capítulo 12
Después de que terminaron de almorzar, un poco de silencio fue formado.
—Donald fénix, fue mi prometido desde mi nacimiento. Los ancianos no firmaron ningún acuerdo, todo fue solo de palabra.
—¿Entonces casarte conmigo, lo impidió?
—No, yo rompí ese compromiso cuando murió mi pa..—No podía llamarlo de esa manera.
—¿No se enojaron los de la familia fénix.?—Hice una nueva pregunta, podía notar la incomodidad de Adiel, al hablar de su padre.
—Tuve que pagar un precio por ello.
—¿Qué precio? Fue dinero ¿verdad?
—Si, fue mucho dinero, si ese acuerdo hubiera sido firmado, entonces tendría qué recibir un castigo más feo.
¿Qué castigo? Quería saber, pero preferí no preguntar. Si lo hacía eso solo causaría más incomodidad en mi esposo.
—¿Pero todavía te llevas bien con ese tipo?—Se cruzo de brazos.
Adiel puso una sonrisa, una que no me estaba gustando.
—¿por qué diablos te ríes?
—Te vez muy lindo haciendo pucheros—Le toca las mejillas—Solo fue un amigo en su débito tiempo, nunca lo vi de una manera romántica.
—¿Puedo correrlo?—Esta vez fue Matt, quién tomo el rostro de Adiel, en sus manos.
—Si, puedes hacer lo que gustes, yo estaré siempre de tu lado—Acerco su rostro más cerca de Matt, el menor aún no soltaba el de su esposo—¿Puedo besarte?—Matt asintió.
Adiel retiró las manos de su rostro, a cortó esa distancia que lo apartaban de los labios del menor, saboreó el dulce néctar que esos rojizos labios le ofrecerían, el lo tomó con felicidad.
De gusto de ellos como si fueran la última gota de agua en un desolado desierto. Adiel llevo sus manos a la cintura de Matt, este se estremeció al sentir esas poderosa manos.
Creí que aquel beso se sintió bien solo porque así lo decía mi curiosidad, pero ahora lo confirmó. Me gusta en la manera que Adiel me besa, me hace sentir cosas inexplicables, ¿como puedo explicar este sentimiento? ¿De qué se trata? ¿Y por qué quiero seguir sintiéndolo?
Dejo esas preguntas a un lado, había mucho tiempo para descubrir el significado, ahora mismo solo quería poseer al hombre que lo hace sentir de esa manera.
La falta de aire hizo que ambos se alejaran, Adiel tenía la mirada fija en esos hermosos ojos azul celeste, los cuales tenían una expresión de júbilo.
—No me volverás a evitarme, ¿verdad?—Le dio una sonrisa juguetona.
—No, jamás volveré hacer eso.
—Mas te vale, o te haré dormir en el suelo.
—Eso seria..
—Hermano, ¿podemos dormir aquí?—Preguntó Nery, aún sin abrir la puerta.
—¿No te molesta su presencia?—Di que si, para echarlos de aquí.
—No, pero si tu te sientes incómodo con ello, puedes decir que no.
—Lo pensaré—Los voy a correr.
—Salgamos, Ayla tal vez ya despertó, toca darle su comida.—Los dos salieron, los mellizos están de pie en el pasillo.
—Esta bien, pueden quedarse—Al final no los corrió.
—Damelos—Nery extendió su mano, ella le estaba cobrando la apuesta.
—Mierda—se lamenta, el le paso 20 dólares a su hermana.
—¿Apostaron?—Se parecen a mi hermana y yo, siempre hacíamos eso.
Los cuatro se dirigían a ver a la pequeña Ayla.
—Si, por si Adiel no aceptaba, iría por mi carta triunfante—Nery le sonrió a Matt, este sintió escalofríos.
—Adiel, ¿podrías llevarme a casa?—Donald estaba por subir las escaleras.
Todavía no se va, Adiel me volteo a ver. Esperaba que le dé mi opinión, iba a decir algo pero mi celular sonó. No le iba dar importancia, solo que no dejaba de sonar y sonar
Ya con mal humor, lo saqué del bolsillo. Tenia como 100 mensajes más comentarios, y que otra etiqueta.
Abrir la bandeja de mensajes de mi Instagram, la mayoría eran fotos que me habían enviado mis verdaderos fans. Los abri. La imágenes eran de Adiel y Donald, este ultimo había metido su mano en el brazo de mi esposo.
Los comentarios iban de; esta bueno, ya era hora que consiguiera alguien más, Matt no se lo merece, etc....
El rotro de Matt se oscurecía con cada comentario donde lo tachan de zorra, entre otras ofensas. Pero lo que más lo enojo fue el título que le había puesto a las fotos, el cual era; Será que la hija del joven maestro Matt, no es del maestro Taylor, por lo tanto busco una nueva pareja. Para vengarse de él.
—¿Cuñado, que pasa?—preguntó una asustada Nery, la expresión de Matt era muy fea, daba miedo.
—Esto pasa—Le mostró el título de la foto.
—¡Pero que demonios!—Nery también se molesto, saco su celular y comenzó a maldecir ha todas esas personas sin cerebro.
—Matt—Adiel estaba asustado.
—Lo sé—Lo tomo del rostro, le dio un gran beso, enfrente de todos—Te lo dije, ser demasiado amable con las personas incorrectas trae problemas.
