4. Dejemos las formalidades
El ojos de gato recién nacido, respiró profundo. Y con la bandeja en sus manos, que contenía lo que había preparado, caminó hacia la pequeña mesa.
—Volví nuevamente —enunció el
chico «¿Porqué estoy tan nervioso, es solo un maldito hombre igual que yo?» —cuestionó en su interior Eros.
—¡Te tomaste la molestia de preparar café! —exclamó con buen humor —Te lo doy las gracias. Me encanta el café —agradeció complacido.
—¿Le agrego azúcar? —preguntó tras colocar las tazas en la mesa.
—Si, cinco cucharadas por favor —le informó «Que hermoso conejito con el que me he topado» —dijo en su mente el moreno fascinado por el chico.
Ambos disfrutaban el olor y el buen sabor del café. Aunque Christopher disfrutaba más mirar al chico tomar su café, en vez de concentrarse en el suyo, cosa que al parecer no le agradó a Eros.
—Porque eres tan hermoso. Incluso tomando café —balbuceó el moreno maravillado con la apariencia hermafrodita que poseía su anfitrión.
—Eso debe ser el vapor del café que te está afectando el cerebro. Solo soy una persona normal bebiendo café, es todo —musitó para de nuevo darle unos sorbos a su taza —Aunque si quieres saber porque mis facciones pueden ser confundidas de género y, que la mayoría de las veces parezco mujer transvestida... —sugirió para luego tomar una galleta y comerla.
—No. No lo es —negó y después bebió el café —Lo digo en serio. Eres hermoso, incluso más que mi prometida —declaró —¿Y cómo que eres confundido? Si eres un hermoso conejito —contestó al chico.
—No digas tonterías. Y por cierto ¿porque no quieres cansarte? ¿ y que es eso de conejito? No me agrada para nada —cuestionó el más joven.
—No quiero estar atado a nadie. Prefiero ser libre como el viento —afirmó negándose a tener una vida hogareña. Dando unos sorbos a su café —Y a tu otra pregunta. Si eres un adorable conejito, pálido y pequeño —comentó el ojos de aguila.
—¡Ya entiendo! Eres un don juan homosexual —declaró el rubio —¿Solo buscas caras bonitas o te fijas también en su cuerpo? -preguntó mordisqueando una galleta —Y deja de decirme conejito, que no lo soy —agregó destacando la palabra "conejito" con enojo.
—No. No soy esa clase de hombre que crees. Solo busco bellezas como tú y paso la noche con ellos, luego no les vuelvo a ver, ni sé como se llaman ni quiero acordarme. Solo fueron una aventura momentánea —explicó el moreno, admitiendo lo que supuso el chico.
—¿Qué acabas de decir? Acaso no te escuchaste, dijiste lo mismo que yo en otras palabras —habló Eros con obviedad dándose con su mano en el rostro.
—¿Eso dije? —se preguntó un poco confuso —En fin, seguiré tomando mi café, por cierto lo hiciste fenomenal —agradeció por la bebida que estaba ingiriendo.
—Gracias, señor don juan homosexual, por sus buenos cumplidos —enunció al soltar una pequeña risilla, la cual oculto con su mano izquierda.
—Dejemos las formalidades, ya te dije. Dime Chris, querido, papi, amor. El que gustes, tu eliges —propuso —Vamos al punto principal. Antes de que vuelva a la compañía, no me gusta andar con rodeos. Durante este contrato te daré alojamiento, comida y dinero para que puedas costear tus necesidades, sin embargo debes estar preparado para sufrir las consecuencias de ser el primer hombre que le presento a mis padres y al mundo en general, admitiendo así mi sexualidad, que por ahora está oculta. Me entiendes o te lo repito —explicó Chris dándole unos jugosos lujos a cambio de simular ser su pareja. Una propuesta que pocos resistirían aceptarla.
—Bueno, con lo único que estoy en desacuerdo es vivir contigo ¿Porqué tengo que hacerlo, no hay otra opción? —le cuestionó él indignado.
—Si —afirmó —Tenemos que vivir juntos, así será más creíble tesoro. Mis padres son demasiado astutos y te investigarán a fondo, desde donde naciste hasta cual fue tu última pareja, y mil cosas más —alegó tratando de convencerlo.
—Entiendo, así que esa fue la razón por la cual hiciste aquella llamada —dijo con una de sus manos posadas en su barbilla pensativo.
—Si, esa era la razón, y además ellos creen que ya tenemos seis meses estando juntos; así que vamos a tener que conocernos a fondo. Puedes pensar lo de la mudanza, si te preocupa tu apartamento con lo que ganes puedes comprarte uno propio y mudarte tú solo ¿dime qué opinas —insistió nuevamente dando por terminada la bebida que tenía.
Christopher se quedó observando a su linda presa mientras meditaba lo que le había dicho y, de vez en cuando él le miraba tratando de ordenar sus pensamientos, algo que era imposible con el mayor clavando sus ojos en Eros.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top