9. Lumbar: La doncella.

Debí suponerlo, nadie podía ser tan inocente. Fui engañada y traicionada por ella. Y lo peor, es que no sabía porque sentía que mi pecho se estrujaba con dolor a cada segundo que pasaba.

No debí confiarme.

Después de todo, Ámbar Smith siempre fue una autentica y maldita perra.

-No, ¿Qué hacen? ¡Ella es Ámbar Smith, yo no, soy su doncella! Dígales señora, dígales. -grite suplicándole por verdad. Pero su cínica sonrisa remplazo aquel ceño fruncido de antes.

-Pobre de mi señora, terminó por volverse completamente loca... -arrugo su frente y esquivo mi mirada-. Me gustaría que conserve esto, tiene un gran valor sentimental para ella -dijo entregándole un broche de cabello al doctor.

- ¿Qué? ¡NO! Quítenme las manos de encima malditos hijos de puta, Ámbar, no hagas esto, NO. -grite forcejeando con los enfermeros que intentaban internarme en el tétrico lugar. Un manicomio.

-No toleraremos ese lenguaje aquí señora.

[...]

-Tengo hambre, llévame a un lugar decente. -reclamo la rubia con desdén.

-Me sorprende que no te afecte en absoluto su situación, quiero decir...

-Ella fue otra doncella más, tú me metiste en esto, y me prometiste mi libertad, ahora cúmplelo.

-No era mentira entonces... ningún hombre puede descongelarte, eres tan seca y fría como el hielo, como un muerto. Sería imposible llevarte a la cama.

-No hay hombre digno -replico ella. Subiendo al auto.

[...]

Supongo que mientras envejezco en este lugar sería buena idea contar mi historia.

Soy Luna Valente, hija de un mercenario que falleció junto a mi madre, una ladrona. Fui criada por mi tía Mónica, ella me enseño todo lo que hoy sé. Aprendí a falsificar toda clase de moneda, el arte del robo, de la manipulación y actualmente mi familia se dedica al tráfico de niños. Tomamos a bebés y se los vendemos a Japón para que los preparen para la guerra. No es el trabajo más honesto pero nos pagan muy bien.

Pero, te preguntaras, ¿qué hace una chica que creció siendo educada por maleantes de doncella para una dama de la alta sociedad?

Debía convencerla de que está enamorada de mi aliado en este plan. Y quien me trajo hasta aquí para empezar. Un cerdo asqueroso al que no le tengo la más mínima estima, y a quien prometí ayudar solo para salir de este lugar y no volver a poner un pie en mi casa. El plan era muy simple, convencerla de casarse y que él hiciera efectiva su estrafalaria herencia, luego hacerla pasar por loca y quedarnos con todo.

Cuando el bastardo me contó sobre Ámbar, me dijo que era una huérfana custodiada por su "tío", el esposo de su difunta tía Sharon, quien se colgó de un árbol por demencia. Me dijo que era una joven con corazón de piedra que no conocía nada más allá de su mansión, que nunca había visto el mundo. Una inocente y fría muchacha que tras cumplir los 21 sería obligada a casarse con su tirano tío, quien la tenía cautiva.

Me contó también que su tío era amante de los libros, con gustos en lectura "peculiares" y que subastaba algunos, pero que los amaba tanto que odiaría a separarse de ellos. Por lo que recurría a...la falsificación. Y es donde entra el bastardo sin nombre que me metió en todo esto; hijo de granjeros y prodigio de la pintura, que ahora se dedica a robar, estafar y falsificar. Simón Álvarez.

Me hice pasar por su doncella. Y mi único deber era consentirla, ser su garrapata y llevarle siempre la idea.

Pero no conté con esto.

Ámbar, no es nada inocente. Ámbar, no es ninguna santa. Ámbar, esconde muchos secretos. Ámbar es, Ámbar.

Y eso es solo la parte resumida de todas nuestras vivencias.

La mujer a la que le di mi primer beso, mi primera experiencia sexual, mi primer amor...

Y, fui traicionada, tal vez.

[2 días después...]

[......]

Una sonrisa presumida curvo su rostro, la joven mujer escucho los gritos de las cocineras y sintió el humo subir por sus fosas nasales.

La gente corría despavorida, intentando liberar a algunos internos, otros no correrían con esa suerte. Las enfermeras huyeron dejándola sola en el antihigiénico comedor. Dejo escapar una carcajada, tal vez si estaba loca.

