capitulo 37
Después de una mañana agotadora, no hay nada más relajante que disfrutar esta vista espectacular, flores de todos colores como de diferentes clases, se ven por todo el lugar.
Este lugar es hermoso, el olor a es tan fragante, suspirar. Me gustaría vivir en este lugar. El viento sopla sin piedad, estos árboles dan una sombra impresionante.
Enfrente es como una mansión lujusa pero detrás de ella, es todo lo contrario, el invernadero de enfrente no se compara con el del patio trasero.
—¿Te gusta? La construi para que vivamos juntos—Lukyan, le está dando de comer a Leo.
Ambos estan acostados en una hamaca de lona bajo los árboles, disfrutando del buen clima.
—Me gusta mucho, ¿Qué quieres decir con que la construiste para vivir juntos?—Muestra una expresión de seriedad.
Lukyan, puso el plato de comida en el carrito de a lado, era un mini banquete para ellos dos, que casi habían terminado.
A1, subió a la copa del árbol, no quería estar presente para cuándo su anfitrión explote, esa expresión había sido una señal para salir huyendo.
—Si, la diseñé desde hace mucho, aboné la tierra yo mismo para que las Flores permanezcan lindas aún en verano—Jalo a Leo, el menor quedó arriva del regazo de Lukyan, como si estuviera montado en un rodeo.
—Te conozco desde hace mucho años Leo, no al qué pertenecía este cuerpo, conozco al verdadero tú—Con su dedo índice presiona con ternura el lugar donde está estacionado el corazón de Leo.
¿Mi verdadero yo? ¿Sabe que poseo este cuerpo que no es mío? ¿Cómo?
Leonardo, empuña sus manos. Mira con molestia a Lukyan, este al ver esa mirada solo se aferra con más fuerza de cintura del menor.
[A1, ¿Qué esta pasando?] «Justo lo que está pensado, deje que terminé lo que tenga que decir» [Él es tu creador ¿Verdad?]
Sistema: Aún estado a esta distancia de él, todavía puedo sentir esa presión y mirada fría, si que está enojado. ¿Por qué tenía que ser tan inteligente?
«Hablen primero, yo estaré aquí muy lejos de ambos» soy tan lamentable por tener un anfitrión y creador como estos.
—Leo—Susurra con miedo—¿Me dejas explicarte? Por favor—Su expresión es tan abatida.
¿Cómo debería sentirme? Traicionado, molesto, herido, pero no siento nada de eso, la mirada de este hombre que tanto me gusta solo me causa felicidad, ¿Estoy loco?
—Te escuchó—Poso su frente en el hombro de Lukyan—Espero que tengas un buen argumento para tu acoso anciano.
—Lo tengo—Abraza a Leo—Solo no sé si se escuchará bien.
—Solo habla.
—Lo haré.
Yo soy el único hijo del emperador inmortal de la segunda galaxia del plano superior a todos los demás mundos, estrellas etc. La que todos llaman la galaxia oscura.
Hace unos años hubo una revuelta porque querían destituir a mi padre, los que siempre están en su contra querian gobernar, tuve que estar en la primera línea para defender mi gente y a mi padre.
Fue una lucha que duro más de lo que que podía imaginar, esas ratas eran muy resistente, me toco matar a los tres caballeros oscuros que se habían atrevido ponerse en contra de mi padre.
Al terminar con todas esas malas hierbas, volvió la paz, todo volvió hacer aburrido, la misma monotonía que conocía. Era frustrante.
Un día cuando estaba más aburrido que nunca, me puse a espiar los demás mundos, estrellas galaxias.. digo verlas como si de un programa de televisión se tratará.
Fue entonces cuando te vi, un adolescente que era incomprendido, fue tan desagradable de ver a esas personas que no quise ponerle más atención y solo busque otra cosa que ver.
Pero tú mirada llorosa pero a la vez llena de odió, no salía de mi mente, te aparecías una y otra vez, mi curiosidad creció cada día que pasaba, quería tanto matar a esas personas.
La curiosidad se convirtió en gustar, el gustar se convirtió en amar, ya no quería que siguieras en ese lugar. Quería darte la alegría, felicidad que te merecías.
Se me ocurrió una idea descabellada y retorcida, de por sí ya era retorcido lo que hacía por espiarte de esa manera.
Comenzé a construir el sistema con el que podrías enlazarte, a la misma vez que construía un mundo donde si podrías llamar casa cada vez que regresarás.
