Capítulo 36

Elijah observa con intensidad al público. No pelea, ¿estará guardando sus fuerzas?. Tal vez cree que tengo un plan de escape.

Noah le hace un corte en el brazo.

Jadeo un poco, pero el ruido es opacado por el grito de alguien. Al parecer una chica Alpha que está en el escenario no ha visto la violencia de cerca. Noah le dice y ella se va más blanca que un papel.

—No hagas ningún ruido —dice Luke muy despacio.

Noah pasa al otro brazo de Elijah y en lugar de cortarlo le entierra el cuchillo, los ojos de Elijah se cierran.

Me muerdo el labio porque quiero gritar, tirarme al suelo, los ojos me pesan y el mareo se fue para darle espacio al dolor. Es dolor físico que no entiendo.

Siento como si me estuvieran enterrando un hierro caliente por mi piel. Noah saca y entierra ese cuchillo en otras partes de Elijah, no puedo pensar. Entre más Noah ataca a Elijah siento que algo me quema a mí.

¿Qué me está pasando?

¿Cómo lo detengo?

Estoy sudando y sé que debo dejar de morderme porque ya siento el sabor de la sangre, pero no aguanto esto.

De alguna forma lo que le sucede a Elijah, mi piel lo manifiesta.

No puedo respirar, una parte de mi no quiere sentir nada de esto.

Quiero salir de aquí.

Todo duele, mucho.

—Necesito salir —susurro, pero el sonido de mi voz es opacado por el grito ahogado de Elijah.

Mi piel se calienta, mi pecho se contrae. Necesito que esté dolor se detenga.

Me parte el alma escucharlo porque con cada sonido que sale de él, mi cuerpo se tensa y duele.

Todo duele.

La sala se mantiene en silencio, los pequeños jadeos de Elijah rebotan entre las paredes y cortan mi piel para recordarme que he dejado que le hagan esto, pero...

¿Qué puedo hacer yo?

No puedo hacer nada si todo me duele.

Noah le quita la mordaza de la boca y sus gritos, se escuchan contenidos, no quiere darle ese placer, pero puedo verlo. Sufre.

Hay mucho ruido, mucha información, siento pieles que desconozco tensarse, respiraciones siendo contenidas y un terror que recorre toda la habitación. No puedo tolerar lo que sucede.

Necesito qué todo esto se detenga. Es mucho.

«No quiero esto»

Mi brazo izquierdo comienza a arder con mucha fuerza.

—En serio no sangras —dice Noah, deja el cuchillo en la barbilla de Elijah haciendo que lo vea—. ¿Cuál es el secreto? —Noah le sonríe y yo apenas puedo respirar.

—Nacer con belleza —Elijah le contesta y le da su mejor sonrisa entre jadeos.

—Que gracioso.

Noah con una sonrisa en su rostro le da un golpe en la boca del estómago, haciendo que Elijah se doble por dolor. Pierdo el aire que me queda, antes de que mi cuerpo falle apoyo mi frente en la espalda de Luke.

Tengo tanto que debo saber procesar, pero no sé detiene, no me da tiempo de respirar y siento tanto.

Mi brazo izquierdo se siente ajeno a mí.

Lucho para que entre algo de aire a mis pulmones.

Todos miran hacia la tarima.

Levanto la manga de mi brazo sabiendo que nadie va a verme y no solo siento mi piel caliente. Lo está.

Al rojo vivo hay unas líneas como las que le hacen al ganado.

¿Duele? no.

¿Está caliente? sí.

Tengo una extraña sensación y no sé si es porque una parte de mi está rechazando todas las emociones que me ahogan o porque ver esto en mi brazo me da una sensación nueva y extraña.

Quiero ver más, detallarla, tocarla, gritarle a Elijah que por fin tengo una.

Es igual a la suya.

Tengo una marca.

Y contra el burbujeo en mi pecho por la emoción que siento, la escondo.

