capitulo 65

«Si, maestro. El dinero fue transferido a una cuenta en Suiza, nadie podrá tocar ese dinero hasta que usted lo autorice.» [Comprendo....¿Aún no despierta?]

Ya lleva más de una semana inconsciente, todo está bien con su cuerpo, no quedaran secuelas y el bebé en su estómago se está desarrollando sin problema alguno. Entonces, ¿Por qué no quiere despertar? ¿No quiere ser golpeado con la dura realidad?

«No, maestro.... todavía no. Pero, estoy seguro que despertara en cualquier momento, no se preocupe. Él está muy bien» [Bien. ¿Dónde está mi Leo?] «Tomado una siesta, dijo que regresé antes de que despierte o sino, atenerse a las consecuencias» [Ya casi termino, adiós] finalizó la conversación.

—¿Cuando despertarás chico?—Mira detenidamente a Lewis.—¡Joven maestro!—Exclama emocionado al verlo parpadear, como si en cualquier segundo abrirá sus ojos.

—¡Misha!—Abre sus ojos por completó, están un tanto desorientados.—Que tonto soy—Cubre su cara al recordar la realidad—Tonto—Vuelve a insultarse así mismo.

Dos gotas de agua se delizan por cada una de esas blancas mejilla, sus pálidos labios se frunce en un intento de contener su agonizante dolor. Lo que hubiese querido olvidar, llegó a su mente como agujas incrustadas en su adolorido cerebro.

—¿Le duele algo?—Le pasa un pañuelo—Sus signos vitales indican que se encuentra perfectamente bien. Su bebé también va creciendo bien. Pero, hay un pequeño aceleración de corazón. ¿Es ahí donde se genera el dolor?

—¿Quieres?—Lewis se sorprendió al escuchar esa voz robótica, pero a la vez bonita.—¡¿Mi bebé?!—Toca su plano vientre, sus lágrimas se vuelven más intensas.

Estás bien, logramos sobrevivir...solo para entrar a un nuevo infierno. Sigue doliendo, el aire ya no es igual, es mucho más pesado que me es difícil inhalarlo y hacerle llegar a mis pulmones, la daga en mi pecho sigue ahí, no puedo sacarla por más que quiera.

—¡Oh, me disculpo!—Hace una reverencia—Mi nombre es, A1. Soy un androide creado por mi maestro Leonardo Ivanov well y el señor Dexter, pero mi cerebro repleto de infinita información, fue creado por mi maestro, Lukyan Spencer Ivanov.

Corto cabello grisáceo peinado hacia un lado, descubrido su fina frente y esas delgadas rectas cejas. Piel pálida y un lindo rostro ovalado cincelado con rasgos bellos sin iguales, mirada dulce azul cielo. Cuerpo esbelto de una estatura de 1.70 metros de altura. Esa era la nueva a apariencia de A1.

—¿Eres un robot?—Es como estar viendo a un humano, tanto Leo como Dexter son realmente impresionantes. Ya hay robots, pero no con este calibre. Estoy seguro de que si lo picho, saldrá sangre de esa piel.

—No. Soy mucho mejor que un robot, me siento ofendió con tal comparación. Yo tengo mente propia y puedo degustar de todo lo que realiza un ser humano.—Hincha su pecho.

—¡Eso es imposible! Eso sería un gran avance en la tecnología, sería una bomba para todo el mundo—Se morirían de miedo, excepto los altos mandos del gobierno.

—Mi maestro Leonardo, es una persona muy impresionante, puede hacer lo imposible posible. Su esposo tampoco se queda atrás—El es el más aterrador de todos cuando se trata de habilidades.

—..... Si eres así de inteligente, debes de saber sobre...¿Mish...él...?—Sube sus rodillas para esconder su rostro en medió de ellas.

Soy tan idiota, lo primero que hago al despertarme es decir su nombre y querer saber de él. Me ha roto el corazón en miles de fragmentos imposibles de recoger, y aún así, ese roto corazón se sigue preguntando si él se encuentra bien.

Fragmentado y sigue sin aprender la lección. Se desangró hasta el punto de no tener un gota más de sangre, y él sigue preocupado por alguien más, que en él mismo.

Que no entiende que ese amor, el amor por ese hombre nos ha dejado como la arena de un desolado desierto. Sin rastro de vida y perdidos sin encontrar un lugar donde refugiarse de ese febril sol, que te quema hasta las entrañas.

—Desde hace una semana no sé sabe nada de él.

Al tener toda mi atención en Lewis, después del accidente. Tuve una recaída, perdí mucha energía por lo que termine desconectado por unos minutos. Solo eso bastó para perder el paradero de Misha, pero se sabe que está en Rusia.

