+18 capitulo 82
Besándose apasionadamente sobre la cama, yacía Vincent con sus piernas separadas y un muy emocionado Brais, con tres dedos expandiendo el interior de Vincent. Buscado los lugares sensibles del más joven, (A la par de Brais, Vincent es un joven de 28 años)
Esos largos dedos se engrosan para darle más placer a interior de Vincent, sin que el mencionado se dirá cuenta o notará alguna extrañes. Brais usaba sus poderes con precaución en todo momento.
De esa manera tocaba al mismo instante todos los puntos sensibles del más joven. Llevándole a la cima del mundo, ese clímax que se extiende desde la punta de su húmedo cabello azabache hasta la punta de sus encorvados dedos de sus pies.
El de la mirada hermosa color azul negro, solo admira las expresiones en ese hermoso rostro de Vincent, esos ojos completamente en blancos perdidos en placer.
Y esos labios enrojecidos semiabiertos dejado salir jadeos e hilos de plata mientras, ese pequeño e intimó lugar tiene repetidos espasmos, tragándose esos dedos sin la mínima intención de dejarlos salir de su frenético interior.
Brais lame sus labios más que con solo una lujuria, arraigada en su ser. Lo que estaba sintiendo es algo más, que poco a poco va comprendiendo.
"Sublime" fue el pensamiento de Brias, mientras está idiotizado viendo sin parpadear a Vincent. Sus ansias por obtener todo de Vincent, lo dejó un tanto perplejo.
Era la primera vez luego de muchos años, que me siento de esta manera. Solo una persona me había puesto así de frenético, queriendo todo y explorado lo que ni siquiera podría ser explorado y esa persona era; mi difunta esposa.
Sin embargo, volver a sentir estás emociones que creí muertas, no es algo que me desagrade. Para nada. Son emociones mucho más fuertes de lo que hubiera e imaginando sentir y estoy por terminar rindiendo a sus pies. Rendirme antes sus bellas gemas esmeraldas.
Brais estaba pensando en ya no huir de lo que está sintiendo y le hace sentir Vincent, lamentara con todo su ser el no poder cumplir su promesa, de no volver a estar con otra persona aún si, no podia dejar ir a la única persona que nuevamente lo hizo sentir vivo. Ansioso, preocupado, considerado.
Solo que Brias tiene que ser claro con lo que quiere antes de que, lo pierda todo sin que haya empezado algo, porque en estos momentos Vincent, se encuentra disfrutando de sus besos, acaricias. No obstante, su mente se encuentra hundida en muchos temores.
Había olvidado hace mucho tiempo lo que se sentía ser sostenido, sentirse una persona apreciada que lo ven con dulzura. Sin embargo, solo por hoy pensaré que Brais me quiere, que le gusto como él me gusta a mi.
Disfrutaré de esto como si fuera un sueño irreal, uno muy agradable. Un sueño que me hace muy feliz, sentir su respiración sobré mi piel, erizado los vellos de mi nuca.
Embriagado en esas sensaciones al rozar mi piel con la de Brais, sentir la electricidad de sus labios por todo mi cuerpo. Quemado placenteramente todo a su paso.
Marcado mi piel suavemente con el roce de sus dientes al morder mis muslos o erectos pezones que, se siente explotar, tan duros. Duros como mi miembro, el cual se había levantado nuevamente luego de correrme. Si el seguía acariciando de esa forma, me volveré a venir por segunda vez.
Esos ojos azul negro me estremece a tal grado que es difícil el no sonrojarme Sobre todo, cuando vi su desnudez en todo su esplendor. Brais en ese instante se despojó de su ropa en cuestión de segundos, lo mismo pasó con la mía.
Nos quedamos desnudos admirado nuestros cuerpos por unos segundos antes de que, Brais subirá arriba de mí. Recorrido cada rincón de mi cuerpo con sus dedos un tanto ásperos, sus manos son ásperas, ¿por qué en ese momento? Me gustaría preguntarle que lo llevo a tener sus manos así, sin embargo siguen siendo muy bonitas.
No quiero hostigarlo con preguntas personales, cuando no somos absolutamente nada. Hay tantas cosas que me gustaría saber, decirle sin temor a que él piense que soy un entrometido.
No quisiera que está comodidad, sensaciones, se esfumara luego de que despierte de este sueño donde Brais, no despertara junto a mí.
No obstante, tarde temprano despertare en una cama vacía y con mi corazón roto por su partida. ¿Así tiene que ser? ¿Tratar este día solo como una inolvidable y a la vez olvidable aventura de una sola noche? Una vez más vuelvo a perder.
Es triste, lamentable, no tengo suerte y al final terminó siendo el único que se queda en el pasado, sumergido en los recuerdos agradables. Solo de esa manera siento que puedo seguir adelante, algo vergonzoso para un hombre adulto como yo.
Ya no soy un adolescente, ese tiempo donde sueñas con un gran amor ya paso. Él tren me dejó hace mucho tiempo, ¿verdad?
—¡¿Duele?!—Brais se preocupó al ver esas hermosas esmeraldas mancharse de húmeda.
Estoy tan emocionado que no controle mi fuerza al sumergirme en su cálido interior, tan malditamente caliente que, me derretire en cualquier instante.
Mi miembro se encuentra tan eufórico al tocar esas cálidas paredes que, se contrae cada vez que siente la fricción al frotarse.
Aunque, no negaré que me está gustando verlo llorar, querido ver todavía más sus lágrimas, sin importar que es un hombre adulto, se ve tan adorable. Ese color esmeralda de sus ojos parece un prado bañado por una llovizna.
