Capítulo 31
—Preparen todo, salimos en quince minutos —dice Noah.
Llegó la hora. El único imprevisto fue que llegó un grupo especial de Alphas para apoyar a Noah
—¿Por eso la otra mitad de mi grupo se fue? —pregunta Jax.
Es el líder del grupo elite de Alphas, llegaron aquí un total de veinte, pero en la sala solo hay cinco con él.
—Sí, están llevando lo que se necesita. Ahora iremos nosotros. —Noah le da un papel a Jax y su cara va cambiando entre sorpresa y enojo al leer el papel.
—¿Es en serio? —Jax cuestiona lo que ha leído.
—Sí queremos hacer un daño y terminar con esa tarea, este es el momento. Dos pájaros en un tiro. —Noah le sonríe.
No entiendo de que están hablando y por la cara de todos no soy la única.
—Prepárense, nos vemos en la puerta ocho. —dijo Noah señalando la puerta.
Si miro hacia Luke, demostraré desconfianza. Si hago una pregunta, llamaré la atención. Si hago un gesto de disgusto, seguro me sacaran.
Contra las ganas que tengo de salir corriendo de aquí hago con que me dicen, muerdo mi lengua y cuento hasta diez. Debo seguir órdenes y no cuestionar.
Que vida tan triste he llevado hasta ahora.
¿Cómo podía siquiera respirar en medio de todos?
Noah realmente quiere ocasionarles daño a los ascendidos, es lo único que tiene en mente. Los Alphas que nos acompañan no hablan solo van hacia el objetivo —la ciudad abandonada—, los gemelos y Luke son los únicos con autorización para hablar. Jax no parece muy emocionado por esta misión, pero puedo estar equivocándome, es un Alpha y debe velar por la humanidad.
Ely está misteriosamente callada, pero emocionada, ella quiere una guerra, Jem como siempre no le interesa nada de esto, Nat va concentrada en el camino y H está al lado de Luke como su sombra.
Sé que debo ser igual, pero después de todo lo que me ha pasado, estar cerca de lo que hacía antes me cuesta más. Agradezco que todos vamos en silencioso porque si alguien me hace hablar seguramente perderé la cabeza y un soldado que no sabe controlar sus emociones no le es de utilidad al Campamento Alpha.
Cuento hasta diez y me obligó a pensar en seguir las órdenes. Nada más.
—Llegamos —dice Noah.
La ciudad abandonada está ahí, esperando por nosotros.
Noah nos lleva a un lugar en específico entré los edificios y sé que lugar es, yo estuve aquí.
Los Alphas que llegaron primero están moviéndose por todo el lugar. Noah nos da la orden de desmontar lo que falta y terminar los arreglos, hasta este punto no sé que están haciendo porque no están enterrando bombas en la tierra, ni usando cables. En Lugar de eso, están instalando cilindros vacíos con dispersores.
Uno de los gemelos pregunta a Luke si sabe que es todo eso, pero la verdad, es que nadie sabe nada.
Solo queda seguir las órdenes.
Son muchos dispersores que están siendo instalados en cada esquina, pasillo y ranura de todo el lugar. La mayoría seguimos las órdenes, menos Nah y ese Alpha, Jax.
A diferencia de los demás Alphas, él nos mira con intriga, mide nuestras acciones como si fuéramos piezas raras en un juego. También el hecho de que no mete hacerle frente a Noah.
No logró entender si debo cuidarme o mantenerme en el otro extremo cuando esté cerca de él.
—Deja de verlo —dice Luke, pasándome los últimos cilindros que vamos a instalar—. Él es como Noah o por lo menos va en el mismo camino de sociópata.
Asiento porque no debo hablar. No puedo pensar solo seguir órdenes. Luke y yo trabajamos en el último cilindro.
—Necesito que me digas si has visto sensores o algo que detecte tecnología ascendida —susurra Luke. Niego ligeramente con la cabeza.
Sutilmente aparta una de sus manos del cilindro y la coloca en el suelo.
—¿Qué haces? —pregunto sin dejar de trabajar en el cilindro.
Luke me ignora levanto su otra mano para hacerle señal a H, así los demás creen que solo se está apoyando. Una pequeña luz sale de entre sus dedos es muy sutil, pero lo que es. Muerdo mi labio para que no salga ningún ruido que alerte a los demás.
Su mano está haciendo algo que no debería, la pequeña luz marrón se introduce en la tierra, está no se mueve, ni hace cosas mágicas como los árboles, pero algo hizo porque Luke alza su mano y en la palma hay una pequeña imagen de roca que se desvanece frente a nosotros.
—Damon te dio una llave —digo sorprendida.
—Se siente raro. —Luke agita su mano y se la paso por su pantalón—. Esa es la señal.
Es el momento y se me acaba el tiempo. Elijah espera una señal de mí, pero yo...
¿Realmente quiero irme?
¿Me aceptarán a mi sola?
¿Podre ir con los demás?
¿Mis amigos querrán irse conmigo?
¿Los demás ascendidos nos aceptarán?
Pero nada de eso sale de mi boca, solo una estúpida pregunta:
—¿Cómo le hiciste?, ¿cómo hiciste que Damon te diera una llave?
—Con mi encantó. —Luke se levanta y me ayuda a colocarme de pie. Se ríe por mi cara—. Sí hablas de como casi me mata con la mirada porque seguro soy su persona favorita en todo el mundo, pues... Su hermano lo obligo.
Eso tiene más sentido y aunque no debería me alegra saber que no soy la única que recibe esa mirada de parte de él porque Damon es un recordatorio de que no todos los ascendidos me aceptarán o a nosotros.
—¿En qué piensas? —pregunta Luke.
