A la mañana siguiente me despierto y abro los ojos, miro la habitación en la que estoy y me acuerdo de todo lo que pasó ayer, sonrío, estoy en la cama de Mike... Hacía tanto tiempo que no tocaba sus sábanas.

Justo entonces aparece él por la puerta, sonriendo, con una bandeja en las manos y el desayuno encima de ella, se acerca a la cama sin decir nada y se sienta en el borde de ella, dejándome la bandeja en la mesilla.

- ¿Has dormido bien?

Sonrío al escuchar de nuevo su voz y me muerdo el labio algo nerviosa.

- Como nunca lo he hecho.- Miro el desayuno que me ha preparado.- No hacía falta Mike...

- Claro que sí lo hacía.- Sonríe y me acaricia las manos.- Te quiero.

- Te quiero Mike.- Sonrío.

Me coloca la bandeja encima de las piernas y miro el desayuno, todo muy bien ordenado, la taza por un lado y los dulces por otro y... una cajita? Intento adivinar lo que será y sonrío, este hombre no deja de sorprenderme.

- Creo que se ha colado esta caja.- Río bromeando.

- Creo que no.- Ríe.- Ábrela...

Asiento algo nerviosa y cojo la caja azul de terciopelo, ¿serán otros pendientes, un colgante...? Me gustan estos regalos, y a quien no, pero no me parece bien qué él se pueda gastar todo el dinero del mundo en mi y yo no pueda por el poco dinero que gano.

Le miro una última vez antes de abrirlo y miro en el interior de la caja, trago saliva y saco el hermoso anillo de la cajita, lo observo bien, me había regalado de todo, pero lo cierto es que nunca me había regalado un anillo, nunca.

Le miro y veo que está sonriendo.

-¿Qué gusta?- Me pregunta suavemente.

Yo asiento.

- Pero no puedo permitirme quedármelo Mike.- Acaricio su mano.- Esto es demasiado caro... Es precioso pero...

- (tn) ¿quieres?- Me interrumpe.- ¿Pasarías tu vida conmigo?

Nada más escuchar esas palabras, con esa hermosa voz, se me hace un nudo enorme en la garganta y me llevo las manos a la boca sin poder creerme lo que me acaba de preguntar.

Él sonríe y me coge la mano que estaba acariciando.

Asiento mientras me caen lágrimas por las mejillas.

-Claro... Claro que quiero Mike...- coloco la bandeja al otro lado de la cama y le abrazo fuertes de rodillas en la cama.

Mike me abraza fuerte mientras me acaricia la espalda.

- Te amo... Te amo mucho...

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