Capítulo 8
Salgo de la central y siento miradas en mí, pero no me importa. Ahora mismo estoy concentrada en esta ira que siento dentro de mí. No puedo ver a Luke de esta forma, no quiero preocuparlo.
Camino hacia las salas de entrenamiento tal vez así me agote y mi mente se despeje. No importa lo que digan solo tengo algo muy claro.
No quiero matar, ese es el problema.
Para los Alphas tengo tanto talento y lo desperdicio con pensamientos moralistas.
Tengo un fuerte dolor de cabeza, creo que es por la rabia y no entiendo por qué me afecta tanto, algo que ya sé. Noah me pide constantemente que no me contenga.
Entro en la sala y hay un grupo de cinco chicos entrenando. Deseo estar sola y lejos de los ojos de los Bethas o de cualquiera que vaya a decirle a Noah algo sobre mí.
—Váyanse —digo.
Agarro una de las espadas de madera y me acerco a un muñeco de práctica. Los chicos no se mueven. Sé que quieren que los entrene, pero no estoy de humor para estar con otras personas. Mi cabeza me va a matar del dolor.
—¡Dije que se fueran! —grito.
Brincan por mi reacción y rápidamente comienzan a recoger sus cosas. No pierdo tiempo y golpeo con tanta fuerza el muñeco de práctica que seguramente se escucha en toda la sala.
Golpe.
Golpe.
Respiro un poco y sigo, no me está ayudando con la presión que siento en mi cabeza así que golpeo más fuerte. Me siento en modo automático, no puedo enfocarme bien y lo único que puedo hacer es golpear a este muñeco.
Desde que llegamos hace diez años a este campamento no han dejado de tratar de convertirnos a cada uno en máquinas. Algunos nos odian por eso.
Nos decían cosas como:
—Que asco. Son ratas de laboratorio.
—Se creen los dueños del lugar.
—Ella es la más débil —seguido de muchas risas.
—Deberían estar muertos —decían cuando no les daban misiones a ellos.
Ninguno de ellos sabe realmente lo que conlleva llevar esta carga. Horas de entrenamientos casi tortura solo para medir nuestras habilidades. Golpes en todo el cuerpo, recuperaciones lentas y aun así puedo acabar con cualquiera de ellos en uno de mis peores días.
¿Sería capaz de hacerlo solo para demostrarles que puedo? No.
Debo parar, solo no puedo. Sé que está rabia no soluciona nada, solo me está consumiendo lentamente y yo me entrego por completo a ella. Me invaden recuerdos, cosas dichas por los demás.
—Eres débil —había dicho el doctor Sy, sin conocerme.
—Necesito que dejes tu debilidad —comentó Noah.
Sabe que esa pizca de moralidad a la que me aferro evita que sea una máquina, un monstruo.
Cada pensamiento y emoción oscura se apoderan de mí. En medio de eso veo esa cara con ojos azul oscuro y recuerdo lo que me dijo.
—¿Quién eres?
Esa primera vez Elijah estaba decidido a matarme, pero su interés por mí lo detuvo.
Eso me distrae y puedo escuchar que alguien se queja detrás de mí, recordándome donde estoy. Entonces, el enojo regresa y sigo golpeando.
Quiero detenerme, pero no puedo. Necesito que el dolor se vaya. Alguien habla cerca de mí, no logro entenderlo porque sigo concentrada en golpear a este muñeco.
Golpe.
Golpe.
Unos brazos me atrapan desde atrás y mi cuerpo pierde el control, intento atacar a quien me detiene de seguir golpeando al muñeco, pero sus brazos me aprietan más fuerte.
—¡Basta!
La voz de Luke es tan fuerte que puedo enfocar mi visión, por fin.
—Detente, K. —Luke está preocupado.
—¿Por qué debería? —Quiero hacerlo, pero no puedo quitarme está sensación de odio.
Luke no me dice nada, mantiene su mirada fija en mí y sé que debo parar. No quiero que él se preocupe, mi respiración se calma lo suficiente como para darme cuenta de que H es quien me sostiene.
—Puedes soltarme, H. —Aún me duele la cabeza, pero ya puedo ver más allá de los golpes.
