capitulo 69
¿Quién me está llamando? Grita mi nombre con dolor, su voz se escucha tan lamentable, puedo percibir cuan desesperado está. ¿Por qué? ¿Por quién estás tan preocupado de esa manera? ¿Quién te está haciendo llorar de esa manera? Quiero abrir mis ojos y ver quién es esa pero no lo logró, ni siquiera puedo mover mis manos. No tengo nada de fuerzas.
Hay algo que está cayendo sobre mi cara, es cálido y al segundo se vuelve frío humedecen mis mejillas, eso me pone angustiado. Mi corazón se hunde en preocupación hasta el punto en que no logró sentir los latidos, son casi inexistentes.
¿Estoy muriendo? ¿Moriré sin ver a mi Lewis? ¿Yuri se encuentra bien? Todo se está volviendo silencio, ya puedo escuchar nada.
Luego de que llegarán a propiedad Lee, Misha se puso más mal, lo peor es que necesitaba urgentemente una transfusión de sangre. Por lo tanto, Leo envío a A1, en busca de bolsas de sangre. El doctor de la familia Lee, Edgar, está haciendo de todo para mantenerlo con vida mientras, A1 vuelve.
——¡Demonios, Misha!—Exclamó desesperado—¡¿No estás pensando en morirte, Verdad?! ¡¡NO TE ATREVAS A IRTE DE ESTÁ MANERA!!—Muerde su labio, las lágrimas se desbordan por sus rojos ojos de tanto llorar—¡REACCIONA!
Los signos vitales de Misha están de cayendo cada vez más, desde que fue llevado a la sala de operación construida para Leo. Misha no mostró signos de estar estable.
La pérdida de sangre en mucha, y en estos momentos no tienen como ponerle una transfusión, su único familiar está también en proceso de operación, la bala no salió del hombro de Yuri, quedó en un lugar peligroso.
—¡Doctor, Edgar! ¡¡Por favor, haga algo!!—Suplica Lewis.
—Estoy haciendo todo lo que puedo, joven maestro.—Solo que no puedo detener la hemorragia, no fue dañado ni un órgano sí, pero de igual manera perder sangre es igual o peor que lastimarte un órgano.
Lewis ve el rostro pálido de Misha, no había nada de color, sus labios pálidos se estaban tornado de un leve morado. Eso lo asustó todavía más.
—¡¿Cuando llegarán con las bolsas de sangre?!—Edgar se asustó—¡La nesesito, el está apunto de entrar en shock!
Los colores iban y venían en el rostro de Lewis, sus piernas flaquen, se agarró de la camilla evitando así, caer al frío piso.
¿Cuando vendrá A1? El dijo que iría al banco de sangre, pero aún no regresa, ¡¿No me diga que todavía no puede conseguirla?!
—¡Tomen mi sangre!—Yuri entró a la sala—Soy su tío, mi sangre debe de funcionar ¿verdad?—Pregunta con una mirada desesperada.—No importa si muero, tomen toda la que necesiten.
De todas maneras ya tengo un pie sobre la tumba, escuché al otro médico decirle a su asistente que, la bala está alojada enmedio de una vena, que si retiran la bala voy a morir desagradó porque no pondrán detener la hemorragia.
—Lamento conocerte en estás circunstancias—Sonríe tristemente—Eres tan hermoso como te describió Misha. Comento que cuando te veía, era tener su propio cielo. Un cielo que solo lo veía a él. Ahora entiendo de porque dijo eso, es por tus ojos. Ese bello azul....por si no llegó a despertar, puedes darle esto—Le entrega una carta.—Espero le de la oportunidad de expiar sus pecados.
Antes de acostarse en la camilla, Yuri le dió una última mirada llena de cariño. Beso la frente de Misha, mientras le susurra que todo estará bien, que lo quiere mucho y está feliz de saber que son familia.
—Haga lo suyo, Doc.
—¡Leo, por favor....!—Baja su rostro, muerde su labio con desesperación—¡Por favor, puedes ayudarme!
Lewis llamó a su cuñado en vez de Lukyan, sabía que él iba ayudarle, de archienemigo pasaron a buenos amigos, muy confidentes.
Es al único que puedo pedirle ayuda, quisiera decirle a mi hermano mayor, pero a él ya le cause demasiados problemas y dudó que quiera salvar al sujeto que lastimó a su hermano menor.
