Capitulo 3
- Cuál es la misión de ahora Frieren -pregunto TN afuera de una taberna recostado en la pared mientras la elfa se cabellos plateados salía de esta misma taberna.
- Una misión de recolección de hongos que crecen en las montañas de fuego.
- ¿Cuál es la recompensa?
- Un grimorio con la magia de darle sabor a las cosas que uno quiere -Frieren sonrió descaradamente, teniendo una idea bastante creativa de como utilizar esta magia.
- Siempre tomas los hechizos más raros.
- Es mi pasatiempo. Me gustan los grimorios.
Se fueron de la ciudad y ambos comenzaron a ir por el objetivo. La pareja, juntos en todo momento, habían pasado por varias adversidades y enemigos fuertes sin embargo no había nada ni nadie que los pueda vencer.
Tn y Frieren pasaron por montañas, lagos, bandidos, cazarrecompensas y monstruos de todo tipo, y así transcurrió una semana entera hasta que finalmente encontraron la gran montaña de fuego y que en realidad si que era muy literal, es una montaña de fuego.
Frieren junto a su esposo se quedaron en los pies de la montaña donde no alcanzaba el calor abrasador de la montaña. La elfa miro a su acompañante.
- Deberías quedarte aquí. Hasta el momento no tengo ningún hechizo que te proteja del fuego. Te podría llevar cargando pero necesitaré el suficiente espacio para poder tomar los hongos.
- Está bien Frieren. Te cuidado.
Frieren asintió y tomo vuelo alejándose de Tn a gran velocidad, el Shinobi fue directo hacia un árbol que se encontraba cerca y se recostó en el suelo pegando su espalda a la corteza del roble mientras abrazaba su katana. El Shinobi miro el suelo con indiferencia observando varias hormigas pasar y comenzó a contarlas una tras otra.
Eventualmente le comenzó a ganar el sueño después de contar a la quinta hormiga, comenzó a bostezar y cerró sus ojos para poder dormir y esperar a su esposa.
Comenzó a soñar una sola cosa, rodeado de un extenso prado lejos de la civilización y vivir en una casa grande junto a Frieren, una vida de paz y tranquilidad. Con tener una de esas cosas le hacía feliz y tener a Frieren a su lado lo hace el doble.
Tn abrió sus ojos al sentir unos pasos acercarse hacia su posición.
- Seguro que es aquí?
- Si, dicen que aquí se encuentra el corazón de fuego escarchado.
- ¿Cómo carajos una planta puede ser fuego y hielo a la vez? No tiene algún sentido de la vida.
- Es aquí y punto.
Tn se levantó del árbol y puso su mano en la funda de la katana, salió de su escondite y fue directo a ver a las personas, dónde hombres y una mujer, llevaban un arco, una espada y una lanza. Tn simplemente los miro con frialdad.
Llevo su espada su cintura sin embargo no dejo de sostener a la misma espada listo para todo.
- No me putas jodas. -exclamo la mujer asustada viendo a Tn. - Ese tipo yo lo conozco. Debemos irnos de aquí.
- No, nos costó bastante llegar aquí. Creo que ese tipo es más bien un vagabundo.
- ¿Acaso no lo vez, Francis? ¡¡Ese sujeto es Tn, la sombra de Frieren la elfa. Si él está aquí significa que Frieren está cerca!! ¡¡Debemos irnos!! De todas las personas que nos pudimos encontrar fue él.
- Tampoco es para tanto. Nosotros ya hemos matado a varios goblins y troles.
- ¡¡Ese tipo mato a un puto dragón, compara eso con goblin y monstruos de cavernas!! ¡¡Por favor señor Tn no nos mates, solo venimos aquí por una misión, recolectar la flor de fuego escarcha!!
Tn guardo silencio, la pobre chica prácticamente estaba llorando pidiendo piedad, bufo, obviamente estos tipos no eran peligrosos y mucho menos a alguien como él. Sin embargo Frieren no está aqui, y ellos hablaron de una flor, ¿Que estaría haciendo una flor en este lugar?.
Decidió preguntarles.
- ¿Una flor?
- Si, es una flor parecida a un hongo pero en realidad son miles de pequeños pétalos que cubren el núcleo de esta misma, dicho núcleo hace que la flor pueda vivir en un volcán sin necesidad exacta de un hechizo de fuego. Dicen que si consumes grandes cantidades de esta puedes llegar a tener el don del fuego, también sirve para realizar medicinas para curar enfermedades.
Tn asintió lentamente ante esto, se dió cuenta de algo, faltaba un integrante más. Movió su cabeza hacia un lado observando como el de la espada estaba lejos, al parecer ese chico también lo conocía y bastante.