—Suelta la espada primero. —Luke me mira aún con esa expresión donde sé que no tengo otra opción que hacer lo que me dice.
Lo hago y el sonido que hace la madera de la espada al caer contra el suelo me ayuda a enfocar al muñeco que estaba golpeando, está totalmente destruido. El agarre a mi alrededor se afloja, H realmente estaba usando su fuerza contra mí.
Me giro para gritarle por usar tanta fuerza, pero mi vista se clava en una chica detrás de él. Está llorando mientras agarra su brazo y Nat le está dando primeros auxilios. ¿Tiene el brazo roto?
Una sensación de culpa me invade. ¿Qué hice? Luke se acerca a mí y entiende la pregunta que me hago, pero que no me atrevo hacer.
—Ella intentó preguntar si estabas bien, pero no la escuchaste.
Me siento fatal, ¿Cómo pude dejar que mi enojo tuviera el control de esta forma? H intenta tocarme, pero me alejo rápidamente, agarro mi chaqueta y miro a la chica para decir:
—Perdón.
No sé si se escucha, no sé si lo dije con fuerza o suave, ni siquiera sé si esas palabras salieron de mi boca. Necesito espacio.
La gente está acumulada en la entrada y en los pasillos, susurran y me dejan pasar. Luke me llama, pero necesito salir urgente de este lugar.
Camino más rápido para alejarme de Luke. No sin antes ver la mirada de Noah entre la multitud. Sé que dice sin que me diga una palabra.
"Te lo dije, puedes hacerlo".
Lo peor de todo es que no se ve molesto, todo lo contrario, está orgulloso. No quiero que alguien se sienta orgulloso de mí cuando acabo de lastimar a una chica.
Necesito salir de este lugar.
Esto es un plan horrible, pero necesito espacio. Tiro otra roca al río Black, está rebota en la superficie del agua hasta llegar a la otra orilla.
Esa sensación de querer destruirlo todo sigue dentro de mí y el dolor de cabeza no se va.
No me meteré en problemas si me mantengo fuera del alcance de los sensores, estar fuera del campamento sin permiso es una falta grave. Se puede salir por una de las puertas principales, pero quedas por tu cuenta y si llegas a tener problemas te castigarán. Nat, Luke, H y yo conocemos una forma de salir sin que nadie sepa.
La hemos escondido bien, es una ranura que hay en el muro del campamento. Seguro Luke ya sabe que salí por ahí, no vendrá para no alertar a Noah. ¿Cómo le explicamos que hay una abertura sin supervisión en el muro?
Nada en este mundo está bien, vivir es agotador y estresante. Odio mi vida. Odio este mundo. Quiero a Luke, pero es injusto para él soportar la presión de todos.
La piel de mi espalda se estremece por algo, miro por encima de mi hombro y no hay nada.
—Maldita sea, vete al infierno —susurro. Sé que es ese ascendido que debe estar oculto en alguna parte entre los árboles. Me giro hacia el río y tiro otra roca.
—¿Qué te pasa? —su voz me da escalofríos por todo el cuerpo y soy consciente de cada pisada que da hacia mí.
—Nada que tenga que ver contigo.
Me levanto y tengo una extraña sensación de que algo me va a pasar.
Lo último que quiero es hablar con un ascendido, ese pensamiento me causa algo de gracia. ¿Desde cuándo hablar con un ascendido está entre las opciones?
Cuando me giro para irme. Elijah está ahí de pie.
Se ve peligroso y lo es, pero es atractivo. Tiene una posición muy relajada para ser un Ascendido en zona de humanos.
¿Cómo evita los sensores de energía? ¿Sabe de ellos?
—¿Qué te hicieron? —pregunta y su mandíbula se tensa.
—No soy la víctima aquí. —Soy sincera—. ¿Sabes qué? Solo déjame en paz, lárgate de aquí.
No quiero tratar con él. Menos sabiendo que en nuestro último encuentro hizo algo muy extraño. Además, que ya me es imposible dejar de pensar en él.
Decido ignorar su existencia. Cuando paso por su lado mis ojos me fallan y se quedan viendo los suyos. Lo que veo me sorprende, está preocupado ¿por mí?
Su mano se clava en mi brazo para girarme. No estoy de humor y él ni siquiera debería estar aquí. Las ganas de querer destrozarlo todo regresan y se concentra en él, así que comienzo a golpearlo.
