capitulo 17
Dios, ¿Cómo puede ser este hombre tan guapo? Las personas que lo vean en esa fiesta van a babear por el. Ese traje de tres piezas color beige le sienta bien.
Matt admiraba a su esposo, Adiel se colocaba en su traje un broche con borla de cristal azul celeste.
—Matt, ¿Puedes abrochar los gemelos?—Son de un color rosa plata.
—Por supuesto—Matt los puso en el lugar correspondiente—Listo, te vez muy radiante, guapo—Me purifico con tanta belleza.
Ambos van vestidos en conjunto de pareja, Matt lleva el broche y gemelos, del mismos color de ojos y cabello de Adiel.
—Tú te vez más hermoso—Adiel le acomodo el abrigo en los hombros de su esposo, es de color negro—No me despegare de ti en la fiesta.
—Yo soy el que debe estar cerca de ti, si por algún momento me llegue a descuidar puede que llegue una bacteria querido invadir tu cuerpo—La cual destruire antes de que pase.
—Llevare un repelente ante toda bacteria o insecto—Un casto besó fue dejado en los labios de Matt—Vamos a despedirnos de nuestra pequeña.
Ayla está en la habitación de Nery, ella quería que su hermano y cuñado se vistiera com más comodidad.
Nery está más que feliz teniéndola en sus aposentos, la señora Lesly también las acompañaba. Zay está siendo cuidado por Gerson.
Toc, toc, toc.
—Adelante—La pequeña Ayla lleva una pijama de tigre, ella está muy dormida en la cama de Nery—¿Ya se marchan. Woah!!.. se ven demasiado deslumbrante.
—Gracias, cuñada.
—Jun se quedará cuidado de ustedes—Beso la frente de su hija—No dejen que nadie entre a este lugar sin autorización—Hablo con firmeza.
—Hermano no te preocupes. Con Jun, y todos esos guardaespaldas es más que suficiente para que nos cuide.
Matt también fue a despedirse de Ayla, le dio un beso en la mejilla—No tardaremos bolita de masa—Susurró.
—Nana, si pasa algo no dudes en llamar.
—Lo haré, vayan con cuidado.
Los dos esposos le dieron una ultima mirada a su pequeña para poder marcharse.
—Jun, no dejes que nadie entre, ni salga del lugar.
—Asi lo haré, maestro.
No quería ir a esta fiesta pero quiero que todos se enteren que lo que dije hace unos días en la conferencia de prensa, no eran palabras vacías, que Matt no es lo que solía ser antes. Quiero presumir que yo soy importante para el.
Niel abrió la puerta del auto para que sus maestros entran, el sería el chófer y Diego el otro acargo de la seguridad de ambos.
Diego es muy fornido, de cabello castaño, con una mirada de pocos amigos, pero el color azul cielo de sus ojos es llamativo, dándole un toque atractivo para las personas que tienen un gusto para los hombres como el.
Niel puso en marcha el auto, no tardarían mucho en llegar, el complejo privado donde vive Justin, está a treinta minutos de la mansión Taylor.
—¿Asistiran muchas personas?
—Si, ¿estás nervioso?
—No, nervioso estaba cuando esperaba el resultado de mi examen de aviación—Como olvidar que casi me desmayo por la ansiedad de saber si calificaba.
—¿Puede pilotear?—Adiel esta tan sorprendió como Niel, el guardespaldas hizo la pregunta que el quería preguntar.
Mierda, otra vez de boca floja. Siempre hablo sin pensar.
—Si, esa era mi primera opción cuando se trataba de escoger una carrera, pero termine escogiendo el modelaje y la actuación.
Mi madre al enterarse que mi padre la engañó, ella se divorcio de el cuando yo tenía solo 5 años. Nos fuimos a vivir a otra ciudad por 12 años, no creo que Adiel se ponga a investigar si es verdad y descubra mi mentira.
—Mi esposo es un cofre lleno de muchas sorpresas—Adiel le obsequió una mirada dulce, logrado que el corazón de Matt, palpitara con emoción.
—No te sorprendas cuando deje al descubierto cosas de las que nadie sabe de mi, ni mi propia familia o amigos.
—¿Eso me hace a mi una persona impotente en tu vida.?—Niel y Diego están por vomitar mariposas.
—Lo eres—Su mirda esta en los ojos color miel—De eso no tengas ni la más mínima duda.