Construir este mundo fue más difícil que liderar una maldita guerra, no podía hacerlo como yo quería por lo que tuve que hacerlo estiló historia para que ni mi padre ni los demás dioses, se dieran cuenta de tal acción. Tuve que gastar parte de mi energía para camuflajar este lugar.
Los dioses son un dolor de cabeza, ellos si pueden recolectar energía de las misiones que hacen los sistemas que comandan, pero si uno hace algo igual, entonces si es un delito. Hipócritas egoistas.
Pero eso no me detuvo para lograr lo que queria, me tomó muchos años poder lograrlo, en todo ese proceso fue doloroso, tan doloroso el verte sufrir y yo no poder hacer nada, como ya sabes, los planetas y galaxias oscuras tienen una restricción para que no puedan cruzar al lado celestial que vendría siendo el lugar de las personas de luz.
Lo cual es tan irónico porque en ese lugar solo hay personas con el corazón más oscuro que mi propio lugar de origen.
Me tocó verte sufrir incontable de veces que para sentir la misma agonía me auto castigaba por no ser tan rápido e ir por ti.
Para llegar a ti, y tener una conexión conmigo te envié a Isis para que fuera tu arma personal y pudieras defenderte mientras yo trabajaba en los últimos detalles de mi plan. Solo que tu corazón estaba mas que herido por todo lo que tuvistes que pasar. Y yo era un inútil que ni podía hacer nada más que solo ver.
Al llegar el momento de traerte a este mundo hice un pequeño experimento, no iba ponerte en peligro, al ver qué funcionó. Enlace al sistema contigo, tu alma se volvió una con la del anterior Leo.
—Así fue como que llegastes aquí, fui yo el que te trajo sin pedirte permiso.
«Anfitrion, no soy culpable de nada, yo solo obedecía órdenes de mi creador» A1, intenta de todo para lavarse las manos y lo hecho todas las culpas a su creador.
«¿Anfitrión?» Que este en silencio es más aterrador, que cuándo esta hablando o viéndome con furia, esto es demasiado espeluznante.
—Sabes todo de mí—Apreta sus dientes—Me espiabas, viste todo mi sufrimiento, viste lo lamentable que era. Qué desagradable—Lo mira con una fría mirada—Demasiado desagradable.
No quería que la persona que quiero conociera la peor versión de mi, esa versión débil que he querido borrar de todo mis recuerdos.
¿Debería golpearlo? Gritarle, ¿pero que ganó con eso? De por sí mi vida en ese lugar siempre fue una mierda, y aunque me haya liberado de esas cadenas, mi dolor no se esfumó, mientras siguiera en ese lugar, yo no iba hacer feliz porque todo me recordaba a mi yo, el niño que era ingenuo que solo quería el amor de su familia.
Jamás deseé que alguien me fuera a salvar, estaba acostumbrado asa tragedia llamada mi vida. Ahora me entero que alguien estaba tan desesperado por mostrarme este mundo y darme felicidad. ¿Cómo estar enojado? Pero su comportamiento de espiar es inaudito.
¿Qué hacer? No sé, solo se que mi corazón sigue latiendo fuertemente por este hombre que no me suelta por miedo a que me vaya. ¿Quién construiría un mundo solo para ti? Creo que solo este loco que tengo enfrete de mí.
—Lo sé, se qué no tenía derecho a nada de lo que hice, que tampoco tengo el derecho de quererte como te quiero, ¿Pero que más podia hacer? No podía ir por ti, tampoco podía aliviar tu sufrimiento—Sus ojos se cristalizan—Sin importa que todo lo hice solo por mi egoísmo, no iba a dejarte en ese lugar. No podía, y si el tiempo retrocede, volvería a tomar la misma elección. No me arrepiento.
«No hubo día en el que durmiera para poder tener más tiempo, y no llevarse tantos años en crear el este mundo, crearlo fue más difícil que crearme, tuvo muchos intentos fallidos y con cada intento fallido, perdía parte de su energía interna que tanto años le había costado reunir»
[No creas que me vas a contentar con tus dulces palabras, ahora mismo tengo ganas de convertirte en chatarra, así que cállate] «Solo intento explicarle, no se enojé»
—Levantarte—Leo se bajó del regazo de Lukyan, y también de la hamaca.
—¿Qué?
—¡Dije que te levantes!—Sus ojos se volvieron rojos por la furia que hierve en su sangre.
—¿M-Me dejarás?—Apreta sus puños, muerde con fuerza su labio.
