25.- Conspiración
Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 2098.
25.- Conspiración
Alix alimentó a Fluff en el interior de la sala a oscuras. Aquel espacio era bastante más pequeño que el lugar en el que se había escondido, pero no tenía otra opción. Cuando Fluff acabó de devorar la zanahoria volvió a transformarse en Bunnyx. No le parecía correcto que aquel hombre volviera a ver el rostro de Alix Kubdel, aunque suponía que, en realidad, no importaba demasiado. También era consciente de que Alix no tenía manera de huir de aquel lugar, pero Bunnyx sí a través de la madriguera.
La puerta se descorrió con suavidad y la mortecina luz de las velas se derramó en la estancia. El maestro paseó la mirada por el suelo hasta dar con sus pies y, al encontrárselos, buscó su rostro. Alix se preguntó si aquel gesto significaba que no quería saber quién era bajo la máscara, pero no preguntó. El hombre encendió una añeja lámpara de aceite y cerró la puerta.
—Sígueme —murmuró.
Pasó de largo y accionó un mecanismo oculto en la pared que se movió revelando un pasillo oscuro.
—¿A dónde?
—A un lugar en el que nadie podrá oírnos.
Sintió la tentación de reír. En aquellas películas que tanto le gustaban a su querida Juleka, los lugares oscuros en los que nadie podría oírles era en los que pasaban cosas horribles. Si Juleka estuviera allí le diría que tantas horas de cine de terror deberían de servir para que no le siguiera, que hubieran activado su instinto de supervivencia y la empujasen a huir. En otras circunstancias, sin duda, lo habría hecho. Al poner el pie en el primer peldaño pobremente iluminado se recordó a sí misma que, para huir, sólo tenía que activar la madriguera. Bunnyx contó los escalones que descendían serpenteantes hasta llegar a una gran sala sorprendentemente bien iluminada y con un altar en el centro, el espacio amplio olía a humedad y cerrado, estornudó.
—Enviar a otra persona al templo ha sido una osadía —declaró apagando la lámpara de aceite—. No obstante comprendo el motivo.
A Alix le dio la sensación de que se estaba esforzando por usar un lenguaje más actual del que usaría habitualmente, también de los breves instantes de duda con el idioma.
—Hace ya mucho tiempo que esperamos su presencia en el templo.
—No se ofenda, pero creo que Ladybug no acaba de confiar en ustedes.
El maestro la miró a los ojos, Alix esperaba ver ofensa en su mirada, pero no la halló.
—Alcanzo a comprender su preocupación y...
—Ya le he dicho que no me ha enviado ella directamente —le interrumpió sin importarle en absoluto si le parecía una grosería o de mala educación. No estaba allí para tomar un té con galletitas mientras hablaban del famoso de turno—. Me dio el prodigio para que la pudiera salvar y eso me ha traído hasta aquí. Y no ha sido en el buen sentido. —El hombre frente a ella frunció el ceño como si le estuviera costando un gran esfuerzo escucharla, se dio cuenta de que estaba hablando demasiado rápido y que el francés no era el idioma de él—. ¿Cómo sé que puedo confiar en usted?
—No lo sabe, yo tampoco sé si puedo confiar en usted. No obstante, puedo ofrecerle una ofrenda de paz.
Bunnyx aguardó aferrando nerviosa el mango del paraguas que era la llave de la madriguera.
—Mi nombre es Fong Hui, ese es el nombre que recibí al entrar en la orden. Hace años que olvidé el que me dieron mis padres al nacer. Soy uno de los cuatro consejeros de la orden.
—¿Consejeros?
—Somos quienes escuchamos al resto de miembros, los que velamos por la seguridad de los portadores. Somos el enlace del templo con los portadores externos.
»Lo que oímos, así como nuestras impresiones, las trasladamos al líder de la orden que es quien tiene la última palabra en las decisiones que se toman.
—¿Y le hablará de esto?
El maestro Fong Hui ni parpadeó.
—No. Mi confianza en el líder no está en su mejor minuto.
—Momento —replicó Bunnyx ganándose una mirada extrañada—. Se dice «no está en su mejor momento».
—Lo recordaré.
—Mi nombre es Bunnyx, aunque ese es el de heroína, el real no voy a dárselo —explicó porque le parecía lo más justo—. Soy amiga de Ladybug, puede que no sea su mejor amiga, pero confía en mí para salvarle la vida y eso significa mucho.