—Sí, duele un poco.
Si dolía pero no estaba llorando por eso, aún si no le diría que mis lágrimas son de felicidad y tristeza al mismo tiempo. Que quería estar con él, intentar salir formalmente y ver qué sucedía con el tiempo.
—¿Debí avisarte?—Besa con ternura los ojos de Vincent, agitado todavía más ese palpitando corazón.
—No te comportes así—Cubre su rostro con una almohada.
—¿Que?—Está confundido—¿De que estás hablando?—Retira esa almohada, tensado a Brais, cuando vió esa mirada triste.—¿Vincent?
Sentí una punzada en mi pecho al ver esa expresión, ¿no estaba disfrutando esto como lo estoy haciendo yo? ¿Por qué llora de tristeza? ¿No le gusta la sensación de ser el de abajo?
—¿Podemos cambiar de....?
—No seas amables—Expresa Vincent, dejado a Brais con las palabras en la boca.
—¿Qué?
—Actua desinteresado, con una expresión monótona—Sugiere—De esa forma quizás no me gustes más de lo que ya lo haces—Confesó—Me gustas y es frustrate.
Vincent se sintió mucho mejor, hablar con sinceridad lo hizo sentir aliviado y menos sofocado. No quería más arrepentimientos, sea rechazado o no, quería decirle lo que siente.
—Se que ya no somos jóvenes y no debería estar actuando de está manera tan infantil, sin embargo es imposible el no hacerlo....tu me haces sentir como un adolescente soñador—Sonrío con burlas así mismo.
—Tenia miedo de aceptar que me gustas.—Confesó Brais, dejado perplejo a Vincent. Sintiendo la opresión en su miembro, fue tanto la sorpresa del más joven, que ese íntimo lugar se tesón.
Brias, se sostuvo del respaldo de la cama, controlado su fuerza lo más que puede, ya que Vincent lo está volviendo loco con esa estimulación en su cuerpo, más que solo acalorado.
—¿Es en serio?—No podía creer que al sus sentimientos son correspondido. "¡¡Soy correspondido!!" Gritó para asímismo.
—No estoy mintiendo, ¿cómo podría atrevería a tanto?
Lame las esquinas de los enrojecidos ojos de Vincent, saboreado esas lágrimas de felicidad, tenían un sabor dulce para Brias.
—¿Podemos hablar de eso después?—Muerde su labio—No puedo soportarlo más—Jadea sobre el oído de Vincent—Quiero embestir lo más profundo de tu ser, todo lo que pueda o no tocar—Muerde el lóbulo de esa bonita oreja roja del más joven.
Vincent no dijo nada y solo se aferró de los hombros de Brais, escondiendo su tímido rostro en esos finos pectorales. Moviendo su trasero, esa fue la luz verde para el mayor, comenzado a embestir a Vincent.
No volvieron hablar, solo dejaron hablar a sus cuerpos intoxicados de puro placer, gimiendo hasta que sus gargantas perdieran la voz.
Llegaba al clímax, descansaba por tres segundos cuando, Brais ya había puesto en cuatro a Vincent, golpeado con fuerza ese interior deseo por ser ultrajado.
El mayor solo podía sonreír feliz a ver cómo ese espléndido trasero, se mueve en busca de esa estimulación que lo haga eyacular una vez más. Brias cumplió los deseos de Vincent.
Se inclino sobre la espalda de Vincent, con su mano cubrió los ojos esmeraldas. No quería que Vincent vea la oscuridad que puede mover a su antojo, hasta convertirla en manos. Iba a usarla para darle la mejor erección de su vida a Vincent.
Vincent se quedó sin fuerza al sentir los diferentes toques en todos esos lugares sensibles, gimiendo tan ruidoso. En verdad estába sintiendo tantas cosas a la vez.
No podía pensar correctamente y mucho menos cuestionarse del porqué todo su cuerpo es acariciando, cuando las manos de Brais están ocupadas. Una en sus ojos y la otra aferrado de su cintura, mientras lo besa desenfrenado.
—Brias—Mi cuerpo tembló temeroso por esa extraña sensación, él sigue estimulado todo de mí.—¡Detente.... saldrá algo raro...! Se siente extraño...¡Aahh!—¡¿Muy profundo?!
—No tengas miedo—Besa la nuca del más joven—Solo venirte para mí. Gime mi nombre y aferrarte a mí con más fuerza—Lame tras la oreja de Vincent—Escucharte es mi nueva fascinación.
Escuchar eso fue como probar droga para Vincent, todo su cuerpo se retorció de placer, tenido un orgasmo seco por ambos lugares. Tiñendo su rostro de rojo escarlata, está demasiado avergonzado cómo para ver los ojos de Brias. Aún así, el mayor con gentileza lo volteó, quedaron de frente, sus miradas se volvieran uno.
Brias tampoco se había quedado atrás, el se corrió desde el instante en que presenció tal acto espléndido, esa manera en la que Vincent, tenía espamos repetitivos. Eso para el mayor era extraordinario al igual que esa expresión perdida en placer del más joven.
—Vincent Lee, me haz atrapado—Sonrío dejado ver esa blanca dentadura—Me gustas Mucho.—Tengo que darles un regalo a esos pequeños diablillos, todo fue a su acciones y ese juego de casamenteros.
Brais beso apasionadamente los labios de Vincent, saboreando esa hermosa sonrisa que siguen en sus labios, sin importar que se están dando pequeños mordiscos.
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