K no se queda quieta, llama la atención de varios de los míos mientras paso entre ellos. Sé que algunos no les agrada la idea de que Liam deje que K esté cerca, pero ellos no conocen la verdad. Ella es mi Soulmate y haré lo que sea para protegerla.

Después de un rato K deja de luchar y lo agradezco porque ya la alejé lo suficiente como para estar en el límite de la zona neutral. Llegamos al bosque y me habla en un tono sin emoción.

—¿Quieres bajarme de una puta vez? Ya sé que me quieres sacar.

Es suficiente, la coloco en el suelo y ella se aleja unos cuantos pasos de mí.

—Quiero que te quede claro algo —digo con un tono fuerte—. No te estoy sacando, solo necesito hablar contigo sin nadie cerca.

—¿Para qué? ¿Amenazarme o matarme? —suena enojada y la entiendo se acaba de enterar de algo que le oculte.

—¡Vamos K! —Toco mi cabeza, me siento frustrado con esta chica—. Pensé que ya habíamos pasado esa etapa de querer muerto al otro.

No dice nada, pero sus expresiones se relajan y a pesar de que estamos casi a oscuras un ligero tono rojizo llena sus mejillas, está avergonzada.

Ella mira a nuestro al rededor, su instinto se hace cargo ahora. Debe ubicar la salida más cercana.

Estamos en un pequeño lago formado por el río Black. Parece notar que es la zona neutra así que se relaja más. Sé que una parte pequeña en ella confía en mí, pero su parte humana siempre está a la defensiva.

—No te conté sobre eso porque sé que no te iba a importar.

—¿Qué te mueras? Tienes razón, no me iba a importar —dice mirando hacia cualquier lado menos hacia mí—, pero eso fue antes.

—¿Antes?

—Sí, pero ¡Eres egoísta al no decirme que tú vas a morir si no completas esa cosa! —Señala mi marca—. No sé cómo puedo ayudarte, si obviamente no funcionó la última vez que lo hiciste.

Comienza a caminar de un lado a otro, agitando sus manos por todos lados. Quiero sonreír, es la primera vez que la veo sin barreras entre lo que hace y dice. Es una faceta nueva en ella y me gusta.

—¡Tú no estás preocupado por lo que te pueda pasar! —grita sin pensarlo—. ¡Es aterrador saber cómo funciona esto!, Me asusta ver qué hay un chico allá inconsciente... ¡Está sufriendo! —Se detiene para verme—. Eso te pasará si no haces algo y casualmente me conoces. —Comienza a caminar de nuevo—. Crees que soy tu Soulmate, por la marca, todo es... ¡Aaaa! —grita—. No entiendo nada de esto, puede que me estés usando para evitar la famosa "locura", no quiero ser utilizada bastante tengo con mi gente y ahora tú. —Suspira y me mira con esa expresión entre curiosidad y susto.

»Y por muy loco que suene. No, Elijah. No quiero que mueras.

—Entonces, ¿Qué quieres? —me acerco un poco a ella.

—N... No lo sé. —Está en conflicto consigo misma—. Y si no soy lo que tú esperas que sea.

—¿Eso te preocupa? —La verdad ella es un enorme misterio, pero quiero más de ella. Doy otro paso.

—Me preocupa que te equivoques. —Doy otro paso—. No soy como los tuyos y si jamás se completa tu marca por cómo soy, por haber nacido donde lo hice, sería mi culpa.

No es que crea que la estoy usando. A ella le preocupa no estar a la altura. Duda de sí misma.

Algo que jamás había visto en humanos, ella me muestra sus sentimientos. Sé que es ella, no hay duda, mi marca no se activaría si no fuese así, pero ella no creció como yo y por eso duda de sus emociones por mí.

Ahora mismo, ella y yo debemos estar aquí, hablando de esto, viendo al otro fijamente con los nervios de punta y siendo tan sinceros el uno con el otro.