Antes que pudiera decidir algo, Frieren llegó inmediatamente donde Tn y llevaba en su chaqueta muchos hongos de la montaña de fuego.
- Hola Tn -Frieren miro a su esposo y luego a la mujer que estaba frente a ellos. Se volvió indiferente- ....
- No pasó nada de lo que piensas -suspiro.
- Es Frieren. La legendaria hechicera que derrotó al rey demonio junto con el héroe Himmel, Eisen y Heiter. -murmuro el chico de la lanza.
- Frieren, cuánto conseguíste.
- En total .... creo que unas treinta. ¿Porque preguntas?
Tn no respondió y tomo una bolsa pequeña que estaba guardada en uno de sus bolsillos, en ella hecho dentro los hongos de fuego por la mitad y cerró la bolsa, la lanzo directo a la mujer quien lo tomo en el aire de una manera bastante torpe.
La mujer miro esto y comenzó a llorar de la alegría, agradeciendole demasiado a Tn y a Frieren por el gesto. Comentando que les estaba eternamente agradecidos por el gesto, se habían ido y dejaron solos a Tn y a la elfa quienes miraron a los chicos irse de ese lugar.
- No vine antes porque pensé que los ibas a matar -hablo Frieren- Pensé que eran bandidos, y confíe en ti para que lo soluciones.
- Solo fue un acto de bondad.-hablo el Shinobi no dándole más vueltas y míro a su esposa- ¿Estás molesta?
Frieren inflo sus mejillas. Obviamente estaba molesta de que una mujer hablo con Tn y al parecer el hombre no se dió cuenta de esto.
Cuando volvieron a la ciudad le dieron la recompensa a la mitad, debido que pedían treinta de los hongos, Tn y Frieren se fueron directo hacia su habitación que habían rentado en la taberna de la ciudad.
Frieren todavía estaba molesta y Tn simplemente suspiro y saco de sus bolsillos una bolsita del tamaño de su mano. Las abrió y le enseño a Frieren, eran dulces.
- Gracias -Frieren tomo los dulces tan rápido y comenzó a comerles todos sin dejar ninguno.
- Bueno. ¿Te dieron algo importante? -Tn pregunto.
- No pero me robe el grimorio -dijo Frieren con una sonrisa descarada en su rostro. Tn arqueo una ceja por esto.
- Frieren.
- Ya ya -la elfa se quitó la ropa y tomo su camisón plateado, luego fue a por su bastón y el grimorio.
Tn se alejo un poco, no era que no confiara en su esposa, el problema es que su esposa a veces se le sale de la mano los hechizos nuevos que aún no ha descubierto. Cuando Frieren memorizo el hechizo su sonrisa descarada volvió a subir en su rostro.
Apunto a Tn con el bastón y una energía rosada inundó el cuerpo del sujeto que se fue casi inmediatamente como vino. Tn comenzó a olerse, no se notaba extraño ni con un olor nuevo salvó el suyo propio.
- Bueno, ese hechizo no funcionó -dijo- Vamos a dormir.
Sin embargo Frieren agarro el brazo de su esposo quien lo miro, se sonrojo inmediatamente al ver el rostro de su amada, ya sabía lo que iba a pasar dentro de poco.
- No. Si que funciono. Y ahora vamos a estrenarlo -con una sonrisa en la cara sugiriendo algo.
(Time Skip de Frieren activando un hechizo insonoro en toda la habitación)
Han pasado cincuenta años, una vez, las ciudades humanas que el grupo de héroes del antaño han visitado se han ido actualizando conforme pasaban el tiempo. Amigos y conocidos de una era anterior han muerto por enfermedades, por vejez, asesinato o que simplemente murieron por alguna enfermedad.
Para los elfos vivir cien años o que pasen cien años simplemente es un parpadeó de ojos, y a todos que conocen se han vuelto ancianos. Eso era un defecto doloroso para alguien como Frieren, pero ahora mismo, eso no le importaba a ella en estos instantes.
- Cariño.
- ¿Si Frieren?
- ¿Si eres humano verdad?
- Hasta donde recuerdo, no soy enano, un elfo o un dragón. ¿Porque me cuentas esto?
- No has envejecido nada de nada. ¿Seguro que eres un humano?
- Claro.
Frieren juzgo con la mirada a su esposo, seguía manteniendo esa apariencia de hombre mayor amargado con la vida, un poco de pelo de barba en la cara, cabello canoso por la mitad de su pelo y la misma ropa andrajosa de siempre.
A ver, que ella no le importaba realmente que su esposo no envejeciera, eso significa que siempre estará a su lado. Pero teme que sea una trampa de mimic's que hayan utilizado una especie de ilusión.
