Frente al espejo de una de las mejores sastrerías de Canada, Lukyan está de pie probándose su esmoquin de boda. Una gran sonrisa adornaba sus ultrajados labios. Leo había dejado una pequeña mordida en el labio inferior. Lukyan estaba de lo más feliz, quería presumir todo lo que, venga de Leo.

—¿Tú irás de blanco?—Lewis acomoda el moño de su traje gris—¿Que no debería ir de blanco, Leo?—Recien me he puesto esté moño y, ya siento que me estoy asfixiado.

—No. No quiere ir de blanco—Ya quiero volver con él, estar lejos de mi Leo, es estresante.

Es una lastima que no pudo venir conmigo, su esmoquin es una creación de Ruby, ella quería algo que hiciera lucir hermoso y muy cómodo a Leo. Mi futura esposa no puede usar un jean si que, no le haga sentir opresado.

Apenas tiene seis meses pero su estómago se ve un poco más grande y no solo eso, los gemelos ya se mueven eso causa más cansancio en mi Leo, porque los movimientos no son nada suave, sus pataditas le duelen un poco.

—Me hizo saber que, él quiere ir vestido de azul negro, y que yo fuera de blanco. Que eso no me quitaría mi masculinidad que al contrario, me vería ver más varonil. Y no se equivoco.

Lewis solo rodó sus ojos en blanco, pensado que su hermano mayor se volvió loco por el enamoramiento. Lukyan ponía esa mirada tonta cuándo habla o ve a Leo.

—¿Paso algo de lo que no esté enterado?—Deja de verse en el espejo para mirar directamente a Lewis—Y no me digas que no, porque estoy leyendo tus expresiones en este precisó momento.

No podía ocultar todo para siempre, pero esperaba que por lo menos pudiera esconderlo por un rato más. Después de que toda esta celebración terminará. No quiero arruinan la boda de mi hermano, él ya no soporta la espera. Quiere ser el esposo de Leo.

—Pasa que....que conocí a alguien—Le diré una verdad a medias, le contaré todo después—Ese alguien está interesado en mí, al principio creí que solo era un pobre diablo desafortunado. Pero entre más lo conocía creí que quería ser mi amigo por lo sociable que es. Lo cual no era así, el está interesado de una manera diferente a la que creí.

—Le gustas a un hombre—Arqueo una ceja.

—Si. Pero quizás está confundido.....

—Él único confundió aquí, eres tú—Entra al probador para desvestirse, el esmoquin le queda más que perfecto.—Estas experimentado sentimientos que no sabías que alguien podría causar en ti, y estoy seguro que unos muy distintos a los que sentías por Anne.

Aquí el problemas es esa persona, algo no me convence. Mi intuición me dice que detrás de esa persecución por la atención de Lewis, se esconde un objetivo más siniestro.

—¡Claro que no, no siento nada!

¿Que podría sentir? Misha solo es una persona desvergonzada que besa a las personas sin tener el permiso, un completo abusivo.

—¿Te beso porque lo quistes o fue a la fuerza?—Salio del probador, sus ojos azules brillan despiadados—No quiero mentiras.

No era necesario ser adivinó o que Lewis lo dijera en voz alta para saber que, ya se habían besado. Pero Lukyan tenía esa duda, conocía muy bien a su hermano, sabía que no lo permitiría con lo confundido y consternado que estaba sobre su relación con Leo y sobre el niño en el estómago de Leonardo.

—¡¿Me estás espiando?!—¡No hay nada que escapa de vista de Lukyan.

—¿Por qué tendría que hacer eso? Ya estás lo suficientemente grandecito para darte cuenta cuando las cosas son sospechas—Aunque este hermano mío, es muy lerdo.—¿Dime?

—Las dos veces fueron sin que yo lo esperará—Esto están vergonzoso, ¿Por qué tengo que contarle ésto a mi hermano mayor? Ya no soy un niño.

—Ya veo—Sus ojos brillaron peligrosamente.—¿Cómo se llama?

—¡No tienes que involucrarte, solo concéntrate en tú boda!

[A1] «Sí, maestro. Si me llama para saber sobre el estado de mi futuro señor. Él está tomada una siesta en este momento»

Lukyan se queda embobado mirando a su amado Leo, este abraza un gran oso de peluche, remplazado por unas horas a Lukyan, ya que está acostumbrado abrazar en todo momento a su futuro esposo.

