capitulo 78
El tiempo ha vuelto pasar muy rápido, con el pasar de los días, mi estómago fue creciendo hasta el punto en que se me es difícil el caminar. Ya tengo 8 meses de embarazo, falta poco para conocer al pequeño Elián.
Después de todo, el señor Brais tenía razón. Acertó con respecto a que tendría un pequeño niño. Niño que no ha dejado de moverse todo inquieto desde que cumplió cuatro meses, desde ese entonces golpea suavemente mi estómago.
Me hace saber que se encuentra saludable y con muchas ganas de poder conocer el mundo exterior. Misha lloró de emoción la primera vez que sintió los suaves movimientos de Elián, era un mar de lágrimas.
Eso era causa por los cambios repentinos, si, a él le tocó sufrir la mayor parte con respecto a las náuseas y deseos tan desagradables los que se le antojaban.
Era un tanto divertido y lamentable el verlo sufrir los cambios de humor que experimentan las personas embarazadas. Yuri es quien le ha ayudado en todo momento con respecto a conceder esos raros deseos que se le antojaban.
Al igual que toda mi familia, Yuri ha estado para nosotros dos, con su sonrisa amable energética. El está muy emocionado con ver el nacimiento de Elián. Más cuando Misha le hizo saber que para nuestro hijo, el sería su abuelo. Logramos ver cómo se le cristalizaron sus ojos.
Durante estos últimos meses atrás, han pasado muchas cosas extrañas como agradables. Por ejemplo, el pequeño Kiel está creciendo saludable, es un bebé tan bonito que dan unas grandes ganas de pellizcar esas mejillas que parecen dos duraznos.
Algo que los gemelos suelen hacer a menudo cuando lo ven, sí. Ellos dos no pueden mantener sus manos quitas cuando lo ven.
Los gemelos, esos pequeños y adorables bebés ya empezaron a gatear y caminar con la andadera. Estábamos muy sorprendidos que con solo tres meses ellos ya gateaba sin ninguna incomodidad o con su cuerpecito tembloroso.
Nos tocaba buscarlos por toda la sala de estar o la sala de juegos porque ellos son muy buenos en escabullirse, más cuando los cuida el señor Brias o Lukyan, a ellos dos suelen jugarles broma. Ponerles las cosas muy difíciles.
Ya con Leo son un amor, a él no suelen ni molestarlo. Cuando están sentados, ahí se quedan jugando. Es igual con los señores Well, Vincent, mi papá, Ruby, y nosotros tres.
Tienen riña con mi hermano mayor Lukyan, los puedo entender, ellos no quieren compartir el tiempo y el amor de Leo. Pero con respecto al señor Brias, eso si que no lo entiendo, ¿Por qué les gustará molestarlo?
Llegamos a la conclusión que su inteligencia es muy alta, más alta que las de sus padres y es por eso que pueden hacer cosas que un bebé promedio no haría.
Hablando de del señor Brias, el y el señor Vincent se traen una extraña tensión desde hace mucho tiempo. Cuando sus miradas logran hacer contacto visual, la rompe al instante con una expresión rara.
Ruby a segura que entre ellos dos sea ha despertado algún sentimiento que ninguno quiere aceptar, yo le digo que está loca. Pero ella solo sonrió mientras decía. " Te apuesto a que ya se besaron" algo que sigo creyendo imposible, es que no veo que ellos dos se vean con ese tipo de miradas.
Quizás solo soy yo, el único lerdo en notar las cosas que pasan a mi alrededor. No soy tan observador como lo es la maniática fanática del BL, como lo es Ruby. De sus ojos brillantes nadie puede escapar.
Es asi como la mansión sigue muy animada con tanto ruido, aunque aveces se vuelve silenciosa, cuando mi familia y la familia de Leo le toca volver al nuestro país de origen, por cosas relacionadas con la empresa.
Hay ocasiones en las que Nelly, Hendricks los guardaespaldas-asistentes de Lukyan y de Leonardo, no pueden hacerse cargo de los negocios complicados.
La última vez que vino Hendricks, estuvo a punto de darle un infarto cuando vio a Brias. Nunca lo había visto tan pálido, Lukyan le susurró algo para tranquilizarlo antes de que le dijera algo y luego salió hablar con Brais, como si lo conociera desde mucho tiempo y el fuera su subordinado.
—¿En qué piensas?—Pregunta Misha, mientras le da masajes a lo pies de Lewis.—Tu cumpleaños se está acercando, ¿verdad?
—Pensaba en todo lo que ha pasado estos últimos meses.
En nuestro país ya debe de ser verano pero aquí en Canadá, sigue estado fresco sin importar que ya es agosto. Será porque estamos en la cima de está montaña que el viento es cálido y frío a la vez.
—Y si, mi cumpleaños es el 29 de agosto. ¿Por qué?—Le da un sorbo a su licuado de fresas.
