.

—No voy a criar perros que muerdan a su amo—Chasqueo su lengua—Limpien este desorden....—Quedo congelado al ver la figura que entró por la puerta—¡C-Cariño...Aah!—Fue derribado de una sola patada en el estómago.

—¡Se te olvidó que días es hoy!—Hace presión con su pie en el pecho de, Abiel—¡Quieres morir bastador!—Lo fulmina con la mirada.

Todos los miembros del grupo jadearon, ellos sabían quién mandaba en el lugar. Ninguno tenía el valor de ver a Matt Hughes cuando está molesto. Es una fiera.

—C-Cariño—Habla con dificulta—Claro que no se me olvidó—Intenta levántarse pero Matt, pone más fuerza en su pie—T-Todavia tenemos dos horas.

Claro que se que tenemos tiempo pero, estoy muy nervioso, después de cinco años de casados nos animamos adoptar. Iremos al orfanato.

—¡Pero aún sigues en esas fachas!—Mira a su alrededor, unas quinces personas medias muertas y dos bien muertos—¿No podías dejar esto para después?—Retira su pie del pecho de Abiel—Estas cosas podían esperar otro día.

No me sorprendí cuando me enteré que la familia de Abiel. Bajo las sombras era uno de los grupo de la mafia más poderoso entre varias familias. Mi familia por parte de mamá en mi anterior mundo, igual se dedicaban a lo mismo. Sospecha que Adiel también lo hacia.

Por eso no fue la gran sorpresa, tampoco me importó. Amo a este hombre y eso no cambiará por nada.

—No podía esperar ya qué después de esto me tomaré un tiempo. Mi padre me lo prometió.—Se pone de pie—Voy hacer padre de tiempo completo—Abraza a su esposa—¿Me perdonas?

—Alejarte—Camina entre los cuerpos hacía la salida— Voy a bañarme—Lo ve fijamente, esa mirada seductora que vuelve loco a, Abiel—¿No vendrás?

—¡Por supuesto!—Una gran cola y orejas de lobo aparecieron, sus subordinados solo frotan sus ojos creyendo estar viendo mal.—Limpien está sucedida.

—¡Si, jovén maestro Hughes! —Exclaman al unísono.

•••••••••

Sus manos tocaban con delicadeza mi desnuda y sensible pie que se vuelve un desastre al sentir los toques de sus grandes y ásperas manos. Estar en esta posición me hacía sentir tan expuesto, avergonzado, y emocionado al mismo tiempo.

Aunque no podía ver su penetrante mirada, podía sentirla en mi expuesto agujero. Eso solo causaba que ese lugar palpite deseoso de tener algo adentro, algo muy grande como el erecto miembro de mi esposo.

Las mejillas de matt están sonrojadas por el agua tibia que cae de la regadera y la posición inclinada hacia adelante con su trasero al aire mientras se sostiene de lo que pueda, sus piernas están separadas.

Eso le permite mas facilidad a, Abiel, de lamer cada parte de ese lugar íntimo y sedosa e hermosa piel del más joven.

Matt gime escandaloso al sentir como la lengua de su esposo, lame sus caderas para luego introducirla en ese lugar. Cómo animalito recién nacido le tiemblan sus piernas, era mucho placer para su sensible y deseoso cuerpo lascivo como el suyo.

—E-Esposo...¡UHG!—Siento que eloquencere, los gemidos hacen eco, muy vergonzoso.—Te quiero adentro—Jadea.

—Solo espera un poco más ¿Si?—Besa la bella espalda de su esposa. Quería dilatar bien ese lugar.

—Solo ponerlo—Demanda con impaciencia—No tenemos mucho tiempo...solo entra en mí—Se inclinó más hacia adelante, ese lugar se abría obsceno y se cerra con ansias de la incomodidad por estar vacío.

—Si duele me lo haces saber—Lame sus labios—Para poder detenerme—Desliza poco a poco hasta llegar al tronco, los dos gimieron por lo bien que se sintió.

Sigo sin acostumbrarme a esa maravillosa sensación de cuando entró en él, siempre me sorprende lo majestuoso que se siente, es como derretirte peor que un crujiente y dulce malvaviscos. Sus paredes me ultrajan de la manera más placentera.

Sigue siendo sorprendente como es que, ese largo y grueso falo entra en mi interior, llenándome por completo, cada vez que mueve sus caderas puedo sentir esa bara de carne más arriba de mi abdomen. La primera vez fue aterrador.