—Luke. —Me cuesta mucho hablar sabiendo qué Noah sigue golpeando a Elijah y lo sintiendo todo—. Sácame. Luke sácame de aquí.

—¿Qué sucede, K? —Luke se alarma con mi voz. No sabe lo que me sucede.

—K, aguanta un poco más —dice Nat. Ninguno de ellos sabe que me sucede.

Quiero con todo mi ser a Elijah, quiero salvarlo, sacarlo de aquí, pero no quiero esto.

Me duele mucho.

Todo me duele, incluso la zona de esa marca me duele.

—Necesito salir de aquí —digo a punto de llorar.

Quiero que todos se callen, que todo deje de moverse un segundo. ¿Es mucho pedir?

Sentir lo que le están haciendo a Elijah, es una de las peores torturas del mundo. Jamás me queje en las secciones de control, jamás llore cuando me rompía algún hueso en mis entrenamientos; no he llorado por dolor.

Creo que está apunto de cambiar.

Necesito que todo se detenga un segundo para poder respirar.

Me siento egoísta al querer apartar este dolor cuando Elijah está al otro lado de la sala conteniendo los fritos que llenan el lugar.

Entierro las uñas en las palmas de mis manos para no hacer ningún movimiento que me delate.

«Por favor, detente», suplico, no sé a quién, pero lo hago.

«Por favor, detente. Por favor», lloro para mis adentros.

Y un segundo después, todo se detiene.

Hay una energía diferente, pero no duele tanto.

El silencio se apodera de mí.

El aire llega a mis pulmones con dificultad, pero llega.

Me calmo lo suficiente para ver al frente, Noah habla con Ely. Da la orden para que saquen a Elijah.

Se llevan arrastrando el cuerpo de la persona que me importa y que de alguna forma he traicionado, rechazando todo su dolor.

—Se acabó, vámonos. —Luke agarra mi brazo para guiarme a la salida con el mar de personas que buscan salir de aquí.

No muy lejos de la salida, veo a Jax gritar a su grupo para que digan si saben algo. Por tanta presión, no creo tener tiempo.

Debo decirles ahora mismo.

—Chicos —susurro. Algo me dice que el tiempo se acaba—. Debo sacarlo de aquí.

—Lo sabemos —dice Nat mirando a otro lado.

—Ya pensaremos en algo. —H acaricia mi brazo para reconfortarme.

—No entienden. Tengo que salir de aquí con él —susurro. Luke se detiene, se da la vuelta para vernos, pero sé que su atención es para mí—. Debo irme.

—¿Irte? —cuestiona Luke—. ¿A dónde?, y ¿Por qué?

Es ahora o nunca. No es el lugar, ya que tenemos a mucha gente cerca.

Ellos deben saber por qué no puedo quedarme aquí, no tengo tiempo. Suspiro y abro mi boca para dejarlo salir todo.

—Luke, espera.

Mi columna se tensa, el frío se cuela por mi piel hasta mis huesos. Noah.

—Me alegra ver que estos están bien —dice Noah colocando una mano en el hombro de Luke.

—Somos soldados—responde Luke—. ¿Podemos retirarnos?

—Claro, pueden ir a descansar —dice tranquilo mirando a Luke—. Excepto, K.

Dos pares de brazos me alejan de H y Nat. Por la rapidez del momento y el shock de lo que está sucediendo me congelo hasta que uno de ellos toca la marca en mi brazo y quiero gritar. No me gusta la sensación de sus manos cerca de ese lugar, así que lucho. Me entrenaron para esto.

Bueno, me entrenaron para pelear con ascendidos, no con los míos.

Golpeo la nariz del hombre a mi derecha y él retrocede aturdido. Esquivo uno de los golpes del otro y lo golpeo también, luchar con dos de ellos no es problema. El problema es que de la nada sale otro y me proporciona una descarga eléctrica y caigo al suelo.

