Capítulo 44
¿Ataque de pánico? No sé que es eso.
No me interesa. Me tiene incómoda el hecho de que el aire no llega a mis pulmones, me cuesta respirar y quiero salir de aquí. No he perdido la cabeza gracias a la pequeña luz en la palma de Damon.
Acomodo mi cuerpo hasta tener la espalda contra la pared, abrazo mis piernas y me quedo viendo esa pequeña estrella en su mano.
Quiero salir de este lugar con toda mi familia, con Elijah e incluso quiero que W se aleje de todo esto.
Todos saldremos de aquí. Juntos. Mi cuerpo tiembla un poco al recordar nuestro juramento. Luke hizo todo para sacarme de aquí, sola. Entiendo que era lo que se tenía que hacer, que él prefiere que sobreviva, pero yo no quiero estar sola.
Puedo sentirlo todo; mi pulso, mi respiración forzada y su respiración, el leve movimiento de su pecho; no quiero ser tan consciente del cuerpo de Damon, pero no tengo otra cosa que ver.
Sus tatuajes cubren gran parte de sus brazos, su ropa es diferente, es decir, las pocas veces que lo he visto siempre usa camisas. Ahora tiene un uniforme como el de Elijah. Su silencio me incomoda.
Tiene sus piernas recogidas y sus brazos se apoyan en sus rodillas, debe ser una posición incómoda para alguien tan grande, pero evita tocarme.
Debería detenerme, dejar de verlo, pero no puedo porque estoy a un respiro de perder el control y que sus ojos estén en mí, no evita que siga observándolo.
Su rostro es inexpresivo, si le incómoda no lo demuestra. Deja salir el aire de sus pulmones muy suave, el ruido se siente cálido.
Es el primero en aparta la vista y mira hacia la luz, lo imito. Nos quedamos viendo esa pequeña luz de su mano. Es increíble que algo tan pequeño sea hermoso y venga de alguien tan odioso como Damon.
En algún punto mi respiración se sincroniza con los pequeños movimientos de la estrella. Inhalo cuando la estrella crece un poco y exhalo cuando la estrella se encoge.
Tengo el control, solo un poco.
Damon tiene sus ojos cerrados.
Es increíble que me haya ayudado. No dijo nada, pero la estrella viene de él. No sé si me ignora adrede o solo quiere silencio.
No entiendo a Damon.
No sé como darle las gracias.
¿Que será peor para él, ayudarme o saber que estoy rota?
—Puedes hablar de lo que quieras. —Me sorprendo al escuchar su voz suave. Abre sus ojos y no hay odio en su mirada—. Habla de cualquier cosa, te escucharé.
Quiere que me distraiga, pero no sé por donde llevar una conversación con él. Abrazo más mis piernas porque ahora me asusta está faceta de él.
—No quiero hablar de mí. —Soy lo más sincera que puedo. Ahora mismo soy un desastre.
—No lo hagas, pero habla de algo.
Se queda callado y nos miramos.
Hablar de cualquier cosa... con él. Esto es raro.
—Por esta vez... —Estira una de sus piernas sin tocarme la deja a mi lado. Suelta lo que yo llamo estrella, queda suspendida en el aire—. Pregunta lo que quieras sobre mi gente. Intentaré...
Veo como sus facciones se endurecen un poco, él necesita o quiere que yo hable, pero no entiendo por qué lo hace, a fin de cuentas nos odia.
—Intentaré resolver cualquier duda.
—¿Ella lo sabe?
Su cara se contrae un poco y es raro darme cuenta de cada pequeña cosa que hace.
—¿Morgan?
Asiento con la cabeza y está vez su suspiro no deja calidez a mi alrededor, es pesada y tiene algo amargo.
—Te doy una carta libre para preguntar cualquier cosa sobre mi gente y quieres hablar de mí.
—Tú dijiste que hable de lo que quisiera —grito un poco, no sé como hablar calmada con él.
Ambos nos miramos con el celo fruncido, ¿cómo se supone que hablemos sin enorjarnos por algo que haga el otro?
