Capítulo 19
—¿Eso fue todo? —pregunta Luke.
Tengo los ojos de todos encima. No les dije que me besé con Elijah, que Liam nos interrumpió diciendo que ya debían irse.
—Si, Liam dijo que no regresarán. Saben de lo que Noah es capaz —digo con cautela—. Además, harán una especie de base oculta en la zona neutral, para que podamos intercambiar información.
Liam quería tener un lugar para comunicarse con nosotros. Con eso dicho solo me dijo que en tres días Elijah iría por mí, quedamos en vernos en la cueva para llegar a ese lugar.
—Quiere conocerlos —le digo a los tres. De nuevo.
Lleno estos días repitiendo esta misma conversación.
—¿Crees que es seguro? —Luke pregunta—. Estamos a punto de ser sus aliados.
—Creo que ya lo somos —susurra Nat.
—No se trata de si somos sus aliados o no —dice H—. No cambiaremos todo un sistema que lleva años, pero pienso que si podemos hacer un pequeño cambio. Esos niños no merecen estar aquí.
Nos quedamos en silencio. De nuevo estamos en la habitación de W.
Todo esto de liberar a los niños nació de un sentimiento egoísta de mi parte, se trata de hacer un cambio. Alguien debe comenzar.
—Lo único que sé —Nat habla quitando el silencio que nos cubre—. Es que llevas tres días preguntando lo mismo. —Se dirige hacia Luke.
Hoy debo ir a la cueva.
—¿Cómo vamos a hacer? —pregunta Luke.
—Pues voy a ir. Sola —contesto.
Los tres me miran como si estuvieran viendo a una persona foránea. Entiendo por qué lo hacen, no estoy pensando como un soldado.
—Ustedes se van hoy con Noah. —Eso es lo que les preocupa—. Mucho mejor para nosotros, yo debo ir a hacer reconocimiento y ahí aprovecharé para ir a la cueva.
—Se te olvida que irías sola. ¿Qué pasa si te atacan? —dice H.
Desde que descubrieron que conocía a Elijah, no han dejado de recordarme en todas las veces que pude estar en peligro. Lo que no les mencione fue que en casi todos nuestros encuentros fui yo la que atacaba, Elijah jamás comenzó una pelea. No puedo explicarles la razón de sus acciones, eso me haría decirles sobre los Soulmates, la marca y eso fue lo único que me pidieron no decir.
Confío en mis chicos, pero ellos no confían en Elijah, si por mala suerte Noah nos descubre, sé que ellos no van a proteger a Elijah y lo curioso es que yo sí. Por eso debo ocultarles esta información. Por ahora.
—No lo harán. Sé te olvida que tenemos a su gente, no atacan porque no quieren hacer algo más grande —digo.
—Vale chicos, mantengamos la calma. —Nat levanto las manos—. Si K dice que no le harán daño, vamos a creerle.
—Gracias —susurro.
—Solo algo, K. —Nat se ve igual de preocupada—. Estamos tratando con algo grande, Noah no dejará que le arruinemos su proyecto. Ten cuidado.
—Lo sé.
—Vale —me contesta Nat y luego mira a los chicos—. Nosotros debemos irnos, Noah debe estar esperando.
Eso es todo. Saliendo de la habitación, Luke se detiene en la puerta antes de que yo salga, Nat y H siguen su camino.
Luke me enfrenta y por un segundo creo que me dejara encerrada en la habitación de W.
—Sé que confías en él —Luke comienza a hablar—. No creo entender eso, pero nunca hemos sido normales. Nos tenemos a nosotros K, no te metas en problemas si no estamos cerca.
—Sé que no me quieres perder. —Su cara cambia—. Lo cierto es que ustedes tienen más posibilidades de morir que yo. Tampoco quiero perderlos.
La cara de Luke es un caos. Yo he visto lo que significa y quiero creer que Luke, Nat, H y yo estamos destinados a estar juntos. Desde que hable con Eva no puedo dejar de pensar porque con ellos si y con los demás de mi grupo no.
—Quiero confiar en que él te protegerá cuando no este yo —dice y noto preocupación en su voz—, pero no dudaré en matarlo si te hace el menor de los daños.
—Lo sé.
Lo tengo claro, fue una de las razones para no matarlos cuando golpearon a Elijah en la cueva. Hemos sido siempre nosotros y si bien Elijah no me hizo nada la primera vez que nos conocimos. Para ellos es la forma de dejar claro que no dejarán que me haga daño. Elijah no los culpa, no conocemos otra forma.
Lo abrazo y Luke suelta un suspiro mientras coloca sus brazos a mi alrededor. Luego me dice:
—Eres un pequeño desastre.
Solo puedo sonreír, es la segunda persona que me dice eso, obviamente no le diré, no necesita más razones para odiar a Elijah.
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—Dame un momento —dice la chica sentada frente a la computadora en la central.
Es agotador tener que pedir todo lo que necesito para mi salida, coordenadas, municiones y permisos para tomar cualquier tipo de arma. Desde el "accidente" con las municiones de energía que tenían el veneno 18, me degradaron y me toca hacer todo esto.
—K, ven conmigo. —La voz de Noah se cuela por mi piel y va directo a mi columna.
Noah pasa a mi lado y entra a la oficina principal, dejando la puerta abierta detrás de él.
—Será mejor que vayas —susurra la chica que tengo al frente—. Yo tendré esto listo cuando salgas.