Esquiva cada uno de mis golpes y yo solo quiero golpearlo hasta que desaparezca. En algún punto me doy cuenta de que no se está defendiendo.
En su mirada veo preocupación y sus labios se mueven, pero no escucho lo que dice, por lo que sigo tirando golpes y él esquivando cada uno.
Me empuja y estira sus brazos. Aquella cosa negra sale de sus manos. Por un segundo estoy interesada, Elijah es un misterio para los míos y aquí estoy yo conociendo más de él. Al parecer no tiene miedo que yo sepa estas cosas.
El interés se me va cuando esa cosa que sale de sus manos me comienza a cubrir. Pensé que era algo como el humo, pero es firme a mi alrededor. Sube por todo mi cuerpo hasta que todo queda oscuro.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Mirarla mientras ella se encuentra acostada en el suelo, es raro. Pero no puedo evitarlo. Hay algo en ella que me hace tener curiosidad, no es como dicen que se siente encontrar a tu Soulmate, la cosa es que ella no es como nosotros y esto no es nada dentro de lo normal.
No planeaba encontrarla, entré a sus tierras porque necesitaba información sobre lo que está haciendo Noah y en su lugar la encontré a ella. Se juzga a ella misma por algo.
Llevo casi una semana sin saber de ella, desde aquel día que intenté completar la marca contra su voluntad no la he visto salir de sus tierras. Seguramente la asusté de muerte. Necesito hablar con ella por eso nos traje a la zona neutra.
Al verla de cerca puedo ver esas líneas rojas en sus ojos, además con su ira y la forma en la que estaba explotando, son síntomas de la Locura.
Esto no es nada bueno. Seguramente aceleré su proceso al obligarla a completar la marca.
Al ser ella humana no entiendo nada de lo que nos sucede.
Comienza a despertar y me alejo para no asustarla con mi presencia, lo último que quiero es que ella comience otra pelea.
—Mierda. —Se levanta de golpe y toca su cabeza—. Ya no está. —No habla conmigo—. ¿Qué me hiciste? —Pero es consciente de mi presencia.
—¿De qué hablas?
—La presión en mi cabeza. —No me mira mientras me habla—. Se fue.
Dudo un poco, pero ella merece la verdad. Más si por mi culpa está presentando estos síntomas.
—Se llama locura o los inicios de ella.
Da un suspiro y mira el suelo. Creo que intenta procesar lo que digo, debo darle puntos, está escuchando. Es una buena señal.
—Es una fase, tu gente no sabe estas cosas.
—¿Todavía te preocupa que hable de ti? —sigue sin verme.
—Perdona, pero no te conozco y siempre quieres golpearme.
—Perdona —me imita—, pero tú y tu gente intentaron matarme. —Por fin me mira, no siento nada negativo viniendo de ella—. Pienso que estamos a mano.
Ella sigue sentada en el suelo y puedo notar como la Naturaleza reacciona a ella, aunque ella no es consciente de ello.
Una de las razones por las que los humanos no pueden detectar cuando estamos cerca es que usan muchos sensores de energía y como escuchamos a la Naturaleza, ella nos ayuda a camuflar nuestra energía. K no siente la naturaleza y viceversa, pero tampoco se ignoran. La Naturaleza parece aceptarla.
—Gracias —dice y me llevo una gran sorpresa, creo que lo nota porque aparta su mirada—. Mi cabeza estaba hecha un lío, ahora me siento bien.
No sabía cómo responder eso, en realidad no hice nada y los humanos no suelen agradecer.
Si le cuesta hacer eso debo seguir su ejemplo. Hay que dar el primer paso. Confiar en una humana no será fácil, pero al parecer ella es la indicada.
Me siento no muy lejos de ella. Sus ojos verdes se posan en mí y ven que me acerco, pero no me dice nada.
—Para nosotros hay un punto donde nuestros cuerpos y almas están listas para encontrar a su igual —digo y K está atenta a la información que le doy—. Cuando ambas almas están listas, deberían completar su marca sin problema. Muy pocas no las completan enseguida, pero si llegan a pasar días comienzan los síntomas de lo que llamamos la locura. Es como si solo los sentimientos negativos tuvieran control de ti.
