Capítulo 4. Una visita… esperada.

El timbre de la puerta de mi ático me despierta de golpe. “¿Quién viene a molestar a las cuatro de la tarde?” Somnolienta y desorientada me dirijo a la puerta y al asomarme por la mirilla mi expresión se cambia por completo. Robert debe haber visto los whatsapp y viene a verme. En un solo gesto me recojo todo el pelo enmarañado en un moño alto, con la gomilla que siempre llevo en la muñeca a modo de pulsera, me quito las legañas y abro con una amplia sonrisa.

No media palabra alguna, me empotra contra la pared del pequeño hall de entrada y me come la boca como el día del fin del mundo, me sujeta con fuerza las manos sobre la cabeza y siento una furia que sale de sus caderas y me empuja contra el muro… “Este chico siempre tan caliente en cuestiones sexuales, cualquiera diría que es inglés de Londres, Londres… ¡Seguro que tenía algún antepasado vikingo!” Cuando ya ha descargado gran parte de su pasión en el morreo de bienvenida, afloja un poco la intensidad y me susurra con los ojos cerrados, muy cerca de la boca:

-          Where is my "coffee"? (Dónde está mi "café"?) – Me pregunta con la respiración entrecortada. “¿Cómo me puede poner tan bruta una frase tan normalita?” Desde luego, el inglés no iba a ser igual después de haber conocido a Robert… No sé, pero cualquier cosa dicha con esa voz tan grave y gutural hace que todo mi cuerpo reaccione.

No espera respuesta, claramente es una pregunta retórica, “¡Dichosos fanáticos de la lengua y la literatura!” Sin pedir permiso, sin pudor, sin pausa, baja las manos a la cinturilla elástica de mi pantalón del pijama, aprovecho que me ha soltado para abrazarme a su cuello y tirar de él hacia mí yo también necesito de esta sensación tan humana y tan divina… Suavemente, sin dejar de besar mis ojos, la comisura de mis labios, mi cuello, me baja el pantalón dejándolo caer hasta el suelo y empieza un nuevo beso profundo, nuestras bocas juegan a encender una hoguera que nos va a terminar quemando a los dos. Desabrocho con cierta urgencia los botones de su perfectamente planchada camisa blanca, paso las manos por sus hombros para quitársela “¡Madre mía, las horas de gimnasio le están sentando muy bien!” Sus manos ascienden desde la cintura por los costados quitándome de un solo movimiento la camiseta y va directo a mis pechos que están abiertos a sus abrasadoras caricias. Entrelazo mis dedos en su pelo y aprovecha esta nueva libertad de movimientos para pasar la lengua por mis pezones duros y suplicantes. Un suspiro profundo se escapa del centro de mí ser. Su barba produce un contacto tan agradable…

-          You make me crazy, Eri… (Me vuelves loco, Eri...) - susurra vehemente con su poderosa voz, a la vez que se encamina hacia mi monte de venus. “¿¡Cómo puede resultarme tan sexi ese acento inglés cuando dice mi nombre!?” Dios, mi piel va a estallar del delirio que este hombre me produce. “¡Gracias dioses, de todas las chupi urbanizaciones de Madrid lo enviasteis a la mía, gracias, gracias, grac…!”

-          Ahhhh! – se me escapa un inevitable gemido…

Mil corrientes eléctricas me atraviesan y todas pasan por la entrepierna. Robert arrodillado ha empezado a alterar mi perturbada y nada aparente paz con su lengua. Mis rodillas no pueden más. Intento buscar con mis manos un inexistente asidero en la lisa pared. “¿¡Dónde hay una sábana cuando hace falta!?” Creo que me voy a desplomar cuando, de repente para; y en un brusco, y muy erótico, movimiento me echa sobre su hombro, se levanta como si no pesara “será la adrenalina y la testosterona del momento, ya que soy una chica bastante grande…”  “¡Viva el gym!!!”, y se dirige con urgencia a mi dormitorio mientras farfulla en un inglés inentendible a la vez que desenreda el pantalón del pijama de mis tobillos de manera bastante torpe… “¡Seguro que tiene más de un antepasado vikingo!!! ¡Qué buen despertar! Un poco se sexo brutal con el inglés ¡nunca viene mal!!!” pienso mientras voy bocabajo partida de risa, con mi cara frete a su culo y pataleo y manoteo para zafarme de un agarre por pura diversión… “¡La cosa pinta bien!”