»No soy su representante ni nada de eso, he llegado hasta aquí siguiendo una pista. Que me haya visto ha sido un accidente.
—¿Un traidor?
La pregunta le sorprendió tanto que abrió la boca y le temblaron los labios. El hombre asintió como si su expresión le hubiese quitado un gran peso de encima de los hombros.
—Hágame un favor, Bunnyx, lléveme a algún lugar en el que pueda hablar con Wang Fu.
Dudó. Dentro de la madriguera no podría hacerle nada, de hacerlo ambos serían devorados y digeridos por Fluff, no sería tan estúpido, nadie lo sería.
—De acuerdo —musitó alzando su paraguas—. Madriguera.
Le arrastró con ella al interior del espacio blanco repleto de ventanas flotantes, se giró para decirle que no curiosease, pero él ya tenía los ojos cerrados. Agarró el puño de su manga para que pudiera seguirla a través de una ruta segura hasta la ventana que deseaba. La misma que había cruzado ella unos días atrás, apoyó la palma sobre la superficie que onduló permitiéndoles cruzar al otro lado. El maestro Fu alzó la mirada y sonrió como si llevase tiempo esperando aquella visita y estuviera más que preparado para ello.
Los dos hombres intercambiaron algunas palabras en chino y después la miraron.
—¿Qué?
—Joven Bunnyx, en mi nevera hay comida para alimentar a tu kwami, hazlo y regresa con nosotros.
La muchacha meneó la cabeza y cruzó la puerta corredera que llevaba a la cocina.
—Es altamente irregular.
—Son otros tiempos —replicó el maestro Fu—. Yo he crecido con ellos, la orden no.
»Entiendo que parece un error todo lo que he hecho, así como la confianza que he depositado en Ladybug. Sin embargo, las cosas que vi entonces y las que he visto hasta ahora, hacen que me reafirme en todas y cada una de mis decisiones, así como me enorgullezco de mis propios errores que me han servido de aprendizaje a lo largo de mi vida. Nunca seré un guardián auténtico, no del modo en que la orden lo entiende, pero soy el único que sobrevivió cuando el mundo parecía a punto de extinguirse.
—No necesito sus palabras Wang Fu.
El anciano asintió despacio. No necesitaba que lo dijera abiertamente, el maestro frente a él sabía que la caída de la orden, a causa de Festin, había sido por su mano.
—Vale, sólo para que claro —soltó Bunnyx regresando a la sala en la que ambos hombres compartían mesa—, no hablo chino, así que ahorradme el dolor de cabeza.
—Siéntate con nosotros, Bunnyx. Es el momento de que nos expliques todo lo que sabes sobre el asunto.
No necesitaba que dijera a qué asunto se refería, lo sabía más que de sobras. Se sentó entre ambos hombres. Se miró las manos entrelazadas sobre la mesa preguntándose por dónde debía empezar. Ella no era dada a sutilezas.
—Hace algo más de un mes un maestro asaltó a Ladybug en un callejón. Se identificó como Li Bao y la ha obligado a... —Frunció el ceño. ¿Sonaría infantil? ¿Lo entendería aquel hombre de otro tiempo?
—Continue.
—Ladybug estuvo enamorada mucho tiempo de alguien —continuó sin importarle si le parecía infantil o si alcanzaba a comprenderlo o no—. Pero al final encontró a otra persona, alguien con quien era feliz. Ese maestro le ordenó dejarle y que le soltó que tiene que estar con Chat Noir porque la destrucción y la creación están hechas para estar juntas y sus portadores también.
»Me gustaría decir que está haciendo lo correcto, pero no. Está siendo una idiota y eso la está destruyendo.
—Los prodigios no determinan las relaciones —intervino el maestro Fong—. Y la orden no debe interferir en la vida personal de un portador, aunque este sea un guardián externo.
—Ya, pues dígaselo a ese tal Li Bao.
»Decidí seguirle, al maestro, no a Ladybug. Ahora sé que se ha aliado con Hawk Moth y que todo lo que le dijo a Ladybug formaba parte de un plan para destruirla.
Fong pronunció algunas palabras en chino a las que Fu asintió.
—Destruir su espíritu para doblegar su voluntad —dijo Fu.
—Es grave —apoyó Fong.
—Voy a apoyar a mi amiga hasta el final.
—Creo que no entiende la gravedad del asunto.
