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Soy Nicaragüense. Y desayuno balas, muerte y reprensión.
Desde hace ya varios meses La Paz en mi país ha desaparecido, mi bandera se ha manchado con la sangre de hermanos. Nicaragua ha estado sumida en muerte, miedo, dolor, sangre, desesperación, incertidumbre e impotencia.
En lo personal mi vida ha dado un giro de 180°. La visión que yo tenía de mi país ha desaparecido totalmente, y estos meses han sido suficientes para darme cuenta de lo que no estaba a simple vista de todos (dictadura, manipulación, reprensión, etc.).
Estoy en una situación en donde como joven he sufrido de ansiedad, desesperación, tristeza, talvez depresión, melancolía, incertidumbre y un sin número de cosas más, incluso he entrado en desacuerdos con mis padres, considero que nadie está preparado para una situación como esta, en especial adolescentes como yo: Que nunca han vivido y que jamás se imaginaron que esto sucedería.
En este lapso de días he pensado con mucho detenimiento en el pasado, el presente y el futuro de mi nación, ¿He entrado en una crisis existencial?
La verdad nunca imagine que esta situación llegaría a más de un día, pero la realidad fue otra cuando tuve que huir de Managua prácticamente y dejar todo a medio hacer.
Cada día me fui internando más en las redes sociales para ver como seguía esta fase, a veces perdía el apetito y solo quería estar en mi cama con la bandeja de entrada en la pantalla de mi celular abierta.
Yo quería salir de ese encierro, quise tomar un bus e irme a Managua en donde podía acompañar a todos los universitarios, donde podía hacer valer mi voz porque en mi casa no podía decir nada ya que mi madre me reprimía diciéndome que dejara de decir estupideces y que a Daniel Ortega nadie lo sacaría nunca del país, lo cual odio y me molesta al saber que mi madre tiene una mente tan cerrada.
Es horrible no poder ser escuchada en tu casa en donde están las personas que amas y que más confianza tienes. También tener esa sensación de saber que todos tus compañeros están por asistir a marchas y que puedes pasarles cualquier cosa, me preocupe aun cuando no somos tan unidos porque llevamos poco tiempo de conocernos, me sentía con una presión en el pecho, me sentía completamente aislada, como si fuera a morir, quería gritar, apoyar a todos los
que estaban peleando por una Nicaragua libre, ayudarlos de alguna manera, con víveres o agua, en varios momentos incluso entraba en un estado en donde solo podía pensar en ellos, en esos jóvenes que estaban en Managua peleando por lo que creían, donde estaban arriesgando sus vidas y me sentí culpable de que yo estuviera tan cómoda en mi casa, con mis padres, sin preocupaciones de que la policía llegara a tirar a matar, me sentí mal, tan mal que no miraba el sentido a compartir tanto en mis redes sociales si con el que lo vean mis amigos y que ellos lo compartieron no se iba a solucionar esto, no íbamos a parar lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, no todo es malo, aun en medio de la oscuridad hay una luz y esa luz yo la siento y la veo con la unión de todos, la manera en que cada persona intenta ayudarse mutuamente me hace sentirme orgullosa de mi país.
Canté el himno nacional con todo el corazón y me sentí parte de toda esta historia en donde juntos alzamos nuestras voces para decir estamos aquí.
El mejor refugio que pude encontrar fue el de mis amigos y excompañeros de clases que aun cuando teníamos tiempo sin vernos seguíamos manteniendo la buena amistad que se había formados durante los diez años que estudiamos juntos, ellos me brindaron apoyo emocional, un hombro en donde poder apoyarme, un lugar donde podíamos dar nuestras opiniones sin miedo, una zona de confort, algo que ni mi propia familia había sido capaz de hacer.
De verdad espero más que todo que las cosas tomen el curso correcto, no quedarnos de brazos cruzados y hacer que suceda, espero llegar a ese día en donde pueda despertar con el conocimiento que todo ha concluido, regresar a la universidad, ver a mis compañeros de clases, encontrar todos los asientos llenos, disfrutar de un día normal de clases, volver al estrés diario de mi amada carrera, pero sabiendo que Ahora que ya sos libre Nicaragüita, yo te quiero mucho más.
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