Se que me lo merezco, invadí su privacidad, actúe sin su permiso, soy un asqueroso ser. Pero lo amo, amo tanto a Leo, no es un amor enfermo, de eso estoy más que seguro.
Pero mis acciones a los ojos de los demás, si se interpretaría de esa manera, ya qué todo solo fue por mi egoísmo, nada más que mi egoísmo.
—Hablaremos después de que te meta la peor paliza de tu vida—Estira su cuerpo.
—No voy a pelear contigo, Leo.
—¡Lo harás, si no es así como voy a sacar está frustración que tengo ahora mismo, ¿Eh?!
Sistema: hablaba enserio cuando dijo que le daría una paliza la persona que quería. Mejor pongo una barrera o esto sera un problema que las personas escuchen el retumbar de su destructiva lucha.
—Esta bien, solo usaré la mitad de mi fuerza.
—¡Maldito, quieres hacerme enojar más! ¿Eh?—Fruncio el ceño.
—No, en vez de luchar con los puños, mejor luchemos en la cama—Se cerca a Leo, lo toma de la cintura, lo besa apasionadamente. Sus manos masajean las caderas de su enojada pareja.
—Eso será después de que te rompa tu bonito rostro—Apretó con fuerza las pompas del mayor—Si, me gusta esa expresión—Le metió un semejante cabezazo a Lukyan.
Fue tan fuerte que hizo un sonido aterrador, Lukyan solo sonrió, su lucha había empezado, los puñetazos y las patadas de Leo, eran muy precisas.
Lukyan tenía que defenderse aunque no quisiera, los golpees por parte de su novio no eran precisamente dulces de chocolate, Leonardo encerio tiraba a matar, no iba a contenerse solo porque estaba enamorado de Lukyan. Iba a dejar salir su furia como si de verdad odiará a su novio, tenía que hacerlo de esa manera para poder pasar la página y no sentirse frustrado.
Después de todo ambos estaban locos, pobre de A1, por tener tales prospectos como sus jefes por decirlo así.
Después de casi una hora de una lucha interminable, Lukyan termino con solo dos rasguño en su mejilla izquierda, Leo está cansado. En verdad le había costado poder hacerle esos rasguños a Lukyan.
Ahora entiendo del porque si pudo construir este lugar, su fuerza es mucho más elevada que la mía, Voy a trabajar más duro para poder tumbarle dos dientes aunque sea.
—¿Estamos bien ahora?—Pregunta con cautela—Puedes hacer todo le quieras conmigo, solo quedarte conmigo. Por favor—Lo abraza.
—Ya sabía que eras ese tipo de persona, y aún así te acepté como mi novio—Golpea el pecho de Lukyan—Solo no quería que supieras la oscuridad que hay en mi corazón.
—No me importa, me gusta todo de ti y eso incluye todo. Estoy consiente que debí pedir tu permiso pero no había tiempo, no cuando ese lugar estaba por dejar de existir.
—¡¿Desaparecer?!
—Si, el dios de la justicia se enteró sobre los experimentos inhumanos que se realizaban en es lugar. Por lo que los castigo de esa manera.
—¡¿Qué pasó con mi gente?!—Su aura se volvió más violenta, sofocante.
—Tranquilo, envié un mensaje atraves del Sistema—Que me costó mucha energía—Ellos huyeron a un planeta de los inferiores, mucho antes que todo fuera borrado.
—Suspirar, ¿Es así?—Volvio a la normalidad—Ese viejo murió si verlo venir. Ahora puedo cambiar de página, ya no existe el hombre que una vez me trató peor que un perro.
—Leo—Pone un poco más de fuerza en su abrazo, Leonardo solo se relaja en los brazos de su hombre.
—Estoy bien, hace mucho que lo deje de considerar mi padre.
Hoy doy por terminado todo lo que una vez me causó tristeza, ahora tengo una familia que me ama, un hombre con fetiches raros, pero que estaría dispuesta a todo por mi, ¿Qué más puedo pedir?
—¿Me perdonas?—Besa la mejilla de Leo.
—Eso depende de hagas para ganarte mi perdón—Rodea el cuello de Lukyan, con sus brazos.
—Entonces vamos a romper la cama mientras te hago el amor—Besa los labios de Leo.
Leonardo, se aferra como un koala del cuerpo de Lukyan, el mayor camina agrandes zancadas hacia la habitación.
SISTEMA: Tanto drama por nada, suspirar. Que personas más raras. Estoy agradecido de ser una máquina.
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