capitulo 60

Los días han pasado muy rápidos, mi relación con Misha está avanzó lenta pero segura. Salimos a diferentes lugares cada vez que tenemos la oportunidad. Despeje mi agenda para obtener más tiempo con él.

—¿A dónde me llevarás?

Pregunta con una mirada curiosa, con esa ropa de invierno peludita parece un adorable pingüino por lo de blanco y negro de su ropa.

—¿Eran mentiras cuando dijiste que no conocías la ciudad?—Su nariz está empezando a tornarse roja por el frío.

—No era mentira—Con gentileza sube la capucha de ese abrigo blanco, perteneciente a Lewis—Tuve que investigar mucho para encontrar este lugar—Toma las manos del menor, las soplas para que entren en calor.

Lewis se conmovió mucho por lo lindo y lo atento que puede llegar hacer Misha. Su cuerpo podía sentirse frío pero su corazón estaba demasiado tibio.

—Queria sorprendete—Cubre las manos de Lewis, con unos guantes blancos—Vamos—Lo sostiene de la mano.

—¿Estas seguro que este es el lugar correcto?—Los autos fueron dejados en la entrada de ese gran portón azul de unos cuantos metros de ancho.

Solo la entrada es lo suficientemente ancha para dejar los autos, pero hacia el frente el camino es muy estrecha y solo puedes ver árboles por todos lados.

—Es el lugar correcto, ¿Recuerdas lo que me dijistes hace unos días?

—Sí—Se acerca más a Misha, rozado sus hombros con el fornido cuerpo del mayor—Dije que quería esquiar alguna vez en mi vida.

Comenté eso de casualidad, creí que Misha no había escuchado. Fue más como un susurró cuándo confesé uno de mis tantos deseos.

—Pues encontré este lugar, lo busque por varias horas. Habían más lugares pero este me pareció más íntimo y con una vista más impresionante para alguien tan impresionante como tú—Inclino su rostro para poder besar los fríos labios de Lewis, lo que fueron calentados en un instante.

¿Cuando dejó de hacer frío? Todo a mi alrededor siente caliente como un día soleado hasta el punto donde tú piel se quema al estar unos segundos fuera de la casa.

Lewis se sentía emocionado, su corazón no dejá de rugir desenfrenadamente. Su rostro esta ardiendo, creía que podía quemar a alguien con solo tocarlo.

—Misha—Susurra con esa sonrisa dulce que rara vez suele poner—Gracias—Lo abraza por la cintura—Gracias por prestar atención a todo lo que digo, es la primera vez que hacen algo así de bonito por mí.

Se siente tan bien recibir tanto como uno otorgar a esa persona especial, anteriormente era yo, quién siempre da y al final no recibía ni la mitad de eso. Y no es que lo hiciera porqué esperaba algo a cambio, no. Yo le daba a esa persona todo sin esperar nada, pero debo de aceptar que esperaba aunque sea un poco. Sentirse querido es un sentimiento raro pero a la vez tan agradable.

—Vete acostumbrado, recibirás mucho amor pero muy amor por parte de mí—Atrae más cerca de él, el cuerpo de Lewis—Lewis—Acaricia el rostro sonrojado del menor.

—¿Sí?—Su mirada azul está fija en esos marrón rojizo.

El cielo de ahí arriba podía estar gris y con ganas de mandar una tormenta de nieve, pero el cielo que tengo enfrente de mis ojos, es brillante y muy cálido. Puedo sentir como mi cuerpo se siente caliente con solo ver ese majestuoso azul de sus lindos ojos.

—¿Por qué eres tan lindo? Quiero cometer en este mismo momento—Las mejillas de Lewis, se volvieron más rojas de lo que ya estaban por el frío.

Hay un momento donde empiezo a basilar sobre lo que estoy haciendo, en ese momento cuando me mirá justo como lo hace ahora. Con esa mirada brillante que me pertenece solo a mí.

—Deja de decir tonterías—Se aleja de Misha, no quería que el mayor viera su expresión o escuchara los desbordantes latidos de su corazón.—Darte prisa—Sigue camino hacia lo que parecía una cuesta.

Misha lo sigue y vuelve a tomar la mano de Lewis. Caminaba pero no veía hacia el frente, su mirada está en el rostro del menor, viendo cada gesto. No quería perderse nada relacionado con Lewis.

—¡Vaya, que hermoso!—La subida fue un poco cansada, pero eso se olvida al ver la vista extraordinaria desde esta altura.

Desde aquí puedes ver las copas de los árboles de ahí abajo. Aquí también el Sol es más brillante. Desde aquí todo se ve tan pequeño.

¿Por qué no sabía nada de un lugar como este? Me he perdido de algo tan bonito, en primavera este lugar se ha de ver mucho más hermoso.

—Sí, muy hermoso—Comento con su mirada en Lewis, no en el paisaje—La palabra hermoso es muy simple para expresarse con respeto a su belleza surrealista—Disimuladamente tomo unas cuantas fotos de un maravillado Lewis.

—Tienes razón....¿Que haces?—Lo atrapó.

—Tomado fotos de lo que yo, considero una belleza fuera de este mundo.

—Tu labia si que es fuera de este mundo—Levanta su mano para impedir que lo sigan fotografiando.—¿Dónde están nuestras tablas de esquí?

—Nuestros guardaespaldas no tardarán en llegar...ves—Apunta hacia al frente—Llegan justo a tiempo.

—Vamos hacia ellos.

—Espera—Lo jala del abrigo.