—Suspirar—Leo entró a la sala con una expresión fastidiada.—Salgan todos.—Leo ve la mirada ansiosa de Lewis, en sus ojos se ve una inmensa súplica de que salvé al hombre que está apunto de morir.
No quería involucrarme en esto, es por eso que no ofrecí mi ayuda y solo envié a los médicos a que los atiendan, no esperaba que las cosas se complicaran tanto. Esté sujeto solo trae problemas y más problemas.
—¿Eh?
—Dije que salgan todos...¡Ahora!—Frunce el ceño.
Edgar y sus dos asistentes salieron de la sala, quedado solo Lewis y Leo. Esté analiza la situación de ambos tipos medios muertos acostados en esa camillas.
—Lukyan, darte prisa—Ve hacia la puerta.—¿Todavía funcionan tus habilidades?—Se desinfecta las manos, luego se pone unos guantes.
—Creo que sí—Mira con molestia a Misha—Salvare al tipo de ahí—Señala a Yuri—Al otro cabe la posibilidad que lo deje morir por "accidente"—También desinfecta sus manos y se pone guantes de látex.
—¿Saben lo que hacen verdad?—Se asustó—¿No debería de hacerlo, A1?—Es por eso que había pedido ayuda, despues de todo es una máquina inteligente.
—Solo siéntate y hablarle a ese tipo para que resista. A mis ojos, este sujeto será como una máquina a la cual debo de reparar....
—¡Leo!
—Son mentiras, solo estoy bromeando.—Es verdad, a mis ojos se ve así, de esa manera podré ver cuál es la falla y del porqué no dejá de sangrar.
—¡Traje la sangre!—A1 cerró la puerta antes de entrar.
¿Eh? ¿Mis maestros usarán sus habilidades en persona como ellos? Nunca creí que mi maestro Lukyan, llegará hacer eso con personas que no le caen bien. Él siempre decía que sus poderes y habilidades son solo para proteger y salvar al maestro Leonardo, por si se prestaba un momento inesperado. Tenía que estar preparado para hacer de todo para mantenerlo con vida.
—Llegas tardé—Lo fulmina con la mirada—Luego tendremos que hablar del porqué tardaste tanto. Serás nuestro asistente, ponerles una bolsa a cada uno de ellos y anestesia a ese tipo—Señala a Yuri—Que aún está medio consiente.
—Como ordene.
¿Todo estará bien verdad? Ellos son inteligentes y saben que hacer, ¿Verdad? Estoy asustado, dicen que mi hermano mayor, fue quién no permitió que moriría cuando tuve ese accidente, tengo que confiar. Ellos dos son extraordinarios.
Lewis entrelaza su mano con la de Misha, le trasmite la seguridad de que está con él, que resista y sobreviva que tienen mucho de que hablar.
—Misha—Susurrá cerca de su oído—Me escuchas, soy yo, Lewis. Cuando piensas despertar maldito—Aprieta sus dientes—Quieres morir para huir de los problemas que causantes—Sus ojos se cristalizan—Es mejor que no te riendas, no quiero bajar al infierno por ti para castigarte...por favor, no nos dejes.—Susurró.
—¿Mm?—¿Escuché mal? Dígame qué no lo hice. ¡Es Lewis quién está llamándome! ¡¿No estoy en ese lugar huyendo de mi madre?! Quiero abrir mis ojos, vamos, abre los malditos ojos.—L-Lewis—Susurró.
El sonido de los latidos de su corazón, eran escuchados fuerte y claro por la pantalla que lee sus signos vitales. Misha está emocionado de poder ver a Lewis.
—¡Misha!—Exclamó—Resiste, no te atreves a irte. ¡¿Me escuchas?!—Aprieta con más fuerza la mano que está sosteniendo—Tienes que sobrevivir para poder hablar, para golpearte muchas veces, serás mi sacó de boxeo.—Sonreía y lloraba.
—Sí—Sonrío—Sere...todo lo que quieras que sea—Nuevamente tengo mucho sueño, no quiero dormir, quiero seguír viendo ese hermoso rostro, esa mirada.—....Te amo—Por sus mejillas se delizan gotas de agua—Te amo, Lewis....perdón.
Lewis sintió una oleada de indescriptibles emociones al escuchar esa confesión, quería gritarle que también lo ama, pero el nudo en su garganta no se lo permitió. Sin importar que está en este estado y le dolía verlo así, pero el dolor de la tracción sigue arraigada muy profundo en su corazón.
