Voy a matarlo.

Mi alma rota canaliza todo mi dolor y tengo mucho. Entre más sale, tengo más espacio para más dolor.

Duele. Todo duele.

Elijah sigue sin moverse y Noah se aferra a su cuerpo.

—¡SUÉLTALO! —grito.

Esta extraña energía sigue sin tocar a las personas que me importan, Noah lo sabe, siempre se da cuenta de esos pequeños detalles.

Todo están detrás de lo que queda de la cortina de humo que intentó hacer Elijah.

—Eres una maldita traidora —grita Noah.

—¡Suéltalo! —Doy otro paso hacia él sin dejar de dirigir esta energía hacia él—. ¡Ahora!

—¡No! —contesta Noah—. Tú luchas por lo que crees. —Abraza el cuerpo de Elijah y eso me da náuseas—. Yo también, lucho por la supervivencia de los humanos y tú no eres una.

—¡No me dirás lo que soy! —grito con más fuerzas y más energía sale de mí, haciendo que está energía brille más.

Es mucha energía.

¿Qué haré con ella?

Matar a Noah.

Crack.

Noah saca un cuchillo y lo entierra en el suelo para aferrarse. Necesito sacarlo de aquí.

Duele cada paso que doy, mi cuerpo arde, pero debo sacarlo.

Solo un poco más.

Ese imbécil no debe usar el cuerpo de Elijah para protegerse. Estiro mis manos y libero más energía, no sé de donde proviene y sé que no le haré daño a Elijah porque solo quiero llegar a Noah.

El poder pasa a Elijah e intenta sacudir a Noah, pero no lo hace. Decidió levantar el cuerpo y esconderse atrás.

No puedo tocarlo y eso me llena de ira.

Una punzada de dolor en mi pecho se asoma para recordarme que puedo estar llegando a mi límite, pero no voy a dejar de hacer esto. No hasta que Noah se detenga.

Hasta que lo suelte y pueda matarlo.

Hasta que Noah este lejos de cualquier ascendido.

La tierra tiembla haciendo que pierda el equilibrio, Noah no entiende lo que sucede.

Todo esto está mal.

No deberíamos hacer esto aquí.

Él debe salir de aquí y yo lo sacaré, muerto.

—¡Te voy a matar! —grito con toda mi fuerza y saco un cuchillo de mis pantalones y se lo lanzo.

Noah mueve el cuerpo de Elijah para usarlo como escudo, pero levanto mi brazo para que la energía desvíe el cuchillo y no lastimar a Elijah.

Pero...

Elijah está...

No.

Debo salvarlo.

Grito desesperada.

El dolor, la rabia, la frustración y la agonía siguen exigiendo tener el control, pero es esta energía que siento la que me controla. Sale como si tuviera vida propia.

Grito porque me duele todo, en todos lados.

—K, detente —alguien grita.

Otra vez, solo puedo escuchar una voz.

No sé quién lo dice. No puedo enfocar nada.

Mis ojos solo están en Noah, sabe que estoy llegando a mi límite y me estoy haciendo daño, pero eso no me importa.

Debo hacer que suelte a Elijah, grito más fuerte y eso hace que Noah se sacuda.

Siento un líquido en mi cara.

Intento quitarlo, pero mancha mi mano.

Sangre.

Estoy rota.

Esto me va a quitar la vida, pero haré que todos los que amo sigan viviendo, aunque el precio sea que mi alma sea desgarrada.

Ellos pueden buscar la solución y ayudar a todos a vivir en un lugar mejor.

Yo solo quiero justicia.

Quiero matar a Noah.

Mis brazos comienzan a temblar y con toda mi fuerza, suelto el grito más fuerte con toda la energía que me queda.

El cuerpo de Noah tiembla y aprovecho ese pequeño desliz para enviar más energía, lucha por no soltarse, pero lo consigo.

El cuerpo de Elijah cae al suelo.

Noah entierra su cuchillo en el suelo para evitar lo inevitable.

Duele. Quiero que deje de dolor.

Voy a matarlo. A él y a todos los suyos.

No, solo lo quiero lejos.

Todos deben morir.

Quiero soltar está energía, me hace daño.

Todos deben morir.

Ella me contrala.

Me duele el pecho.

La energía se desborda por todo el lugar y no puedo controlarla.

Noah intenta ponerse de pie.

No puedo perder el control.

Debo sacarlo de aquí.

No dejaré que haga más daño.

—No perteneces aquí.

—¡TU TAMPOCO! —grita mientras evita ser arrastrado lejos—. ¡MÍRATE, JAMÁS SERÁS COMO ELLOS! ¡TE ANIQUILARAN CUANDO TENGAN LA OPORTUNIDAD!