Tenía miedo que me partiera las entrañas, o recuerdar esa noche que olvide mucho antes de recordar, temía rechazar al amor de mi vida, y que eso se volviera un problema en nuestra relación.

Y así fue, no logre hacer el amor con Abiel la primera vez que lo intentamos, me congelé. Los recuerdos de esa noche con Adiel vinieron a mi como una brisa de invierno. Fue muy abrumador, pero no en el sentido de odiarlo o sentirme asqueado.

Hasta el final, Adiel había sido el hombre más caballeroso que puede conocer en ese mundo, en esos recuerdos aún con su estado de un animal salvaje en celo por el afrodisíaco, no me tomó bruscamente. Me preparo de la manera más gentil posible, eso me hizo odiarme una vez más, a mismo.

Pues desde el principio esa familia y el malnacido de Félix fueron los culpable de todo, y yo, yo me desquite con el cada vez que tenía la oportunidad.

Le confesé una vez más a mi esposo lo que pasaba, sentía que lo había traicionado por ver recordado esa noche que había olvidado, le pedí perdón. Y solo me expreso con dulzura, "Todo lo que pasó antes de conocernos no tiene porque afectarme, así hayas estado casado o fueras viudo te seguiré amando sin importar nada"

"No amo solo tu cuerpo, amo lo que tú eres. Ese ser hermoso que cruzó a otro mundo solo para conocerme y hacerme el hombre más feliz del planeta. Te amo"

Y así fue como pude desprenderme de ese pasado que ahora solo recuerdo como un mal chiste sin gracia alguno.

—T-Te amo—Gira un poco su rostro para poder ver a su amado que, le ayudó vencer sus miedos de la manera más paciente y amorosa—T-Te amo—Sollozo.

—Lo sé, cariño—Embiste con más fuerza—No tengas miedo, aunque no me lo hagas saber, yo lo sé. Tus ojos, sonrisa, gestos. Todo tú me expresas amor sincero—Besa el cuello del más joven, mueve sus caderas repetidamente—Te amo—Devoro los rojos labios de Matt.

Hubo un momento donde mi esposa pensaba que, si no me hacía saber cuánto me amba. Yo, creería que no era así.

Matt no quería hostigar con su te amo cada momento que tuviera la oportunidad de decírmelo, por eso se contenía por temor a que yo, pensará que es demasiado cursi. Pero jamas pensaría eso. Amo cuando me lo susurra al oído.

—¡Abiel!—Gime el nombre de su esposo al mismo tiempo que descargo todo en la pared de la ducha.

—Esposa—Dejo salir todo en la sexy espalda de Matt.

Los dos respiran entrecortado por la repentina epifanía de placer que inundó sus cuerpos. Cuando su respiración se normalizó, volvieron a darse un beso calido.

Treinta minutos después ya estaban más que listos para ir al orfanato a conocer ha su futura hija o hijo aún no se sabía.

—¿Crees que les caigamos bien?—Suben al auto—Los niños son muy inteligentes.

—Ya veras que si—Abrocha en cinturón de, Matt—Puede que a mí me tengan más miedo por mi apariencia de tipo malo—Besa la mano de su esposa.

El chófer puso en marcha el auto, faltan otros treinta minutos para la hora acordada, tenían que llegar a tiempo.

—¿No es mentira?—Sonrio al ver a su esposo—Pero uno muy atractivo y con un gran corazón—Apoya su cabeza en el hombro de Abiel.

De repente Matt sintió una sensación rara en su corazón, le decía que saliera del auto, que si no hacia se arrepentiría.

—¡Detén el auto!—Desabrocho el cinturón.

—¿Matty?—Abiel fue detrás de él—Esposa, ¿Que pasa?—Sin comprender nada, solo siguió a su esposa.

Matt corrió hacia la dirección donde un hombre mayor, con estómago de cervecero, estaba tomado del cabello a una pequeña niña.

—¡Sueltame!—Su mirada color miel brilla fríamente sin miedo alguno.

—¡Cállate maldita perra!...

—No te atrevas a tocarla—Matt sostuvo la mano que quería abofetear a la pequeña—¿No te avergüenzas de discutir con una niña, mucho más pequeña que tú?—Le retorció ese brazo.

—¡Aah!—Grito de dolor, había escuchado a la perfección el ruido de su brazo al quebrarse.—¿Quién demonios eres? ¡¿Quieres morir!?—Se fue encima de Matt. Pero Abiel lo envío al suelo.

