capitulo 27
La caída de la empresa fénix, es el chismes más candente de toda la ciudad y país, no podían creer que una familia así, fuera desmantelada en una sola noche.
El viejo fénix es acusado desde evasión de impuestos hasta malversación de fondos, están por comenzar un juicio para saber si ira a la cárcel o no, pero con todas las evidencias que la policía ha obtenido esta más que claro que irá a prisión.
De por sí ya estaban en la quiebra, un golpeo como este solo agregaro más ruinas, con la evidencia que se otorgó a la fiscalía y policía. Habían muchos peces gordos relacionados con el viejo fénix.
Los medios de comunicación como toda la ciudad creían que el apellido Taylor iba a salir ha relucir porqué eran familias unidas pero no fue así.
Toda evidencia que implicara al esposo de su sobrino, Mikey la destruyó. Aparte eso le pertenecía al difunto padre de Adiel, con el era que el anciano Fénix, hacía negocios.
Despué de que murió, Adiel cortó esos lazos. Es por ese motivo que Adiel aún no se deshacía de la familia Félix, porque tenían pruebas de los turbios trabajos que una vez hizo su padre.
Pero ahora ya no tenía porque preocuparse, todo eso ya no tiene poder sobre el porque Mikey destruyó todo. No iba a permitir que su querido sobrino pasara por un mal momento.
Cómo lo ordenó Matt, la familia no volvería a renacer como el ave fénix porque el destruyó toda posiblidad.
—Hice un buen trabajo, ¿Verdad?
—Si, uno muy bueno. ¿Fuistes limpió y precisó?—Matt, disfruta de una rica taza de té.
Pero por este motivo mi esposo a estado ocupado lidiado con las súplicas de varias personas, el no va ayudar nadie que este relacionado con ese viejo pero el trabajo a incrementado porque muchos que hacían negocios con la familia fénix, ahora quieren ser negocios con el.
Adiel está rechazado a todo lo que esté relacionado con la familia Fénix. También está la familia Jones, me sorprendió mucho.
No sé cómo hizo la familia Jones, pero devolvió todo el dinero del préstamo que le debían a, Adiel. Deseguro chantajearon a Félix. ¿Pero con que? No creo que sea tan simple.
Solo espero que no estén planeado nada contra mi persona porque terminarán peor que la familia Fénix, deseguro Donald debe de andar de aquí para intentando ayudar a su padre, espero que no vaya a la empresa de Adiel, y si va que lo ignoré.
—Muy limpió, nadie sospechara de mí intervención—Pone un pequeño peluche enfrente de una sonriente Ayla.
—Eso es bueno, ¿cuando te irás?
—Ya no me quieres ver aquí—Puso una expresión lamentable—Mi pequeña ardilla, esa persona es muy insensible—Apunto a Matt, como si ella entendiera giro su cabeza para ver a Matt.
—No le has casó a ese oso, esta loco—Tan adorable, su sonrisa es tan linda—Si te quedas no vayas a interrumpir mi tiempo con mi esposo.
Pasado mañana es 24 de diciembre, quiero comerme a mi esposo, sin interrupciones.
—De acuerdo, ni sentirás mi presencia. ¿Van a venir invitados a la mansión—Espera ver a Dick.
—No lo sé, Adiel no me adicho nada—Tal vez solo venga Gerson, ahora mismo anda muy acaramelado con mi cuñado.
Llevo a zay y Nery, al centro comercial de compras, ella estaba emocionada de seguro es porque quiera ir por ropa para Ayla, en cada salida trae algo nuevo para mi pequeña.
—Entonces has los preparativos para usa, invita principalmente a Dick Doven.
—No quiero, es mejor pasarla solo en familia—Mucha pereza el organizar una fiesta en destiempo.
—No será una gran fiesta, solo los amigos de tu esposo.
—Mejor di que quieres ver a uno de ellos en es especial—Chasqueo su lengua—Lo hable con mi esposo, si él esta de acuerdo entonces la haré.
Ojalá diga que no, no quiero estar a media noche en la sala, voy a querer estar en la cama, con Adiel sobre mi.
—Señor Taylor—Habla el mayordomo melwin—Este pedido llegó para usted.
—Ya era tiempo—Matt, la agarro rápidamente—Gracias.
Ya quiero ver la cara de Adiel, cuando me vea usar esto, será un feliz cumpleaños para mi.
—¿Qué es?—Preguntó con curiosidad.
—Solo una compra personal—Sonríe.
—Aja, Ayla se quedó dormida.
—La llevare a su sagrado aposentos—Mikey, puso a la pequeña Ayla en los brazos de Matt.