No sé como decirle todo: la marca, los Soulmates, sobre mi relación con Elijah. Es mucho y tenemos poco tiempo.
Pasan dos chicos Alphas, tan grandes como H, cargando una caja que llama nuestra atención.
—¿Qué es eso? —pregunto.
—No tengo ni idea. —Luke coloca una mano en mi espalda para guiarme—. Vamos.
Eso no quita que debo buscar como decirle y rápido, pero ahora todos tienen la atención en la caja que traen esos dos Alphas.
Todos nos acercamos y la mirada de Jax no me gusta, mira a la caja como si dentro estuviera la plaga.
—Aquí viene la parte emocionante. —La sonrisa de Noah lo empeora.
—Eres el único que ve algo de diversión en esto —susurra Jax.
—Hay que ponerle diversión a la vida —contesta Noah, luego abre con cuidado la caja. Los Alphas dan un paso hacia atrás—. No teman, estaremos muy lejos antes de que todo esto esté listo.
Con mucha paciencia y delicadeza saca un cilindro de vidrio con una sustancia adentro. Sé lo que es.
—¿Van a usar el veneno 18? —pregunta Jem sorprendida. Es raro escucharla quejarse o preguntar algo.
—Así es —contesta Noah. Dejando pasar el hecho de que no tiene permiso para hablar.
—Pensé que su uso estaba prohibido por los líderes —dice Luke.
Un día simplemente dijeron que se recogiera todo, tuve suerte de encontrar aquel punto de encuentro con un antídoto, si no aquel niño ascendido —Ty— hubiese muerto, aunque su destino era morir y yo lo detuve. Todo se siente como un juego de fichas colocadas una detrás de otras, una decisión que tomes puede hacer que todo se venga abajo.
—Lo fue. Los líderes decidieron prohibir su uso después de que... —Niah interrumpe a Jax.
—Los líderes quieren que ataquemos, es lo único que deben saber. —Noah nos sonríe.
—Estando cerca de la zona neutra —dice D y su hermano le golpea el brazo.
Agradezco que hoy usarán camisas diferentes y que Luke me dijera quién era quién.
—Sí resulta que algo de esto —contesta Noah en uno o dos tonos un poco más irritado—, llega a esa zona, pues... serán daños colaterales.
Esto está mal.
No creo que los Alphas se preocupen por los resultados de esto, pero no tenemos voz para decirles que está mal lo que quieren hacer. Habrá consecuencias.
—Coloquen esto en los cilindros que instalaron.
Cuento hasta diez.
Sin cuestionar nada, hacemos lo que se espera, comenzamos a colocar el veneno 18 en cada cilindro, ahora entiendo por qué los dispersores. Planean encerrarlos entre una cortina de veneno, nadie se salvaría de esto.
Mientras hacemos lo que nos corresponde, solo puedo pensar en la diferencia entre ambos bandos, es decir, los ascendidos podrían acabar con nosotros en cualquier momento, pero no lo hacen mientras que nuestra gente apenas supo que ellos vienen a este sitio que no es de nadie, comenzaron con este plan.
¿Qué seria de nosotros, si tomáramos un camino diferente?
¿Quiero seguir en este camino de destrucción?
No quiero estar aquí y no quiero que mi familia esté aquí, debo decirle ahora, que busquemos la forma de irnos, no sé si los ascendidos nos acepten, pero podemos demostrar que somos diferentes. Alejarnos de esto.
Nat pasa a mi lado. Debo comenzar por ella.
—¡Mierda! —gruñe Noah.
Interrumpiendo mi camino hacia Nat, todos lo miramos. Jax se acerca al sitio donde está Noah, pero en lugar de ir a ver qué le sucede a su compañero se aleja del veneno 18.
Sé que afecta a los Ascendidos, pero hasta donde sabemos también nos afecta a nosotros, tal vez lo que sucedió en el campamento Alpha fue que no controlaron el veneno y por eso estos Alphas le tienen miedo.
—C, D y Luke, vengan con sus equipos —dice Noah molesto.
—¿Qué mierda te pasa? —pregunta Jax.
—Terminen de instalar esto, me voy con ellos hacia la base. —Noah comienza a caminar.
—¿Qué se supone que harás allá?, estamos aquí haciendo esto por tu estúpida idea —grita Jax—. ¿Qué es tan importante?
—¡Qué el estúpido de Liam, con sus malditos ascendidos están cerca de la base en este momento! —grita Noah.
El plan está en marcha. Se están llevando a los niños.
—¿Cómo lo sabes? —Jax se acerca a Noah.
Él le tiro un dispositivo pequeño.
—Es mejor que vayamos nosotros y ellos se queden terminando esto. —Jax le devuelve el aparato.
Si sale algo mal mejor que el veneno nos maté a nosotros y no a ellos. Noah gruñe.
—Ellos no tienen entrenamiento de como manipular eso. —Señala el veneno 18—. Entonces te quedas y haces lo que te digo. —Jax no le contesta y Noah se gira—. Nos vamos. ¡Ahora!
El plan está en marcha, con un pequeño cambio: nosotros vamos hacia ellos. Eso no detendrá a Elijah o algún ascendido de llevarse a esos niños, es mejor sacarlos que terminen en el Campamento Alpha.
Luke sigue las órdenes de Noah y nosotros estamos detrás de él, detrás de nosotros viene el grupo de los gemelos. Tomamos los carros que trajeron los primeros Alphas y nos vamos, espero que cuando lleguemos ya se hayan ido con los niños.
Y por primera vez, soy consciente de algo muy importante que deje pasar.
¿Me toca pelear contra Elijah?, o ¿Es mi oportunidad para escapar?
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