capitulo 6
Lesly la Nana de Adiel es una señora muy elegante, hermosa de unos 55 años, piel clara, su hermoso cabello corto es de color negro, ese par de ojos verdes son bellos.
Ella si me trato como una persona, en nigún momento me miró feo, o con reproche. Al contrario me vio con lastima, deseguro fue por el modo que me casé con su querido Adiel.
Ahora mismo, ella está con Ayla tomando el poco Sol que hace, según dicen que los niños necesitan sentir los rayos pero los de la mañana no los de él mediodía.
—Ya no les des más desdinero.
—¿Qué?—Adiel no le entendío ya que Matte, lo dijo muy rápido.
—Ya no le des dinero a la familia Jones—Matt, come de su saludable comida, que la señora Lesly había recomendado para mejorar la lactancia.
—No quiero que sigas alimentado a esas sanguijuelas, sobre el divorcio, no quiero eso.
—¿Por qué? si es por miedo que te quite a nuestra hija, eso no será así, puedes tener su custodia. Solo esperó que me permitas visitarla.
—No quiero que ella creezca sin ambos padres, se que tú y yo no nos queremos, pero podemos convivir cómodamente. Hasta que tenga una edad razonable de entender todo.
—¿No te sentirás asfixiado con mi presencia? no quiero que te sientas obligado a soportarme solo por el bien de la pequeña, Ayla. Quiero el bienestar de ambos.
Matt dejo de comer, para mirar a su esposo a los ojos. Sus miradas conectaron entre sí.
—No me incómoda tu presencia, ni me estoy obligado a nada. El anterior Matt murió, metafóricamente—Quise recalcar ese punto al ver el cambio de expresión de Adiel.
—Lo que intento decir es, qué intentemos llevarnos bien, conocernos mejor. Darle una atmósfera agradable a nuestra pequeña.
—¿Y si me enamoró de ti, al punto de no querer dejarte ir después de que cambies de decisión?—Matt casi escupe su bebida, eso no se lo esperaba.
Aunque Adiel sabía que jamás tendría el corazón de Matt, ya que este está enamorado de Félix. Esa es una de las razones por las que no lo vio con otros ojos.
—¿Y que tal si soy yo el que se vuleve un loco, maniático de Celos de verte con alguien más?
Esta es otra de las razones por las que no tenía la necesidad de tener novia. Porque sabía que si me enamoraba, algo dentro de mí seria demasiado destructivo que arruinaría todo.
Siento que dentro de mí hay demasiada posesividad, por más que odie ese hecho, soy como mi padre. Motivo por el cual mi mamá se divorcio de el, llegó al punto donde no soporto sus acciones absurdas e irracionales.
No era porque no lo quería, porque lo amaba por eso decidió ponerle fin antes que pasara a un punto donde salieran lastimados los dos, y yo en el proceso.
—No le encontraría problema—Mordio un pan tostado.
—Estas loco.
—Si, ya me lo habían dicho.
—Creia que al conocerte serías como esos Ceos dominantes de las novelas—Matt hizo la expresión de uno, pero no logro evitar reírse.
Los hermosos ojos de Adiel brillan, por la sorpresa de ver una sonrisa genuina en el rostro de su esposo, por eso no se dio cuenta que Matt habla como si recién se conocen.
El celular de Adiel sonó, esa llamada había interrumpido la conversación que tenían los dos esposo.
—Jay.
—Maestro, lleva dos 10 minutos de retrasó.
—Llegare en unos segundos—El colgó—Te subiré a la habitación—Matt asintió.
Adiel lo levantó de la silla, caminó hacia las escaleras. Matt vestía con ropas holgada para que a la hora de que su pequeña tenga hambre, se le sea fácil levantar su camisa.
A los minutos que Adiel puso a su esposo en la cama, Lesly venía entrado con Ayla en su brazos. La acomodo en los brazos de Matt.
—Ella ya tiene hambre, es una bebé muy glotona—Le tocó la pequeña nariz.
—Maestro—Ella hizo una reverencia.
—Nana, ya dije que eso no es necesario.
—Entonces vete ya, mi hijo debe de estar esperando—Lo reprendió—Cuidare bien de los dos—Aseguró.
Adiel le dio un beso en la coronilla a su hija antes de que comenzará a tomar leche, a Matt solo le dijo hasta luego. Salió de la habitación.
—Me alegro que ya no discutan, y hablen como dos personas civilizadas.
—Me costo en tender que el no es mi enemigo, y que los culpables de lo sucedido, son otros—Matt levantó su camisa, la pequeña Ayla empezó a tomar su leche.
—Es entendible tu comportamiento, no podías creerle a alguien que recién conoces, que a tu familia con la que has vivido toda tu vida.
—Sin saber que ellos son los peores—Lo dijo en un tono cansado.
El idiota del anterior Matt, murió sin saber qué no solo su madrastra quería sacar provecho, que su padre también era igual. Solo querían beneficiarse con su persona, o tal vez lo sabía, pero le costaba aceptarlo.
—Dejemos de hablar de cosas tristes—dijo Lesly—Es hora de tomar un baño.
—¡Encerio!
—Si.
—Suspirar, creí que no me podría bañar durante mi dieta. Ya me sentía asquerosamente sucio.
—Si puedes bañarte pero no en la tina, tiene que ser de pie en la regadera una rápida. Solo para quitarte lo sudado.
—Asi será, Ayla también le toca baño, calentar su ombligo.
—De ella me encargo yo, usted Maestro, puede ir a limpiarse.
—No me diga así, solo dime Matt o Taylor.
—Ya usa el apellido de mi niño—La señora Lesly se sorprendió.
—Si—Matt le paso la niña a Lesly—Saldre en un momento.
La Nana solo asíntio, puso a la pequeña en la cama. Comenzó a desvestirla para bañarla, más bien limpiarla con un paño húmedo con agua tibia.
▪️▫️▪️▫️▪️
—La primogénita del magnate Adiel Taylor, y el super modelo Matt Taylor. Nació hace tres días. Nadie a podido ver aquíen se parece o como es. Muchos fueron al hospital para poder verlos pero no tuvieron oportunidad.
—Fuimos a la mansión, pero fue imposible ya que todo está protegido con seguridad. Adiel Taylor tampoco a querido dar ninguna conferencia sobre ello.
—Lo único que sabemos es que el y su esposo Matt Taylor, se fue a vivir a la mansión y no a su penthouse, será que ya arreglaron sus problemas matrimoniales, o solo es para darle una convivencia agradable a la pequeña, la cuál aun sabemos su nombre.
—Kensy, ¿Fuistes al hospital y no tomastes ninguna foto?
La mujer de cabellera castaña, ojos marrónes verdosos. Apagó el plasma.
—Como si quisiera conocer esa niña—Bufo.
—Podias haber ganado un buen dinero vendiendo las fotos—La mujer se sentó junto a ella.
—Tendremos más cuando el cuñado vuelva a invertí en el proyecto de papá.
—Tu serías las esposa de Adiel Taylor, pero fuistes una estúpida.
—Yo no tengo la culpa, decían que no era nada agraciado. Aparte que era un viejo gordo.
Si, nunca nadie había visto Adiel Taylor. Hasta cuándo se casó con Matt, entonces su rostro salió al público, nadie podia creer que fuera demasiado guapo, entonces ya era tarde para arrepentirme.
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