capitulo 3

¡Waoh, una mansión así, no lo hubiera podido comprado aunque vendiera mis órganos! ¿qué tan rico es este Adonis?

Tiene un gran patio, enfrente esta una gran piscina. Garaje, cancha de golf, un estanque, jardín. La mansio en si es un castillo moderno, bien tiene unas 12 habitaciones, 7 baños.

hasta la casa pequeña para los empleados es una belleza, creo que me perderé en todo este lugar. Comparado con esto, mi anterior casa era una choza.

El mayordomo de unos 55 años, con canas en su cabello marrón y ojos café me ven como si me estuvieran analizando, su mirda dice; te odió.

-¿No te caigo bien?-¡Mierda lo dije en voz alta!

Tengo ese es gran problema, soy muy directo al decir las cosas, esa era una de las razones por las que no les caía bien a las personas, yo siempre hablaba con la verdad y decía lo que estuviera en mi boca.

El mayordomo se sorprendió al igual que Adiel.

-¡Eso no es así!-Lo negó.

-Deberias ver tu cara, aprende a mentir, no soy estúpido-camine hacia dentro, la pequeña se movía un poco inquieta en mis brazos, deseguro sintió mi disgusto.

-Al igual que se que me lo merezco por tratar mal a tu maestro.

-Maestro, yo...-Adiel levantó la mano, indicando que dejara de hablar.

-No es necesario que sigas hablando, no me importa si les agrada o no, pero jamás le falten al respeto. El es mi esposo, al igual que tuvo a nuestra pequeña, deben de tratarlo justo como a mi, o se pueden marchar.

Lo que no sabía era que ningúno de la mansión lo respetaba, por eso Matt se marchó de aquí. Siempre que Adiel se marchaba ellos lo trataban con despreció.

Adiel entró a la mansión, siguiendo a Matt quien se había quedado de pie frente a las escaleras.

-¿Qué sucede?-Pregunte.

-Puedes subir a nuestra pequeña a nuestra habitación, y después vienes por mi-Matt le entrego la pequeña bebé a su esposo, este la tomo con mucha confusión, pues Matt en ningún momento quiso dormir con el.

-¿Compartiremos habitación, cama?-El aún no creía lo que había escuchado.

-¿Entonces donde dormiré, en el suelo? ¿Oh te molesta que alguien invada tu espacio personal?

-No, solo pensé que te incomodaría compartir habitación comigo.

-¿Roncas cuando duermes?

-No.

-¿Eres mal dormir, o hablas dormido?

-No-Adiel respondía con una mirada confundida.

-Con eso es suficiente para mí, ahora sube a dejar a la pequeña cosita.

-Ya regreso-Subio las escaleras con mucho cuidado de no tropezar.

-Si, ve con cuidado. No me ire a ningún lado-Me acosté de lado en el sofá.

Las miradas de estos empleados y mayordomo me está irritando, no soy un mono en el zoológico.

Rechine mis dientes, quería hacer una rabieta. Pero luego recuerdo que el anterior Matt se lo merecía un poco ya que no respetaba a su esposo Adiel, lo entiendo pues el no quería un matrimonio así. Pero Adiel está mil veces mejor que el escuálido de Félix.

Ya que el en nigún momento lo obligó hacer nada que el no quisiera, con decir que estaba de acuerdo con el hecho de no tener a la niña si no lo quería. Adiel entendía que no fue porque ambos lo quisieran.

Mejor me distraigo viendo la hermosa decoración de está mansión, los lujosos y finos muebles, todo es de la más alta calidad. Ni en mi sueño más loco creí que me pasaría algo así de ilógico, raro, horrible, digo extraordinario.

Matt sin darse cuenta se quedó dormido, el viaje en auto de una hora y media lo dejo exhausto.

-Se durmió-Susurró un empleado de 1.69, unos 27 años piel tigreña, cabello café. Ojos marron.

-Efran, déjalo. El solo está fingiendo estar débil-Susurró otro de casi de la misma edad, al parecer también era un doncel como Matt.

-Pero me molesta su presencia, era mejor cuando estaba en su penthouse-se quejo Efran.

-Es mejor que te comportes, el Maestro aún está aquí.

-Pero no dije que me vayan a descubrir-El agarro una jarra llena de agua fría.

Mira a todos lados para que nadie viera lo que estaba por hacer, se acercó al sofá donde estaba dormido Matt.

El hizo como si se resbalaba, la mitad del agua cayó encima de Matt, todo su cuerpo fue bañado por una agua tan fría como la nieve que quiere caer allá afuera.

-¡Mierda!-se sentó de golpe, todo le dolió como el demonio.

-¡¿Qué diablos te pasa, estás ciego o qué?!-Estaba comenzando a tener frío, ¿por qué está tan frío?

