La sala de entrenamiento resonaba con el sonido de los sables de luz chocando mientras (???) continuaba su práctica contra los IG-100, los droides MagnaGuardia proporcionados por Poggle el Menor. Tres días habían pasado desde su enfrentamiento con Dooku, y (???) estaba decidido a aprovechar al máximo cada momento para mejorar sus habilidades de combate.

Con movimientos fluidos y precisos, (???) esquivaba los ataques de los droides y contraatacaba con ferocidad, demostrando una destreza impresionante con su sable de luz. Cada encuentro con los IG-100 era una oportunidad para perfeccionar sus técnicas y afinar sus reflejos.

Mientras tanto, Dooku se había quedado en Geonosis para tratar con Poggle el Menor sobre asuntos separatistas. Sin embargo, su ausencia no pasó desapercibida por mucho tiempo. En un momento crucial de la sesión de entrenamiento de (???), la puerta se abrió y Dooku hizo su entrada.

Dooku: (Dirigiéndose a (???)) Grievous, es hora de que me acompañes.

(???) asintió con la cabeza en señal de entendimiento y dejó a un lado su sable de luz, listo para seguir a Dooku. Juntos, se dirigieron hacia una habitación oscura que (???) sospechaba que ocultaba algo importante.

Al entrar en la habitación, un gran holograma se materializó ante ellos, mostrando a un hombre encapuchado cuya cara estaba oculta en las sombras de su capucha. (???) sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral mientras reconocía la presencia ominosa de Darth Sidious.

Sidious: (Dirigiéndose a ambos) Saludos, Lord Dooku. Grievous.

Dooku: (Inclinándose ligeramente) Maestro.

(???) permaneció en silencio, observando con cautela al misterioso Sith.

Sidious elogió el combate entre (???) y Dooku, especialmente el desenlace impresionante que había proporcionado el cyborg. Sin embargo, (???) fue humilde en su respuesta, atribuyendo su victoria a la estrategia y un poco de suerte.

Sidious reveló que tenía una prueba en mente para (???): viajar a un planeta y recuperar algo de interés tanto para él como para Dooku. Si (???) completaba esta tarea, se le concederían ciertas libertades, incluida la posibilidad de abandonar Geonosis sin consecuencias.

(???) pensó en sus propios motivos y en la oferta que Sidious parecía tener para él. La oportunidad de ganar ciertas libertades y demostrar su valía era tentadora, y (???) estaba dispuesto a aceptar cualquier desafío que se le presentara.

(???) se arrodilló ante Sidious con respeto y aceptó la tarea con determinación, comprometiéndose a cumplirla con éxito.

Después de que el holograma desapareciera, (???) y Dooku abandonaron la habitación, dejando atrás el aura de misterio y anticipación que rodeaba la reunión. Dooku mencionó que la nave que lo ayudaría en su misión estaría lista en unas horas, y (???) asintió en acuerdo, preparándose mentalmente para el desafío que tenía por delante.

El destino desconocido aguardaba a (???), pero estaba decidido a enfrentarlo con valentía y determinación.

Grievous se retiró a su habitación en el complejo geonosiano, sumido en sus pensamientos mientras reflexionaba sobre la tarea encomendada por Darth Sidious. El Sith oscuro había establecido una prueba para él, una oportunidad de demostrar su valía y ganar ciertas libertades. Pero para tener éxito, Grievous necesitaba un plan.

Mientras se sentaba en silencio, repasó en su mente una lista de posibles destinos. Pensó en planetas que podrían albergar artefactos antiguos relacionados tanto con los Jedi como con los Sith. Entre los planetas que consideró estaban Coruscant, el corazón de la República Galáctica y hogar de los Jedi; Tython, un mundo ancestral para la Orden Jedi; y Dromund Kaas, el bastión Sith en el sistema Dromund.

Sin embargo, ninguno de estos mundos le pareció lo suficientemente prometedor. En cambio, una idea se formó en su mente: Korriban, el planeta natal de los Sith.

Aunque gran parte de la historia de Korriban había sido borrada por el tiempo y las guerras, Grievous sabía que aún podrían encontrarse vestigios de la antigua civilización Sith en sus tumbas y templos ancestrales.

