capitulo 81

Grandes y muy hermosos ojos de color marrón rojizo, brillante cabello rubio cual oro bajo el sol. Sus mejillas regordetas rojas...yo estoy sosteniendo el mismo niño de aquel sueño, solo que en esta ocasión él es tan solo un bebé enrojecido.

Sin embargo, es el mismo pequeño. Él adorable e irrespetuoso Elián. ¿Acaso aquel sueño fue un destello de mi futuro con Lewis? Lo tomaré de esa forma, gracias Dios. Gracias por permitirme vivir junto a mi prometido e hijo.

Misha está conmocionado, feliz. Su cuerpo tembloroso y esa brillante sonrisa en sus ojos lo decía todo. Era padre, eso fue como ser bombardeado con olas tras olas de plenitud.

—Misha—Sostiene fuertemente la mano de su prometido.

—No te levantes tan rápido—Ayuda acomodar las almohadas, el pequeño Elián se veía tan pequeño en el brazo de Misha.

No era necesario dejarlo en la cama cuando él podía hacer diferentes cosas con su mano libre, mientras sostenía a su hijo.

—¡Es como lo describiste!—Sonríe y llora al mismo tiempo.—Hermoso—Acaricia la nariz del bebé.

Misha solo pudo asistir con su cabeza, las lágrimas y el nudo de emociones en su garganta no lo deja decir ninguna palabra, no sin llorar todavía más.

Ambos padres se encuentran en un sube y baja de diversas emociones que les cuesta asimilar, tan feliz por conocer por fin a su amado hijo, los dejo abrumados.

Quieren estar viendo siempre a ese pequeño niño, hacerle saber cuánto lo aman y cuánto tiempo han estado esperando por su nacimiento.

—Tiene mi cabello rubio y tus hermosos ojos, amor—Lo sostiene en sus brazos, los efectos de la anestesia esta empezando a irse de su cuerpo—¿Tienes hambre?—Baja un poco su camisa, él pequeño Elián busco rápidamente ese pezon.

—Te amo—Besa la frente del menor—Gracias por regarle tanta felicidad a un tipo como yo—Frota suavemente la mejilla de Elián—Mira, ya me esta viendo con desprecio—Misha sonrío ampliamente.

Recordó aquel sueño, pensado que cuando esté grande y Elián pueda hablar, se comportará idéntico a ese pequeño que le habla como si lo odiara.

—Deja de exagerar—Con su mano libre acarició los e hinchados ojos del mayor, había y sigue llorando mucho—Te amo—Saboreó esos labios rojos un poco salados por las lágrimas derramadas—Tu me haces feliz como yo te hago feliz a ti—Sonríe—No tienes que agradecer nada.

Fue doloroso hasta el punto en que por poco y dejó sin cabello a Misha, las contracciones me hacia sentir que la espalda se estaba rompiendo una y otra vez. Llega un momento donde solo quieres que lo saquen de tu estómago de una otra manera para dejar de tener ese infernal dolor.

Pase tanto dolor solo para que al final terminara nacimiento por cesaría, tuve que esperar un buen tiempo, esperando que ese lugar se dilatara lo suficiente y de esa manera tener el espacio requerido, sin embargo no se pudo.

Lo último que recuerdo es caer inconsciente luego de que A1, me indujo al sueño. No querían que las cosas se tornara peligrosas, es por eso que Lukyan prefiero ponerme adomir por completo.

Lo que Lewis no sabía es que Lukyan, lo durmió por un motivo completamente diferente. Temía que Elián, tuviera algún tipo de poder extraño que llegará a dañar el cuerpo de Lewis.

Después de todo, Lukyan había usado sus habilidades para impedir que Lewis muriera ese día. Al verificar que no había tal peligro, solo supiero aliviado. No obstante, Elián si nació con ciertas habilidades, no tan fuertes pero si lo suficiente para defender de algún peligro que lo aceche. 

—¿Dónde están los demás?—Es extraño que no se encuentren en esta habitación. Sobre todo Ruby, ella gritaba que sería la primera en sostener a Elián.

Cuando se rompió la tan aclamada fuente, ella se encontraba juntó a mí, en el jardín. Salimos porque el día era hermoso y muy brillante.

Misha también nos acompañó pero en su momento fue por unas bebida, fue en ese instante en que todo empezó a doler. Senti qué mi columna se rompería tarde o temprano.

Ruby dejó de lado su glamour de señorita y se convirtió en una mujer tan fuerte como las fisicoculturista, me levantó en sus brazos y corrió hacia el interior de la mansión, aún en tacones.

No voy a negarlo, en ese instante sentí mucho miedo que ella cayera al suelo al no resistir mi pesor, pero no fue así. Llegó a la sala, dejándome en los brazos de A1, para él fue como llevar una pluma.

—Y sí, ella fue la primera en sostenerlo. Después yo, y así sucesivamente.