Se sacó el broche en forma de sol del cabello y lo dirigió a los grilletes en sus pies. Mientras veía por el rabillo del ojo como acudían a ella tres figuras disfrazadas de verdugos con trajes a prueba de calor dirigiéndose a su persona. Logró liberarse de sus ataduras y los otros tres la cubrieron con una réplica de sus trajes, empujándola hacia la incendiada cocina y esparciendo cubos de agua sobre las llamas que no podían controlar, para resguardarse de quemaduras.

Aquí el final, Ámbar Smith seria pasada por muerta seguro.

[...]

- ¿Quieres festejar? -la rubia pestañeo numerosas veces intentando convencerlo, llevaba con ella dos copas de licor para brindar. El ambicioso hombre segundos antes se daba un baño en billetes disfrutando de su nueva vida de rico.

Sin saber que esa noche seria su última vivo.

- ¿A qué se debe tu amabilidad? -pregunto él.

-Me puse a pensar, si ya soy libre, supongo que debería agradecértelo de alguna manera... -halago ella sentándose sobre sus piernas, tomando un sorbo de su bebida y besándolo. Asegurándose de que el alcohol fuera ingerido solo por él.

5 minutos. Tarareo en su mente la rubia.

Se encargó de que cada gota de vino pasara por la garganta de su contrario, y decidió complacerlo en su pequeño espejismo, espejismo que no duraría mucho.

-Adoraba esos libros en los que se relataba como una mujer era tomada a la fuerza, y terminaba disfrutándolo, aún recuerdo el primor libro que presencie, las palabras salían de tus labios con un ritmo provocativo. Casi podía imaginarme este momento contigo y... -se quedó a media frase, cayo inconsciente sobre el cuerpo de ella. Quien con asco se lo quitó de encima cuando se aseguró de que estaba verdaderamente dormido.

A la mañana siguiente salió del hotel con el maletín lleno de billetes cargado pesadamente en sus hombros, sola. Con una peluca negra, lentes oscuros y un sombre adornando su anatomía. Esperando encontrarse con su salvación a solo un par de calles.

Sonrió al encontrarse unos ojos esmeralda que reflejaron luz apenas la vieron cruzar la puerta, y se fundieron en un emocionante abrazo.

[...]

|| Querido tío Rey, espero que te guste mi regalo. Ese que tienes frente a ti no es más que un estafador hijo de granjeros y pobre diablo avaricioso que logro engañarte exitosamente, claro, con mi ayuda.

Déjame decirte algo. Las mujeres no disfrutamos ser sometidas y no disfrutamos el sexo forzado. Probablemente hayas enloquecido con la muestra de afecto que te dejo mi doncella en tu querida biblioteca.

Es un regalo de nuestra parte. Tómalo como mi muestra de agradecimiento por todos esos años encerrada, siendo obligada a tus deseos sádicos y enfermizos.

Te tengo una noticia, me gustan las mujeres. Tal vez por eso nunca ningún hombre logro meterse conmigo, me decían que era dura como la roca y fría como el hielo, que mis manos siempre estaban heladas, y que hacerme el amor sería como tocar a un muerto.

Pero, gracias a ese hombre por el que dejaste engañar, soy libre, soy feliz y más que eso. Aprecio mucho que trajera a alguien como Luna a mi vida, mi Luna.

Gracias por intentar criarme, degenerado tío.

Gracias por ser tan tonto, sádico tío.

Tal vez debas dar un giro al asunto y que Simón sea tu modelo a partir de ahora, estoy segura de que venderían un par de ejemplares...

Se despide, Ámbar. ||

El hombre arrugo la carta en sus manos y miro a su torturado acompañante.

-Y dime, ¿Qué se siente haberle quitado la virginidad a mi sobrina? ¿Cómo fue su noche de bodas?

-Necesito refrescar mi memoria -pido el otro-. Tal vez, un cigarro lo haga.

-Oh, sí claro. -El anciano le regalo su último deseo, sin fijarse en el color de la envoltura de los cigarrillos-. Ya lograre localizarlas, dos mujeres dirigiéndose a algún país Europeo... sabes, soy un viejo al que le gusta lo sexual. Siempre me pregunte que se sentiría hacerle el amor a Ámbar, pero tú te me adelantaste.

-Fue la mejor noche de mi vida... ella era tímida por momentos, pero atrevida en otros. Muy enérgica, hacerle el amor fue mágico.

Mintió recordando aquella noche, la rubia se masturbó en sus narices y se corto la palma de su mano para hacer creer a la sirvienta que habían intimado. Mentira que la propia Luna no creyó, pero que el ingenuo tío de Ámbar si.