Diego le hizo un gesto a Niel para que manejé más rápido, no quería seguir escuchando esas cursis palabras.
La lujosa mansión con decoración navideña se fue mostrado con cada segundo que Niel se adentraba al lugar, era magnífico tener tanto dinero. Algún día yo también tendré mucho, el de Adiel no es mío, nunca podría decir eso.
Mi esposo fue el primero en bajar del auto, el me ofreció su mano. Yo la acepté sin refutar, tenía que presumir que este Adonis es solo mío. Hay muchos autos como guardaespaldas, de seguro adentro estará repleto de personas.
—Bienvenido maestro Taylor, señor Taylor—Los recibió una señora de unos 47 años, parecía ser la ama de llaves.
Entraron al lugar, todos los pares de ojos se fueron directo al rostro de ambos señores Taylor.
Habían muchos conocidos, como mi familia por ejemplo, el inmundo de Félix que me ve con esa repugnante mirada, Donald quién está embobado por mi esposo.
—Amigo mío, viniste—Le dio un abrazo como recibimiento.
—No te haría ese desplante—Adiel si lo haría y esa mirada en Justin dice que no te creó.
—Hola Señor Taylor, mucho gusto. Por fin tengo el honor de conocerlo—Extendio su mano—Ahora entiendo el porque Adiel no le gusta mostrarlo a nadie, es más hermoso en persona—Le guiño el ojo a un evidente molesto Adiel.
Se parece mucho a gerson, ¿son hermanos? Solo que este es más fornido.
—Hola maestro Justin, el gusto es mío—Estreche mi mano con la de el, solo fue unos segundos—Me gusta la idea de que solo el pueda verme, es el único que me observa con honestidad, y no una mirada repugnante como las que suelo recibir—Sonrio inocentemente.
Es una sonrisa deslumbrante, las personas que lo observan no logran evitar pensar que en definitiva es una preciosa gema. Y que Justin tenía razón, es más hermoso en persona, el tener una hija lo hizo cambiar de una manera más magnífica.
—Me gusta el sentido de humor de tu esposo, Adiel—Golpeo suavemente el hombro de su amigo.
—¡Hermano!—Kensy se arrojó abrazarlo—Me disculpo, solo me emocione de ver a Matt—Sonrio con timidez.
Con que este es el Ceo de la empresa, es más guapo de lo que creí, si puedo tener su favor no me importaría traicionar a Adiel, si. Ese hombre también será mío.
Matt rodó sus ojos, se siente nauseabundo. El par de amigos también sentía lo mismo, Kensy no era buena actriz.
—Descuide señorita, entendemos la emoción de ver a su hermano—Sonrio Justin.
Tomé una copa de vino de las que anda ofrecido los meseros, quería tener un poco de licor en mi sistema para poder soportar las estupideces de está persona.
—Es muy luego para tomar vino—Susurró.
—Si me emborracho, mi esposo me llevará en sus brazos—Sonrio.
—Eso será un placer.
Justin solo se limita a observar sus interacción.
—Adiel—Ahora es el turno de Donald de hacer el ridículo, intentó abrazar a mi esposo, pero sutilmente lo rechazó.
—Joven fénix—Saludo educadamente, Donald está un poco rojo por la Vergüenza.
Matt tenía una sonrisa burlona en sus labios, la copa de vino evita que las personas la vean. Abrazo la cintura de su esposo, el doncel vio con superioridad a Donald, Adiel correspondió el abrazo, Matt sonrió triunfante.
Donald estaba poniéndose Verde, quería empujar a Matt y ocupar esa posición que desdes el principio fue de el, esos eran sus pensamientos.
—Buenas noches señor Taylor, señorita Jones—Donald saludo a ambos hermanos.
—Es un gusto conocerlo Joven Fénix—Kensy lo saludo emocionada—Su belleza se queda corta en las secciones de fotografías.
Donald miro a Matt pero ese estaba viendo a su esposo, le indicó con la mirada de que se fueran asentar muy lejos de esas personas, la mirada de Félix también le esta incómodando.
Los tres nos sentamos en una mesa alejada de las personas, no quería escuchar las estupideces de Kensy y ese Donald.
—¿Quieres algún postre?—Pregunte.
—No, estoy bien. Gracias—Sonrio, el vino le pintó los labios de rojo—Sabes que me gustaría—Hablo de forma coqueta, por lo visto es débil al alcohol.