—Saldré un momento con los chicos, quieren conocer la ciudad.
—Esta bien, no vuelvan tan tarde. NIEL.
—Si, señor Taylor.
—Subier eso por mi—Señaló la caja con sus compras.
—Como ordené.
Los dos subieron a la habitación, Matt dejo a la pequeña en la cuna, encendió el dispositivo que monitorea las acciones de su pequeña, Niel le pasó las compras, con una reverencia salió de la habitación.
Matt, se sentó en la cama, comezón abrir el paquete. No hacía mucho ruido para no despertar a su pequeña, saco las cosas de la caja, su mirada es brillante, observa minuciosamente las compras.
Rope con suavidad la envoltura para poder ver más de cerca la lencería sexy.
La tela es de cuero muy bien hecha, ¿Cómo se verá en mi cuerpo? Les di mis medidas exactas solo esperó que sí me quedé bien, ¿Debería probarlo? Si, me lo probaré pero estará bien que me ponga está cosa en mi trasero.
En sus manos sostiene lo que parece ser una colita de conejo, analiza lo grueso que irá introducido en su parte íntima.
No es tan grande ni grueso, no me dolerá sin lo pongo ahí, no quiero masturbarme yo sólo, no me gusta esa sensación, es mejor cuando las manos de Adiel, acaricia cada parte de mi cuerpo, eso se siente mucho mejor. Aparté esa cosa entré sus piernas es lo que quiero dentro de mí.
Pero para que ese día no haya intervenciones a la hora de preparación, voy a dilatar mi entrada para que Adiel, se salte el proceso y solo me tome sin piedad.
¡Mierda, sueno como un Maldito pervertido, bueno, solo quiero saborear el cuerpo de mi esposo y que el me saboree a mi, eso no tiene nada de malo.
En definitiva estoy volviendome un maniático sexual, por estar pensando en estás cosas.
Matt, se levantó de la cama, lleva sus comprás al bañó. Iba a probárselo para ver cómo le queda, porque no quiere verse raro a los ojos de su esposo.
→•••••••••←
—¡Joven Fénix, no pueden entrar a la oficina del Ceo, sin autorización! Detenerse.
—Obligarme si puedes, quiero hablar con Adiel y nadie me lo va en pedir.
Entro con brusquedad a la oficina, Adiel estaba lo suficiente irritado, molesto, resolviendo sus asuntos pendientes, no quiera escuchar las voces chillonas de las demás personas, el solo quería estar con su familia, abrazo a su esposo, cuidado de Ayla.
—¿Lo hecho a fuera?—Preguntá, Jun.
—¡Callarte, solo eres un maldito guardespaldas!
—Callarte tu, Donald—Frunce el entrecejo—Espero que sea importante lo que tienes que decir, porque todo esté alboroto en mi empresa te va acostar caro—Sigue con la mirada en los papeles que está firmando.
—Si no es así ¿Qué me harás?—Golpeo el escritorio.
—No, ¿Por qué tendría que hacer algo? Solo no me hagas perder mi tiempo—Quiero ir a casa, besar los dulces labios de mi esposo, ver dormí a nuestra pequeña osita que solo pasa durmiendo.
—Adiel, ¿Por qué no estás ayudando a mi padre?—Pone una mirada lamentable—¿Acaso no somos cercanos? Hasta podría decirse que somos familia.
—En primer lugar para ti soy el maestro Taylor, y no somos familia, el viejo era el amigo de tu padre no mío.
—¿Ya olvidaste nuestra amistad? Por lo menos ayudarle por nuestros viejos tiempos.
—Por esos años de amistad que algún día tuve contigo, es que no le hice nada pero ahora no me importa lo que suceda con la familia Fénix. Nadie los manda a ofender personas que no debían.
Donald, apreta sus puños, muerde sus labios. Sus diálogos no estaban funcionando con Adiel, ni su expresión lamentable. Mejor dicho en nigún momento le ha dado una mirada.
No puedo rendirme, si me rindo con Adiel, no tendré donde vivir. Necesito su ayuda.
—¿Entonces déjame vivir en la mansión? Hasta que encuentre una manera de conseguir trabajo y ayudar a mi padre.
—Perdistes la razón—Dejo la pluma a un lado, ya había terminado sus pendientes—¿Quién te crees que eres?—Su expresión se volvió oscura y fría.
Si que el maestro se estaba conteniendo, su mirada es sangrienta, a mala hora vino este niño a molestarlo.
—Somos amigos—Su ahora es feroz.