Es un imbecil.
Se toca la punta de la nariz y cierra sus ojos.
—Ella no sabe nada, no creo que se diera cuenta. —Damon agarra ese anillo en su mano, supongo que para evitar verme a la cara—. Y si te refieres a que sepa que estamos destinados, no lo sé. Sin ese llamado siempre supe que debía estar con Morgan. Aun cuando...
Puedo apostar todo lo que tengo a que hay más cosas que le pesan, como ahora. Lo que sea flote en su mente lo consume desde adentro.
—Nos enseñan a que los Soulmates son parte de nuestras vidas y cuando llega el momento solo sucede, es parte de lo que somos. Completar la marca es un privilegio. —La pequeña estrella me deja ver sus facciones, no parece muy contento con lo que dice—. La persona que complete tu marca es la indicada para ti porque te va a comprender de maneras que ni tu mismo lo harás.
Lo entiendo, he peleado contra el impulso de conocer a Elijah desde que nos vimos, pero sobre todo he peleado con mis ganas de estar cerca de él.
—Al final deben estar juntos, quieras o no.
Elijah me comprende sin que yo le expliqué mucho de mí. Nunca he tenido que forzar nada a su lado y no estoy acostumbrada a eso. La verdad es que Elijah me conoce.
—¿Qué te asusta? —Damon me mira apenas la pregunta sale de mí—. Te asusta saber que solo estarás con una persona, ¿La exclusividad?
Sería raro que ellos crean que hay una persona para ellos al final del camino, pero quieran estar con miles. Tal vez Damon es...
Vale, no. A sus ojos regresa ese odio que ha lanzado cada vez que me ve, no se refería a eso.
—No me culpes, te vi con aquella rubia. —Su ceja se alza al mencionar aquel momento. Tal vez lo juzgue un poco—. ¿Te asusta que Morgan sea tu destino?
Se toma un momento, creo que está pensando en cuál es la mejor forma para matarme.
—Primero que nada, aquella chica quería algo que no podía tener y solo quería asustarla. —Pongo mis ojos en blanco y él resopla—. Puedes creer lo que quieras. Y segundo, Morgan es la indicada, lo que necesita mi alma. —Juega con ese anillo, de nuevo.
»Eso no quiere decir que sea lo que quiero.
Me sorprendo, jamás pensé escuchar un ascendido decir aquellas palabras, es decir, ellos la tienen fácil técnicamente tienen un letrero encima de ellos que les dice con quién estar. Sin contar que esa unión le da más de todo, además de encontrar a alguien que los apoya, entiende y ama incondicionalmente.
Es lo que Elijah espera de nosotros y una parte de mí está feliz de dárselo aunque sigo luchando contra todo esto. Es mucho para mí y no quiero decírselo.
Por otra parte, escuchar a Damon es como tener otra historia.
¿Lucha contra la corriente?
Creo que es mi imaginación.
—¿Qué quieres? —No lo entiendo—. Si Morgan no es lo que quieres, ¿qué buscas? —A veces parece listo para luchar por los suyos, pero al mismo tiempo no creo que quiera hacer lo que todos hacen—. Sin ofender, pero creo que es la única capaz de soportarte.
—Te sorprendería saber la cantidad de chicas que no les importaría soportar mi presencia.
Damon juega con el anillo, no lo dice en broma o ¿Sí?
No lo entiendo.
—A Morgan no le importa el puesto que podría tener en nuestra sociedad, pero la conozco y sé lo que ella quiere.
Vale, me perdí.
—Debes explicarme porque no te entiendo.
No me gusta cuando creen que sé cómo funciona su mundo. Damon se toma un momento, espero que se de cuenta que habla como si supiera lo que está diciendo.
—Ella quiere poder y eso está bien. —Sus facciones no cambian, pero no puedo evitar ver ese movimiento en su nariz—. El problema es que yo no quiero ser Rey.
¿Qué tan malo puede ser?
No lo entiendo, tal vez tienen mucho trabajo, pero son los ascendidos. Saben cómo tener el equilibrio de todo.