—Sobrevive si es que quieres escuchar mi respuesta—Queria darle un incentivo para que no se rienda y siga luchando.
—Lo haré—Vuelve a dormir.
—¡Misha!
—Tranquilo, es normal. No te asustes—Suspirar, es bueno tener conocimiento sobre ésto y tener las habilidades que tengo, porque si no fuera así, hace tiempo se hubiese muerto. El problema del porqué la hemorragia no paraba es porque, habían pequeños pedacitos de astillas de balas.
También fue un poco más fácil porque tenían a, A1. Con su conocimiento los iba dirigido como cortar y dónde no corta. Aunque con Lukyan, no era necesario que le dieran instrucciones, sus habilidades son los suficientemente buenas. Con sus poderes podría traer a alguien de las puertas del infierno.
—Esta echo....
—¡Leo!—Lukyan lo sostiene en sus brazos—¿Que pasa? ¿Duele algún lugar?—Lo inspecciona minuciosamente.
—Solo estoy cansado—Apoya su cabeza en el pecho de su esposo—Quiero dormir un rato....
—¿Esposa?—Se quedó dormido.
Últimamente Leo a estado muy raro, solo se la pasa durmiendo y es muy cortó el tiempo que pasa despierto. Revisé su condición y no hay ninguna anormalia. Estoy muy ansioso, porque si los bebé llegasen a tener una cuarta parte de mis poderes, robarán la energía de Leo y él se irá poniendo cada vez más casando.
—Lukyan....
—Está bien—Le da una mirada comprensiva—Solo está durmiendo—Ya terminé A1 y los dos médicos terminarán el resto. Ya están fueran de peligro.
—Gracias—Baja su mirada—Yo....
—No te preocupes y solo cuida de él, si es eso lo que quieres, no pienses sobre nada más—Sale de la sala.
Al llegar a su habitación, Lukyan deja a Leo sobre la cama. Mira fijamente ese vientre que está por cumplir ocho meses, ya está muy abultado. Sus ojos azules se tornaron brillantes como si pudiera ver através de esa capa de ropa y piel.
Lukyan se sobresalto mucho, fue por tan solo unos segundos, pero él juraría que hizo contacto visual con esos pares de ojos.
—Si pueden escucharme—Pone sus manos sobre el vientre de Leo—No le ponga las cosas difíciles a mamá, sean conscientes que si siguen tomando mucha energía de él, podría lastimarse. ¿Entienden? Me volví loco....
Lukyan siento los movimientos de los gemelos, ese movimiento fue como si de verdad lo estuvieran escuchando.
—Esposa—Lukyan arrulla en sus brazos a Leo—Nuestros hijos serán unos niños muy especial—Sonrío—Despues de todo son hijos de dos personas extraordinarias con poderes que, no existen en este lugar—Acomoda su cabeza junto a la de Leo.
Le encanta disfrutar de está felicidad, poder acostarse así y pasar todo el tiempo con su esposa, es lo que más disfrutaba.
—¿A1?—Lewis se sorprendió al ver que, el androide había dejado de empujar la camilla.—¿Pasa algo?
—No, nada—Empuja la camilla hacia dentro de la habitación.
¿Que fue eso? Fueron unos segundos pero sentí una energía desconocida intentado llegar a éste lugar, ¿Fue mi imaginación? De igual manera le iré a informar a mi maestro.
—No tardará en despertar, no se preocupe. El otro hombre estará en la habitación de a lado, me retiró—Salio de la habitación.
Despierta rápido para que me explique del porqué terminantes de está manera, ¿Por qué tenías que cortarte las muñecas? ¿Fue porque querías morir? ¿Por qué creías que estaba muerto?...tonto, gran tanto.
Sus ojos se tiñen de húmeda al ver las vendas en las muñecas de Misha. Era doloroso para Lewis, ver esas heridas en sus manos. Verlo en ese estado tan deplorable.
—¿L-Lewis?—Sus ojos no pueden creer lo que están viendo—¿En verdad eres tú? ¡¿No estoy soñando como suelo hacerlo todo el tiempo?! ¡Dime qué no es una alucinación!—¿Mori?—¡Aahg!—Duele.