—Estas sordo, esa amistad de termino hace tiempo. Primero entras gritado reclamando cosas y ahora quieres contaminar el aire que respira mi familia, sigue soñado—Aguardo todo los folders en su maletín de negocios, se puso de pie.
—Eres demasiado cruel, Adiel—Solloza—¿Cómo puedes tratarme así...todo es por culpa de ese....Agh!!—Adiel, lo tomo por la mandíbula, hizo mucha presión ahí, causando un inmenso dolor a Donald.
—No intentes mencionar el nombre de mi esposo, el es la persona más pura de este mundo, no te permite que lo intentes insultarlo de esa manera—El color miel de sus ojos se volvió más afilado, hasta el punto de sentirte asfixiado.
—¿Qu...Qué tiene de bueno?—Habla con dificulta—¿Crees que el de verdad te quiere? Jajajaj—Sonrio desquiciado.
—Cuando vea tu cuerpo y la maldad que hay en ti, el saldrá huyendo sin mirar atrás. ¿Qué pensara si se enterará que mataste a tu padre y a tus madrastras? ¿Seguirá contigo? Pobre iluso....ahg!!—Apreto con fuerza su cuello, cortado el flujo de respiración.
Crees que no lo sé, lo pienso todo los días, vivo con el miedo constante de perderlo si se llega enterar de lo que he hecho.
—Veo que quieres morir—Sonrio con frialdad—Cumplire tu deseo. Muere.
Los ojos de Donald, se están poniendo en blanco, saliva sale de su boca. Si Adiel no se detiene en verdad lo matará justo ahí.
El celular de Adiel, comienza a sonar. El conoció rápido ese tono.
Ese es el sonido de llamada que corresponde a Matt. Adiel, tiró a un lado a Donald, el cual comenzó a torse descontrolado. Jun le cubrió la boca y cuando su respiración se estavilizo, lo desmayó.
La expresión de Adiel cambió, puso una sonrisa en su rostro, una muy hermosa.
—¿Cuando vuelves?—Su voz se escucha un poco agitada.
—¿Qué sucede? ¿Estás enfermo?—Se puso el abrigo, le hizo señas a Jun de que se encargue de Donald.
Jun, se lo dará a Diego, para que lo llevé algún lugar hasta que su maestra de la oden de que hacer con el.
—No, solo estaba pensando en ti mientras me tocó—Sonrio lascivamente—Escuchar tu voz, me puso más cachondo.
Con cada palabra el corazón de Adiel, se exalta por como Matt, se expresa y gime descaradamente.
—Eso es algo injusto—Entra al ascensor, detrás del viene Jun con un saco de papas encima.
—¿Por qué?...Mmm~ te quiero a ti ahora mismo—Susurra.
—Ya voy saliendo de la empresa, solo espera por mi un poco más—Su amigo entre sus piernas está empezando a reaccionar.
—¿Ya terminantes tu trabajo?—Se sorprendió.
—Si, pero no hablemos de eso, sigamos con la conversación—Se afloja la corbata—¿Estas acostado o en diferente posición?
Maestro, no quiero escuchar una conversación obscena entre ambos.
Las puertas del ascensor se abrieron, ellos bajaron y caminan hacia la puerta del estacionamiento subterráneo, Jun, le entrego a Donald, a Diego. Le dio las indicaciones de que hacer hasta que su maestro de les de una orden.
—Acostado.
—¿Qué más—Subio al auto, se estaba sintiendo acalorado. Abrochó su cinturón. Jun, puso en marcha el auto.
—Acostado en el piso, muriendo de cansancio porque intenté hacer lagartijas—Se escucha una gran carcajada del otro lado del aparato electrónico.
Matt, en verdad solo estaba intentando hacer lagartijas, no logró probarse sus compras porque Ayla despertó y le tocó darle de comer, después solo se puso hacer ejercicio. Quería estirar su cuerpo.
Adiel, se quedó perplejo pero cuando vino a reaccionar. Solo cubre su cara, pero su sonrisa es muy evidente, había caído muy redondito en la broma de Matt.
—Crei que era cierto, me emocione un poco—Tambien está avergonzado.
—La verdad, no creía que me seguirías el juego, aunque no estaba haciendo eso, yo también me emocione un poco, pero prefiero decirte las cosas de frente. Darte prisa estoy esperando por ti.
—Estare allí, en unos minutos.
—Aqui estaré esperando, dile a Jun, que maneje con cuidado. Quiero que llegues a caso intacto.
—Asi será, nos vemos—Finalizo la llama—Dice Matt, que conduzcas con cuidado.
Matt, me estoy volviendo completamente loco por ti, no puedo imaginar mi vida sin ti, yo...yo te amo.
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