Asiento y me dirijo hacia la boca del lobo. Que sea todo menos mi relación con Elijah, no quiero que él lo sepa.
Entro a la oficina, que para suerte o desgracia, se encuentra sola. Noah está apoyado en la mesa viendo una Tablet con unas imágenes, la vena en su frente me indica que está enojado.
—Cierra la puerta.
Odio como me siento ahora mismo, el ambiente es pesado y frío. Mi cuerpo quiere temblar, lo obligo a no demostrar ninguna emoción, debo saber en qué problemas me encuentro primero.
Cierro la puerta y me coloco en posición: piernas abiertas, brazos atrás, mirada al frente.
—¿Qué hacías en esa zona?
Su voz deja tensión en el aire y mi cuerpo quiere desobedecer para temblar.
—¿Qué zona? —Intento sonar calmada, pero me está costando.
Se levanta de golpe, doy uno o tal vez diez pasos atrás. Él me mira mientras pasa a mi lado para llegar a una de las mesas que tienen proyección en 3D, conecta la tablet y se reflejan unas imágenes, que pasan lentamente.
Cinco fotos pasan una y otra vez, después de la tercera repetición me veo escondida entre los árboles.
Me tomo dos segundos y una mordida en mi lengua para ordenarle a mi cuerpo mantener el control que siempre he tendido.
Debo mantener mi mente fría, concéntrate K. Mira el panorama.
Por la calidad de las fotos sé que fueron hechas por una cámara con sensor de movimiento. Son arcaicas, no las usan porque no detectan a los ascendidos.
Pudo ser cualquier día que vigile aquella base secreta.
La tienen alejada de nuestra gente, no de los ascendidos.
—Habla.
Las pruebas me incriminan.
—Quiero entrar a las misiones —digo con el tono más indiferente posible.
Regla para mentirosos, no te alejes mucho de la verdad. Otra regla es que cuando dices una mentira, luego dices otra y otra, hasta hacer una gran bola que te aplastara. Esté seria ese momento.
Salgo aplastada o por cosas del destino, Noah me va a creer.
Las imágenes siguen moviéndose, Noah viéndome y yo quiero salir corriendo, pero mis pies están enterrados en el suelo.
La puesta se abre y se asoma uno de los gemelos.
—¿Puedo pasar?
Esta pequeña ventana me da para dar un suspiro. Noah quita las imágenes y agarra la tablet, todo sin quitarme los ojos de encima.
—¿Qué sucede, D?
Es un alivio saber que es D.
—La persona está contenida y todos estamos listos, esperando sus órdenes —dice desde la puerta.
A Noah se le está complicando algo, me mira y ha tomado una decisión.
—Quieres estar dentro —repite lo que dije antes. Mira a D—. Cambie de opinión.
—¿Disculpe? —dice D.
—Tú y Ely me acompañarán un momento y dile a los demás que se adelanten al Campamento Alpha. —Noah se coloca frente a mí—. Vamos a darle la iniciación a K. Síguenos.
Pasa a mi lado, golpeando mi hombro: me olvido de las ganas de vomitar, me giro para poder seguir a Noah y veo a D en la entrada, está algo confundido. Noah toma unas cosas y sale.
Afuera nadie dice nada, Noah va adelante y agarra mis permisos de salida.
Caminamos por todo el campamento sin decir nada, hace mucho no hacia esto, se siente raro, diferente. Soy yo la diferente, la última vez que hice esto seguía siendo la K soldado que entre menos supiera mejor, hacia todo lo que se me ordenaba. Ahora soy K la que no quiere hacer daño, la que tiene aliados ascendidos, la que le gusta un ascendido.
Ya no me siento segura en este lugar.
En la entrada Luke, Nat y H, nos miran sin ninguna expresión. Ely quiere reírse, lo noto. Jem está terminando una trenza de su cabello y C mira algo en una Tablet.
—K, tú sigue conmigo. —Noah le entrega la tablet a Luke, quién ve la imagen donde salgo.
Luke no necesitó más para saber que estoy en problemas. Noah sigue caminando porque no necesita decir más y yo debo ir detrás de él. D les dice rápido las órdenes de Noah.
Luego los chicos encargados de la entrada dejan que pasemos solo porque estamos con Noah. Ely y D toman posición detrás de mí.
Me van a matar y dejar mi cuerpo tirado en el bosque. Eso harán. Ely lo va a disfrutar.
Después de unos minutos ese pensamiento cambia, no van a matarme, me van a torturar. La base secreta está frente a nosotros. Noah va directo a la puerta y la abre.
Esta vez la entrada nos rocía con un gas para eliminar gérmenes y hay muchos científicos con batas blancas dentro, sus insignias dicen que todos son Alphas. Seguimos caminando hacia el pasillo donde están esas jaulas, quiero detenerme, pero detrás vienen Ely y D. No puedo.
Decido no ver a los lados, algo dentro de mí, duele. No me puedo quebrar frente a Noah. Muerdo mi lengua para que no salga ningún sonido e ignorar esos pequeños sollozos.
Es imposible. Una niña tiene sus ojos clavados en nosotros desde la jaula. Su cuello está enrojecido por ese collar, los torturan para que no usen sus poderes.
Una queja se escapa de mis labios, coloco rápidamente las manos sobre mi boca. La risa de Ely me dice que ella si lo escuchó.
Noah se detiene en una puerta que esta al final del pasillo.
—Quieres estar dentro, ¿No? —No espera una respuesta y abre la puerta de esa habitación—. Bienvenida a tu iniciación.
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