Decidido, Grievous se propuso viajar a Korriban en busca de algún objeto o conocimiento que pudiera impresionar a Sidious y cumplir con la prueba establecida. Pero antes de embarcarse en esta misión, sabía que necesitaba prepararse adecuadamente.

Concentrando su mente, Grievous intentó sintonizar con la Fuerza, una habilidad que había sido esquiva para él en el pasado. Sin embargo, su conexión con la Fuerza seguía siendo débil, apenas perceptible. Reconociendo su limitación, comprendió que necesitaba ayuda para desarrollar esta habilidad y para guiarlo en su búsqueda en Korriban.

Pensó en la posibilidad de encontrar a alguien que pudiera enseñarle los caminos de la Fuerza sin levantar sospechas de Dooku o Sidious. Pero encontrar a un maestro en secreto sería una tarea difícil, y Grievous sabía que el tiempo apremiaba.

Mientras continuaba meditando, el tiempo pasaba lentamente. Sabía que su nave pronto estaría lista para partir hacia Korriban, y el peso de la responsabilidad descansaba sobre sus hombros. Con cada respiración, se preparaba para el desafío que le esperaba, determinado a demostrar su valía ante sus superiores Sith y a encontrar su lugar en la galaxia.

Dooku entró en la habitación donde Grievous estaba inmerso en sus estudios sobre la navegación de naves espaciales.

Dooku: La nave está lista, Grievous. Es hora de partir.

Grievous asintió, cerrando los datos que estaba revisando y siguió a Dooku fuera de la habitación. Juntos, se dirigieron hacia la superficie de Geonosis, donde la nave esperaba.

Una vez en la superficie, Grievous quedó impresionado por las imponentes estructuras que se alzaban en el horizonte, destacando la aridez del planeta. Dooku señaló hacia una nave entre las sombras, destacándola.

Dooku: Esta es tu nave, Grievous.

Grievous reconoció la nave de inmediato: un Belbullab-22 Starfighter, conocido como "El Desalmado Uno".

Dooku: Está completamente equipada y lista para el viaje.

Grievous agradeció a Dooku y se dirigió hacia la nave. Mientras se acomodaba en la cabina, recordó las horas que había pasado estudiando la navegación de naves. Aunque no era un experto, confiaba en sus habilidades para llevarlos a su destino.

Una vez dentro de la cabina, Grievous activó los sistemas de la nave y comenzó los procedimientos de despegue. Con destreza, elevó la nave del suelo y la dirigió hacia el espacio exterior.

Grievous: (Murmurando para sí mismo) Espero haber aprendido lo suficiente en estas últimas horas.

A medida que la nave se alejaba de Geonosis, Grievous se concentró en trazar el curso hacia Korriban. Aunque era un piloto competente, sabía que el viaje no sería fácil. El espacio estaba lleno de peligros y desafíos desconocidos.

Mientras se adentraban en el vacío del espacio, Grievous se sentía decidido. Estaba determinado a completar la prueba de Sidious y demostrar su valía como aprendiz Sith. Aunque el camino por delante era incierto, estaba listo para enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

Con el rugido de los motores de la nave como fondo, Grievous miró hacia las estrellas, preparado para el viaje que tenía por delante.

Grievous contemplaba el espacio exterior mientras su nave surcaba la velocidad de la luz en su camino hacia Korriban. Mientras observaba las estrellas distorsionadas por la velocidad, su mente divagaba en diferentes direcciones, reflexionando sobre su situación y el propósito de su viaje.

En medio de la velocidad vertiginosa, surgió una pregunta persistente en la mente de Grievous: ¿Por qué había sido dotado con la Fuerza? Recordaba con cierta amargura que incluso el Grievous original, antes de convertirse en un ciborg, no había mostrado una afinidad significativa con la Fuerza. Incluso después de recibir la sangre de Sifo-Dyas, sus midiclorianos no habían alcanzado niveles notables para manipular la Fuerza con habilidad. Se preguntaba si su existencia como ser cibernético había cambiado de alguna manera esa relación con la Fuerza.