—¿¡Qué mierda pasa, Noah!? —Luke grita confundido.

—¡K! —Nat intenta meterse, pero H la detiene.

Hay un Alpha apuntando su arma a mi cabeza y otro hacia ellos.

Todos nos miran, de hecho es lo que quiere Noah crear una escena para que los demás tengan miedo y no sé les ocurra atacarlo de alguna forma.

Alguien me levanta y escucho un click. El collar pesa en mi cuello.

—Llévenla a la celda —dice Noah con una sonrisa hacia mis amigos.

—¿Por qué? —pregunta Luke.

—Lamento decirles que no es su amiga —contesta Noah.

Saca un interruptor y mi cuerpo se tensa por la corriente eléctrica que me atraviesa.

La saliva sale de mi boca, no siento mis extremidades y mis párpados estan muy pesados. ¿Que me hicieron?

Otras manos muy frías me sujetan para arrastrarme lejos de mi familia.

—Es una espía. —Noah presiona el interruptor.

Otra descarga de energía es mucho más fuerte que la anterior y todo queda negro.

«Despierta». Es la voz de Elijah, se escucha muy lejana.

Hay frío.

Los gritos de Luke me alertan, quiero abrir mis ojos, pero mi cuerpo no reacciona. Su voz logra ser entendible y mis párpados se relajan ante su presencia.

—Jamás he cuestionado tus decisiones —Luke nunca ha enfrentado a Noah—. ¡Merezco saber qué está pasando!

Noah le contesta, pero no puedo entender. Sé que es él porque la tensión en mi cuerpo me lo advierte.

—¿Qué pruebas tienes para decir eso?

La voz de Luke me da una sensación de calidez, confianza, lealtad y respeto. No quiero estar sola, por eso me obligo a abrir los ojos.

Me levanto para quedar sentada en el suelo y con mis brazos apoyados en el suelo evito caerme. Noah y Luke hablan, pero hay mucha tensión en el aire.

En el fondo de la habitación Nat y H no ocultan la sorpresa de su rostro.

Un arma se asoma entre los barrotes de la celda que nos separan. Uno de los Alphas que me custodia me mira y sus ojos tienen algo claro, no confía en mí.

Nunca lo han hecho, muy contaminados para ser Alpha y dudosamente nos ven como vetas, ante sus ojos somos un experimento, pero esta vez se pasaron.

No es cualquier celda es la que usan para encerrar a los ascendidos.

Una corriente eléctrica invade todo mi cuerpo haciéndome caer al suelo —de nuevo— para gritar del dolor.

Cuando por fin se detiene y enfoco mi mirada, todos me miran.

¿Por qué Noah me encerró aquí?

—No me importa lo que crees que hizo, quiero que se lo quites. ¡Ahora! —Luke le grita a Noah.

Noah mira hacia Evy, con su aprobación ella comienza a teclear muchas cosas o a buscar algo, no lo sé.

—K, nos engañó —Noah le contesta a Luke—. Entiendo tu enojo y que quieras defenderla, pero ella no es lo que ustedes creen.

—Tú no conoces a K —gruñe Luke, Nat y H tienen sus mandíbulas apretadas, lo más probable es que Noah lo esté dejando hablar así porque cree que los engañé de alguna forma—. Lo que creas que ella hizo, no fue así.

—No son dudas Luke y entiendo tu reacción. Tengo pruebas. —Noah camina hacia Ely y la pantalla detrás de ellos comienza a reflejar un video en pausa.

»Siempre supe que K es más sensible que todos. —Noah mira de nuevo a Luke—. Fuerte, ágil, capaz de muchas cosas, pero ¿Matar?. Me sorprendió que lo hiciera cuando se lo pedí, su necesidad de estar con ustedes es mucho más fuerte o se sentía acorralada de ya no poder utilizarlos.

No sé a donde quiere llegar con eso. Ely me mira con tanto odio en sus ojos cuando hace que las imágenes detrás de ellos se muevan.