Extenuada en la cama pienso en cómo describiría lo que acaba de ocurrir… quizá como el choque de la placa pacífica con la sudamericana, con incipiente subducción, y por qué no, con fenómenos periféricos de vulcanismo activo… “Siempre me ha gustado ver documentales del Discovery y del National Geographic Channel…”

Mis ojos viajan hacia la pared de paves que separa el dormitorio del baño y disfruto de la silueta de Rob que se está duchando.

Enciendo mi móvil aun en la cama y encuentro los whatsapp de respuesta del inglés y sonrío pensando en la desesperación que habría sentido ante mi ausencia de respuestas, “pobre…” Las chichas también han estado concretando lugar y hora para la quedada de esta tarde.

Vera ) Bueno, qué, quedamos?

Ruth ) Tu siempre tan rápida! Si Eri estará aun durmiendo Zzz

Vera ) Que más da? Podemos quedar y que la bella durmiente lo vea cuando despierte ;D

Eme ) A dónde vamos?

Vera ) Tu siempre tan al grano… No sé, que os pide el cuerpo?

Ruth ) Podíamos quedar en algún sitio cerca del hotel y así nos pilla cerca para cuando tengamos que entrar a currar.

Eme ) Buena idea! Dónde?

Vera ) Que tal al chill out ese que inaguraron el mes pasado?

Ruth ) Cual?

Vera ) El de la terraza con las pérgolas y los sillones blancos en la azotea, no recuerdo cómo se llama…

Ruth ) Ahhh!!! El Sunset?

Eme ) Buena idea, hora?

Vera ) Eso!!! sobre las 18:00 o 18:30?

( Yo llegaré sobre las 19h, tengo que esperar que Robert se termine de duchar y luego arreglarme yo… ^_^

Eme ) Serás zorra!!! Daría media herencia por una sola noche con el inglés!!!!! Grrrr!!! Si está más bueno explotaaaaaaaa

( Jajajajaja! Propónselo, ya sabes que lo nuestro es por diversión, no feelings, aunque me parece que tu herencia no será buen motivo, está forrado, tiene hasta chófer privado! Jajajaja!

Ruth ) No quiero oir más, me voy a casa a arreglarme! >.< Nos vemos allí a las 19h! Luego nos cuentas!!!

( Ok! Luego nos ponemos al día!!! Ciao!!!

Vera ) =) Ok

Ruth ) Ok! Bst

Eme ) Bye!

Robert sale del baño con la toalla a la cintura, aun mojado y repeinado. El sol de la tarde ilumina su cuerpo “¡Pues sí que se le nota el gimnasio!!!” Ahí lo conocí, este invierno pasado...

En mi chupi urbanización hay mogollón de zonas comunes y servicios, dispone de pista de padel, piscina exterior e interior climatizada, parque infantil, gimnasio y sauna, habitación de usos multiples, seguridad, portero… “¡Os podéis imaginar el recibo de la comunidad!”

La visión de Robert poniéndose los boxers me saca de mis pensamientos. “Qué guapo, ¡creo que podría acostumbrarme a esto!” Suelto mi móvil en la mesita de noche y veo el del Señor García… “Nooo! ¿Para qué tener uno cuando puedo tener a todos?” Me río sola con mis pensamientos mientras me dirijo al baño.  Robert levanta la cabeza mientras se pone la camisa y me da un cachetazo en el culo al pasar desnuda a su lado “Que costumbres tan españolas para un inglés, puede que también tenga antepasados íberos, ¡menuda mezcla!!!” Doy un respingo y me giro para soltarle un beso de tornillo. “¿Cómo puede estar tan bueno?  ¡Ay omá, qué rico!!!” Veo una duda de ardiente indecisión asomarse a sus pupilas… y no puedo evitar reír maliciosa.

-          Eri, no seas mala with me (conmigo), llego tarde and you know it (y lo sabes)… - me dice poniendo ojos del gato de Shrek. Me encanta cuando se pone nervioso y usa el spanglish.

-          Ok, your right! I’m going to take a shower, I´m late too. (Vale, tienes razón. Voy a ducharme, yo también voy tarde.) – Contesto mientras sigo mi camino hasta el baño contoneándome demasiado, quiero que no se olvide me mi tan pronto como atraviese la puerta… – Close the door when you leave, please! (Cierra la puerta cuando salgas, por favor!) – digo abriendo el grifo del agua.