—¿Te duele verdad?—Habia pinchado la herida de bala—No estás soñando....idiota—Solloza—¡Eres un maldito idiota! ¿Por qué tenías que lastimarte así?—Lo ve fijamente con esa mirada triste—¡Te volvistes loco!—Exclamó.
—Sí. Perdí la cabeza cuando desperté y escuché que de verdad habías muerto...quería morir e ir a dónde sea que te encontrarás, no podía vivir en un momento donde no podía encontrarte ni verte. Eso no sería vivir....yo de verdad te amo—Su expresión esta llena de tristeza y arrepentimiento.
Me duele verlo así, se nota que no ha podido dormir. Puedo ver ojeras bajo esos hermosos ojos azules. Todo es mi culpa, por mi culpa se encuentra sufriendo, soy un maldito.
—Te amo tanto.....mis sentimientos por ti no son una mentira, esos sentimientos son lo más real que haya podido sentir desdé que tengo memoria. No digo que me perdones ahora, pero darme la oportunidad de redimirme y mostrar cuanto te amo.
—Te amo—Confesó, a los segundos sus labios están sobre los del mayor. Misha fue golpeado por una ola de felicidad.
Ese beso era torpe, como si fuese su primer beso lleno de inexperiencia, están demasiado nerviosos y felices que no logran mover sus labios de la manera que solía hacerlo. Pero, este besó les estaba transmitiendo muchas emociones y sentimientos de todo lo que habían pasado estado uno lejos del otro. Y eso lo convertían en beso demasiado especial.
—¡Te amo maldito bastardo!—Lo golpeó, Misha solo gimió suave de dolor—¡No vuelvas a preocuparme de esa manera!—Apoya su rostro en el pecho de Misha—Solo yo puedo matarte—Solloza.—¿Entendido?
—Sí, entiendo—Sonrío.
Sus lágrimas empezaron a humedecer las vendas que están al rededor de todo mi pecho hasta llegar a cintura. No puede contenerme y lo abracé. Arrulle con mis brazos a mi Lewis, ambos nos pusimos a llorar de felicidad, tristeza, dolor, preocupación, no lo sé. Solo sé que quería sentirlo así de cerca.
—De igual manera sigo sin perdonarte—Expreso firmemente.—No te emociones—Sonríe para si mismo—Si pedí que te salvarán era para matarte yo mismo. ¿Escuchastes?
—Fuerte y claro mi amor—Besa el cabello de Lewis.
—¡Estoy hablando en serio, bastador!....¿De que te ríes?—Frunce el ceño—Deja de reírte.
—¡Aagh!—Lewis volvió a pinchar esa herida de bala—Verte, escucharte, eso me hace tan feliz—Sus ojos se tornaron llorosos—Sentir tu respiración que indica que estás vivió, eso....Eso....—Sus palabras se ahogan en su garganta—Perdón mi Lewis.
—Deja de llorar—Muerde su labio—.... Estoy bien—Acaricia el rostro de Misha—Estoy vivo, no soy una ilusión....así que, ya deja de poner esa expresión. Esa otra persona que venía contigo....
—¡Yuri!—Su rostro se volvió pálido—¿Él está bien?—Sostiene las manos de Lewis—¿Verdad?—Su mirada grita que le diga que sí, que está bien.
—Sí—Lo calma—Él está en la otra habitación de alado—Mi hermano mayor, lo salvó—Se miran fijamente—Y Leo, mi cuñado. Fue él quién te salvo a ti....
—Si estuviera en su situación, hubiese dejado morir a la persona que tanto dañó causó a la persona que tanto me importa....¡Agh!—Lewis volvió a pinchar esa herida de bala.
—Deja de hablar estupidezes y recupérate rápido para que te largues de aquí.
—¿Quieres tirar a la calle a una persona moribunda—Muestra una expresión lamentable—¡Oh, duele! Me siento tan mal.
Lewis lo ve con esa mirada entreabierta llena de consternación por lo descarado que puede llegar a comportarse, Misha. Se había olvidado de ese echó.
—¿Quieres sentir dolor de verdad?—Sube las mangas de su camisa—En un momento lo sentirás.
—¡No, no, ya estoy bien!—Sostiene las manos de Lewis.
—¡Soltarme y deja de reírte!
Estoy tan feliz, todo mi cuerpo duele como el infierno, pero estoy sumamente feliz. Verlo y ver qué está bien, eso es lo que más me importa....lo amo demasiado.
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