—¿Qué?—Adiel le quieto la copa antes de que perdiera sus cabales.
Joder, no creí que esté cuerpo fuera tan débil al alcohol, a penas he tomado dos pequeños sorbos.
—Quiero un beso—Susurró con una voz caliente.
Adiel se calentó, su garganta se sintió seca. El quería besarlo sin compación, pero se contuvo.
—Por favor no le den de comer comida para perros a un soltero como yo—Justin les dio una expresión de disgusto.
—Entonces váyase—Matt apoyó su cabeza en el hombro de Adiel—Tengo que marca mi territorio cuando se trata de mi esposo—Acaricio su pecho—Es demasiado guapo, tengo el impulso de sacarles los ojos aquíen lo vea.
—Esa sonrisa en tu rostro es horrible—Expreso, Adiel Sonrió mas, a Justin le dio escalofríos.
Fue un alivio para el cuando uno de sus socios le hizo una seña de querer hablar con él.
—Adiel, vamos tenemos asuntos que atender.
No quiero dejar a Matt, solo con estás lacras, alguien puede intentar algo.
—Ve, yo me quedaré con el cara bonita de Niel—El mencionado se sorprendió por tal apodó, inconcientemente tocó su rostro—Si pasa algo te llamaré.
—No tomes más vino—Advirtio.
—Lo entiendo—Dejo un casto beso en los labios de su esposo—Regresa pronto.
—Solo serán unos minutos, Niel no tengas miedos de ofender a unas cuantas personas—Adiel le soltó la correa.
—Entiendo—Hizo una reverencia.
Adiel se marchó con Justin y unos cuantos señores más. ¿Sobre que iban hablar? Es un misterio.
Comencé a comer unos bocadillos, están muy ricos. Le enviaré un texto a la cuñada preguntado por mi pequeña Ayla.
Nery respondió al instante, "Ella está durmiendo" adjunta a una foto. Ayla se veía bonita, Matt sonrió con ternura.
—¿Qué te pone tan feliz?—Félix se sentó enfrente de Matt.
—¿Qué le importa al joven Duk?—Aguardo su celular—¿Quién le dio permiso de sentarse?—Matt lo observo con despreció.
—Matt, se que estás enojado__Hablo con calma—Pero sabes bien que no puedo liberarte de las garras de el maestro Taylor—Intento tomar las manos de Matt, este bajo las manos de la mesa.
Niel frunce su ceño con cada palabra de Félix, quiere romperles los dientes, estaba listo pero Matt lo detuvo.
—Joven Duk, no entiende el lenguaje humano. Estoy bien con las garras de mi esposo sobre mi, no quiero que me suelte.
¿Qué demonios le pasó a mi Matt? ¿Dónde quedó el Matt que no podía verme a los ojos sin sonrojarse? Pero me gusta más está versión.
—Matt, Félix, vamos a la pista de baile. Bailemos como lo hacíamos en la adolescencia—Kensy intentó ponerlo de pie, pero Matt no cedió.
—No quiero, y si llego a bailar lo haré con mi esposo.
—Señorita Jones, deje de molestar a mi señor, o tendré que sacarla de este lugar.
—Solo eres un guardespaldas actúa como tal.
—Porque es mi guardespaldas por eso, el puede tomarse sus libertades porque se lo permitió—Matt bebió un poco de jugo.
—Hermano, no debes de hacer eso.
—Kensy, Kensy, es mi gente, mi vida, hago lo que se mede la gana—Le dio una mirada fría—No estoy pidiendo tu opinión, tampoco me interesa.
—Matt..
—En verdad está sordo debería revisar sus oídos, soy Señor Taylor para usted, y deja de verme con esa mirada, es repugnante.
Félix se quedó en transe, no esperaba tan duras palabras por parte del Joven que una vez le juró que lo amaría para toda la vida.
—Señor Taylor, Adiel no se molestara que bailen entre amigos y familiares—Comento Donald, quién había escuchado todo desde las sobra, si que le gusta el chisme.
Todas las ratas tenían que venir a molestar, que mala suerte la mía, no estoy de humor. Ahora mismo les podría dar una paliza.
—Vamos no seas agua fiestas, hermano—Y dale, estás personas son demasiado estúpidas.
—Kensy, soy un hombre casado. Ya no estoy para esos juegos de adolescentes.