No me importa lo que suceda conmigo. Noah debe irse.

No puedo permitir que nadie sufra, ni dejarlo cerca de otro niño.

Dolor.

Mucho dolor.

Mi pecho es un honor a fuertes temperaturas.

Quiero tirarme al suelo para detener este dolor, pero mi cuerpo tiene otros planes. Soltar todo lo que me quema desee adentro.

Grito desesperada.

Voy a perder.

Noah se saldrá con la suya.

La tierra tiembla, otra vez.

La barrera se mueve.

Del cuerpo de Elijah sale la onda de poder que salió antes de que Noah le hiciera...

Antes de qué...

No puedo decirlo. No puedo.

La onda de poder sale con la misma intensidad y la barrera que se estaba desapareciendo comienza a tomar forma.

No tengo control.

La energía que tiene control sobre mí es absorbida por ese estúpido anillo en el pecho de Elijah.

La barrera se forma y es mucho más rápida que cuando Elijah comenzó a formarla.

Noah mira hacia arriba. Es ahora.

Tomo una gran respiración y miro a Elijah. Las lágrimas salen de mí y el dolor que siento por él está ahí.

Voy a conseguir esto.

Voy a sacar a Noah de aquí porque no dejaré que...

«Dilo»

Esa sensación de nuevo entra en mí.

¿No es suficiente verlo ahí en el suelo?

No puedo dejar... que...

Duele. Duele mucho.

No puedo dejar que la muerte...

No pu do dejar que la muerte de Elijah sea en vano.

Crack.

«Entonces, mátalos a todos»

¿A todos?

No, solo quiero muerto al humano frente a mí.

Noah debe morir.

Todo es un juego y nosotros solo sufrimos en él.

Una ola de poder sale con fuerza de mí.

Es lo último, lo sé.

Noah debe irse.

Él nota su error, me perdió de vista por un segundo. Corre hacia Elijah y no puedo frenar el ataque.

La energía va directo al pecho de Elijah y es absorbida.

Su cuerpo tiembla.

Noah no puede soltar el cuerpo de Elijah.

Yo no puedo controlar la energía, sigue saliendo de mí para entrar en Elijah.

Boom.

Una onda de poder nos sacude.

La sombra sale con más intensidad del cuerpo de Elijah, la barrera toma forma rápidamente.

¿Qué está sucediendo?

La barrera se vuelve más grande en cuestión de segundos y en lugar de rodear el lugar como hacía antes se ve inestable.

Noah no puede separarse del cuerpo de Elijah, pero tiene una estúpida sonrisa en su rostro. La ira se apodera de mi cuando la última gota de energía se va de mí y es absorbida por la barrera.

Mi cuerpo cae en mis rodillas agotadas y el dolor que sentía antes entra en mi sistema de golpe. Aprieto mi pecho.

El dolor se mueve por todos lados.

La tierra tiembla.

Algo no está bien.

¡Boom!

La expansión del sonido me hace cubrirme.

Toda esa energía nos atraviesa.

Quito mis brazos y no veo nada delante de mí.

Nada que quiera ver.

Solo hay una barrera.

Una que debía estar más lejos, debía estar detrás de Elijah.

Ahora la tengo enfrente y es mucho más grande.

Es más alta.

No nos rodea. La barrera sigue y sigue, creando un muro que no le veo fin.

Levanto mi mano e intento tocar el muro frente a mí; se ve como una cortina de oscuridad y mi mano no puede entrar.

Es duro.

Se siente como un muro sólido aunque no se ve así.

¿Qué he hecho?

Esta cosa no solo se hizo más grande y fuerte. Se tragó a Noah y se llevó el cuerpo de Elijah con él.

¿Qué he hecho?

—No —susurro.

Todo está en silencio.

Los detuve.

Ellos no van a dañar más a los ascendidos o niños de este lado. Logré alejar a Noah. Lo maté.

Pero...

Elijah...

El cuerpo de Elijah...

Los detuve, pero me costó la perdida de la persona que me hizo sentir libre.

La punzada en mi pecho me atraviesa.

Me costó el cuerpo del amor de mi vida.

No solo destruí a Noah, destruí el cuerpo de Elijah.

No tengo fuerzas para seguir.

Mi cuerpo no es mio, no siento dolor cuando caigo contra el suelo.

Hay gritos a lo lejos.

Pasos que se acercan.

Ninguno es Elijah.

Porque él...

Él...

Elijah a...

Elijah está...

Crack.

Elijah murió.

Cierro mis ojos y mi cuerpo se apaga.

Elijah se fue.

Se ha ido y quiero irme con él.

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