[No es para eso, pero es tan hermoso verlo dormir. Busca información de todas las personas que se han reunido con Lewis, estos últimos...]

—Por favor—Ve fijamente a Lukyan—No quiero que vuelvas arreglar mis desastres, solo por está vez dejarme hacerlo a mi manera. Prometo que si no puedo con ello, te lo haré saber. ¿Sí?

—¿Te gusta?

Lewis se sobresalto un poco, cualquier persona respondería inmediatamente no, si eso no le agrada. Pero él se quedó sin habla.

—No lo sé—Mira hacía el piso—En verdad que...no lo sé....¿Estará bien sí lo averiguo?—Vuelve a ver esos ojos azules de su hermano mayor—¿Está bien que tenga cierto interés en esa persona? ¿Está bien si es un hombre?

«¿Sigo con la órden dada?» [No, posponerlo para en otro momento. Dejaré que Lewis decida y haga lo que quiere hacer.]

—Claro que está bien—Pone su mano en la cabeza de Lewis—No hay nada de malo que te guste un hombre, pero, ¿estás seguro de que sus intenciones son buenas? No te ciegues ni te dejes llevar por tus sentimientos, mante tu mente siempre despejada.

—Lo haré—Tendre que hablar seriamente con Misha, quiero saber cuáles son sus intenciones y por qué está interesado en alguien como yo?

—Lewis, recuerda siempre ésto que diré.

De su bolsillo sacá un Rolex gris que no es exactamente uno, tiene muchas funciones aparte de ver solo la hora, es una creación de Leo. Lo hizo de esa manera para que, pase desapercibido a los ojos de los demás.

Una de sus funciones es rastreó satelital, lo puede convertir en una cuchilla si gusta. Si alguien más que no sea Lewis, lo llega a retirar de la muñeca de este, le enviará una alerta a Leo y Lukyan.

—Sin importar las dificultades que tengas en el futuro, no dudes en decírmelo. Iré ayudarte ha ti, a padre y a Ruby—Por medio de su mano logré sentir como se tensó. Está ocurriendo algo más, tendré que llamarle a Ruby.—Esté es un regalo de cumpleaños de parte mía y Leo. Andarlo siempre contigo.

—Pero todavía no es mi cumpleaños, faltan dos semanas.

—Lo sé, pero no podremos asistir por eso te lo regalamos antes. Ve a cambiarte para marcharnos de esté lugar.

—Bien—Entro al probador.

En ese momento Lukyan aprovecho para pagar y hacerles saber a qué lugar enviar los esmoquin. Pero en su mente sigue pensado en esa persona que anda detrás de su ingenuo hermanito. Mientras espera a Lewis, decidió salir un momento hacía la ventana para hacer una llamada.

—Hola—Su voz se escucha soñolienta—¿Por qué me llamas a estás horas? Tengo mucho sueño—Se mueve en busca de calor, abraza al cuerpo semidesnudo junto a ella.

—Si no fuera importante no te estaría llamando.

—¿Es por el comportamiento de Lewis?—Pregunta sin rodeos.—Está raro ¿Verdad? Ha estado recibiendo flores de un tipo guapo pero algo posesivo, nuestro hermano solo sabe atraer personas raras—Le cuenta parte de lo que pasa—No te preocupes, si notó algo extraño te lo haré saber. Hablaremos más de esto cuando llegue a Canadá.

—Está bien, pero si notas alguna cosa extraña no dudes en romper lo que te regaló Leo.

—Sí, sí. Hasta pronto—Finalizo la llamada.

Si le hubiese dicho que estuvo a punto de romperme la muñeca, ¿Como reaccionaria Lukyan? No sé lo quise decir porque llegué a una conclusión, ese tipo a de pensar que, soy algo de Lewis cómo lo creyó una vez Anne. Los dos tienen unos pensamientos estúpidos. Pero igual eso no lo hace menos loco, su posesividad es anormal, aparte no quiero que Lukyan se manche las manos de sangre a unos días de su boda.

Por eso mañana cuando esté en Canadá, le diré a Lewis de que le expliqué nuestra relación a ese sujeto. Tal vez así, se le quita la locura de que, soy alguna especie de rival.

Ruby dejo su celular en el buró de noche, apaga la lámpara, vuelve a dormir cómodamente con el hombre junto a él. Este mismo momento ella no anda vestida, su tonificado cuerpo es una obra de arte.