—Esa es la razón por la que no lo mencioné antes. —Me detengo frente a ella, su mirada está en mi pecho—. No naciste como ascendida. Por eso, nada de lo que mi gente conoce encaja con nosotros, una humana y un ascendido.

—¿Morirás?

Agarro su mentón y la obligó a verme. Necesito que vea en los ojos que le pertenezco. Soy suyo.

—Algún día. —Bromeo.

La comisura de mi boca sube, no puedo esconder mi sonrisa y ella golpea mi pecho.

—Idiota. —Su voz tiene un tono de tristeza, pero no aparta su mano de mi pecho. Guío mi mano a su mejilla y puedo sentir como tiembla un poco debajo de mi tacto—. ¿Morirás por no completar la marca conmigo?

Cambia su pregunta por algo más específico, ella es inteligente. La chica no quiere dejar zonas grises.

—No lo sé. —Soy lo más sincero que puedo—. Te lo dije, no eres como yo. Nosotros tendremos nuestra propia historia.

—¿Y la locura? —la preocupación vuelve. Con mi otra mano agarro su mano que sigue en mi pecho.

—No me preocupa. ¿Quieres un secreto? —Ella asiente—. Cuando la marca se activa, solo es cuestión de días para que la locura suceda, jamás llega tan lejos porque cuando descubres quien la activo todo se junta como para que los marcados completen la marca. La locura solo es como un aviso del alma para que te apures en estar con tu Soulmate —le cuento otro secreto de mi gente.

—Como si el destino juntara las cosas. Sonará loco, pero desde que te conocí, siento que todo está puesto para que te vea, quiera o no.

—Te entiendo. De hecho, hay una frase utilizada por los míos y creo que encaja más con nosotros que con ellos.

Mi mano deja su mejilla para ir a su cuello e introduzco mis dedos en su cabello. Cada vez es más difícil no poder tocar a esta chica. La diferencia es que parece que ella siente lo mismo. No me aparta. Sus ojos verdes, esperan una gran respuesta para no sentirse así de perdida.

—"Cuando las almas se tienen que encontrar, el destino acerca los mundos, borra la distancia, une los caminos y desafía lo imposible" —Cito la frase.

—Que forma más extraña de funcionar tiene el destino.

Todo lo que nos rodea encaja a la perfección, incluso los malos momentos. Todo estaba hecho para que la conociera, quisiera o no.

Aquella noche que la vi por primera vez no le dispare con el arco porque había algo en ella, como si fuera una estrella en toda esa oscuridad del bosque.

—Desearía que te vieras como te veo —digo sin pensar.

—¿Cómo me ves?

—Como una estrella en mi oscuridad.

—¿Metafórica o literal?. Ya sabes tú eres oscuridad.

No aguanto más y me río por su comentario. Ella se relaja y me da una sonrisa, una de esas que parece guarda como algo muy preciado, por lo que me siento honrado de verla y por fin decir que estoy conociendo mejor a K. A mí Soulmate.

Sé que debo ganarme su aprecio a tal punto de que no se asuste cuando le pida que deje a los suyos. La necesito a mi lado.

—Hay algo que debe decir, de una forma correcta —susurra.

Me saca de mis pensamientos y se aparta de mí. Lo cual me toma por sorpresa, ¿Qué le sucede?

Camina de nuevo de un lado hacia el otro.

—¿Hablarás o harás un hueco en el suelo? —Intento bromear

Me da una mirada que bien puede significar un gran «Cállate», lo cual hago, colocando mis manos en mis bolsillos para esperar que ella decida cuando hablar.

Se detiene y mira el lago dándome la espalda.

—Entonces, lo que sea que pasa aquí. Entre nosotros, ¿Es genuino? —Me mira por encima de su hombro—. No es porque tu marca nos controle.

—No funciona así —le recuerdo—, pero supongo que a tus ojos es lo que sucede. Esto entre nosotros es genuino.

—Eso me agrada. —Gira hacia el lago de nuevo—. Creo que me delaté la última vez que te vi.

—¿En la cueva?

Ella asiente.

Sé que lo dijo sin querer, gran parte de aquel día estábamos en trance de poder estar tan cerca uno del otro.