—Entiendo—Su expresión es tan dolorosa de ver, ese azul de sus ojos, ya no era el mismo. Ese azul es opaco.

—Les iré a informar a los demás.

—No. No lo hagas—Dice Leo, quién a estado viendo y escuchando todo desde hace un buen rato.

Él se había quedado cuidando de lewis, mientras los otros descansan. No han dormido casi nada en la espera de ver despierto a Lewis.

—¡Leo!—No lo había visto, ¿escuchó todo? ¿Tan bien pensará que soy un idiota?

—Fuera—Le ordena a A1.

—Con permiso.

—Soltarlo—Toma asiento junto a Lewis.

—¿De que hablas?—Sonríe rígido.—¿Dónde está mi herman...?

—Solo dejarlo salir, será mucho mejor que tenerlo retenido. Nadie más te escuchará.

Los ojos azules se mancharon de lágrimas en menos de un segundo, el dolor reflejado en su rostro y aquella impotencia al sentirse usado, humillado, tonto, no sé podía expresar con palabras.

—¡AAAAAHHH!—Deja caer su cabeza en el hombro de Leo—Duele....duele tanto—Sus manos se aferran de los brazos de Leo—Mi corazón...mi corazón sigue insistiendo en saber de él...¿Por qué no le hace caso a mi cerebro? ¿Por qué no entiende que saber de él, solo nos causará más dolor?....¿Por qué no puedo olvidar?

Leonardo solo le da pequeñas palmaditas en la espalda, escucha atentamente a Lewis, desahogarse es lo mejor. En su estado no puede estar deprimido o retenido todo ese dolor que lo tortura duramente.

—Leo....me enamoré verdaderamente de él—Solloza—Por primera vez en mi vida, me imaginé una vida con él... quería vivir ese juntos por siempre.—Las lagrimas ya humedecieron las colchas—¿Soy malo? ¿No merezco ser amado?

—No eres malo—Ver a Lewis, me recuerda al yo, pasado. Cuando me hacía esas preguntas—Mereces ser amado como todas las personas, incluso más. Solo que en ocasiones la vida es muy maldita....aunque me cueste aceptarlo, ese imbécil en verdad te quiere.

El cuerpo de Lewis se tensó, las lágrimas brotan de sus ojos, aún más agonizantes. Eso era mucho más doloso de escuchar.

—Solo que, no supo cuando detenerse y cuando lo hizo ya era demasiado tarde para remediar las cosas...me disculpo, en parte también es mi culpa. Lukyan hizo lo que hizo por mí, y si él no lo hubiese echó. Lo haría yo.

También estaba mi padre y mí tío, ellos se lo hicieron saber al viejo Sokolov, pero ese viejo no entendió la advertencia y le pidió a Misha que matara a Lukyan. Solo así podría heredar el grupo Sokolov. Eso causó una tragedia de amor.

—Cada persona elige su propias decisiones y consecuencias. Él lo sabía, sabía bien en que se estaba metiendo. Pero yo....yo me enamoré sin siquiera saber que solo era una debilidad de mi hermano mayor, la cual podían destruir para causar dolor. No le importaron mis sentimientos, aún cuando lo sabía no se detuvo a meditarlo... siguió a pesar que me haría pedazos.

Si tan sólo se hubiese detenido ese día cuando le dije que, no sabía sobré los sentimientos que me hacía sentir. Si se hubiera detenido justo ahí, las cosas no serían tan dolorosas. En ese momento, mi corazón se hubiera podido salvar de este infernal dolor.

—Pero, no puedo dejarme caer al abismo de esa oscuridad que me grita que vaya hacia ahí—Deja de apoyarse en Leo—La vida que crece en mi, me necesita....tengo que salir adelante por él o ella.—Limpia sus ojos—¿Dónde está mi hermano mayor? Quiero hablar con él.

—Él está en....

Mientras tanto en Rusia.

La sangre salpica las paredes, cuerpos caen al suelo como si, se tratase de piedras amontonadas. Los gritos horrorizados llegan a los oídos de 10 personas arrodilladas en el charco de sangre y cadáveres.

Sus miradas asustadas están en el piso rojo. No sé atreven mirar hacia el frente. Esa fría y sanguinaria mirada era muy horrible de ver.

Sentado en la silla, como si fuera su trono. Se encuentra un Lukyan salpicado de sangre tanto en su ropa como en el rostro. Mirarlo sería como ver a lucifer.

—¿Dónde está Misha?—Pregunta en un tono espeluznante.