—¡¡Toca a mí esposa y darte por muerto escoria humana!!—Lo pateó sin piedad, Matt cubrió los ojos de la pequeña—¡Ni yo me atrevo alzarle la voz y tú te atreviste maldito bastador. Eso es impermeable!—Siguió golpeado hasta que estuvo satisfecho.

—¿Estás bien?—Matt se puso a la altura de la niña, limpio con un pañuelo el sucio rostro de la pequeña—¿Tuvistes miedo?—Habla de la manera más suave para no asustarla, más de lo que ya estaba por culpa de Abiel.

—Solo duele un poco mi cabello—Acomoda sus dos coletas, ese cabello rojizo es muy bonito—Y si..—Apreta sus pequeños puño—Fue aterrador...el quería venderme—Sus grandes ojos se torna llorosos.

—¡DEJA DE MENTIR!—Se sobresalto el hombre moribundo que está en el suelo—Eres mi sobrina, ¡Cómo podría vender a mi propia sobrina!—Intenta sonar un tío amoroso.

—¿Entonces que son esos hombres que están en la casa... mamá murió hace menos de un mes y tú quieres venderme a esos viejos que me ven lascivamente.

Eso fue como romper el cofre donde se encuentra el demonio interior de Matt, quería matar a esa repugnante escoria.

—¿Dónde está tu casa?—Pregunte, no se si es el destino pero mi corazón se siente completo con su su presencia, es un sentimiento abrumador.

—A dos calles de aquí—Ve a Matt, se pregunta el por qué, la presencia de Matt, le hace sentir segura—Podria ayudarme, no importa si voy a un orfanato. Eso será mejor que ser vendida.

—¿Esposo?

—Es linda e inteligente—Escribe un mensaje para sus subordinados—Que tal si van por un helado mientras yo, arregló este problemilla—Sonrio.

—¿Te gustaría?—Le pregunté—Los adultos deben de hablar.

—Esta bien, pero es vez de un helado quiero comida—Tomo la mano de Matt—No he comido desde hace dos días.

Estuve escondida para que mi tío no me encontrará, esos viejos llegaban con más frecuencia a la casa, unas cuantas veces entraron a mi habitación pero, gracias a Dios, en la casa había un ático por lo que, me escondo allí.

—Me parece bien, después de todo ya es tarde—La levanta para sostenerla en sus brazos, ella tenía 8 años—¿Cómo te llamas?

—Ayla.

Matt y Abiel se congelaron por un momento, era el nombre que Matt, le quería dar a su hija de aquel mundo que dejó atrás.

—Hermoso nombre—Miro a su esposo, este solo le sonrió dulcemente—Eres luz de luna—Sonrio mientras caminaba hacia el auto.

—Ahora es nuestro turnó de conversar—Sonrio como el mismísimo demonio—Maldita escoria—Lo arrastro por por la calle para subirlo al auto de sus subordinados.

Ni bien lo había subido al auto cuando les confeso todo, que era cierto que quería venderla por deudas de juego. Eso solo enfureció a, Abiel. Tomo un arma con silenciador y le dio dos tiros en cada pierna, no lo matarían pero lo dejara muy mal.

Le dio órdenes específicas de ir a la casa de ese bastador y que trajeran todo los papeles relacionados con la pequeña, que lo obligarán a firmare los papeles donde renuncia a los derechos como tutor legal.

Con eso podrían poner en marcha sus planes de adoptarla solo si ella, así lo desea. Si tenía otra familia con quién ir,  no la iban a retener.

—Sobre esos hombres que se atrevieron ver la de manera pervertida—Hace una seña de corten sus cabezas.

—¡Cómo ordene, joven maestro!—Se marcharon.

Abiel reviso sus celular, Matt le había enviado la dirección del restaurante donde están comido. Estaba a diez minutos a pie.

Abiel casi corrió para llegar con ambos, no había salido como habían planeado, pero no estaba del todo mal. Ver la sonrisa de su esposa es lo que siempre será su prioridad.

—Volvi—Dejo un casto beso en la frente de Matt.

—Bienvenido—sonrio felizmente, se sentía mucho más emocionado de lo normal.

Verlo sonreír es la mejor parte de mi día a día, amo verlo feliz. Estoy seguro que esta niña también será parte de nuestras vidas a partir de este momento, y eso está bien, estoy más que feliz.












Nota🤍

Espero les haya gustado este ultimo especial, tenia muchas ganas de escribir sobre esta parejita, no podía dejarlo sólo así 🥺 tal vez este subiendo cositas así, para los días festivos como 14 de febrero por ejemplo.

Buenas tardes 🌞

Att:Yessi.A

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