- Han pasado cincuenta años -hablo Tn viendo el horizonte- ¿Cómo estarán los chicos?
- Habrán envejecido completamente -dijo Frieren- Así son los humanos.
Tn comenzó a acariciar la cabeza de su esposa, dicha mano que hacía esto llevaba puesto un anillo parecido al de Frieren pero este llevaba en vez de una espada un escudo en ella, Frieren se calmo y comenzó a disfrutar como un perro las caricias de su amado esposo.
No le gustaba que le toquen el pelo pero le dejaba esa excepción a él y encima que le gusta que la mimen mucho. Le gusta sentirse como una niña por él.
Ella vio el anillo que llevaba en su dedo, recordando como Tn se lo había dado y querido ofrecer su mano en matrimonio, y luego cuando fueron a otra mazmorra ella consiguió ese anillo que su esposo lleva puesto y ahora fue ella quien le propuso matrimonio a su esposo.
Un vano intento de pedir matrimonio pero que funciono, en parte, y ahora por partes iguales están casados.
- Como estará nuestro hogar.
- Seguramente lleno de suciedad, polvo y arañas por doquier.
- Cuando volvamos limpiaremos todo y si en ese momento es nuestra última aventura viviremos juntos hasta el fin de los tiempos.
- Hmm, mientras me des grimorios no me voy a quejar de nada.
Tn sonrió ante esto. Su esposa podría tener cientos de años pero se comporta como una niña cuando se trata de grimorios, en cierta parte, es tierno ver esa actitud de ella.
Cuando ambos llegaron al reino fueron a una tienda de recursos para pedir un cuerno de dragón oscuro.
- ¿Un cuerno de dragón oscuro? -pregunto el tendero, era el mismo que hace años atendía a Tn y a Frieren cuando ambos querían algo en el reino- Lo siento, hace ya tiempo que no ha aparecido uno de esos por aquí.
- Frieren, hace ya varios años le legaste a Himmel uno -Hablo Tn detrás de ella. - Deberíamos pedírselo.
- Creo que tienes razón.
- ¿Un cuerno de dragón oscuro?
- Si, necesito que lo cuides por mi.
- ¿No es algo antigienico que este emanando un aura oscura tan siniestra?
- Estás jodido amigo mío.
- Ah...
Frieren y Tn salieron de la tienda de aquel hombre en búsqueda de Himmel, se habían dado una enorme perdida por toda la ciudad que una vez los recibieron como héroes al derrotar al rey demonio de aquel entonces.
Llegaron a un callejón y se quedaron quietos en ese lugar buscando la ubicación.
- Estoy segura que era por aquí -murmuro Frieren.
- ¿Frieren, Tn?
- ¿Himmel?
Ambos esposos se giraron para ver como un anciano con una mirada llena de paz y serenidad camino hasta donde ellos estaban.
Frieren abrió sus ojos al verlo.
- Eres un viejo calvo y decrépito.
- Eso no es nada bonito. Aún sigo siendo hermosos sabes. -sonrio Himmel- Pasaron cincuenta años ¿verdad? Sin embargo al parecer a ninguno de ustedes os ha pasado factura, ¿Porque demonios Tn no has envejecido nada?.
- Un hechicero lo hizo.
- Ah, ya. El cuerno de un dragón oscuro no es así -el trío que antes formaban un gran equipo se encontraban en casa de Himmel, grande y cómoda para cualquiera que estuviera en este lugar y más encima un lugar donde vive el famoso héroe Himmel. - Recuerdo que me lo legaste Frieren. Cuando lo guarde hace muchos años en el cajón no ha dejado de emanar un aura siniestra.
- Perdóname por eso.
- No sucede nada -los tres fueron a la habitación de Himmel quien camino hacia la gaveta y abrió revelando el cuerno, lo tomo con cariño y lo extendió a Frieren- Acepte gustosamente porque fue algo que tú me dejaste, un recuerdo de antaño dónde fuimos héroes.
- En realidad no era un objeto muy importante. -dijo Frieren afuera en la calle alzando el cuerno de dragón oscuro para que un ave fuera y lo tomara llevándoselo.
Ambos esposos fueron caminando por la ciudad hasta llegar a una plaza donde se encontraba un monumento de los héroes.
Frieren, Himmel, Heiter, Eisen y detrás de Frieren, actuando como una sombra, se encontraba Tn que reflejaba lo que él era.
Frieren volvio a su mundo, cuando Tn poso su mano en el hombro de la mujer.
- Deberíamos volver donde Himmel -dijo. Frieren asintió.
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