Ya saqueó toda la Villa Sokolov, no necesito llevar un ejército para acabar con todos en ese lugar. Danel y él eran suficiente para terminar con todo de una sola vez y en cuestión de segundos.

—No...no lo sabemos—Responde el mayor de todos—¿Que hizo ese mal hijo?

Mierda, ¿cómo es que el hijo de una familia rica puede ser tan despiadado? ¿Pertenece a una organización en secreto? ¿Por qué las cosas terminaron así? Todo mi poder se derrumbó en un segundo, ¿quien es en realidad Lukyan Ivanon? Provocamos al diablo.

Había provocado a alguien peor que el mismísimo diablo, y ahora están pagado las consecuencias.

—No te hagas el imbecíl, haste responsable de lo que causantes. Fuistes tu quien lo envió a matarme.

—¡Aahh!—Sentí como mi cuerpo es atravesado, pero no había tal objeto punzante.

—¡Esa perra debió de esconderlo!—Exclama una de las cinco mujeres.

—¿Lugar?—Se levanta de la silla.

Tiemblan al escuchar el sonido de las suelas de los zapatos al hacer contacto con el charco de sangre. Es un ruido horroroso.

—Si le digo—Con temor levanta su mirada—¿Me...me dejara vivir y a mi hijo?—Suplica.

—Si—Sonríe—Por supuesto que sí.

—Deben de encontrarse en las afueras de Rusia, yendo para el norte. Una vez escuché que su familia tiene una granja por las montañas....pero no sé la dirección exacta.

—Eso me es de utilidad, pueden irse.

—Gracias...gracias—Jala de la mano a su hijo.

Corren sin mirar atrás, tenían que salir de esa sala antes de que Lukyan se arrepientan. Solo no esperaban encontrarse con esa fria mirada roja, de lo que consideraban algo tan espeluznante e aterrador. Los gritos y el ruido de unos huesos partiéndose, es lo único que se podía escuchar a través de la puerta roja.

Las personas arrodillas preferían quedarse ahí, que salir por esa puerta. No querían encontrarse con la cosa que cuida la salida.

—Bueno, todo está terminado aquí. Tengo que regresar antes que despierte mi esposa—Ve la hora en su reloj—Danel.—Llama a su fiel servidor.

Sobre la sangre se escucha como algo se arrastra en el suelo, al mismo tiempo un horrible sonido que indica que está masticado algo, y ese algo son los cadáveres en piso.

Los huesos de esos muertos truenan al quebrarse en la garganta de ese ser. Los bellos en la nuca de cada uno de la familia Sokolov, se erizó al sentir la respiración sobre sus cuerpos. Algunos se orinaron del miedo al sentir esa nauseabunda reparación detrás de ellos.

—Saca sus corazones....espera—Presiona el audífono en su oído—Lo siento ¿si? Me tarde más de lo esperado. No te enojes amor mío—Sonrío como un completo tonto.

—Es mejor de esa manera.

—¿De que hablas esposa?

—Alguien quiere hablar contigo.

—Hermano....mayor.

—¡Lewis! ¿Cuando despertastes?—La felicidad de escuchar la voz de su hermano, se refleja en su rostro.

—Hace unos minutos....no los mates—Susurró.

—Lewis—Su voz es evidentemente molesta.

—Lukyan—La voz de lewis es cansada—No quiero que hagas esto por mí. Solo regresa, quiero a mi hermano mayor en estos momentos....estoy cansado. Tus manos deben de estar limpias, no las ensucies con esas personas.

—No puedo dejarlo así, se seguirán multiplicado y causarán más estragos.

—Refundirlos en la prisión de ese lugar—Hablo fríamente—Eso sería peor que la muerte, vivirán en una prisión donde no podrán ver la luz del sol. ¿Eso es suficiente?

—¿Para ti eso es suficiente?—Aprieta sus puños—¿Eso te de volverá la vida—Lewis está viviendo porque respira, pero en si, se siente muerto.

—No—Confesó—Pero, el respirar será menos doloroso. Eso es un inicio.

—Bien, volveré en unas cuantas horas...estoy yendo en camino.—Finalizo la llamada.

—Es su día de suerte—Suspira frustrado—¡Cierren sus ojos!—Demanda. Todos así lo hicieron.—Danel—Como una sombra negra floto por los aires hasta meterse en la muñeca de Lukyan—Con todo lo que comites, pronto podrás permanecer afuera junto a Isis—Su muñeca templo, Danel está muy emocionado.

Con tantos negocios ilícitos, hundir a la familia Sokolov, no sería un gran problema. La familia Lee, ya estaba arreglando todo para que esté suceso, quedé entre guerras de organizaciones.

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