—Que se joda la Naturaleza. —La comisura de su labio sube ligeramente cualquiera diría que va a sonreír, pero se detiene—. Entonces Damon, dime: ¿qué es lo que quieres?
Su mente parece estar en otro lugar mientras contesta.
—Quiero a alguien que tenga la mezcla perfecta. —Hay un tono de nostalgia en su rostro y al mismo tiempo le molesta admitirlo—. Una mezcla extraordinaria entre lo bueno y lo malo. Alguien con el que pueda sentir mucho, sentirlo todo y no perder la cabeza en el proceso.
Morgan es la indicada para él, pero eso no quiere decir que sea lo que él busca. Debería decir algo ahora, pero la intensidad en su mirada me asusta.
Cierra su mano y la habitación de oscurece. Debería quejarme, pero tengo la extraña sensación de que quiere privacidad.
Deberías darle las gracias.
La puerta se abre liberando la presión que se acumulaba en la habitación. El primero en salir es Damon, parece que es lo máximo que podíamos compartir; sujeto la mano que W me brinda para salir.
Busco al ascendido que salió corriendo para verlo al otro lado de la habitación. Lo entiendo, habló de algo que no debía con alguien que no quiere que sepa sus secretos.
Estúpido.
Doy un paso y tropiezo con un cable, bueno hay muchos. W se coloca una mochila y teclea varias cosas en su computadora, luego agarra algo cuadrado.
—¿Cuánto crees que te tomará hacer todo el caos que necesitamos? —W le pregunta a Damon.
—¿Cuánto necesitan? —Damon contesta.
—K y yo podemos sacar a los demás en menos de diez minutos. —Me sorprende su seguridad y su confianza en Damon. W coloca un tiempo en el aparato—. Esto explotará en quince, es tu señal para salir de aquí.
—Lo entiendo.
Quince minutos, Damon realmente debe hacer un alboroto muy grande en poco tiempo. Tendremos suerte si llegamos a los calabozos sin llamar la atención.
—Apenas estemos afuera crearé una barrera para evitar que nos sigan. —W acomoda su mochila—. Durará lo suficiente para poder escapar.
—Tambien tengo un plan para evitar que ellos lleguen más lejos.
¿Plan?
¿De que habla?
—Llegaremos a salvo —digo.
No quiero saber esto, pero mi cuerpo me grita; Damon me está viendo, la piel en mi nuca se eriza. ¿Quiere matarme?, es decir, ¿Cuándo no lo hace?
W va hacia la puerta y la abre.
—Es hora de irse. —Preciosa un botón apenas salimos de su habitación y todo esté plan loco comienza.
W no mentía cuando dijo que llegaríamos rápido porque en menos de dos minutos ya estábamos en los calabozos, buscando a los chicos. Usamos los túneles ocultos.
Hay dos Bethas en la entrada, que se van rápidamente cuando una pequeña explosión se escucha a lo lejos.
Damon.
Entramos corriendo a los calabozos y mi vista se centra en buscar a Elijah.
Mi brazo comienza a tener un hormigueo cálido apenas enfoco a Elijah. Está apoyado en la celda mientras conversa muy suave con alguien.
Corro hacia él. Entre más pasos doy deja de hablar, me mira con los ojos muy abiertos.
—¿Qué demonios haces aquí, K? —Se acerca a la celda, no dudo en meter mis manos y besarlo a través de ella.
Elijah me corresponde el beso. Al comienzo sus labios estaban duros por el susto de verme ahí y luego se relaja, ya sea porque yo le exijo que me corresponda el beso o porque se dio cuenta de que no me habían capturado.
Besarlo se siente como estar ligera y calmada. Estar en casa.
—¿Por qué está aquí? —La voz de Luke se cuela en mis pensamientos.
Me separo de Elijah y me doy cuenta de que está bien, se ve fuerte solo tiene ese estúpido collar.
Me giro para ver a los demás y mi pecho se oprime al ver a Luke muy golpeado y tiene el mismo collar que Elijah. Su cara está hecha un desastre y no tengo que preguntar para saber que fue Noah.