El zumbido constante de los motores de la nave proporcionaba un telón de fondo hipnótico para sus pensamientos. Grievous se preguntaba si había sido un capricho de la naturaleza o si había algún propósito más profundo detrás de su conexión con la Fuerza. Se sentía intrigado por la idea de explorar sus habilidades recién descubiertas, pero también temeroso de las consecuencias de sumergirse demasiado profundamente en el lado oscuro.

La idea de encontrar objetos valiosos en Korriban lo emocionaba y lo inquietaba al mismo tiempo. Sabía que el antiguo mundo Sith estaba lleno de secretos y tesoros ocultos, y la posibilidad de descubrir un holocrón Sith despertaba su curiosidad. Sin embargo, también era consciente del peligro de caer en la oscuridad que rodeaba esos artefactos antiguos. La historia estaba plagada de aquellos que habían sido seducidos por el poder oscuro de los Sith y habían perdido su camino en la búsqueda del conocimiento.

Mientras reflexionaba sobre estas cuestiones, Grievous se sentía dividido entre su deseo de explorar sus habilidades recién descubiertas y su temor a las consecuencias de sumergirse demasiado en el lado oscuro. La velocidad de la luz parecía distorsionar el tiempo y el espacio a su alrededor, reflejando la confusión interna que sentía.

A medida que la nave se acercaba a Korriban, Grievous sabía que se enfrentaba a decisiones difíciles y desafíos desconocidos. Se preparó mentalmente para lo que encontraría en el antiguo mundo Sith, consciente de que su viaje podría cambiar el curso de su destino para siempre.

Con determinación en su corazón y un sentido de propósito renovado, Grievous se dispuso a enfrentar lo que sea que Korriban tuviera reservado para él. A medida que la velocidad de la luz continuaba envolviendo su nave en su brillante resplandor, estaba decidido a descubrir la verdad detrás de su conexión con la Fuerza y a encontrar su lugar en la galaxia.

Grievous reflexionaba profundamente sobre el equilibrio entre los Jedi y los Sith, preguntándose si podría intervenir de alguna manera en el gran plan de los Sith para ayudar a los Jedi. Consideraba las posibilidades y los riesgos involucrados en tomar medidas en contra del plan maestro de Darth Sidious.

Consciente del inminente peligro de la Orden 66 y la formación del Imperio Galáctico, Grievous se planteaba la posibilidad de convertirse en una fuerza opositora contra Sidious, brindando refugio y ayuda a los Jedi perseguidos por Darth Vader y los Inquisidores.

Sin embargo, antes de llegar a ese punto, sabía que debía implementar su plan inicial.

El "Plan de Exterminación" era el nombre que Grievous había dado a su estrategia inicial. En los años de paz que aún quedaran por delante, planeaba reunir aliados que compartieran su enemistad con los Sith. Durante las Guerras Clon, tenía la intención de llevar a cabo la segunda parte de su plan, dividiéndola en dos etapas clave.

En primer lugar, buscaría convencer a los líderes separatistas de que él sería un mejor líder que Dooku, presentándose como una alternativa más capaz y decidida. En segundo lugar, organizaría un golpe de estado para derrocar a Dooku y asumir el control del movimiento separatista. Grievous estaba dispuesto a usar la fuerza si fuera necesario, incluso considerando la posibilidad de enfrentarse a Dooku personalmente si este se negaba a unirse a su causa.

Sin embargo, comprendía los riesgos asociados con sus acciones. Si Dooku no se convencía de unirse a él, podría verse obligado a matarlo para evitar futuros problemas. Alternativamente, podría optar por encarcelarlo de manera que no representara una amenaza para sus planes.

El objetivo final de Grievous era desafiar el control de Sidious sobre los droides de batalla y revelar al público la verdad sobre el linaje de Darth Bane y las maquinaciones de Sidious. Con ello, esperaba atraer la atención y la vigilancia constante de los Jedi, quienes estarían atentos a sus movimientos y, con suerte, le brindarían apoyo en su lucha contra los Sith.

Aunque reconocía que su plan no era perfecto y enfrentaría numerosos obstáculos, Grievous estaba decidido a llevarlo a cabo. Después de completar su prueba en Korriban, planeaba elaborar estrategias más detalladas y coordinadas para lograr sus objetivos con mayor eficacia.

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