—Me gustas, Elijah. Por eso me asusté cuando me enteré de que si no completas tu marca, morirás. —Sigue dándome la espalda.

—No moriré —le recuerdo—. Por lo menos, no por la marca.

—Ahora lo sé. —Da un gran suspiro y se gira para verme—. Desde que te conocí te quería muerto y en algún punto...

»Eso cambió. —Juega con sus dedos mientras habla—. Ahora, solo quiero...

—¿Qué quieres?

Creo que si me muevo ella no seguiría hablando sobre lo que siente y piensa. Algo difícil de escuchar de ella, siempre es lo que sus superiores dicen o esperan, no creo que haya dicho o hecho algo que ella quisiera.

—Quiero... —mira el suelo y luego regresa su vista a mi—. Conocerte, quiero saber de ti y tal vez... Tal vez quiera mucho más.

No sé si decir o hacer algo. Todo esto es tierra sin descubrir, un ascendido y una humana, mundos totalmente diferentes.

Los ascendidos la tenemos un poco más fácil cuando completas tu marca todo se vuelve más sencillo. Incluso entender a tu pareja por medio del lazo que comparten. Con K, todo es incierto. No sé cómo va a reaccionar a esa conexión.

—Y una parte pequeña de mí, sabe que... —Se ve sorprendida de ella—. Tú tienes todo lo que hace que recuerde que puedo tener un alma. Me calmas, me estresas, pero, sobre todo. Me siento viva a tu lado.

—K, yo...

—No, espera. —Toma un gran bocado de aire como si eso le diera valor—. Todo el tiempo eras tú diciéndome que te escuché, ahora debes escucharme.

»Si hablas de luz en la oscuridad. —Sus ojos no se apartan de los míos—. Cada vez que veo tus ojos, esa intensidad con la que me miras, me recuerdan que tengo un alma, puede que algo oscura, pero cuando te veo me cuesta respirar, tener un pensamiento claro.

—No eres la única que se siente así. —No puedo quedarme callado.

—Lo sé, por eso con el tema de que mueras, no quiero —dice muy fuerte—. No quiero que te vayas. Lo más duro de todo es que me di cuenta de algo.

—¿Qué?

—Lo que más quiero es... —se muerde el labio.

—Dímelo.

—A ti. Lo que más quiero es a ti.

Creo que quiere explicarlo, creo que su intención es decirme que me he convertido en alguien especial para ella, es su confesión. La verdad no me importa en este momento.

Antes de seguir escuchándola, me acerco a ella. No me importa ser un ascendido y ella una humana, ella siente lo que yo siento por ella, es lo único que importa.

Con una mano la agarro por su cuello y con la otra agarro su cintura para levantarla hacia mí. No se resiste y junto mis labios con los suyos.

Una parte de mi espera un golpe de su parte.

No llega y comienzo a mover mis labios para reclamar los suyos. La necesito más cerca.

Sus manos suben por mi pecho y su cuerpo se inclina más hacia mí. Sus labios son el paraíso, no por lo suaves y jugosos que son, sino porque siento que mi cuerpo dejo el suelo que toco, como si esto fuera un sueño extremadamente detallado.

El beso es una forma de reclamarnos. No es agresivo, pero tampoco suave. No es veloz, pero tampoco lento. Tenemos el ritmo perfecto para sentir cada centímetro del otro y quiero más.

Somos K y yo, creando nuestro propio camino.

Me separo un poco de ella, con ganas de volver a juntar mis labios con los suyos.

—Me gustas más de lo que imaginas K. —Le doy un beso y me retiro—. No me importa la marca, que seas humana o como vamos a hacer que esto funcione.

»No necesito que se complete para saber que eres mi Soulmate.

—No necesito una marca, para saber que debo conocerte.

Entonces ella me agarra del suéter y me lleva hacia ella, para juntar nuestros labios.

Una promesa no dicha. Nos pertenecemos y no importan nuestros mundos. Estaremos juntos.

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