—Espera. —Levanta una mano para que me detenga—. No soy una de ustedes, ¿Por qué dices que me pasa eso?
—Porque puedes ver mi marca, K. —Le señalo mi brazo—. Solo se activa con la persona que puede completarla.
Cruzo mis brazos en mi pecho y ella se queda observando mi marca sin ningún tipo de expresión.
—¿Eso fue lo que intentaste hacer antes? —K siente curiosidad.
—Perdón por eso —digo—. Contra tu voluntad, eso fue lo que intenté hacer.
—Idiota. —Me lo merecía—. Espero que no se escuche mal esto, pero eso no significa nada para mí, así que descuida. Borrón y cuenta nueva, ¿Va? —Asiento, me está dando una oportunidad así que la tomaré.
Seguimos viéndonos, es normal. Esto no es posible, una humana hablando con un ascendido, sin intentar matarse.
Nunca me había pasado a mí.
—¿Un secreto? —K hace un gesto de desinterés, pero está atenta a lo que le digo—. Nuestra gente es más fuerte si la marca se completa y mucho más vulnerables que antes de completarla.
Ella está fascinada con lo que le cuento, se ve genuinamente interesada. Es un gran paso para nuestra confianza porque si los humanos se enteran, muchos sufrirían.
—Hay señales de locura, en ti. —Señalo su cara—. Tus ojos muestran el rasgo básico, líneas rojas que se confunden con cansancio, tienes agresividad y falta de control.
—Es interesante —dice, mientras baja su mirada y sus manos juega con el pasto, sin arrancarlo—, pero se te olvida algo, no soy una ascendida. —Entiendo su punto—. Que vea tu marca no quiere decir que sea como tú.
—No eres como yo, solo eres tú —le aclaro—, pero sería estúpido ignorar que puedes verla. —Ella regresa sus ojos a mi brazo.
—¿Tienes alguna teoría de cómo puedo ver eso?
—Nuestros ancestros fueron como ustedes, tal vez eres la primera en siglos que evoluciona. Si ellos pudieron, ¿Por qué ustedes no? —Es la razón más lógica que podíamos suponer Liam y yo.
—Pues sería una incompleta —susurra.
No entiendo su comentario, puedo jurar que además de hermosa, ella es curiosa, le da una oportunidad a nuestra teoría.
—¿A qué te refieres?
—No hay marca —dice mirando su cuerpo y luego a mí—. Puede que vea la tuya, pero yo no tengo, por eso estás equivocado, yo no evolucioné.
—No tiene que estar visible —digo—. Los primeros no las tenían, salieron después de que completaron la unión con sus Soulmates.
K se coloca de pie y la imito, creo que da por terminada está conversación.
—Aun así, lo lamento por ti, pero no soy lo que buscas. Lo que sea que hiciste ese día no se completó, nada me salió y eso debe darte una idea. —K es racional, por eso no puede aceptar todo esto.
Camino hasta quedarme frente a ella.
—Es lo que debe pasar. No te salió una marca porque simplemente no se completó.
—¿Qué debe pasar exactamente? —Me habla fuerte, pero no me aparta—. Completar dicha marca y después, ¿Qué vendría?, ¿Vivir contigo?, u ¿Olvidarnos de que tú no puedes ir a mis tierras ni yo a las tuyas? —Ella resopla—. No sé qué significa esa marca, solo sé que este mundo está jodido y si soy yo la que completa esa cosa. —Señala mi brazo—. Estás perdido.
—Pues si estoy en lo cierto. —Me acerco más a ella no puedo evitarlo y ella no lo evita—. Tú necesitas más que yo que está "cosa" se complete.
—¿O qué? —Ahora es ella la que se acerca más a mí.
—O morirás.
No sería la única en morir —no le diré eso—, pero yo no presento ninguna señal de locura, aún. Tengo la marca activada hace más de un mes, desde que ella apareció y Liam está alerta conmigo porque no quiere que me pierda por los síntomas de la locura.
Lo que K no entiende es que estamos juntos en esto. Es mi Soulmate, solo espero que me dé la oportunidad de conocerla, lo cual no es difícil, porque por más loco que suene, me gusta y mucho.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top