-Un momento, con d-detalles.

-Viejo asqueroso... Ámbar sigue siendo mi esposa, sería un idiota si le contara lo sucedido bajo las sabanas.

-P-pero...... ¿Por qué el humo es verde...? -pregunto muy mareado el mayor.

-El humo del mercurio es muy dañino, señor Rey. -se burló Simón en su lecho de muerte. Tosiendo e intentando respirar sin éxito alguno-. Lástima que no prestas atención a los pequeños detalles...

[...]

Nunca quise dañarla. Mi infancia no fue la mejor de todas. Mi vida era oscura y sin sentido, hasta que ella llego.

De no ser por su dulce voz, su actitud, y su personalidad. Yo probablemente habría seguido los mismos impulsos que Sharon. Y estaría colgada de aquel árbol.

Pero ella logro salvarme.

La noche en la que quise acabar con mi vida, ella lo presintió. Y evito algo de que me arrepentiría.

- ¡Señorita Ámbar, por favor no lo haga! Mi señora, no lo haga, se lo pido... le suplico que no me deje sola, yo la quiero, no me haga esto a mí, no me deje sola, no me deje sola. ¡Lo lamento! Lamento haberla engañado, en realidad hice de su doncella para robarla y luego hacerla pasar por loca; pero usted provoca cosas en mí que no puedo explicar... ¡no era mi intención insultarla! Si ama a otro yo lo entenderé, pero por favor no lo haga, no se mate, no-

-Suéltame ya, Luna.

- ¡No! -chillo ella llorando a mares.

Yo había pasado la cuerda por mi cuello y me deje caer hacia abajo, pero me sorprendió sentir unos brazos apretar mis piernas, impidiendo que el aire se fuera de mis pulmones.

-Era todo lo contrario Lunita; Simón y yo planeamos hacerte a pasar a ti por mí, y acusarte de loca e internarte en el manicomio. Para yo ser libre y huir de mi tío. -le tomo un par de segundos asimilarlo. Pero al final de cuentas cuando reaccionó:

- ¡Maldito hijo de perra! ¡Te vas a ir al infierno desgraciado! Y... ¡oh! Lo siento señorita -grito al darse cuenta de me había soltado y la cuerda estaba haciendo presión en mi cuello, asfixiándome.

Entonces.

Después de discutir, ideamos nuestro propio plan. Para perjudicar a mi tío y al bastardo.

Y huir de ellos, ser libres de vivir nuestro amor.

Pero no podríamos solas, necesitaríamos ayuda, mucha ayuda.

Por lo que recurrimos a su tía, y ella trajo a dos aliados más. Que nos ayudaron todavía más. Y se quedaron con su tajada en el camino.

Hoy por hoy Luna y yo vivimos a las afueras de un pueblo en Europa, en donde estamos bien acomodadas y sin preocupaciones, disfrutando de nuestra compañía mutua.

Cada día a su lado es único.

La amo. De verdad que la amo. Más que a mi propia vida.

-Ámbar.

- ¿Dime mi vida?

-Te amo.

-No, yo te amo más.

-No vamos a pelear otra vez por eso, eh.

-Mientras no recordemos el pasado, todo estará bien -sonreí con nostalgia fingida.

- ¿Lo prometes? -yo asentí. Besando cortamente sus labios.

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¡Ehhhhhhhhh! Aquí una adaptación extra resumida y extra corta de 'The Handmaiden'. Una película dirigida por Chan-Wook Park, e historia de Sarah Waters. Película que ame con mi vida, y que seguiré amando. Lo curioso es que pasas medio filme adorando la historia de Hideko y Sook-Hee. Y de repente la otra mitad odiando a muerte a Hideko, por perra maldita. Pero luego te lo explican todo y vuelves a amarla todavía más, omití muchas partes pues porque no puedo incluir toooodo en el OS, solo le agregue mi toque puse las partes que se me de memoria (porque la he visto mas de 6 veces) y que me parecieron importantes. No me maten por poner al Saimon de malo ¬¬

Ahora me entero de que los chinos no solo son buenos en la tecnología, sino que también son magníficos en el arte...

De verdad se las recomiendo. Aunque si eres menor de 12 no es muy recomendable pues... hay escenas un poquito mucho explícitas. Y otras un poquito mucho más que explícitas, que pueden ser consideradas ofensivas.

Aca el tráiler pa' que lo vean, y un review de ZEPfilms.

Adelantar al minuto 2:43.