Me giro sobre mí misma quedando frente al espejo mientras espero que llegue el agua caliente. Me miro. No me avergüenza mirarme al espejo desnuda. Tengo un cuerpo muy normal, ni extremadamente delgada, ni muy gorda. Un poco de barriguita, los pechos empiezan a ceder a la impasible gravedad pero con un buen bra, arreglado. Tengo estrías en las caderas y en la cara interna del muslo, como la mayoría de las chicas y no me importa, también algunas bajo el ombligo y en los pechos. Cada centímetro de piel, cuenta una historia y es importante para saber de dónde he venido y dónde estoy. No entiendo por qué las chicas se obsesionan sobremanera con la delgadez, eso es un absurdo cliché que no sirve para nada. Además, no hay más que salir a la calle para apreciar la belleza de la raza humana, la variedad, el colorido, las formas, las maravillosas figuras que van de un lado a otro, la ingente cantidad de formas, expresiones, personalidades… ¡Qué absurdo resulta medirse únicamente por el grado de delgadez cuando hay tantas maravillas de la ingeniería genética a un paso de nosotros! Tal vez de ahí venga mi afición por fotografiar gente, rostros, personas, todas bellas y perfectas. “Lo cual me recuerda que tengo que llamar a Miguel”.

Me paso el índice y el corazón por la flor de loto blanca que llevo tatuada entre el ombligo y la zona púbica, que oculta la cicatriz… No sé si seré todo lo pura de espíritu que simboliza esta flor pero de lo que estoy segura es que desde entonces he vivido al 100%, siendo yo misma y siendo siempre consecuente con mis pensamientos. “Nunca me voy a dejar ordenar por nadie”. La vida, por sí sola, se encarga de ponernos en situaciones que no son de nuestra elección… En aquel entonces me prometí a mí misma que yo sería la dueña de mi presente y de mi futuro, y así ha sido, está siendo y será, a no ser que la vida o la muerte decidan lo contrario, y en tal caso, me defenderé con uñas y dientes, lucharé hasta el final y tal vez, venza, de nuevo…

Una ducha rápida para quitarme el olor de 212 MEN de Carolina Herrera, de Robert, aunque huele tan bien que no importa mucho. Me arreglo el pelo con mi plancha profesional GCK, “¿Qué haría sin ella?”. Sinceramente, me gustaría ser como esas chicas de los relatos que leo en wattpad que se cogen una coleta alta con el pelo mojado, o directamente lo dejan suelto, se ponen máscara de pestañas y gloss y están preciosas, pero aquí, en el mundo real, hay que arreglarse de verdad. Mi pelo secado al viento se puede parecer bastante al de Bellatrix Lestrange, la tía de Draco Malfoy, aunque con un poco menos de rizo y un poco más de encrespamiento, vaya un desastre, y dicho sea de paso mi cara sin maquillar, me temo que también se parecería, más de lo que quisiera, a la de ella. Me hago unas ondas naturales y me maquillo un poco, no mucho, porque aún es de día, aunque estaremos de fiesta hasta tarde, bueno, yo me iré del Sunset directa al trabajo “¡Yuju! ¡Qué alegría!” Bueno, pero para eso, aún quedan unas horas…

 Continuará…

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Bueno, que tal? Os habéis enamorado de ya de Eri? o del inglés? jajajaja!!! Tal vez de ambos!!! Ya sabéis que necesito de vuestros comentarios y votos para seguir adelante, para encauzar la historia, para conseguir inspiración, para seguir aquí ofreciendo lo mejor de mí.

Gracias a todos vosotros, Soy adicta al sexo ya ha superado las 100 lecturas en apenas 2 días!!! Mil gracias!!! Con que a uno solo de vosotros os haya producido un sentimiento especial, un revoloteo, un latido acelerado, yo me doy más que por satisfecha, ya que, aunque siempre he estado rodeada de letras, nunca pensé de esta forma en el poder de la palabra! Y estoy superemocionada!!! Mil gracias!!!

Ah!!! por cierto, si queréis conocer más detalles de la historia, curiosidades, pistas, imágenes... podéis encontrarlo en:

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Os espero!!!