Lo que no sabía era que no tenía que bañarse con agua helada, era malo para su salud.

-¡Joven Jones, lo lamento! Quería servirle un poco de agua ya que se veía demasiado cansado-El bajo su rostro, el cual tenía muy sonriente.

-¡Soy Matt Taylor, esposo de tu maestro. Qué no te caiga bien no significa que puedes hacer lo que se te dé la gana, soy ingenuo, no idiota!

Sus gritos hicieron qué todos los empleados se reunieran en la sala, Efran estaba casi llorando.

-Ya dije que lo siento, no fue mi intención.

-Jaja-Sonrio con sarcasmo-Se lo que piensa ese cerebro tuyo, crees que por hacer esto, vas a tener una oportunidad de meterte en la cama de mi esposo, pierdes tu tiempo.

-Y-yo jamás pensaría eso, usted me está difamando.

Ahora entiendo lo que siente las mujeres en esas novelas toxicas, que los empleados le hacen la vida de cuadritos y el protagonista es una mierda por no darle su lugar. Y ella más estúpida por estar ahí.

¡Oh dios. Estoy narrando la vida del anterior Matt! Pero sin que Adiel lo supiera, porque el docil de Matt no se lo decía, y su esposo no pasaba mucho en casa para no irritarlo.

-Deberías ser actor, no se porque malgastas tu talento siendo un empleado doméstico.

-Joven maestro Matt Jones, Efran dice la verdad. El solo queria ofrecerle un vaso de agua.

-¿Y precisamente debía ser fría?-Me puse de pie, tome la jarra que aún tenía agua, se la vacíe en la cabeza.

No me importa si no les agrado pero tampoco llegar a este extremo, aparte ni siquiera me llaman Sr. Taylor.

-No creas que por estar dormido no sabía lo que estaba pasaba a mi alrededor.

Yo no soy el idiota e ingenuo del anterior Matt, mi medio hermana me enseñó arte mixtas, sigan con sus mierdas y la próxima vez no será agua encima.

-¿Qué sucede aquí?

Este tipo tenía que aparecer justo en el momento donde estoy con la jarra, estúpido cliché.

-¿Hay necesidad de preguntar? Los echos dicen más que mil palabras.

-¡Maestro fue mi culpa!-Efran se arrodilló enfrete de Adiel.

¿Estamos en la era de los Reyes? no veo la necesidad de arrodillarse, aparte tendría que arrodillarse enfrete de mi.

-Solo quería ofrecerle un vaso de agua, justo cuando iba caminando el Joven maestro Matt Jones, bajo el pie y yo tropecé, el agua cayó encima de él.

Estoy tan sorprendido de como voltio las cosas, que no encuentro palabra con la cual maldecirlo. Adiel me veía, esperando que le dijera algo.

-Saben qué, váyanse todos...aashu- Estornudó-Al diablo.

-¿Estas bien?-Adiel le tocó la frente, Matt estaba hirviendo en fiebre.

-Tengo frío-Froto su rostro en el cuerpo del mayor-¡Oh un horno!

Estaba empezando a delirar, Adiel lo cargo en sus brazos estilo nupcial.

-Melwin-Llamo al mayordomo.

-Si, maestro.

-Que todos se queden donde están, bajaré en un momento. Llama al médico-Lo dijo con una voz suave, pero sabían que eso significa problemas.

Adiel subió a la habitación, culpandose por su negligencia, Siempre espera que Matt le diga lo que quiere que haga.

-M-me duele todo-Se quejaba.

-L-lo lamento-Susurró, a la vez lo ponía en la gran cama con mucho cuidado.

La pequeña Ayla estaba descansando en su cuna.

-¿Por qué?-Lo veía con sus ojos nublados.

-Por todo, si quieres podemos divorciarnos-Eso último lo susurró.

-¿T-te quieres deshacer de mi? Después de que se me partió el alma solo para traer esa pequeña cosita al mundo.

-No, pero tú siempre lo decías-Sabia que solo era porque estaba delirando, en el fondo el quiere irse.

-¿Entonces?-Los ojos de Matt estaba empañados, respiración agitada.

-Se que quieres tu libertad, pero no sé que es lo que te retiene al estar con alguien que no quieres.

-E-el que quería..su libertad era el anterior..Matt.

-¿Que quieres tú?-La fiebre si que lo esta haciendo decir cosas absurdas ¿y el doctor por qué tarda tanto?

-Yo solo quiero descansar, no quiero trabajar, anteriormente trabajé por nada... aparte Ayla también es mi hija, me costó tenerla..tienes que quedarte con el paquete completo-Despues de decir eso, Matt se durmió.

Adiel no sabía si estár feliz o triste por este pequeño cambio de su esposo.

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