—Qué lo dejará vivo no es el problema, es decir, es K de quien hablamos.

El video muestra el ángulo de alguien que intenta esconderse detrás de unos árboles para tener mejor visión de algo. Luego enfoca la cámara y aparezco ayudando a Cam.

—Tú lo dijiste es K de quien hablamos —dice Luke intentando defenderme.

—Sí, pero si unimos todas las acciones de K desde que los sacaron del Campamento Alma, da mucho que pensar. —Noah se enfoca en mí y por reacción retrocedo hasta llegar a la pared más lejana de la celda. No me gusta lo que siento de él.

—Un video no muestra nada, solo qué es... —Luke intenta buscar las palabras adecuadas, siempre sabe cómo salirse con la suya. Esta vez no lo hará—. Su mente es débil y seguro esa criatura se aprovechó.

—No seas estúpido Luke, sé que no lo eres y tu falta de juicio hacia K es por el cariño que le tienes. —Noah quiere que Luke me vea como traidora—. ¿Crees que los líderes no saben como la defiendes? —Hace un ruido con su boca para negar—. Las veces que la ayudaste con sus castigos o como intimidaste a otros para que dejaran de molestarla. Debo decir que me siento herido de que pienses que me voy a guiar solo por un video

—¿Qué te hace pensar que es una traidora? —pregunta Luke.

—Sin contar su pasado en el Campamento Alma. —Noah hace ademanes de estar pensando.

¿Qué se supone que hice en el Campamento Alma?

No hice nada diferente de los demás. Entrené, aprendí y recibí los tratamientos de la doctora C, no sé de qué habla.

—Creo que la implantaron aquí para dar información a los ascendidos y que no es una de nosotros. Puedo mostrarlo.

El Alpha a mi derecha presiona algo en la celda, aparece una pantalla y luego de teclear varias veces puedo sentir como el collar vibra hasta ser atraído al frente de la celda pegándome a ella.

Intento echarme hacia atrás, pero cuando mis manos tocan los barrotes me pasa otra corriente y no puedo evitar gritar. Mi cuerpo deja de responderme, otra vez.

El otro Alpha agarra mi brazo izquierdo y lo saca entre los barrotes sin que mis manos toquen el acero. Sé lo que quieren ver.

—Ella es una ascendida —dice Noah.

Luke está a punto de contra atacar esa afirmación porque él sabe que no lo soy.

¿O ya lo soy?

No le he dicho nada.

El Alpha levanta la manga de mi camisa para hacer visible la marca que recién apareció y ya está siendo expuesta, cosa que me hace sentir ultrajada.

Debería pelear, hacer algo, pero no puedo. La cara de Luke hace que pierda mi confianza, intenta decir algo, defenderme, pero no puede.

Hay un tatuaje, lo que no saben es que esa es la marca que me une a Elijah.

Nat y H no entienden como tengo tatuajes como los ascendidos en mi brazo porque ahora no solo se parece a la marca de Elijah. Tengo líneas que recorren todo mi antebrazo con pequeñas figuras en formas de copos de nieve.

¿En qué momento salió todo eso?

Se ve hermoso, pero no puedo disfrutarlo porque las caras que hacen Nat y H son como un golpe en mi corazón. La sorpresa en el rostro de Luke, me mata. Ellos están dudando.

—Cómo dije, K no es una de nosotros. Ella los utilizó —dice Noah.

Luke mira mi brazo. Quiero decir algo, que me vea a la cara, pero sé que en su mente trata de poner todo en orden. No encuentra lógica alguna a esto, solo lo que dice Noah tiene sentido. Que soy una infiltrada desde el día uno.

Todo esto los toma por sorpresa, hasta yo estoy dudando de mí. No por esa estúpida teoría de Noah, sino porque no sé a donde pertenezco.

¿Qué se supone que soy?

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