Bunnyx frunció el ceño. Tal vez tenían razón, quizás no entendía el problema al completo. Ellos no le estaban ayudando precisamente a comprenderlo mejor.
—El maestro Li Bao es el líder de la orden de los guardianes —aclaró Fong con gesto preocupado—. Si la información que habéis compartido con nosotros es cierta, mi sospecha de una conspiración en la sombra se confirma.
»Deberemos de ser muy cautos con nuestros próximos pasos.
º º º
Alix se dejó caer en su cama, exhausta y con un incipiente dolor de cabeza martilleándole las sienes.
Su incursión en el templo para seguir al conspirador del callejón había acabado en una insólita alianza con un consejero de la orden de los guardianes. No sabía muy bien si había sido una buena idea aceptar, pero la confianza del maestro Fu en aquel hombre la había empujado a aceptar. De todos modos, podría curiosear dentro de la madriguera si la esperaba una trampa o no. Sería lo más fácil, aunque, confiar tanto en el poder del prodigio podría acabar por convertirse en un arma de doble filo.
Fluff se acurrucó junto a su oreja y suspiró cansado dispuesto a dormirse.
¿Qué debía de hacer? Podría hablar con Marinette, explicarle lo que había averiguado hasta ese momento, revelarle la identidad del cabrón que la había asaltado en el callejón y que estaba tratando de destruirla desde dentro. Lo descartó. Por mucho que eso pudiera ayudarla anímicamente no solucionaría nada. Además, no debía de levantar sospechas sobre la posesión del prodigio.
Tomó su móvil de la mesilla de noche y abrió el chat con Luka. Lo último que habían intercambiado era un audio con una canción y un emoticono.
No sé si esto está funcionando. Me siento más perdida que al principio. No sé si llorar, gritar o saltar por la ventana.
Envió el mensaje sin saber muy bien qué esperar. No es fueran amigos, tampoco debería importarle lo más mínimo. El móvil tintineó, pues sí que le había contestado.
Deberías confiar más en ti misma.
No te presiones demasiado.
Siempre tranquilo, aunque la situación fuese crítica, le envidiaba. Ojalá ella pudiera estar tan tranquila.
Me preocupa no estar a la altura.
He visto a donde vamos y me da pánico no poder hacer nada para remediarlo.
Se sintió más liviana al escribir aquel puñado de palabras. Iba a darle las buenas noches y a acurrucarse para descansar cuando el nombre de Luka se mostró en la pantalla. Alix descolgó.
—Hola —musitó.
—Hola —respondió él con un tono de voz divertido—. ¿Necesitas hablar?
—No quería molestarte, ni preocuparte. Si te soy sincera ni siquiera esperaba que me contestases, de hecho, iba a borrar el mensaje, pero te me has adelantado.
—Alix, no sé qué has visto, ni qué nos depara el futuro, pero sea lo que sea no será culpa tuya. No necesitas que te lo diga porque lo sabes perfectamente, tampoco necesita que te lo diga ella.
No dijo nada sobre que no pronunciara el nombre de Marinette. Era cauto, aunque fuera casi imposible que alguien le oyera y pudiera relacionar el nombre de Marinette con Ladybug.
—Ya. Tienes razón. Ha sido un simple bajón, demasiadas cosas en la cabeza. siento haber interrumpido tu... lo que sea que estuvieras haciendo.
Luka dejó escapar una suave risita.
—Estoy volviendo a la residencia. He estado trabajando en la tienda de instrumentos de un amigo.
—Gracias por escucharme, me siento mucho mejor.
—Alix, ¿puedo pedirte un favor?
—Claro, dispara.
—Cuida de Mari, no dejes que se quede encerrada en casa.
—La sacaré arrastras si hace falta.
Tras despedirse de él volvió a acurrucarse en la cama. Fluff dormía, ella debería de hacer lo mismo. Descansaría y por la mañana lo vería todo desde una nueva perspectiva. Todo sería mejor por la mañana.
Visitaría a Marinette, la sacaría de su cuarto y pensaría en sus próximos pasos.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Para hoy tenemos a Alix como protagonista y un poco de conspiración. Se me ha hecho un poco raro escribir la conversación Bunnyx-Fu-Fong, pero me he divertido bastante con ello.
Puede que me salte un poco el canon porque las escenas principales ya estaban escritas antes de que empezaran a emitir la nueva temporada (y parte de la anterior).
Nos leemos en unos días.
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