Los mellizos tenían el rotro rojo, ver esa escena fue demasiado. Marcharon sus ojos, puros.
Matt lo hizo para marcar su territorio, le dio una mirada llena de superioridad a Donald. Queriendo decir; mira, es mío, tus jueguitos no funcionan.
—Lo arreglare ahora mismos—Adiel estaba por llamar a Jay.
—Dejarlos, que sigan indagando—Sugirio.
—Hermano, Toma—Nery le pasó el celular a su hermano—Toma una foto, la publicaré en mi cuenta, y no a acepto un no por respuesta.
Ellos se olvidaron de donald, quien estaba verde del coraje.
—Adiel...
—La tomare, ponerte en medio de ambos—Zay interrumpió a Donald.
Nery estaba muy emocionada, ya que tendría una foto con su ídolo, cortaría la parte de su hermano mayor después.
—Listo—Zay le paso el celular a su hermana.
—Ahora tomare una de solo los dos.
Mi hermano y cuñado se veían uno al otro, ellos se veían con dulzura, no era una mirada fingida era una auténtica. Ambos no se dan cuenta de ese brillo que sus zafiros transmiten.
Nery tomo dos fotos, iba a decir que ya podían dejar de posar, pero Adiel levato a Matt del piso, su contacto visual aún no se rompía.
Esta pose esa magnífica, tome dos fotos más. Era como si estuvieran en una sección de fotos para enamorados.
—Ya dejen de darme comida para perros—Nery hizo una expresión de náuseas.
Publiqué las fotos, con una nota que decía; Vine de visita a la mansión Taylor. Quería conocer a mi sobrina, ella es muy hermosa, su parecido con Adiel es impresionante, para todas esas personas sin ofició, pónganse a trabajar en algo productivo.
Para todo aquel que se atrevió a publicar esas fotos con doblé intención, les llegará una demanda. Mi hermano no tiene ningun amante, mi sobrina es hija de Adiel. Ellos están felices, dejen de hablar estupidezes.
Después de escribir ese testamento, ella se sintió más renovada.
—Cuñado, acepta mi solicitud de amistad—Aguardo su celular.
Matt lo hizo sin refutar, solo que el aún siguen sin gustarle estás cosas que tenga que ver con el internet.
—Jun—Llama a su guardespaldas.
—Si, Maestro.
—Dile a Tracy, que lleve a Donald a su casa.
—Como ordené—Fue por ella.
—¿No me llevarás?
Este tiene un rostro más grueso que un poste de cemento, pensaron los mellizos.
—Donald, me siento más avergonzado yo que tú, por ese comportamiento. Mi hermano mayor tiene trabajo que hacer, puedes retirarte sin hacer más el ridículo—Zay, ya se estaba molestando, Nery levantó su pulgar a su mellizo.
—Cuñado, ¿podemos entrar contigo? Queremos ver a nuestra sobrina—hablo con respeto.
—Si, esa habitación es muy grande.—Matt abrazo a su esposo, Adiel se sintió mucho mejor.
Ellos entraron a la habitación, la señora Lesly leía un libro, Ayla aún seguía dormida.
—Ya están aquí, ella aún duerme.
—Nana, te tengo envidia—Nery suavemente la agarró del brazo.
—Mudarte, y la verás todo el dia—Sugirio.
—¿Hermano podemos quedarnos aquí? Hasta que pasen las fiestas navideñas,.
—Lo pensaré.
—Yo me retiro, nos vemos mañana—Lesly se despidió de todos.
—Yo también tengo que volver al trabajo, antes de irme. ¿Podemos hablar?—Le pregunta a Matt.
—Si—Los dos fueron al armario, los mellizos cuidan de Ayla.
—¿Qué pasa?—Preguntó.
—Lo siento.
Podia ver cuan preocupado estaba, por lo que yo pensara.
—Se lo que pasó, no dudo de ti. Los medios de comunicación solo sirven para arruinar a las personas sin importales las consecuencias.
—Gracias—Tenia miedo que las cosas entre nosotros se arruinará—Volvere más noche, beso la frente de Matt.
—Vuelve sano y a salvo.
Los dos salieron del armario, Ayla estaba despierta. Nery la sostenía en sus brazos, le hacía caras graciosas. La sonrisa de la pequeña es muy bonita.
Adiel se despidió de Ayla, a sus hermanos solo les dijo adiós. Al salir de la habitación toda esa expresión feliz, se volvió fría.
—Niel, cuídalos bien.
—Téngalo por seguro, que asi lo hare.
Adiel salió de la mansión, su asistente ya lo estaba esperando con la puerta abierta del auto.
—¿Adiel?—Ese rostro es demasiado aterrador, es justo como la vez que lo interrumpí cuando estaba en un momento acaramelado con su esposo.
—Has que la empresa que publicó ese maldito artículo vaya a la quiebra, y a ese paparazzis que jamás alguien lo contraté—Subio al auto.
—Me encargaré de eso—Jun, puso en marcha el auto.
—También convoca una conferencia de presa, malditos. Debería matar a todas esas personas que se atrevieron a difamar a mi esposo.
Adiel tenía una mirada sedienta de sangre, a Jay se le hacía difícil respirar. Maldice a todo aquel que hizo enojar a su jefe.
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