Kensy estaba por forzarlo a levantarse, pero Adiel venía hacia su dirección, Matt se puso de pie.
Salí corriendo hacia el, en ese proceso pisotee muchos pies. Lo hice con toda mi fuerza.
—Esposo te extrañé—Demonios, quiero besarlo pero soy demasiado enano, solo puedo restregar mi rostro en su pecho—Me querían obligar a bailar—Adiel observó a esos tres, su mirada es afilada.
—¿Quieres bailar?—Sujeté su cintura.
—Si es contigo si, si quiero.
—Entonces, ¿Me permite está pieza?—Extendio su mano.
—Si a todo lo que digas—Con suavidad Adiel lo atrajo hacia él, empezaron a moverse de una manera lenta.
Sus cuerpos están en sincronía, las personas dejaron de bailar para apreciar esos movimientos donde se muestran cariño con con su mirada. Las luces de los reflectores se fueron a esas dos aves que vuelan de una manera maravillosa.
No había bailado desde mi último año de secundaria, en aquel entonces me tocó bailar con una prima que tenía dos pies izquierdo, desde entonces quedé con miedo de qué mía pies fueran destrozados.
Pero Adiel es muy bueno, ver esa mirada fija en mis ojos, me hace sentir que estoy en el cielo.
La pieza de la melodía terminó, los aplausos resonaron en la sala de la luja mansion. Unos ojos estaban puestos en el cuerpo de Matt, y no eran de Félix.
—Señores y señoras—Esa era la voz de Donald, ahora que se atraía entre manos—El señor Matt Taylor, comentó que nos regalaría una canción.
Todos miraron a Matt, quién estaba por sentarse.
—Señor Taylor, suba por favor. Ya tengo el piano preparado.
Matt podía cantar, ¿Pero yo no sé si podré? Donald quiere ponerme en ridículo.
—Joven Donald..
—Dejalo, no digas nada. Puedes pararte enfrete para poder verte y no sentirme nervioso.
—Matt, no tienes porque seguirles el juego—No debí de ser demasiado indulgente con Donald, el viejo fénix ya no es peligro como lo era antes. Si le doy una lección a su hijo el solo tendrá que aceptarlo.
—Quiero hacerlo—Su mirada muestra determinación.
—Esta bien—Los dos se dirigen a hacia el centro de la sala.
Me senté en el pequeño banco, le ruego a dios que pueda hacerlo bien, tengo años de no tocar un piano. Este es hermoso.
—Me disculpan si sueno desafinado—Froto su cuello—Prefiero que la próxima vez el joven fénix me invite a jugar quien come más en vez de esto—Las sonrisas se hicieron presentes. Los que no reían habían captado la indirecta de Matt.
Las personas comenzaron a sacar sus celulares, quieren tomar ya sea una buena actuación o una mal.
Matt cerro sus ojos a la vez que suspiró profundamente. Sus manos comenzaron a presionar las teclas del piano con una melodía jamás escuchada, era relájate, cargada de emociones.
—Al despertar, desperté con un dolor infernal—Matt veía a su esposo, el que está tan sorprendido como el público presente—Voces desconocidas habían a mi alrededor, los recuerdos de una vida que jamás había vivido se apodera de mi, estaba confundido no sabía que hacer.
El piano resonó con más pasión.
—En esos recuerdos solo habían dolor, dos personas sufrido por las milicias de un demonio convertido en mujer, queria renunciar, pero entonces te lo vi, vi esa mirada fría pero que en realidad es dulce, mirada con la que quiero seguir embriagandome.
El sonido transmitía lo que Matt estaba sintiendo, el doncel veía a su esposo con una sonrisa. "Solo yo quiero ver todas sus facetas." Ese pensamiento aterrador cruzó por la mente de Adiel.
—No sé en qué momento llegue a tener este pensamiento, un pensamiento sobre que te quiero para mí, quiero que me siguieras mirado, mirándome de esa manera que me hace sentir, sentir emociones inexplicables.
Una ola de aplausos llegó a los oídos de Matt, este se puso de pie.
—Gracias—Hizo una reverencia—Espero y no ver lastimado sus oídos—Abrazo a su esposo.
—Nada de eso, fue excelente—Comentaron todos al unísono.
—Fue sorprende, maestro Taylor su esposo es una rara gema—Hablo Gerson.