Por su mirada sé que está a punto de gritarme por regresar por ellos.
—Ella vino aquí y no vino sola. —W abre la celda. La tierra tiembla un poco por otra explosión.
—¿Cuándo K dejará de meterse en problemas? —La voz de H tiene ese tono de diversión que solo quienes lo conocemos sabemos. Me aparto para verlo detrás de Luke y me es imposible respirar.
Tene un ojo casi cerrado por lo hinchado que está. Nat tiene algunos cortes en su cuerpo y sangre seca en su labio. Todos tienen sus cuellos rojos por esos estúpidos collares.
Nat sabe lo que estoy viendo porque dice:
—A Noah le parece justo que tengamos el mismo castigo que los ascendidos por ayudarlos. —El cuello de Nat está rojo y es algo difícil de conseguir por su tono oscuro—. Piensa que nuestros cuerpos pueden aguantar este dolor. ¿Sección de control? Son un sueño ligero comparado con esto.
Su cuerpo se estremece al recordar lo que les hicieron. ¿Qué tanto los lastimaron?
—Chicos, no debí irme —digo.
—Debías irte —dice Luke fuerte—. Deberías estar muy lejos de aquí.
Luke no se mueve, sé que tiene razón él se arriesgó por sacarme, pero no podía dejarlos aquí. Me encojo un poco y no sé exactamente la razón.
—Oye, cálmate —dice Elijah apartando a Luke—. ¿Con quién viniste?
Varios explosiones sacuden el lugar. ¿Qué demonios hace ese ascendido?
—Damon —contesto viendo el techo.
W abre la puerta y le entrego el interruptor para que lo haga. Entro lentamente en la celda, tengo miedo de decepcionarlos.
—Sé que debía hacer lo que los ascendidos dijeran, pero no podía dejarlos aquí —digo con la voz quebrada.
Nat me abraza apenas le quitan el collar, puedo escuchar su llanto. No tardo en abrazar a H quién dice amenazas al aire sobre romperle el cuello a algunos Alphas por los golpes que le dieron.
Cuando W le quita el collar a Luke, mi mundo se viene abajo, pero tomo mi fuerza y lo golpeo en la cara. Luke se toca la mandíbula.
—¡Maldito, idiota! —grito—. No vuelvas a hacer eso, no vuelvas a dejarme fuera del plan. Te mataré si me dejas atrás de nuevo. ¿Me escuchaste? —Luke me mira. Creo que me va a contestar, pero en su lugar me abraza y mis lágrimas salen de mis ojos sin control.
—Perdóname, pero te quiero con vida —habla contra mi cabeza y yo entierro mi cara en su pecho—. Eres lo más importante para mí, K. Yo me equivoqué, no podía dejarte aquí.
No puedo solo estar enojada con él cuando solo me quería proteger. Me aparto para verlo contener sus lágrimas.
—Juntos —decimos al mismo tiempo.
—Chicos —dice W a punto de quitarle el collar a Elijah—. Apenas haga esto puede que algo le avise a Noah o no. Lo mejor es salir corriendo.
—Hazlo —dice Elijah.
—Necesito un momento, espera.
—Nos quedamos sin tiempo, ¿lo sabes? —le recuerda Nat.
Las explosiones de antes no son nada, algo pasa afuera, algo tan grande que casi pierdo el equilibrio. W se apura en quitarle el collar a Elijah.
—¿Qué está pasando? —pregunta H mirando a todos lados porque los golpes se sienten en todas las direcciones.
—Damon —digo, les indico que vayan saliendo de la celda. Luke necesita más que eso—. Crea una distracción tamaño colosal para poder salir de aquí.
—Ahora saldremos nosotros. —W pasa a mi lado.
Elijah toca su cuello, agarro su mano para guiarlo a la salida y él asiente.
No sé qué va a suceder, solo tengo una cosa clara. Tengo a mi familia y no dejaré que me alejen de ella.
Con el sonido de una batalla a lo lejos, salimos corriendo de ese lugar; hacia nuestra libertad.
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