Misha, pelea unas manzanas, mientras las verdura se enfría un poco. Ya casi son las 12 de la tarde y Lewis no había comido nada.

—Se retiraron no hace mucho, cinco minutos antes de que recordaras—Alimenta con pequeños pedazos de fruta a Lewis.

—Entiendo—Mira a su hijo, se durmió sin la intención de quitar su boquita de la comida.—Aún dormir es un glotón....¿Asher?

Lewis y Misha se sorprendieron al ver entrar a ese pequeñín, él ya podia caminar bien, solo les tomo dos semanas el lograrlo.

—¿Estás solo?—Pregunté, él solo asintió.

Es raro que ande él solo, ya que Asier no se le despega por nigún motivo. Sigue a su hermano mayor casi siempre, son demasiado unidos.

—Asier...está con..Kiel—Le tomaba tiempo el poder decidir una palabra. Su voz es muy similar a la de Lukyan, solo que un poco más dulce.

Asher se acercó a Lewis, en todo momento su mirada estaba en la pequeña vida que descansa en los brazos de su tío.

—¿Viniste a conocerlo?—Preguntó curioso y asombrado, Misha.

—Si..—Su piel está roja, también es muy pequeño, frágil, podría romperse si lo llegase a tocar, ¿así eramos Asier y yo?

—¿Quieres sostener a tu primito?—Preguntó Lewis.

—No—Mueve su cabeza—Se...puede...romper.

—¿Eh?—Confundió a Lewis.

Soy pequeño pero cuando se trata de fuerza es muy diferente, puedo mover la cama dónde duerme papá y padre, sin ningún problema.

Todavía me falta para poder controlarla es por eso que no sostemos la mano de Kiel, porque lo podemos lastimar. Tendré que ir a quitarle más energía a mi abuelo Brais. antes de que se vaya. Tiene mucha.

Asher sabe como poner excusa y aprovechar de cada una de ellas, obtener lo que quiere aunque no necesita la energía maligna de su abuelo, para controlar su cuerpo. Solo le gusta usar a Brais como tanque personal de energía.

—Descansa...tío...—Sus hermosa mirada ojo se contrajo al ver ese color marrón rojizo, viéndolo fijamente.

Asher ni se dio cuenta en que momento ya había subido a la cama, no fue difícil para él. Ya sabe como usar sus poderes sin que los demás se den cuenta.

—Feo—Declaró con su dedo índice pinchado la mejilla de Elián.

—¡Él es muy guapo, no es feo!—Se exaltan ambos padres.

—Está un poco rojo sí, pero eso es porque está recién nacido. Con el pasar de los días eso se irá desvaneciendo y quedara una piel tersa, hermoso.—Expresa Lewis.

—Muy..feo—Volvió a repetir pero en está ocasión con una sonrisa en sus labios.

Elián como si supiera que Asher lo estaba insultando, agarro ese pequeño dedo e intentó morderlo. Una lástima que esa mordía se sintiera suave y muy adorable.

—Solo mira su reacción—Comenta Misha—Está muy ofendido como lo estoy yo—¿Estoy discutiendo con un niño? No importa, nadie le llama feo a mi lindo mi hijo.

—Si..lo sé—Inclina su rostro hacia abajo, quedado muy cerca de Elián—Es...es bonito...porque...no se parece a ustd.—Sincero pero respetuoso ante todo.

Lewis cubrió su boca, ocultando la sonrisa de sus labios. Le es muy gracioso el ver a Misha, con esa adorable expresión de indignación.

—Crece...rápido...

—¡Asher!—Asier entró e encontró a su hermano mayor, a punto de besar la pequeña naríz de Elián—¿Qué...Qué estás haciendo?—Entrecerró sus ojos, juzgado a su hermano traicionero.

Asier es un pequeño muy celoso y posesivo, más con su hermano y Leo. Después de todo tiene la personalidad de Lukyan.

—Esto se siente como si Asier, estuviera descubrió que Asher le es infiel—Susurró Misha, casi imposible de escuchar para una persona normal, pero los gemelos no eran normales, ellos escucharon fuerte y claro.

"Solo quería ver más de cerca a nuestro pequeño primo, es bonito. Ven a ver" Respondió por telepatía, descubrieron que podían hacer eso mientras investigaban sus poderes.

—Ven..aquí—Demandó con molestia.

Asher quería bajar de la cama pero Elián, no quería soltar su dedo. El pequeño Asher se vio envuelto en un dilema, sin embargo Asier no iba a compartir a su hermano mayor, con otra persona. Con Kiel ya era suficiente. Por lo que él fue quién subió a la cama y fue por Asher.

—No...te lo voy a dar—Abrazo por la espalda a su hermano Asher—Es mío—Sobre el cuello de Asher, Asier acomodo su rostro. Sus mejillas se rozan entre sí.

—¿No te agrada tu primo?—Preguntó Lewis.