—Vamonos, ya no quiero está aquí. Extraño a nuestra pequeña—Hizo un puchero.
—Justin, hablamos después.
—Te entendió, que les vaya bien.
Los esposos están por salir cuando un viejo lo impido, por su parecido con Donald, debe de ser el padre.
—Adiel, ¿No me prestaras a tu esposo?
Esa mirada es repugnante, me mira con codicia, lujuria, deseos de poseer. Me escondí detrás de Adiel, no le tengo miedo, pero su mirada no es algo que quiera ver.
—Sera en otro momento, tenemos prisa—Pero el viejo lo volvió en pedir—Mastro Fénix, por el poco respeto que le tengo es mejor que se aparte. Ya no soy ese joven—Adiel lo vio con una mirada fría.
Solo asi el viejo se aparto, pero intento sujetar la mano de Matt, el doncel no lo iba permitir, a una velocidad impresionante jaló la corbata del viejo fénix. Le dio un puñetazo.
—Mm~—Gimio de dolor.
—Vulveme a ver con esa mirada asquerosa y te sacaré los ojos, no eres el único que tiene poder en está ciudad—Susurró—Maestro fénix, ¿Esta bien?—Todos voltearon a ver de dónde provenía el gritó_—Maestro a su edad no debería tomar tanto, Joven Donald ayudar a su padre.
Donald corrió ayudarle, su rostro esta molesto por qué su plan no resultó como esperaba.
Las personas susurran que Matt es tan atento, que nada de lo que se lee en el internet es cierto, que la gente le tiene envidia, bueno, Matt es un excelente actor.
Matt y su esposo subieron al autor. Ya querían ver a su pequeña bolita de masa.
—Lo siento—se disculpó.
—¿Por qué?—Prengunté con confusión.
—Por todo, dejé que hicieran lo que quieran—Me siento tan inútil.
Quería preguntar si esa canción que canto se trataba de nosotros, pero no es momento de preguntar eso.
Adiel tiene una expresión de enojo, frustración, irritación, quiere ir a ese lugar y golpearlos pero no quiere que Matt lo vea en un estado que le cause miedo.
—Mirame—Tomo el rostro de su esposo—Fui yo quién impido que intervinieras, asi que no te sientas culpable, Adiel—Posiciono su frente en la de su esposo—Hay muchas cosas que no sabes de mi porque se que no me has investigado, ese gesto de tu parte es impresionante, nadie se casa con una persona que solo conoció una noche.
Matt no a querido reclamar el patrimonio de su madre, desde que murió se lo dejó en cargado a su tío, ese viejo debe de estar esperando mi llegada. El anterior Matt estaba más concentrado en su carrera y persiguiendo a Félix.
—No quiera invadir tu privacidad, en ese entonces solo quería que estuvieras cómodo, para que ninguno de los dos saliera lastimado, no me importa si pensabas en Félix, pero ahora..—Su mirada cambio a una más sanguínaria—No sé hasta dónde llegaría todo para retenerte a mi lado.
"Maestro, no debió de decir eso. Asustara a su esposa." Son los pensamientos de los dos guardespaldas.
—Suenas como un Ceo dominante de esas novelas tóxicas—Sonrio—No tendrás la oportunidad de hacer eso, ya qué no pienso ir a nigún lado.
Bese los labios de Adiel, sus palabras me pusieron feliz, porque no estaban dirigidas al anterior Matt, esas palabras fueron para mí actual yo, yo soy la persona que le importa a mí esposo.
Adiel lo atrajo a su hacia el, subió la ventanilla de enmedio del auto, no iba a dejar que Niel y Diego los vieran en ese estado.
Matt se aferró del abrigo de su esposo, Adiel lo estaba besado de una manera estremecedora, sentía que su cuerpo es un volcán activó, que proto explorará y querrá llevarse todo a su paso.
El beso fue roto por la falta de oxígeno, Matt hundió su rostro en el pecho de Adiel, no quería que su esposo viera su expresión, sabía que tenía una muy excitada.
—Llegamos—Infomor Niel.
—Vamos con nuestra pequeña—Adiel abrió la puerta, fue el primero en salir, luego Matt.
Los dos entraron a la recidencia antes de ir por la pequeña, tomarían una ducha, no querían sostenerla con hedor a vino o que otra Colonia barata de las personas que se le acercaron a Matt.
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