—Solo pensaba en que quería celebrarlo contigo, solo nosotros dos—Frota la pancita super abultada de Lewis—Una cena romántica, solo para nosotros tres.
—Para empezar, ya les dije que no quiero una fiesta. Solo quiero estar acostado sin escuchar ruido y ellos estuvieron de acuerdo.
—Entonces se cancela la cena romántica.
Para Misha la comodidad de su pareja, siempre será lo más importante y si Lewis, solo quería estar acostado, así será.
—Pero podemos ver una película, en nuestra habitación. ¿Que te parece?—Lo jala para que se acueste junto a él, en ese sofá cama.
—Me parece bien—Lo abrazo tiernamente—Cualquier cosa por más simples que sean, a tu lado se vuelven las mejores maravillas. Te amo mi Lewis.
—Y yo te amo a ti—Besa los labios de Misha.
Los dos se siente tan plenos cuando se encuentra juntos, no quieren estar separados en ningún momento, se aman con lo cura.
Misha debería de disfrutar su tiempo a solas con Lewis, porqué cuando el pequeño Elián, nazca. Le tocará estár frustrado como lo está en estos momentos Lukyan, luchado por tener un poco de atención de su amado esposo.
—¿Ya es tiempo de que le quites la leche?
Preguntó con cierta maldad, logrado ver cómo los ojos de los dos pequeños, lo vean con desagradó y le refutan. "Hasta aquí podemos ver tus deseos e intenciones, padre. Eres tan desagradable" a lo que responde Lukyan. "Miré quién lo dice, dos pequeños molestos que lo único que saben es comer como dos cerdos"
Leo solo niega con su cabeza al ver la discusión visual que tienen las tres personas que más ama en este mundo, pero que aveces le provocan unas inmensas ganas de mandarlos a dormir fuera de su habitación.
—Mi madre dijo que solo podía darles un mes más.
Leo sonrió bajito al sentir como los gemelos se tensa y su rostro se frunce, eso les molestó. Era como dejar ganar a su padre y eso no podían permitirlo.
—Ni se les ocurra llorar, o dejaran de beber leche apartir de ahora—Comenta con una expresión divertida—No crean que no se lo que están pensando, par de diablillos—Frota esas pequeñas y finas nariz.
Asher y Asier suspiraron derrotados pero no sin antes sacarle la lengua a su padre, quién tampoco se quedó atrás y les dió un pequeño golpecito en la frente, fue más un toqué. Pero los ojos de los gemelos se tornaron cristalizados, mientras veían a Leo. Esperando que regañe a Lukyan.
—No hagas eso.—Estos pequeños diablillos, se nota que quieren que regañe a su padre, son tan traviesos.—No vez que nuestros pequeños son sensibles.
—¿Define “Sensibles” esposa—Ve a los gemelos con una mirada entre-abieta.—A penas los toqué.
—¿Por qué lo haría?
Leo puso su pie sobre sobre el pecho de Lukyan, lo empujó suavemente. Pero Lukyan tuvo la ligereza de aferrarse de la cama y en el proceso agarrar el pie de Leo, y lo beso dulcemente, estremeciendo al más joven.
—¿Quieres que te golpeé a ti?—Preguntó.—Y descubrimos que tan sensible eres, ¿eh?—Arque la ceja.
Los gemelos sintieron que esa conversación no les convencía, su papá no está regañado a su padre como se debía, como ellos querían. Más cuando vieron la sonrisa burlana en el rostro de su padre. Era muy obvio que se está burlado de ellos dos, y eso les pareció e inaceptable.
—Ya deja de molestarlos, y ustedes dos también.—Comenta Leo.
Lukyan cubrió los oídos y los ojos de sus hijos con una aura negra que controla a su antojo, no quería que escucharán y mucho menos leyeran sus labios con respecto a lo que dirá. Porque sabía muy bien que esos dos bribones, podían leen sus labios. De eso no tenían ni la más mínima duda.
—Si me golpeas con tu cuerpo, estoy dispuesto a recibir más que solo una paliza—Desliza su lengua entre los espacios de los dedos de los pies.
Leo mordió su labio inferior para no hacer ningún ruido, esa mirada caliente de Lukyan, mientras lamía su pie. Lo había encendido mucho.
—¿Entonces?....¡Aagh!—Lukyan se sostuvo el abdomen, había recibido un severo golpe con un poder abrumador proveniente de los gemelos.
Asher y Asier se encuentra muy molesto por ver estado a oscuras y aparte sordos, no era algo que les diera miedo, para nada. Pero de igual se encuentra molestos con su padre.
—Bien—Se sienta recto—Supongo que me lo merecía—Esa mirada azul se va directo a los gemelos—Pero vuelven a hacer algo así y verán que su padre no están amable como piensan que soy—Ese azul se torno oscuro.
Asher y Asier desviaron su mirada, se quedarían quietos por el momento, su discusión era un empate entré ellos y su padre.
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