Cuando Asier actúa así, es como estar viendo a Lukyan, celoso de todo aquél que vea a Leo. Mi pobre sobrino, Asher. La tendrá difícil cuando le llegue a gustar alguien de grande.

—Es mi familia...me agrada—Ve esos ojos marrones rojizos—Por más lindo...que sea...no le daré a, Asher.—Lo abraza con más fuerza, escondió su rostro.

"Mi hermano es mío, ¿verdad?" Jala el cabello de Asher, no le perdona que haya venido sin decirle nada. "Sí, nadie puede remplazar a mi hermanito." Palmea cariñosamente la cabeza de Asier.

—Los celos son malos, niños.—Comento Misha.

Ese comentario hizo que todos los pares de ojos lo vean con una mirada entrecerrada, como quién dice; ¡En serio, lo dice alguien como tú! Hasta su pequeño hijo lo estaba viendo con rareza.

Misha estaba por decir algo, defenderse, pero la puerta fue sonada. Era Vincent el que entró en busca de los pequeños diablillos.

—Con que aquí estaba—Suspira aliviado, se asusta cuando desaparece de su vista—Vamos, tenemos que ir almorzar. No pueden estar aquí, su tío tiene que descansar—Baja a los pequeños de la cama—Felicidades, es niño muy lindo—Expresó.

—Gracias—Contestaron al unísono ambos padres.

—Descansa...tío Lewis—Mira a Misha—Te vez feo...ponerse algo en los ojos...tío—Le sugieren "amablemente" a su tío Misha, ellos sonrieron antes de salir de la habitación.

Mientras caminan por el pasillo, los gemelos sintieron que su abuelo Brais, andaba espiando a Vincent. Ello dos se miraron a los ojos con una sonrisa perversa.

—Abuelo.

—Si, Asier.

—¿Te..te gusta el abuelo...Brais?

Vincent se detuvo en seco, está muy sorprendido que ni siquiera se atreve a ver a los dos pequeños diablillos. "¿Soy tan obvio?" Se preguntó con tristeza en sus ojos.

Vincent descubrió sus sentimientos no hace mucho, primero lo nego por unos cuantos días, no quería aceptar algo que lo terminaría por destruir. Si su amor por Jenson no lo destruyó, esto si lo enviaría completamente al fondo de ese acantilado sin la mínima posibilidad de salir con vida.

Sin embargo, por más que quisiera huir de esos sentimientos, lo terminaron alcanzado por lo que no le quedó de otra que aceptar lo inevitable.

—¿Abuelo?—Asher sostiene la mano de Vincent.

—Es raro, pero una buena persona. Es agradable.—Evadió la pregunta.

—No me refería a eso...—Quieren una respuesta concreta.

—Sí—Son solo unos niños, se que son inteligentes pero siguen siendo niños, por lo que vamos a saciar su curiosidad—Me gusta, pero no le diga a nadie—Se pone en cuclillas—Es un secreto entre nosotros, ¿Sí?

—Bueno...—Ven a su abuelo Brais.

—¿Es verdad?

Vincent se congeló al escuchar esa voz, con su mano en el pecho sosteniendo los latidos de su corazón, salió huyendo de ese lugar, los gemelos quedaron en buenas manos. Ya es un hombre adulto pero cuando vea a Brais, siente que vuelve a sus años de juventud.

—¿Qué estás esperando?—Preguntaron.

—¿No irás tras de él?—Preguntó Asier.

—Ya no están hablando como retrasados, pequeños demonios—Expresó Brais.—¿Por qué finge que no pueden hablar bien?—Pueden hablar bien desde hace dos semanas.

—Eso es lo de menos, ve tras el abuelo Vincent.—Asier sostiene la mano de Asher.—Vamos con papá y padre.

—No es necesario que me lo digan, sus padres están en su habitación—Fue en busca de Vincent.

Vincent estaba por cerrar la puerta pero Brais fue mas rápido, antes de que eso sucediera ya estaba dentro de la habitación. Viéndose fijamente, escuchado los latidos de sus corazones mientras se perdían en sus miradas.

—Solo finge que no escuchaste nada, o que escuchaste mal.

—No lo haré—Opreso en sus brazos a Vincent—No tengo problemas auditivos, escuché muy bien.

—¿Que harás...?

—Lo sabrás en cuestión de segundos.

Brais me levanto en sus brazos, me aferré de su cintura mientras mi piel se estremecía por el roce de sus dedos sobre mi cuello, de como se enredan en mi cabello. Oh, sus labios robado mi respiración al momento en que mordía con suavidad mi labio inferior.

—¿Estás de acuerdo?—Preguntó con esa mirada azul negro brillante con deseo por tomar todo de Vincent.

—Sí—Asiente con un leve sonrojo—Quiero hacerlo.

Toma por el cuello a Brais, jalado ese cabello, mientras sus labios devoran apasionamiento los del señor demonio. Frotado su trasero contra la gran espada despierta de Brais.

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