—¿Que pasa? ¿Te sientes incómodo por la altura?—Inspecciona de pies a cabeza a Lewis.

—No, nada de eso—Otra vez se sintió bien al saber cuánto le importa a Misha—Queria una foto—Expresa un tanto tímido—De los dos...juntos.

—Por supuesto.

—Obed, puedes venir.

—Si—Deja la tabla en la nieve.

—Toma una buena foto.—Obed solo a sintió

Misha se apoderó de la cintura de Lewis, inclina un poco su cuerpo. Justo en el momento exacto cuando la foto fue tomada, Misha había capturado los labios de Lewis. Obed sigue con su cero expresión aún cuando está viendo que su maestro está apunto de ser comido por una serpiente doble cara.

No podía seguir viendo eso, dio la medía vuelta después de a ver tomado unas cuantas fotos con el celular de su Joven maestro. No podía liberarlo de las garras de ese lobo, su joven maestro no le había pedido ayuda.

—Puedes mantener tu boca quita por un momento—Empuja a Misha.

Desde que acepte salir con él, aprovecha cada oportunidad para besarme o tocarme con tremendo descaro. Aunque hay momentos en los que le pongo un estate quieto. Pero él sigue haciendo de las suyas.

—No puedo, mi novio es demasiado sexy y muy dulce. Me estoy volviendo adicto a ti.

—¡Aahh!—Sin previo aviso, Misha había levantado en sus brazos a Lewis.—¡Bajarme! Quiero empezar a esquiar.

—Mis brazos son mejores que esa tabla, tengo frío—Frota su rostro en el pecho de Lewis.

—¿Quieres que te caliente?—Susurró.

Misha inconscientemente o consiente tragó grueso al escuchar esa voz seductora y caliente respiración de Lewis. Su entrepierna quería levantarse.

—¡Si quiero!—Responde ansioso.

—Te voy a calentar—Baja un poco el cierre del abrigo negro, sus manos buscan la manera de meterse bajo la camisa de Misha.

El mayor esta sintiendo unos acalorados estremecimientos. Lewis besa esos labios ansiosos de Misha. Poniéndolo más inquieto.

—¡¡Uhg!!

—Te lo mereces—Se escapa de los brazos de Misha—Si tienes frío ve a encender una fogata.

Lewis había mordido fuertemente el labio de Misha, con sus manos pellizco sin compasión el pecho fornido del mayor. Pero eso en vez de a ver molestado a Misha, solo encendió su ardiente calor.

Su mirada es brillante y la cosa entré sus piernas está doliendo por la incomodidad al estar atrapada en sus pantalones.

—Si te atrapó me cumplirás un deseó.

—Si es que puedes atraparme—Se deliza por la nieve en su tabla de esquí.—¡Pero que demonios!—Se sorprendió al ver que, Misha ya estába en el juego—¡Por qué eres tan rápido!—Intenta alejarse de Misha, lo más lejos posible.

—¡Esto es como dar un paseo por el parque!

—De igual manera no me vas alcanzar—Empujo con más fuerza con los palos.

Lewis está más competitivo de lo normal, él también quería pedirle un deseó. Lastimosamente no podría pedirlo. Misha lo derribó y amortiguó la caída con su cuerpo. Lewis quedó arriba del mayor, con sus miradas fijas en el uno y el otro. Ninguno salió lastimado.

Sus corazones eran escuchados por los dos, esos latidos no son por la competencia de hace unos segundos, es por las emociones que ambos siente al estar en contacto de esa manera tan cerca.

—Gane—En un segundo Lewis quedó abajo y Misha sobre él.

—Si—Esta demasiado cerca, su respiración es muy caliente—¿Cuál es tu deseo?

—Mi deseo es; quiero que prometas que si en algún momento te llegó a defraudar, que me des una nueva oportunidad para expiar mis pecados.

—¿Por qué me desfraudarias?—Senti cierta inquietud la cual decidí ignorar, pero quizás en el futuro me arrepienta de haberlo hecho.

—Solo prometerlo—Deja caer su frente sobre la de Lewis—Prometerlo—vuelve a pedir pero fue más como una súplica.—Por favor.

—Lo prometo...¿Feliz?

—Si—Sonríe.

—Bien. Ahora bajate, pesas...¡¿Que es esa cosa que está presionando mi abdomen?!...—Las mejillas de Lewis se volvieron rojas rojas al darse cuenta de lo que era—¡Tú!...

El viento soplo desenfrenado y con ello el cielo se tornó peligroso. Una tormenta estaba por caer sobre ellos. Por más que intentarán bajar la montaña no lo lograrían a tiempo.

—¿Como le haremos? ¡No hay tiempo para bajar, estamos atrapados!

—No entres en pánico—Le ayuda a levántarse, lo agarra fuertemente de la temblorosa mano de Lewis—No vendría a este lugar si no estuviera preparado para cualquier emergencia.

—¿De verdad?

—Sí, no mentiría con algo así. Vamos a nuestra casa, pero muy segura casa de campaña. Es por eso que mandé adelante a mi guardaespaldas y al tuyo para que instalarán dos casas de campañas.

—¿Eso será resitente?—Lo ve con dudas.

—Por supuesto—Lo abraza—No lo digo solo para hacerte sentir tranquilo o apagar tus nervios, lo digo por experiencia. Ya he acampado bajo una gran tormenta de nieve. Vamos a estar bien.

Una sonrisa juguetona y la vez diabólica apareció en el rostro de Misha, esperaba que está tormenta le ayudará mucho con respecto a unir su cuerpo con el de Lewis, desnudos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top